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Capítulo 28

Mini-Maratón 1/2

Capítulo especial.

Han pasado tres días desde que llegamos a Italia y las presentaciones de los chicos fueron un éxito rotundo.

Ellos están muy felices, lo que me llena de alegría. En las otras dos presentaciones había tanta gente que era casi abrumador. Brad y yo hemos estado divirtiéndonos, disfrutando del momento, pero siempre hay esos pensamientos que llegan a mí

¿Será que esto acabará bien?

Ahora estamos todos reunidos en el estacionamiento. Brad está a mi lado, su ceño fruncido mientras observa a todos con desdén. Leire no para de hablar por teléfono, Matteo y Julia discuten acaloradamente sobre algo, y Dominik se mantiene al margen, callado como siempre, tratando de evitar el conflicto. Pobre de él, especialmente después de todo lo que Aran le hizo a su novia; tendré tiempo para disculparme con él más tarde.

Kyler... Él está sentado al lado de Marina. Aún me cuesta creer lo que me dijo sobre sus sentimientos por Leire; a pesar de ser un chico problemático que siempre se enreda con chicas, la forma en que me lo confesó resonó en mí.

-Estoy perdiendo la puta paciencia-me dice Brad, tomando mi mano con delicadeza.

Suspiré, sintiendo la tensión en el aire.

Estamos esperando los autos y aún no llegan. La gira cambió; ahora les toca en Estados Unidos. Gracias al cielo, la gira en Francia se canceló. No quería ir a ese lugar; aunque Brad no parece tener problema con ello. Siempre me pregunta por mis padres y eso me incomoda un poco. Desde que estuve en París, todo ha cambiado demasiado. Solo me importa Kamila y aunque mis padres han cambiado repentinamente conmigo, siento un profundo cariño por ellos.

-Leire...-murmura Brad frotándose el cabello, visiblemente frustrado.

Ya se suponía que teníamos que tomar el vuelo directo a Estados Unidos.

-Dios, ya Brad, me tienes al borde de la locura; los autos llegarán en un momento. Déjame hablar por teléfono-le responde Leire con evidente frustración.

Le aprieto la mano y le regalo una pequeña sonrisa.

-No estés frustrado; recuerda que te van a salir arrugas-le digo sonriendo a Brad.

Él me sonríe burlón.

-No creas que te vas a librar; quiero conocer a mis suegros.

Suspiré pesadamente.

-Algún día los conocerás, pero es mejor que...

-Después de la gira en Estados Unidos iremos; iremos en Navidad para donde tú familia. Debes ir-me interrumpe.

Fruncí el ceño.

-¿Por qué tanta insistencia en que visite a mis padres?-le pregunto curiosa.

-No quiero que mi novia esté molesta con sus padres-responde él sin titubear.

-Brad... Es complicado-menciono con un tono resignado.

-Lo sé, Curie, lo sé. Pero quiero que estés bien con ellos; quiero que sepas la verdad.

Lo miro nuevamente con el ceño fruncido mientras suelta mi mano y cruzo los brazos defensivamente.

-¿Qué verdad?-le pregunto con curiosidad creciente.

Él iba a responder, pero su mirada se tornó seria justo cuando los autos finalmente llegaron.

-Escucha-puso sus manos en mis mejillas mirándome intensamente-. No quiero que estés molesta con ellos sin saber la razón. No sé qué carajos pasó entre ustedes, pero simplemente quiero que estés bien con tus padres; siempre hay un motivo detrás de las cosas.

Suspiré nuevamente y le di un beso corto en los labios.

-Por eso te quiero-le dije sinceramente.

Él sonrió pícaramente. Recordé cómo hemos pasado estos días juntos: entre risas y momentos íntimos en la cama. Brad no es un chico romántico al uso; aunque tiene sus momentos dulces, tampoco es rudo ni distante. Es una mezcla perfecta de todo eso y más, y me encanta tal como es. Su personalidad es única y eso hace que cada nstante juntos sea especial.

Nos subimos al auto; este viaje sí va a ser largo... demasiado largo para pensar en todo.

*
Narra Brad:

El viaje ha sido en silencio, nadie menciona nada. Yo, he estado preocupado; el simple hecho de no decirle a Curie la verdad sobre su familia, lo que realmente pasó, me lleva a estar de mal humor y perder la paciencia. Soy un idiota. Se supone que los novios no deben mentirse, ¿y yo? Le he mentido; a pesar de que es muy fuerte, me siento culpable por ocultarle esto.

El viaje a París se canceló. Leire canceló las presentaciones debido a un problema con las entradas, pero no puedo dejar esto así. Ella tiene que hablar con sus padres, y voy a estar a su lado. Sé que se va a enojar; al fin y al cabo, no le dije nada y sé que le dolerá. Pero tampoco puedo decir algo de lo que no estoy seguro. No me fío mucho de lo que dijo Lina, pero me vuelvo y repito: Lina no es capaz de mentir sobre algo así, jamás.

Ella estuvo a mi lado cuando le dije a mi padre quién soy en realidad; me ha hecho cambiar muchas cosas en mi personalidad, y no quiero que esté sola en este proceso. Y Aran... Ese imbécil me debe una; algo que le dejé claro: no se meta con mi banda ni con mis amigos. Pero le daré un maldito puñetazo cuando lo vea por el camino.

-Brad... ¿Estás escuchando lo que dije?-me dijo Leire, sacándome de mis pensamientos.

Carraspeo frotándome el cabello con una mano mientras con la otra acaricio la mano de Curie.

-No-le respondí serio.

Ella puso los ojos en blanco.

-Por una vez en tu vida, escucha cuando hablo; eres el líder de la banda.

Hice una mueca y me encogí de hombros sin importancia. Leire es tan... Gruñona. Curie sonríe burlona mientras Kyler habla con Marina; por cierto, es atractiva. Tiene unos ojos color miel y un cabello castaño corto que le llega a los hombros, pero nada como la chica mía.

-Bien, vuelvo y repito...-dijo Leire-. Esta gira va a ser un poco pacífica. Saben que en Estados Unidos no son muy reconocidos, que digamos. Tendrán tres presentaciones: la primera será en un bar, la segunda en un restaurante y la tercera será los premios bandboys del año.

Abrí los ojos de par en par al escuchar las últimas palabras de Leire.

¿Acaso dijo bandboys...?

-¿Y esos premios no son para las bandas reconocidas en ocho países?-le pregunté.

Kyler iba a hablar, pero Matteo lo interrumpió.

-¿Por qué siempre en vez de alegrarte haces preguntas estúpidas?

Rodé los ojos con desdén. Matteo siempre jode todo con unas simples palabras.

-Estoy alegre, ¿quién dijo lo contrario?-le dije serio.

-Ya vale chicos, no vayan a comenzar con sus discusiones.-dijo Kyler frustrado.

Curie me pasó su dedo índice por mi mano.

-Gracias a Mauricio, hemos logrado entrar en los premios; aunque ya el límite de países bajó, ahora son cuatro países y ustedes son reconocidos en: España, Italia, Francia, Estados Unidos y México-dijo Leire con una sonrisa en su rostro.

Kyler soltó un chillido y Dominik sonrió. En cambio Matteo todavía me veía con los ojos entrecerrados. Gracias a Mauricio, el director de la discográfica, hemos avanzado bastante.

-Es... Increíble-mencioné.

-Ah y otra cosa-dijo Leire-. La presentación en el bar en Estados Unidos, no quiero quejas tanto de discusiones-miró a Matteo-, tanto de ligues-miró a Kyler-, tanto de malas caras-miró a Dominik-. Ni comportamiento engreído ni odioso-me miró.

Todos soltamos un chasquido en señal de acuerdo.

-Hablo en serio, Invencibles. Si presento una queja, os juro que los dejaré sin huevos.-amenazó con una mirada intensa.

Mi comportamiento ha mejorado desde que conocí a Curie. No es un problema fingir que me agrada alguien cuando en realidad me vale un carajo lo que piensen.

Pero siempre he respetado a la gente; nunca me he comportado mal. Quizás sí me he sobrepasado con mi personalidad engreída y odiosa. Pero nunca llegué a tratar mal a nadie. Claro, si me cae mal esa persona, es otra historia muy diferente.

Después de varias horas de viaje, por fin aterrizamos en nuestro destino. Ya estaba anocheciendo en Estados Unidos y eso significaba una sola cosa: no tendríamos ensayos.

Leire se frotó el cabello con las manos, visiblemente nerviosa.

-No habrá tiempo de ensayar, por favor chicos, no me decepcionen. Hemos ensayado estos días fuertemente.-nos dijo con tono suplicante.

Asentimos y caminamos fuera del aeropuerto. Pero como si todo fuera una sorpresa, una docena de personas se pusieron en nuestro camino. Todos tenían folletos y camisetas de la banda; eran más mujeres que hombres. Los guardias de seguridad rápidamente alejaron a las personas, y pasamos a pasos apresurados.

Es difícil lidiar con esto; ya la mayoría sabe quiénes somos, especialmente las mujeres, que miles de ellas se sienten identificadas con nuestras canciones. Nicolás camina a mi izquierda mientras que Curie está a mi derecha con nuestras manos entrelazadas. Su calidez me reconforta en medio del caos.

-Me siento famoso-mencionó Nicolás a mi lado, una sonrisa amplia iluminando su rostro.

Yo me eché a reír.

-La vida de los artistas.

Sonrió y seguimos caminando. Me he dado cuenta de que siempre fui injusto con Nicolás. Es un gran chico y aunque vivo con el maldito resentimiento todavía en mí, algo dentro de mí le tiene aprecio.

Matteo se detuvo para firmar folletos y tomarse fotos, al igual que Kyler, pero Leire rápidamente los llamó; no solo íbamos tarde, sino también que no tendríamos tiempo de arreglarnos bien.

Nos alojamos en un hotel muy conocido en la zona, no solo por sus lujos, sino también por ser el refugio de varios artistas que han pasado por aquí.

Al llegar, nos apresuramos a nuestras habitaciones. Curie comenzó a revolver su maleta en busca de un vestuario. La conozco bien; se cuando está incómoda, su nerviosismo.

Opté por darme una ducha para dejarla un momento a solas.

Salí del baño con una toalla enrollada a mi cintura y la encontré sentada en la cama, cruzada de brazos, con una expresión de preocupación.

-¿Cuántas horas tenemos?-me preguntó con ansiedad. Pero al verme así, su rostro se sonrojó. No pude evitar sonreír ante su reacción.

-Tenemos una hora aproximadamente-le respondí mientras miraba el reloj.

-¿¡Una hora!? Oh, Dios. No estaré lista en una hora, tengo que arreglarme el cabello, necesito...

-Ma jolie, estás hermosa así.

Ella me miró con esa mirada fulminante que tanto me divertía.

-Por Dios Brad, no quiero parecer una esquizofrénica.

No pude contener la risa ante su dramatismo. Me acerqué a ella y tomé unos vaqueros azules y una camiseta negra con el logo de la banda que le ofrecí. Su expresión era de incredulidad.

-Dios, ¿cómo vas a darme eso?

-Curie, es un bar.-le recordé con un tono juguetón.

Suspiró y finalmente tomó la ropa que le ofrecía.

-Bien, esta será.-dijo resignada mientras se dirigía al baño.

Me vestí mientras pensaba en lo dramáticas que son las mujeres.

Después de un rato, decidí esperar a Curie. Ella seguía indecisa, argumentando que la ropa le quedaba mal. Sin embargo, los vaqueros le quedaban demasiado bien; eran justo mi gusto. Su trasero se veía aún más sexy, y la camisa me ofrecía una buena vista a sus pechos.

-Insisto en que eres un pervertido -me dijo, con las cejas enarcadas, antes de salir de la habitación.

-Te ves mejor sin ropa -respondí con una sonrisa.

Ella se echó a reír, mientras sus mejillas se sonrojaban.

Al llegar al estacionamiento del hotel, ya todos estaban reunidos, solo esperaban por nosotros. Nicolás era el único que iba; a Marina y Mauricio no lo necesitaban, y los guardias tampoco eran necesarios en esta ocasión. Subimos al auto.

Suspiré. Es nuestra primera presentación sin ensayar. Desde ayer no habíamos practicado, y aunque nos sabemos todo a la perfección, siempre hay dudas que me atormentan. No quiero cagarla.

*

Narra Kimberly:

Me siento incómoda con mi atuendo, creo que es horrible. Julia me acribilló con la mirada cuando me vio, y Brad, bueno, simplemente no podía dejar de mirarme los pechos y el trasero. Me encanta provocarlo; me encanta que me mire así. Pero, ¿qué dirán los demás? Aunque, pensándolo bien, a veces es mejor estar sencilla. Opté por hacerme un moño alto y maquillarme un poco; tampoco hay que exagerar.

La pierna de Brad subía y bajaba en el asiento. A mi lado estaba Nicolás, con su cámara colgando del cuello, absorto en la vista por la ventana. Podía sentir la tensión en el aire; todos están nerviosos, hasta yo.

Le tomé la mano a Brad y él me sonrió. Es bueno que se sienta seguro; me imagino que es difícil presentarse así. Leire suspiró pesadamente, como si llevara el peso del mundo sobre sus hombros.

-Sé que se me salió de las manos todo esto, chicos -mencionó-. Pero estoy segura de que pueden hacerlo bien. Hemos estado en presentaciones peores y siempre lo hacemos bien.

-Leire tiene razón -dijo Kyler-. Hemos pasado por cosas peores; somos unos profesionales, sabemos cómo hacerlo.

Sonreí y miré a Brad, notando cómo su pierna dejó de moverse nerviosamente.

-Siempre tenemos que utilizar el corazón -habló Dominik esta vez-. Yo estoy completamente seguro de que lo vamos a hacer bien.

Matteo suspiró y añadió:

-Yo también estoy seguro; dejémoslo todo en el escenario.

-Por eso nos llamamos Invencibles, ¿no? -dijo Brad con voz burlona, tratando de aligerar el ambiente.

-Eso son mis chicos-respondió Leire emocionada-. Y ya saben, sean cariñosos si no quieren que los...

-Sí, Leire, ya entendimos-interrumpió Kyler con una pequeña sonrisa.

Conozco esa sonrisa; Leire le devolvió la sonrisa y en ese momento me miró fijamente y me guiñó un ojo.

El chofer abrió la puerta y todos bajamos. Afuera del local había varias personas. Al vernos, la gente gritó emocionada, pero no se acercaron; simplemente se quedaron allí admirando a los chicos desde la entrada.

Antes de entrar al bar, Brad me tomó de la mano.

Al ingresar, rápidamente notamos a dos chicas y un hombre, no tan mayor, acercándose a nosotros con una amplia sonrisa en el rostro. La mayoría de la gente nos miraba con los ojos abiertos, pero me encanta cómo se comportan; no son tan desastrosos como lo eran los demás en Italia.

-¡Bienvenidos!, yo soy Antony, dueño de este humilde Bar y ellas son mis camareras más confiables Leah y Megan.-Dice el castaño con una amplia sonrisa, presenta a las chicas y extiende su mano a Leire.

-Hola, señor Antony, aunque no seas tan señor-le dijo Leire con una amplia sonrisa burlona pero amable-. Un gusto conocerte, chicas feliz de saber que nos van atender bien-añadió, dirigiéndose a las dos chicas que sonreían con complicidad.

Son unas chicas muy jóvenes.

-Por favor solo soy Antony.-le responde Antony con una pequeña sonrisa amable-Pasen, siéntanse como en su casa.

Leire asiente y dice:

-Vale, lo siento-devolviéndole la sonrisa con complicidad.

Todos le regalan una sonrisa, excepto Brad que me apretó la mano, haciéndome verlo.

-Encantada de conocerlos chicos, he escuchado mucho de ustedes gracias a mí primo que es muy fan de ustedes, Yo soy Leah.-dice una de las chicas con entusiasmo.-Perdonen si en algún momento hablo mucho es que...

-Ya, calma...Yo soy Megan es un honor tenerlos a todos ustedes aquí.-menciona la otra interrumpiendo a Leah, ya que está más tranquila y les da una sonrisa de lado.

La chica, Leah, me hace esbozar una pequeña sonrisa.

Brad mira a la chica y le sonríe amablemente.

-Nosotros estamos encantados de estar aquí-les responde Brad a las dos con calidez.

Kyler, sintiéndose un poco juguetón, se coloca delante de ellas con una sonrisa traviesa.

Oh, no. Lo primero que le dijo Leire....

-Ho...-intenta hablar, pero no termina la frase cuando Brad lo jala del brazo.

Casi me echo a reír, pero apreté los labios para no hacerlo, es de mala educación.

Leah ríe por lo bajo y Megan arqueaba una ceja mirando a Kyler, Antony sonríe y vuelve a decirnos que pasemos al bar.

-¿Leah podrías por favor llevarlos a sus mesas?-menciona Antony.

-Si.-Sonrie felizmente la chica Leah-Siganme.-Haciendo un ademán para que la siguieramos.

Caminamos siguiendo a la amable Leah. El lugar es muy llamativo.

-Los chicos pueden ir preparándose si quieren o probar sonido, espero que...-las voces de unos chicos la interrumpen.

Desviamos la mirada hacia donde provenía las voces.

-No puede ser que te equivoques una y otra vez Henry. En serio.-dice uno de ellos dejando su guitarra a un lado y se agarra del cabello frustrado.

-Calmate, todo saldrá bien, vamos a tomarnos un descanso y ya.-dice él otro también dejando su guitarra y estaba por bajar del escenario.

-Lo siento por eso.-nos dice, Leah algo apenada.-Están algo nerviosos.

Sonreímos, hasta yo estaría nerviosa. Recuerdo la primera vez que me caí solo por curiosa, y me puse nerviosa al ver a los chicos, oh Dios mío.

Otro chico se acerca a los otros dos del escenario, para tratar de calmarlos, o eso creo. No sin antes haber tropezado por ver a los Invencibles. Leah ríe mientras negaba con la cabeza.

Estuve a punto de soltar una risa, pero me contuve en eso Julia se rió sin disimulo.

La fulminé con la mirada, tratando de que se callara.

En ese momento, Kyler se acerca al escenario donde los chicos guitarristas parecían frustrados; supongo que son parte de una banda.

Kyler siempre tan... Desobediente y chismoso.

-Ey, no se frustren-les dice Kyler a los guitarristas con su tono divertido.

-Parecen nerviosos-me susurra Brad, a mi lado.

Asentí riendo.

-Hola, ¿Tu eres Kyler verdad? Yo soy Justin el baterista y Líder de la banda, ellos son Henry y Eros, son guitarristas, pero andan ahora algo tensos por lo que se ve..-habla el chico que tropezó torpemente, en un murmuro a lo último mientras gira su cabeza a ver a sus amigos.

-Es culpa de Henry, no puede pasar ni una maldita nota.-habla serio uno de los chicos guitarristas y mira a Kyler.

-De seguro que cuando tomemos el descanso lo haré bien ¿De acuerdo?.-Dice el tal, Henry.

-Si lo harán luego, así que bajen del escenario quizás los chicos quieran hacer prueba de sonido. Y no te preocupes Kyler será solucionado.-le da una sonrisa a Kyler.

Los chicos se fueron a arreglar todo para la presentación, mientras Brad y yo nos sentamos en una mesa.

-Me parecen graciosos -me dijo-. Se parecen a nosotros cuando recién empezamos.

-Sí, se ven como unos grandes chicos -le respondí refiriéndonos a los chicos del bar.

-Seguro que lo son -afirmó Brad, con una mirada de complicidad.

La chica, Leah, se acercó a la mesa para pedir el pedido.

-Perdonen por lo chismosa pero...¿Son parejas? No puedo evitar preguntar, es que son muy lindos juntos-nos preguntó.

Elevé ambas cejas

Vaya, mi gemela.

-Leah..no molestes con tus preguntas de chismosa-interviene el guitarrista que estaba en el escenario de nombre, Henry con una media sonrisa apareciendo a su lado mientras la toma de la cintura con suavidad.-Un gusto conocerlos chicos, Yo soy Henry.

Es muy atractivo, tiene unas ondas en su cabello que le quedan genial. Además, parece que son pareja por la forma en que la mira. Simplemente se ven muy bien juntos.

-Sí, somos pareja-le responde Brad a Leah, riendo mientras me lanza una mirada cómplice. Luego se vuelve hacia el chico-. Un gusto, Henry-dice con una sonrisa. -¿Eres guitarrista, no es así?

¿Brad siendo amable? Aunque sí lo es, ¿pero tan... amable? Las amenazas de Leire son épicas, excepto cuando se trata de Kyler; él no las respeta en absoluto.

-Oh, se ven muy bien juntos.-dice Leah con una sonrisa.-Él es mí novio.-miró a Henry.

-Gracias-le responde Brad a Leah.-, Oh que casualidad se ven bien juntos.-le guiñó el ojo a Henry.

-Si, y si, soy guitarrista de la banda. ¿Tu eres...?.-Henry se dirije a Brad.

Oh, como no va a saber quién es Brad....

Bueno, Leire tenía razón, no son muy reconocidos en Estados Unidos.

-Yo soy Brad Fernández, pianista y líder de la banda Los Invencibles, y esta preciosura es mi novia-le responde con orgullo.

Sonreí como una estúpida y me presenté:

-Hola, qué lindos se ven. Mi nombre es Kimberly Curie, pero pueden decirme Kim.-les dije.

-Kim, hermoso nombre me encanta.-me dijo Leah con emoción.-Pianista ¿eh? Eso suena bien-le dijo a Brad.

-Bueno como verán está enana y chismosa es mí novia.-la mira Henry con media sonrisa y la abraza.-No dejara de hablarles si les dan mucha confianza.

Al escuchar las palabras de Henry, nos echamos a reír.

-¡Oye!, no le hagan caso...pero ¿Saben que? Este chico era un odioso de corazón oscuro y congelado y ahora está con está enana.-dijo divertida ella y nos hablaba confianza.

Sería yo.

-No pasa nada, Henry. Creo que ellas se llevarían bien, ¿no es así, ma jolie?-me dice Brad, mirándome. Yo me cruzo de brazos y lo miro con burla.

-No, Brad-le respondo con una sonrisa-. Y bueno, Leah, esté hombre también es odioso, pero mas engreído, así que te entiendo. Espero que sigan así de... enamorados y por cierto, me encanta tu cabello-le digo a Henry sin pensarlo.

Brad endurece el rostro y frunce el ceño. No pude evitarlo, simplemente se le ven tan bien. Siempre me ha encantado ese estilo de cabello.

Leah sonríe y mira a Henry, toca su cabello.

-¿Verdad que tiene las onditas más lindas?. Los odiosos son muy lindos.Tu me entiendes Kim.-me guiña un ojo.

-Gracias Kimberly.-me respondió Henry con el ceño fruncido.

No sé por qué el ambiente se volvió tenso por lo que dije. Sé que Brad endureció el rostro y le hizo una mueca a Henry.

-De nada, Henry-le digo, tratando de aligerar la situación.

Brad parecía pensativo, pero luego le sonrió a Leah.

-Brad...¿Sabes francés? Le acabas de decir algo a Kim. Ya te digo, Henry también sabe.-dice ella con orgullo y con una sonrisa.

-Oui, je suis française, mademoiselle. Y ella también lo es-le responde Brad, pasando su brazo por encima de mi hombro y empujándome un poco hacía él.

-C'est super, ma copine ne l'est pas...y es una lástima.-Responde en francés Henry y mira a Leah con una sonrisa y ella frunce el ceño.

Brad y yo sonreímos con picardía al escuchar a Henry.

-Por favor, pongan subtítulos.-dice Leah con diversión.

-Él dijo que es francés y que ella también.-Henry le responde traduciendo lo que le dijo Brad.

-Ya, eso es lindo, una pareja de franceses.-dice ella.

-Entonces, tenemos que hablar normal y no en francés-dice Brad con una sonrisa juguetona.

-Ojalá tuviéramos tiempo-le dije a Leah-, te enseñara unos trucos para aprender fácil francés. Me caíste bien pero es una lastima..

-Si, mí mejor amiga su hermana me está enseñando algunas palabritas.-me respondió con una linda sonrisa.

Justo en ese momento, Leire aparece interrumpiendo nuestra conversación.

-Lo siento, perdón por interrumpir, pero... Brad, es hora de alistarnos para la presentación.

Brad se levanta de la silla y yo hago lo mismo, mirando a aquella pareja tan linda.

-Fue un placer hablar con ustedes. Espero que disfruten de la presentación-les dice Brad a Henry y Leah con una pequeña sonrisa.

-Nos vemos en el escenario, Suerte chicos.-habla Henry.

-Fue un gusto conocerlos me agradaron también.-dijo Leah.

Julia se acercó a mí justo cuando la banda de este bar se iba a presentar. Se notaba que era una buena banda.

La banda, que ahora sé que se llama "Estrellas Nacientes", subió al escenario y comenzaron a tocar. La verdad es que cantan muy bien. El chico de las ondas, Henry toca la guitarra de manera espectacular, y su energía es contagiosa.

Aplaudimos con entusiasmo cuando terminaron su set. Los integrantes de la banda bajaron del escenario, dejando solo al baterista, Justin, quien tomó el micrófono.

-¿¡Están listos para recibir a los "Invencibles"?! -gritó, y el público estalló en vítores-. ¡Primero denle la bienvenida a nuestro increíble cantante, Matteo!

Julia aplaudió emocionada mientras Matteo salió al escenario con una pequeña sonrisa que iluminaba todo el lugar.

-¡Aplaudan fuerte para nuestro talentoso pianista Brad! -anunció Justin.

Grité con todas mis fuerzas mientras Brad salía, saludando a todos con una gran sonrisa. Era imposible no sentirme orgullosa de él.

-¡Y ahora, el maestro de la cuerdas, Kyler!-anunció Justin, en eso Kyler salió como siempre con un sonrisa pícara-¡Y por último, pero no menos importante, nuestro talentoso baterista Dominik!

Dominik se acomodó en la batería y le dio la señal a Brad para comenzar. Cuando empezaron a tocar, la atmósfera se llenó de energía; la gente bailaba emocionada y gritaba al ritmo de la música.

La actuación fue electrizante; cada nota resonaba en el aire y conectaba a todos en el bar. La química entre los chicos era palpable, y se notaba cuánto disfrutaban estar allí.

Finalmente, después de un set lleno de pasión y entrega, los chicos terminaron el concierto y bajaron del escenario entre aplausos y vítores. Las sonrisas en sus rostros reflejaban la satisfacción de haber dejado todo en el escenario.

En eso llegó el momento de la despedida, a pesar de ser la tercera presentación que he estado, estás personas me cayeron muy bien en especial Henry y Leah.

Seguimos a Leire, que se iba a despedir de él dueño del bar, Antony:

-Antony, muchas gracias por permitir que la banda se presentara en este increíble bar. Espero que les haya encantado.-le dice Leire con sinceridad.

-No hay de que agradecer señorita Leire, pueden venir cuando quieran. Espero se hayan sentido cómodo.-le respondió Antony con la misma, sinceridad.

-Perfecto, nuevamente gracias, Antony. Espero que su banda también tenga mucho éxito.

Los chicos asintieron. Brad a mi lado me tomó de la cintura.

En el medio de la conversación entre, Leire y Antony, se acerca Justin con sus baquetas y con una sonrisa.

-Quiero decirles que son una banda increíble y que ojalá lleguemos lejos como ustedes, pero debo agregar en que Dominik es mí favorito.-Sonrie y luego mira a Dominik.-¿Puedes por favor firmar mis baquetas?.

Kyler hace una mueca al escuchar eso de Justin.

Dominik, con una pequeña sonrisa, asiente con la cabeza y le firma las baquetas a Justin.

-Seguramente llegarán lejos. Solo manténganse unidos y no se frustren por los errores que puedan cometer -le dice mientras le entrega las baquetas firmadas.

-Si, muchísimas gracias, estos dos de aquí se frustran en seguida.-sonrie burlón y le señala con la cabeza a Eros y Henry que están detrás de él y Leah está a su lado mientras él tiene su brazo sobre los hombros de ella.

En ese momento, Brad mira a Henry y a Eros con una sonrisa burlona y les dice:

-No pasa nada, nosotros también nos frustramos, solo que es culpa de nuestro guitarrista.

-Es un gusto haberlos conocido chicos.-Habla está vez una chica miembro de la banda, con una sonrisa.-Y por cierto Matteo, cantas muy bien.

Kyler iba a intervenir, pero Matteo lo detuvo al escuchar a la chica. Julia frunció el ceño a mi lado al darse cuenta de lo que había dicho aquella chica.

-Gracias -le guiñó el ojo Matteo, con complicidad.

-Son una buena banda -afirma Brad-. Y, señor Antony -dirige la mirada hacia él-, le agradezco en nombre de todos nosotros.

Henry asiente con la cabeza y le da una sonrisa de lado. Pero luego vuelve a hablar Antony:

-Como dije antes, no hay nada de que agradecer chicos, son bienvenidos cuando gusten.

-Por ahí podremos tener una cita doble algún día.-Habla Leah está vez hacia Brad y hacia mí, con una sonrisa.-O bueno, todos juntos.

-Algún día -le responde Brad, abrazándome por la cintura.

-Todos -menciona Kyler, mirando a Leah con una sonrisa pícara-. Así, podré verte otra vez hermo...

-Kyler... -susurra Brad.

Kyler se encoge de hombros, sin entender muy bien a qué se refería Leah.

Leah sonríe tímida y agacha la cabeza pero Henry mira a Kyler con seriedad.

Al notar el silencio incómodo tras lo que dijo Kyler, Leire rompe a tensión con un aplauso.

-¡Hora de irnos, chicos! Fue un placer conocerlos -anuncia con una sonrisa brillante.

Con eso, comenzamos a caminar hacia la salida de aquel vibrante bar.

Al salir, Leire le jala la oreja a Kyler como un niño pequeño y Kyler se queja.

Brad sonrió burlón.

-Es un idiota-me susurró.

-Lo es-le respondí con una pequeña sonrisa burlona.

Nota del autor:

Esté capitulo es muy especial❤️;

Gracias a JessDai27_ por aceptar que nuestros personajes se encontraran❤️. No solo me siento muy felíz, sino también, agradecida con ella.

Libro conectado: Mi razón para cambiar.

Leah y Henrycito son mis personajes favoritos 💋💞.


Nos vemos el trece de noviembre... Hasta pronto 🦋💜🎹.

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