Capítulo 15
"Tres cosas no pueden ser ocultadas por mucho tiempo: el sol, la luna, y la verdad."
-Buda.
Siento un vacío en el pecho, unas ganas de llorar y un mal humor que no puedo controlar. ¿De verdad duele tanto?. Lo malo de sufrir de ataques de pánico, te vuelves sensible a todo. Y solo quieres llorar.
Fué un beso inofensivo-pensé.
¿Y si de verdad Brad siente algo por ella, más que una amistad?. ¿Y si está confundido y no siente nada por mí?.
En la entrevista no dió señales de importarle Lina. Pero aún así, en el bar lo confirmo delante de todos.
Me sentí una estúpida delante de aquella situación, me siento una espectadora en mi propia historia, una historia que yo inventé y me ilusioné.
Leire tenía toda la razón del mundo, me iba a doler y aún así, no le hice caso. Yo misma me lo esperaba, pero no sabía que dolía tanto.
Anoche llegué a casa, en eso de las diez de la noche, después de lo que pasó, el ambiente en el bar estaba intenso. Jonas trataba de decirme chistes o anécdotas para que me hiciera sentir mejor, pero aún así, por dentro estaba destruida.
Pensé, que Brad me iba a mandar un mensaje de texto anoche, en qué sea preguntando por hipocresía.
"Hola Curie ¿como estás?. Disculpa, no quiero saber nada de tí, Lina es mi novia. La quiero a ella, no a tí."
Se que Brad y yo no llevamos ni un mes en conocernos, que falta conocernos más profundamente, y el me lo dijo un día. Pero estoy más que segura de lo que siento.
¿Acaso mis sentimientos son tan invisibles como el aire?. ¿Acaso no sabe cómo me siento?. Los celos que siento.
Oh Dios mío, mi cabeza va a explotar con tantos pensamientos, y preguntas.
No le estoy prestando atención a la explicación del profesor, tiene varios muñecos en el gigantesco escritorio, explicando unas técnicas de primeros auxilios en caso de heridas con armas blancas. No puedo concentrarme en clases, pero debo de hacerlo. Los estudios no tienen la culpa.
-No deben de mover, para nada el objeto. Si lo mueven, pueden ocasionar daños en cualquier órgano, que esté en esa zona de la herida.
Está mañana, Leire y Julia me estuvieron preguntando la razón de mi cara de tragedia. Julia sabe un poco, me imagino que Matteo le comentó.
Matteo es un gran muchacho, por los momentos no se ha comportado mal con Julia, creo que ellos si tienen una linda relación.
Leire está a mi lado, ella si presta toda la atención del mundo, aunque se perfectamente que no está entendiendo nada de lo que dice el profesor. De vez en cuando me mira de reojo y yo solo agachó la cabeza, o miro al profesor.
Mi móvil vibró. Seguramente es Nicolás recordándome que hoy es su exposición de fotos. Tomé mi móvil y lo prendí.
Y como si Brad fuera escuchado mis pensamientos, me mandó un texto. No sé en qué momento, mis manos comenzaron a temblar por los nervios.
Idiota de Brad.
No quiero emocionarme, y tampoco debo de estar molesta, porque no somos nada. Es la asquerosa verdad.
Pero tampoco voy a actuar como si nada fuera pasado.
Ahora sí Brad, sabrás quien soy cuando me molesto.
Leire carraspea, y yo me sobresalto, ya que el profesor a dicho una pregunta general. Siempre yo era la primera que respondía las preguntas generales, Pero no tengo ni la más mínima idea cuál es la que mencionó.
Todos se miran las caras, y yo me veo en la obligación de ver la cara de Leire.
-¿Qué dijo?-le pregunté en un susurro, tratando de que nadie se de cuenta.
Ella me miró con una ceja enarcada y se apoyó, un poco hacía mi lado.
-El exámen es mañana.
-¡Qué!-exclamé con un tono de voz un poco alto, uno de mis compañeros me hizo una señal que bajará la voz
Oh Dios mío. Mañana. Mañana. Mañana.
No puede ser, no estoy preparada. Todavía no me sé los últimos temas, sabía perfectamente qué era un día de estos, Pero no me esperaba que era ¡Mañana!. ¿Acaso es mi semana de la mala suerte?.
Pues joder que mala suerte tengo estos días.
El timbre sonó, y todos salieron del salón de clases, se que todos estan preocupados y hasta nerviosos.
Es normal, ¿Pero yo?. Me siento destruida.
Necesito estudiar, pero le prometí a Nicolás que estaría en la exposición de fotos, ¿y si no voy, no se molestaría verdad?. Pero hice una promesa, no debo de incumplirla. Es Nicolás.
Suspiré pesadamente, y metí mis cuadernos en mi bolso, todavía estoy sorprendida.
Leire cerró su bolso dramáticamente, y se detuvo de golpe al recordar algo.
-¿Olvidaste qué ya no eres manager?-le pregunté, metiendo mi última libreta.
Ella rió con sarcasmo.
-No.-mintió. la conozco perfectamente se que miente.
Coloqué mi bolso en mi hombro. La miré con los ojos entrecerrados y una sonrisa burlona.
-Ni tú, te lo crees Leire.-remarco, mirándola todavía con cara burlona.
Se frotó el cabello con sus manos y colocó su mochila en su hombro.
-Regresaré ¿vale?-agrega-. Igual ellos tienen que aprender. Anoche llamé al productor preguntándole por ellos si estaban bien, si kyler y Matteo no han discutido. O si Dominik y Brad no han echo gilipolleces.
Le sonreí con dulzura, sabía perfectamente que no iba a estar tanto tiempo sin los chicos. Su trabajo es algo que ama. Y le gusta perder la paciencia.
-Y cambiando de tema-menciona-. ¿Te pasa algo?, ¿Kamila está bien?. ¿Le pasó otra cosa?.
Negué con mi cabeza, cuando dijo la última pregunta.
-Kamila está bien, no le pasa nada.-le respondí, ignorando la primera pregunta.
-Mmmm.-murmuró pensativa-. ¿Pasó algo con Brad?.
Oh vamos Leire, no me preguntes por tú chico pianista.
-Si Leire, tenías razón soy una estúpida.-le dije finalmente, sentándome nuevamente en mi silla.
Ella sonrió y se dejó caer en su silla también.
-No pasa nada puedes contarme, eres mi amiga.
Solté el aire que tenía en mis pulmones.
-Anoche Lina estuvo en el bar.-mencioné, Pero ella me interrumpió rápidamente.
-¿Lina ya está aquí?-me preguntó con el ceño fruncido.
Yo asentí sin importancia y seguí hablando.
-Brad estaba también en el bar.-hice una pausa-. Ella... Ella lo besó delante de mí, y le hizo una pregunta que realmente pensé que iba a negar.
Leire suspiró y me miró, como si ya supiera lo demás.
-Kim... Sea lo que dijo, Brad lo dijo por una razón, Brad no le gusta Lina, las personas piensan que en realidad son novios. Pero no es así-me encogí de hombros-. Mira no la conoces ella es capaz de arruinar la carrera de Brad y de los chicos en tan solo un día. Y si Brad la sigue tratando en público como su novia, es por eso nada más.
Suspiré, por aquellas palabras de Leire, no lo voy a negar me siento un poco mejor hablar con ella.
-Ese chico podrá tener una personalidad un poco engreída, y misteriosa, pero es un gran chico.
Enarco ambas cejas, escuchando aquellas palabras.
-¿Desde cuándo no te comportas como una madre gruñona?.
Ella me miró de manera exagerada.
-¿Yo gruñona?. Oh no.
Reí.
-No iré al trabajo en la noche, le diré a la señora Elissa qué se me preguntó un problema. ¿Qué dices si estudiamos un poco en casa?.
Ella asintió. Nos levantamos y caminamos hacía la puerta, pero antes de salir del salón de clase la abracé.
-Gracias Leire.
Ella duro un rato en corresponderme y finalmente lo hizo, Pero no duró ni dos segundos cuando se separó de mí.
-Odio los abrazos sentimentales.
Y salió del salón. Oh Leire estás cambiando un poco. ¿Habrá alguna razón?.
Voy en el auto con las chicas, Julia va manejando, Leire en el asiento de copiloto, y yo en la parte de atrás, tuvimos que esperar un buen rato a Julia. Ella como siempre nos está contando como le fué, Leire primera vez que le presta atención.
Claro no tiene su móvil en la mano.
Julia ha cambiado radicalmente, me alegra verla más animada. Matteo y ella hacen linda pareja, el la quiere un montón.
Desvío la vista a mi móvil, y la notificación del mensaje de Brad está de adorno en la pantalla de de desbloqueo.
No Kim, no lo abras. Déjalo que sufra un par de horas y piense que tengo cosas más importantes e interesantes que hacer.
Y no es mentira, que tengo que hacer muchas cosas importantes, pero no interesantes. Joder.
-Me dejas al cruzar en la esquina.-le digo a Julia, ella me miró por el retrovisor con una ceja enarcada.
-¿A dónde irás Kim?-me pregunta.
-Nicolás me invitó a su exposición de fotos.-le respondí.
Leire inclina su cabeza hacía atrás y me mira.
-Oh, Nicolás-menciona Julia-. ¿Ese no es el hermano de Brad?
-El compañero de trabajo de Kim.-le respondió Leire, volviendo su vista al frente.
Julia hizo una mueca.
-Y el hermano del sexy pianista.
Leire la fulminó con la mirada.
-¿Qué?.-soltó, mirandola divertida-. Kim no se pone celosa, hay que admitir que Brad está buenísimo. No más que Matteo, pero tiene su pinta.
Leire negó y sonrió. Yo hice lo mismo.
Desde aquí, puedo ver varios autos estacionados fuera de un local y varías personas afuera. Menos mal y me vestí decente. Julia estaciona el auto en un lugar un poco alejado de los otros autos. Ya que no había espacio, y se miró en el espejo del retrovisor.
-Yo las esperaré aquí.-mencionó Leire, sin interés en bajarse del auto.
Yo me bajé, y esperé a Julia que se ponía labial, ojalá y Nicolás no se moleste que ando con una amiga.
Caminamos hacía aquel local. Algunas personas nos veían con curiosidad, y las otras ni atención nos prestaban. Así es mejor.
Al cruzar la puerta, el ambiente se transforma. Las paredes, adornadas con una cuidada selección de fotografías enmarcadas. Cada imagen, capturada, parece cobrar vida bajo la suave luz que baña el local. Los colores vibrantes y las composiciones artísticas crean un contraste fascinante con el diseño del espacio, que combina lo moderno con un toque de calidez rústica. Las paredes, son de un color azúl claro. Las personas se detienen y ven las fotografías cuidadosamente.
Hasta yo lo haría de verdad todo está bonito.
Julia mira el lugar igual de sorprendida que yo. Vale es tan llamativo.
Nicolás está hablando con un grupo de personas, al verme esbozó una pequeña sonrisa y les dijo algo a las personas, estás asintieron y el caminó hacía nosotras.
-¡Kim!-exclamó, emocionado.
Yo le sonreí con cariño.
-Hola Nico.
-Pensé que no vendrías, las chicas preguntaron por tí.-añadió, viendo a Julia con curiosidad.
-Ah, ella es Julia una de mis mejores amigas.-mencioné señalando con mi mano a Julia.
Ella le sonrió amablemente y estrechó su mano. El le correspondió con la misma amabilidad.
-Encantada de conocerte Nicolás.
-Encantado también, de conocerte Julia.-me miró con una ceja enarcada-. ¿Te sientes bien?. Creo que la situación de ayer te dejo un poco triste.
Julia me miró con el ceño fruncido.
-No pasa nada, estoy bien.-le respondí, con una pequeña sonrisa.
-Brad es un capullo, a veces, por eso anoche hablé con el, le dije que decidiera con quién se va a quedar. No es justo lo que hace, ojalá y halla reflexionado.
Julia carraspea. Ella no sabe lo que pasó, y se que me va a reclamar.
-No debiste de hablar con el, el mismo tiene que reflexionar y decidir.-comenté, viendo el lugar-. En fin, no vine hablar de tú hermano, vine a ver tus fotos.
El sonrió con emoción. Y caminó señalando una fotografía muy bonita. Sale un árbol, con varias flores a su alrededor en un campo.
-La de esté lado, son mías, las demás son de mis compañeros.
Julia veía cada foto analizandola de pies a cabeza, es parte de ella. Todas están muy bien fotografiadas. La que estoy viendo ahora, es una familia muy feliz mientras juegan en el parque. La otra muestra la estrellas que alumbran la noche. Y la otra...
Oh Dios mío.
La otra fotografía hizo que mi corazón de un vuelco y comience a palpitar con fuerza.
En la foto aparecen los invencibles. Es la foto, que tomó Nicolás el primer día, que comencé a trabajar en el discobar, la noche que supe que Leire era manager de una banda famosa, la noche que conocí a los chicos, la noche que conocí al pianista engreído y odioso.
-Esa, ya está vendida.-menciona Nicolás, poniéndose a mi lado.
Brad, sale con una pequeña sonrisa y su ceño un poco fruncido. En sus manos tiene vários anillos, y sus venas se ven marcadas. Sale al lado de kyler. Y los demás chicos sonríen ampliamente. Abajo sale un escrito que tengo que acercarme un poco para leerlo.
"Y la luna es testigo de lo que te digo"
Recuerdo muy bien ese canción. ¿Porqué me entraron unas ganas de besarlo y abrazarlo ahora mismo?.
-Oh, mi Matteo hermoso.-expresa Julia, viendo la fotografía.
Nicolás la miró, con una sonrisa curiosa.
-¿Es tú novio?-le pregunta, ella frunció la nariz.
-Algo así.-respondió, sin importancia.
Sonreí y Nicolás me miró.
-Alguien vino y la compró. Fue la primera que vendí, cuando abrieron el local.
-Me imaginé, ellos son muy conocidos.
-Lo son, espero que la cuiden. Es... Esa fué la razón, por la cual pase el proyecto.
Si Nicolás, se la lleva tan mal con Brad. ¿Porqué le tomó una foto a su banda?. Se supone que se caen mal.
Dara y Sofía se hicieron presente en el lugar, y me dieron un pequeño abrazo.
-Hola Kim, pensamos que no venías.-mencionó Sofía.
Pensaron, porque anoche no estaba bien que digamos.
-El principito de Inglaterra hace un gran trabajo-expresó Dara.
Nicolás la fulminó con la mirada.
Julia todavía veía la foto.
-Chicas-mencioné, jalando a Julia por su brazo-. Ella es Julia, una de mis mejores amigas.
Las chicas se presentaron, les cayó bien Julia. No pude evitar ver de vez en cuando, la fotografía de los chicos. Nicolás hace un buen trabajo, Leire me mandó un mensaje diciendo que nos apuremos. Me olvidaba de ella.
No quería irme, y Julia por lo que veo tampoco. Pero Leire estaba intensa, y yo tengo que estudiar para la prueba de mañana. Bueno tenemos.
-Mañana nos vemos en el trabajo chicos-comento, me miraron curiosos-. Mañana tengo una prueba y tengo que estudiar está noche.
Nicolás asintió, se despidió de mí y de Julia. Las chicas también se despidieron. Y antes de salir de aquella exposición de fotografías miré por última vez la foto de los chicos.
¿Porqué Brad es tan hermoso?.
Idiota de Brad.
*
-¿De dónde sale esa celula?-me pregunta, por sexta vez Leire.
Resoplo con cansancio, son las diez de la noche y todavía no hemos repasado los últimos temas. Ya los primeros me lo sé de memoria, pero Leire todavía no entiende nada.
Que complicado es estudiar con ella, Dios mío.
Julia se quedó dormida en el sillón, el sueño la dominó. Pobre de ella.
Yo estoy cansada, la vista la tengo pesada. Necesito descansar, se que ahorita no se me va a quedar nada en la mente de lo que estamos estudiando. Leire en cambio la veo neutra, no está cansada. Quizás está acostumbrada.
Yo también estoy acostumbrada, pero a estudiar rápido y analizar bien las cosas, cada tema. Pero no, tengo que explicarle a Leire. Me importa que ella pase la prueba, por qué esa prueba es el setenta porciento del año académico. Si lo pierdes, o sales mal. Tendrías que presentar otra prueba peor. Pero no quiero que eso le pasé, no otra vez. No quiero que ella pierda el año académico.
Se que le gusta medicina, pero se a dedicado tanto a su trabajo. Bueno yo ni hablar, también me he dedicado a mi trabajo últimamente y no a los estudios como es.
-Leire otra vez-menciono con cansancio-. Te lo explique setecientas veces, ¿no sabes todavía el proceso?.
Negó lentamente, mordiendo el lapicero.
Suspiré y le volví a explicar un poco más entendible. Ella por fin, asentía que está entendiendo.
El timbre de la casa sonó. Julia se paró de golpe media dormida.
Yo me levanté de la silla.
¿Quién será a estás horas?.
-Yo abriré-le dije, ella se volvió a sentar en el sillón-. Termina de practicar.
Leire asintió, y siguió viendo el libro.
Y siempre se quejaba que me la pasaba todos los días leyendo libros.
Caminé arreglando un poco mi camiseta y mi cabello. Sea, quién sea. Seguramente es algún vecino, o quizás sea Matteo y viene ver a Julia.
Tomé el pomo de la puerta, y la giré abriéndola lentamente.
Lo primero que ví, fué unos zapatos que conozco muy bien. Abrí la puerta bruscamente.
Y pensé que sería una noche normal.
¡Oh te emocionaste!.
No, claro que no.
No lo niegues soy tú conciencia estúpida.
Cállate.
Brad está parado en la puerta, lleva puesta una sudadera azúl oscuro y unos vaqueros negros. Su cabello está completamente desordenado, sus mejillas están sonrojadas. Nuestras miradas se conectaron, pude ver un brillo en sus ojos inexplicable al verme. Tenía unas pequeñas ojeras. Y mi debilidad, su piercing.
-¿Podemos hablar?-pidió en voz baja, su voz se escucha ronca. Más de lo normal.
Ah mira, quiere hablar conmigo.
Pues no Brad.
-Si claro.
Salí dudosa y cerré la puerta.
Me senté en el pequeño escalón de la entrada y el se sentó a mi lado. La noche está fría, la luna está llena y no se escucha nada, si no el sonido de algunos insectos nocturnos.
Nos quedamos un momento en silencio, el me miró de reojo y suspiró profundamente como si estuviera pensando que decirme.
Más te vale pensar bien.
-No fuiste a trabajar hoy.-musita en voz baja.
Me encogí de hombros.
-No.
Se frotó el cabello con las manos.
-¿Estabas ocupada?-pregunta sacando un cigarrillo de su bolsillo.
-Si.
Así es Kim, se cortante. Joder que mal me siento.
No tengo porque comportarme así. El no es nada mío. Pero vale, tengo que dejar las cosas claras.
-Curie...
Oh...
-Anoche me comporté como un capullo-menciona-. Se qué estás molesta.
Oh sí lo estoy
-No estoy molesta.
-Si lo estás Curie, yo...
-No tienes porque darme explicaciones de tú vida Brad.
Se volteó y me miró su mirada estaba cansada.
-Si tengo, Curie no quiero estar así contigo.
Lo interrumpí bruscamente
-¿¡Y cómo quieres estar!?-exclamé molesta-. ¿Que nos besamos, cada vez que nos veamos sin ser nada?. Eso quieres, cuando en realidad te besas también con Lina. Creo que debería de llegar a un cierto límite Brad.
El me miró confundido, iba a hablar, pero lo volví a interrumpir.
-¡No sabes lo estúpida que me sentí anoche!. Brad tú me gustas, demasiado. Me duele, por una vez en tú vida entiéndeme, no tienes confianza conmigo. No me quieres decir quién eres en realidad, ¿Porqué eres así?. ¿Acaso no te importo?.
No sé en qué momento mis ojos se pusieron llorosos, no por el dolor. Si no por la molestia.
Odio los ataques de pánico.
El negaba lentamente, volvió a meter el cigarrillo en su bolsillo.
-Esta bien lo siento.
Reí con sarcasmo.
-¡Lo siento!. ¿Eso es lo único que vas a decir?.
-No Curie...
-¿No?.-repetí.
-No Curie, no. Entiéndeme tú a mí. Todo ésto que estoy haciendo es por una razón, no lo hago porque que quiero.
-¿Entonces?.
El se quedó en silencio.
Ese vacío en mi pecho volvió, y dos lágrimas se deslizaron por mi mejilla.
-Vale, ya me quedó todo claro.
Me levanté del escalón para regresar, pero su mano tomo la mía. Me solté de su agarré.
-Kimberly, joder no me hagas ésto.
-Vete Brad.
El cerró los ojos y me soltó.
Tomé el pomo de la puerta, pero su voz me hizo cerrarla de nuevo.
-Kimberly, soy hijo de pascual.
Mis ojos se abrieron de par en par.
Santísimo.
Me giré hacía el. ¿Dios cómo es posible?, ¿hijo de pascual?. ¿De mi jefe?. Todos los recuerdos vinieron a mi, recuerdo cuando Nicolás le decía que se fuera del bar, recuerdo la noche que los ví hablando con el.
-Mi nombre verdadero, es Agustín Pascual.
Nota del autor:
Holaa... Solo les quiero decir, qué...
Falta poco para noviembre. Los amooo, gracias por tanto amor y cariño que le han brindado a esté libro.❤️
Mmmm, Agustín Pascual 🫠.
Nicolás Pascual.
¿Se lo esperaban?
Nos vemos en el siguiente capítulo🤭😏💋
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