Capítulo 10
"No dejes que el miedo y la tristeza aparezcan en un momento feliz."
-Dainerlyspalacios.
-¿Qué? -repetí, incrédula.
Estacionó el auto frente a mi casa y se frotó el cabello, como si intentara despejar sus pensamientos. No podía creer lo que acababa de confesarme. ¿En serio? ¿Es hermano de Nicolás?
El silencio se volvió incómodo. Él apoyó su cabeza en el asiento y cerró los ojos, mientras yo lo miraba confundida. Algo me decía que entre ellos había una tensión por alguna razón que desconocía, pero nunca imaginé que fueran hermanos.
-Lo siento, no me esperaba que me dijeras eso -dije finalmente.
Él suspiró y me miró con un rostro serio.
-No tenía que haberlo dicho -murmuró.
-¿Es en serio? -mencioné, sintiéndome molesta.
Me irritaba que ahora estuviera arrepentido. Yo tampoco había anticipado esa respuesta. Nunca imaginé que compartían la misma sangre.
-No me tienes confianza...
-Kimberly -respondió.
Sentí un escalofrío al escuchar mi nombre pronunciado con tanta claridad. Era la primera vez que me llamaba así en una conversación normal.
-No se trata de confianza. Te lo dije antes: no estoy preparado para abrirme con una persona, ¿entiendes?
Reí con sarcasmo y desvié la mirada hacia la ventanilla, observando la fría noche.
-No quiero que pienses que soy un gilipollas -mencionó mientras bajaba el volumen de la radio-. Nicolás y yo no somos muy unidos.
-¿Por qué?
Se encogió de hombros y cruzó los brazos.
-Soy el hijo favorito de papá.
Algo en sus palabras no me convenció, pero decidí no darle más importancia.
-¿Hay preferencias?
No respondió. No hacía falta decirlo; definitivamente había preferencias en su familia.
-No se trata de preferencias, es aparentar una personalidad que en realidad no tienes -explicó, mirando hacia adelante con seriedad.
No entendía a qué se refería exactamente.
-¿Me estás diciendo que Nicolás aparenta una personalidad...?
-No hablo de Nicolás -aclaró-. Hablo de mi.
Por la expresión en su rostro, estaba claro que no le gustaba hablar de su padre. No lo iba a obligar a hacerlo, pero joder...
-No tienen parecido -comenté, volviendo al tema de Nicolás.
Él soltó una risa, aunque no estaba segura si era por la tensión entre nosotros o porque realmente le parecía gracioso.
-Es hijo de mi papá nada más -dijo con desdén.
-¿Eres el mayor?
Él se quedó en silencio, pensativo.
-Soy el del medio.
Lo miré perpleja.
-¿Tienes otro hermano?
Esbozó una pequeña sonrisa y entrecerró los ojos al mirarme.
-Mi hermana mayor vive en Italia.
Me sorprendía todo lo que me contaba; hasta ese momento no sabía nada sobre su vida privada. Pero me molestaba un poco su arrepentimiento por haber compartido información personal conmigo.
-¿Tu apellido es...?
-No lo diré -respondió tajante.
Decidí seguirle la corriente y cambié de tema, pero no podía olvidar esta conversación. Antes de que arrancara el auto, le hice una última pregunta:
-¿Leire sabe?
Él frunció el ceño como solía hacerlo siempre.
-Leire y Dom son los únicos que saben -respondió mientras se movía inquieto en el asiento-. Ah, y Adara también lo sabe.
Elevé las cejas sorprendida. Así que Dara estaba al tanto de la vida privada de Brad.
-Ella y Nicolás son amigos desde hace tiempo; sabe todo de mí.
-Me lo imaginé -admití, aunque era mentira; nunca lo había imaginado realmente.
-No vine a hablar de mi vida, vine porque te quiero llevar a un lugar.
Lo miré raro.
-Brad, son las dos de la mañana.
-¿Y...? -masculló, con una sonrisa maliciosa en su rostro.
-Mañana tengo clases -le recordé.
-Y yo mañana tengo ensayo. No seas así, déjame llevarte a un lugar. No te vas a arrepentir.
-¿Desde cuándo te has convertido en un chico guay? -le pregunté, mirándolo con una pequeña sonrisa.
Se acercó a mí. Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza otra vez.
-Desde que te conocí.
Sonreí al escuchar aquellas palabras. Mi corazón palpitaba de felicidad. Sabía que él tenía su lado cariñoso escondido por algún lugar, aunque se comportara como un odioso y engreído delante de los demás. No sé si realmente se está abriendo a mí, pero me duele un poco que no tenga la confianza para decirme la verdad sobre su vida.
Arrancó el auto y me pregunté hacia dónde me llevaría. ¿Sería que me llevaría a una carrera de autos, como Matteo llevó a Julia? O tal vez a su departamento... Bueno, la segunda opción no está tan mal... Joder, Kimberly, eres una pasada.
De vez en cuando carraspeo, porque mi garganta está un poco seca mientras miro las calles alumbradas y a pocos autos transitando Una notificación llega a mi teléfono.
Mamá: Hola Kim, espero que estés bien. Kami está muy bien, hija... Te queremos.
Hice una mueca y solté un chasquido. Brad me miró de reojo.
-¿Todo bien? -me preguntó sin despegar la vista de la carretera.
-Sí, claro.
Sé que no se quedará tranquilo hasta preguntar qué me pasa, pero ahora estoy pendiente de hacia dónde me llevará. Son casi las tres de la mañana; me olvidé del sueño que tenía, del dolor, de todo.
-¿Matteo y Julia están ligando? -me preguntó de repente.
Sonreí al recordar lo que Julia me dijo sobre Matteo.
-Tú amigo la llevó a carreras de autos.
Brad negó levemente mientras sostenía el volante con una mano y acomodaba su cabello desordenado con la otra.
-Le dije que no se metiera en ese lío y lo hizo -masculló.
-¿Son tan malas esas carreras? -le pregunté curiosa.
Él sonrió ampliamente divertido.
-No son malas; al contrario, son muy buenas. Sientes la adrenalina en tus venas cada vez que sujetas el volante y haces drifting.
-¿Lo has hecho?
Volvió a sonreír divertido.
-Desde que conozco a los chicos.
-¿No te da miedo?
Vale, le estoy haciendo muchas preguntas. Suspira y me mira.
-No.
-¿Cuándo vas?
Me sigue viendo con rostro burlón y estaciona el auto. No veo muy bien cuál es el lugar; lo que sí sé es que algo va a confesar.
-Mujer, qué chismosa eres -rió-. No seguí con esas carreras; eso era una puta adicción diaria. Con los chicos preferimos dedicarnos a nuestra banda.
-Pero Matteo...
-Matteo es el más aficionado de los cuatro en las carreras; su padre es mecánico y le gustan mucho los autos.
Elevé las cejas. Con razón le gustan tanto los autos.
-Matteo se ve que es un buen chico -mencioné.
-Lo es -me respondió rápidamente.
-¿Te pasa algo? -le pregunté ya que su rostro cambió por completo.
Vaya bipolaridad jodida tienes...
-Matteo y yo éramos inseparables, pero todo eso se jodió -confesó él con seriedad.
-¿Se jodió?
Asintió con pesadez.
-Un auto lo chocó en una carrera que llamamos mixtas, donde todos los coches seleccionados tenían que correr y competir por miles o millones de dólares. Dominik, Matteo y yo éramos los participantes; Kyler se dedicó a ligar con una chica como siempre. Y todo pasó tan rápido que no tuve tiempo para parar el auto ni auxiliarlo. Digamos que ahora está resentido por eso...
Me sorprendió mucho lo que me contó, Julia no me dijo nada de eso, quizás Matteo no se lo a dicho.
-Increíble.
Miré con sorpresa el lugar donde estábamos. Me dio mucho miedo, ya que era solitario y solo había árboles.
-No te asustes, la gente está del otro lado. -me señaló detrás de un gran árbol que tapaba el camino-. Se ven unos autos.
Nunca en mi vida había venido a este lugar ni sabía que existía. Pensé que era la pista abandonada, pero no había pista; solo podía ver arena, árboles y coches a lo lejos.
-Brad... ¿Dónde estamos? -pregunté, todavía mirando por la ventanilla.
-Ya verás...
Abrió la puerta del auto y bajó. Pude ver una pequeña sonrisa en su rostro; joder, qué bien se ve. Llevaba puestos unos vaqueros negros que le quedaban muy bien y una chaqueta de cuero hermosa; debajo tenía una camisa blanca con el logo de la banda.
Me ofreció su mano para ayudarme a bajar. Al hacerlo, noté cómo la arena ensuciaba mis tenis blancos.
-Los míos son blancos también, no te preocupes -dijo Brad, mirándome y luego observando mis zapatos.
Le puse mala cara, pero él sonrió y tomó mi mano de la nada. Ese simple gesto me tomó desprevenida y mi corazón empezó a hacer una fiesta allí dentro.
Caminamos entre varios árboles. Lo bueno era que el lugar estaba claro; de lo contrario, me habría largado de allí.
-Tranquila, Curie, no te va a pasar nada.
-No estoy asustada -aclaré.
Él sonrió y me miró con los ojos entrecerrados.
-Me estás apretando fuerte la mano, Curie.
Rápidamente solté su mano; me había olvidado de su agarre.
-Joder, Brad.
-Solo tenemos que subirnos allí -señaló unas rocas gigantes.
Caminamos y pude ver de cerca varios coches y escuchar voces. Sentí un alivio; sabía que con él me sentía diferente: protegida y en confianza. Pero joder, daba miedo.
Brad subió primero y luego me ayudó a escalar. Traté de no perder el equilibrio porque últimamente sentía que me estaba fallando.
Mis ojos se abrieron de par en par al llegar arriba...
-Dios mío...
Desde allí se podía ver la ciudad: las luces, las estrellas, la luna. Todo era tan hermoso e impactante a la vez.
-Es hermoso... -expresé, aún maravillada por la vista.
-Lo es -respondió él.
Lo miré; sus ojos brillaban y me dieron ganas de darle un abrazo, pero me controlé. Últimamente había estado comportándome demasiado lanzada con él.
-Gracias por traerme -mencioné mientras contemplaba aquella espectacular vista.
Escuché cómo suspiró.
-Te traje solo porque quería que olvidaras un poco lo que te hace daño.
Sonreí levemente ante sus palabras.
-No quiero recordar lo que me pone triste en este momento tan hermoso, Brad.
-Curie...
-¿Sí?
Tragó grueso y me miró fijamente.
-No quiero ser odioso contigo, pero deberías alejarte de mí.
Lo miré confundida por su repentina bipolaridad.
-Hace un momento...
-Vale, no pasa nada -interrumpió él con frustración.
Hice una mueca. ¿Otra vez iba a hacerme molestar Brad?
-¿Qué rayos te pasa? -exclamé en un tono bajo.
Él rodó los ojos con frustración antes de continuar:
-Hace un momento me sacaste de mi trabajo y me dijiste que te había convertido en un chico guay desde que me conociste; ahora te comportas como un capullo. ¿Eres bipolar? ¿Tienes problemas? Eres un jodido engreído, odioso y estúpido. Me largo de aquí.
Me giré para bajarme del lugar cuando su mano me detuvo firmemente.
Me jaló hacia él y unió sus labios con los míos.
Odio que haga eso... Odio... Pero le correspondí; al principio el beso fue cálido, su boca sabía a cigarrillo, pero después se volvió más profundo.
¿Vale porque besas tan bien?.
Mi teléfono vibra y tengo qué ver de que se trata separándome de él.
Leire: ¿Se puede saber dónde carajos estás con Brad?.
Miré a Brad mientras él también sacaba su móvil.
-Leire...
-Lo sé, tengo cinco llamadas perdidas de ella.
-Leire debe de estar molesta -murmuré.
-Siempre está molesta.
-¿Por qué se molesta cada vez que andamos juntos? -le pregunté.
Brad hizo una mueca.
-Ni yo sé la respuesta.
-Ella siempre me dice que me aleje de ti -reproché.
Él elevó ambas cejas.
-Tienes que entenderla.
*
-¿Se puede saber dónde carajos andabas, Kimberly? -exclamó Leire, irritada.
-Ya tía...
-Te lo advertí, te dije que te alejaras de él.
Rodé los ojos y me serví un vaso de jugo de naranja. Brad me había traído rápidamente a casa, y estaba un poco incómodo. Claro, hasta yo lo estaba. No es fácil que tu amiga interrumpa el mejor beso en un lugar perfecto.
-Te lo dije, ¿quieres tirar todo por la borda? -me preguntó con preocupación.
En ese momento, Julia apareció frotándose los ojos.
-Déjala tranquila, amargada -mencionó mientras se sentaba a mi lado y se bebía mi jugo.
No entiendo la actitud de Leire; es como si fuera algo grave salir con un chico famoso.
-Si te llegas a enterar de la puta verdad, no quiero verte llorar frente a mí, porque te lo advertí -dijo Leire antes de marcharse, dejándonos solas en la cocina.
-Vale, está más amargada que nunca -mencionó Julia, aún bebiendo mi jugo.
-Es tan complicada...
Le quité el vaso y me levanté. Tenía mucho sueño y necesitaba despejarme un poco.
-¿Te llevó a las carreras? -me preguntó Julia con una sonrisa pícara.
-No. Igual no iba a aceptar ir a esas carreras -respondí mientras caminaba hacia las escaleras.
-¡Seguro tuvieron una noche picante! -exclamó en voz baja, pero la escuché perfectamente.
Le saqué el dedo medio y seguí caminando. Abrí la puerta de mi habitación y la cerré de un portazo.
No quiero que Leire esté molesta, pero no la entiendo. No entiendo a Nicolás ni a Brad. ¿Por qué se complican tanto la vida?
Nota del autor:
Holii, esté es un capítulo cortito. Es la continuación del capítulo anterior.
Vale lo siento por dejarlos picados ... Pero falta poco para noviembre.🤩
Gracias por todo...❤️
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