Las cosas entre Melanie y yo, de alguna manera han crecido.

Ahora somos amigas, y se lo agradezco a Lucía.

Encontré a una buena amiga.

Un instante después, me llegó un mensaje a mi celular y lo abrí. Era de Lucía.

Hey, tía.

¿Cómo estás?

Oye, quería preguntarte que piensas de Melly.

Escribí presionando las teclas de mi teclado y mandé mi respuesta:

Pues me agrada mucho. La considero una buena amiga.

¿Qué tanto la consideras una buena amiga?

No tuve que meditarlo tanto, pues Melanie era la razón por la que había vuelto al piano.

Es una gran amiga para mí.

Ella me ayudó a volver al piano.

Ya no hubo respuesta por parte de Lucía.

Así que así lo deje.

[...]

-¿A dónde vamos a ir Allison? -me preguntó ella sonrojada.

-A las gradas -le respondí a Ivonne Hadson y un instante después llegamos.

-Eres tan guapa... -me dijo ella cerca de mi rostro mirando con deseo mis labios.

-Y tú tan seductora... -dije a escasos centímetros de su rostro.

Y sin más, la besé.

-Besas tan bien -dijo ella cuando nos separamos.

-Lo sé querida -dije yo con autosuficiencia.

-Continuemos.

Y eso hicimos.

En los salones de abajo desolados, hablé con Lucía sobre mi reciente conquista.

-Es tan adictiva Hadson -dije. -Tengo que hacerla mía.

-Ya veo tía, se ve que te mola bastante.

-Pues si, por cierto, Melanie también es buena amiga -dije recordando a Dashton-. Me cae bien.

-¿Solo eso tía? -me preguntó Lucía sacando un cigarrillo.

-Pues si -contesté-. Ah, si, hoy me bese con Hadson. Me resulta tan atractiva, quiero ligarmela.

-No pierdes ni una.

[...]

De regreso a clases, Ivonne me pidió el horario de clases.

-Seguro -le dije y se lo pase.

-Gracias, eres increíble -me dijo.

-No es para tanto -dije.

Posteriormente, Ivonne se regresó a su pupitre y yo continúe con mis cosas. Hasta que llegó el recreo.

Sin pensarlo, me termine topando con Dashton en la máquina de los refrescos.

-Hola -le dije. 

-Hola -me dijo y un segundo después agregó: -Me gusto la canción de ayer. Gracias por... Dedicarmela.

-No podría hacer menos por una buena amiga como tú -dije.

-Oye sobre Ivonne. ¿Qué piensas de ella?

-¿Qué pienso de ella? -dije cogiendo la bebida-. Es atractiva y me gusta.

-¿Te gusta? -preguntó sorprendida.

-Físicamente -especifiqué.

-Ahhh, ¿entonces te gustan las personas físicamente pero no emocionalmente?

-Desde hace ya mucho que me gustó alguien emocionalmente. Pero no volverá a suceder -aclaré.

-Uno nunca sabe -añadió. -Todo puede pasar.

-Nunca me volveré a enamorar -refuté.

Nunca más me volveré a enamorar. 

-¡Allison! ¡Te estaba buscando! -esa voz la reconocía bastante bien, era la de Ivonne Hadson. -Vamos a comer juntas.

-Okey -respondí un momento después.

Emprendiendo un camino hacia con Ivonne, le dije a Melanie:

-Hasta luego, Melanie.

A lo que ella respondió:

-Hasta luego...

[...]

Estando a solas en las gradas, Ivonne me mira y sonríe con picardía.

-Oh, vaya, ¿no fue suficiente? -dije con una amplia sonrisa.

-Nunca es suficiente -dijo ella.

-Tendré que complacerte -dije y me acerque a ella.

Un segundo después, la besé y ella correspondió el beso.

Estábamos besándonos como si no hubiera nadie más que nosotras, hasta que sonó la campana anunciando que se acabó el jodido recreo.

De vuelta al salón, Melanie me dijo: -¿Estás libre? -me preguntó con una sonrisa.

-Así es -respondí esbozando otra sonrisa.

-Entonces aquí me sentaré -dijo tomándose la libertad de sentarse en el pupitre que estaba a mi lado-. Y... ¿Qué haces?

-Nada interesante -contesté guardando mi iPhone. 

-¿Ayer llevaste a Ivonne al salón de música? -cuestionó.

-No, no la lleve, fuimos a otro lado.

-¿A dónde? Digo, si se puede saber.

-Fuimos a las gradas -respondí.

-Ah, está bien -dijo.

-¿Quieres ir hoy al salón de música saliendo de clases? -interrogó.

-Seguro -contesté.

-Está bien -agregó con una sonrisa que me recordó a las de Charlie de Heartstopper.

Seguido de eso, hubo silencio entre las dos, pero no era incómodo. De hecho era la primera vez que no me sentía incómoda con el silencio que había entre alguien y yo.

-Oye Allison, tengo que contarte algo... -dijo repentinamente Melanie.

-Dime.

-Ayer ví a Ivonne mojar tu suéter -empezó a contar-. Y tu libro también. No sé porqué. Pero no me da buena vibra ella. Deberías tener cuidado.

-¿Fue Ivonne? -pregunté sorprendida-. No puedo creerlo... Pero si ella... ¿En serio fue ella, Melanie?

-Desafortunadamente si -respondió. -No me da una buena sensación...

-No puedo creerlo -dije yo-. Gracias por avisarme, Melanie.

-No es nada -esbozó una sonrisa.

-Eres una gran amiga.

-Tú también -me dijo con una sonrisa.

-Hey, hola Melanie y Allison -pero sin pensarlo, en ese momento escuchamos Melanie y yo una voz que no creímos escuchar en estos momentos. Era la de Ivonne Hadson.

-H-Hola Ivonne -dijo Melanie tartamudeando.

-Hey -dije yo. 

¿En verdad ella me hizo todo eso? ¿Alguien como ella? Si se ve tan dulce e inocente.

-¿Qué tal? -cuestionó Ivonne. 

-Todo bien, ¿y tú? -respondí en vista de que Melanie no respondía.

-También. Oye Ali, ¿puedes pasarme tu número de celular?

-Después de que me pases el tuyo -dije yo.

Aunque después de saber la verdad, ni loca se lo iba a pasar.

-¡Pero por supuesto! Es...

-Tengo que volver con Lucía y Camila -se dirigió a mi Melanie Dashton y yo la miré.

-Espera.

-¿Hmm?

-Todavía no me muestras los memes de Shadowhunters -espeté. En realidad, quería que siguiera aquí conmigo.

-Oh, es cierto -agregó con una boba sonrisa-. ¿Quieres verlos?

-Seguro, después también quiero que me prestes tu libro, dijiste que me lo prestarías.

-Es verdad. Después te lo prestaré.

Sonreí.

Mientras me encontraba en la azotea, sin pensar en absolutamente nada, me sorprendió el chirrido de la puerta.

Era Melanie Dashton. 

-Allison... Tengo que confesarte algo. -dijo y la miré con atención.

-¿Qué es Melanie? -pregunté. 

-Allison, todo lo que te dije de Ivonne era mentira. Perdona por mentirte.

-¿Cómo? -dije incrédula.

-Lo siento.

-¿Osea que no lo hizo?

-No...

-Oh... Está bien. No te apures -dije.

-En verdad lo siento -me dijo y se fue de la azotea.

Oh...

Así que no fue Ivonne.

Me preguntó porque me mintió Melanie...

[...]

De regreso al salón, escuché a Ivonne decir:

-¡Fue Melanie Dashton! -expresó con voz chillosa-. ¡Ella mintió sobre mi chicos! ¡Es una mala influencia para todos ustedes!

-¿Qué? -dije yo apareciendo.

-¡Alli! -pronunció ella-. Melanie... Mintió sobre mi. Dijo que yo había mojado tus cosas... No sé porque mintió con eso, creo que es porque está celosa.

¿Celosa?

-No creo que Melanie haya hecho eso, no digo que no te crea pero... -dije-. ¿Estás segura Ivonne?

-A mi también me tomó por sorpresa... -dijo Ivonne. Yo la miré espectante-. Pero, ¡háganme caso chicos! ¡ella aparenta ser buena y dulce pero es todo lo contrario! Ella me amenazó...

-¿Qué? -dije sin poder creer lo que había dicho Ivonne.

-¡Melanie me amenazó diciendo que si no me alejaba de Allison tendríamos serios problemas!

No puede ser...

¿Melanie dijo eso?

¿Por qué?

Seguimos discutiendo sobre el tema, hasta que llegó el Rey de Roma.

-Qué poca madre tienes -dijo un compañero.

-¿Cómo puedes hacerle eso a Ivonne? -dijo una amiga de Ivonne.

-Esperen... Yo... No estoy entendiendo nada... -dijo conmocionada. 

-Qué te lo explique Allison -habló una chica que salió de la nada.

-Ivonne dice que tú mentiste sobre ella -empecé a hablar-. Y que la amenazaste diciendo que se alejará de mi. ¿Por qué hiciste eso, Melanie?

-Es un malentendido... Yo...

-No me lo esperaba de ti -finalicé.

-Pero no es así... Yo no dije nada... -explico.

-No te creemos -respondió la amiga de Ivonne.

-Si me permiten explicarles, yo...

-No mientas más, Melanie -apareció Ivonne-. ¿Qué te hice yo? ¿Tienes algún problema conmigo?

-Pero... ¿De qué hablas? -dijo Dashton confundida-. Ivonne, ¿cuándo te dije eso...?

-Y ahora lo olvidas. Qué conveniente de tu parte -espeta con desden-. Aquí están los mensajes.

Posteriormente Ivonne procedió a mostrar unas screenshots desde su Samsung. Que decían explícitamente: "ALEJATE DE ALLISON. SI NO TENDREMOS SERIOS PROBLEMAS. ERES UN FASTIDIO. VETE DE LA PREPARATORIA".

-Pero no sé de qué habla... -repuso Dashton-. No sé cuándo... O como...

-La prueba está ahí, ¿no, Melanie? -dije yo.

-Pero es que... Yo... No escribí eso... -pronunció comenzando a alterarse. -Tienen que creerme.

-No te creemos tus mentiras -contestó Ivonne-. Y quiero que sepas, que no me alejaré de Allison.

Melanie, no pudiendo más con la situación se fue azotando la puerta.

-Si se va es porque es cierto, ¿no? -dijo Sander.

Hubo silencio un momento en el salón, hasta que alguien entró con un porrazo y vino directamente hacia mi.

-¡Eh, Rodríguez! -me dijo Lucía enojada-. ¡¿Cómo te atreves a desconfiar de Melly, eh?!

-¡Eres la menos indicada para decirme eso! -le dije.

-¿Ah, si? -repuso con amargura-. ¡Enterate que Melly la está pasando fatal por tu culpa! ¡Cabroncita!

-¡Eres de lo peor! -le grité a Lucía.

-¡Tú tampoco te quedas atrás! ¡Aún así te atreves a desconfiar de Melanie cuando ella te aviso de esa pringada!

-¡Eso no es asunto tuyo! -grité.

-¡Yo te diré que no es mi asunto!

-¡Basta! -dijo apareciendo Melanie. Yo y Lucía la miramos-. No peleen más.

-No me lo esperaba de ti, Lucía -dijo antes de irme del salón.

-Allison... -habló Dashton.

Aunque me llamo, preferí dejarlo así.

[...]

Ya en el salón de música, me senté en una silla oscura y mire a la nada pensando en todo lo que había sucedido.

Hasta que apareció Dashton y habló: -Oye Allison... Yo...

-Necesito estar sola, Melanie -dije sin ánimos.

-Sólo quiero decirte que Ivonne, ella...

A pesar de estar confundida, la escuché.

-Ella me hizo... Ella me pidió que te dijera que todo era mentira... Y después... Y... Tuve que hacerlo sino Ivonne me quitaría mi proyecto de Química... Pero al final lo hizo... Entonces yo... Espero que puedas perdonarme.

Ante su respuesta, no dije nada solo me mantuve en silencio.

-Ya me voy. Adiós...

En cuanto dijo eso Melanie se fue y yo medite en su palabras.

Sin obtener ninguna respuesta, regresé al salón y escuché toda la conversación. Y me hice presente.

-¿Así que todo fue una mentira? -dije yo sin poder creerlo.

-¡No, no les creas! -chillo Ivonne.

-No puedo creerlo -dije-. Así que lo que dijo Melanie era verdad... Melanie y Lucía, discúlpenme. No debí creer en Ivonne.

-No pasa nada -dijo ella.

-Aún así. Discúlpenme. Nunca más volveré a desconfiar de ustedes.

-Ya era hora de que abrieras los ojos -dijo Lucía.

-En serio perdonenme -agregué avergonzada de mi misma de haber desconfiado de mis amigas.

-Qué bueno que ya viste la verdad -me dijo Melanie con una sonrisa.