Frase del capitulo
-Sueño contigo casi todas las noches. Espero no despertar esta vez.

Sacado de:

La canción de Freaks.

Después de eso Melanie y yo nos quedamos así por un rato más.

Ella, y yo, no decíamos nada.

Solo disfrutábamos.

Cuánto desearía que esa felicidad nunca hubiera terminado...

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Finalmente el día se había pasado volando demasiado rápido. La última clase con la que salimos fue con Filosofía. Y fue entonces que decidí invitar a Melanie a mi casa.

Con la mano metida en el bolsillo de mis jeans rasgados, cargaba mi mochila de esa forma que se suele ver en los k-dramas adolescentes, mientras que Melanie me bombardeaba de preguntas:

-¿Están tus padres en casa? ¡Dios! ¿Les caeré bien?

-Mis padres no están en casa -contesté.

Nunca, de hecho.

-¿Tus padres están trabajando o viajando? -preguntó con curiosidad. -Porque por lo que me has contado, parece que trabajan todo el día. Y que viajan cada mes, literalmente.

-Mis padres trabajan en Veracruz desde hace cuatro años en una empresa la cual ha crecido exitosamente -respondí, poco después llegamos a una casa de tres pisos y nos detuvimos-. Es aquí -indique-. Como te contaba Melanie... debido a eso, se la pasan todo el tiempo trabajando y siempre están saliendo de la ciudad. Y las veces que nos vemos son contadas, pues sólo vienen en días festivos, pero jamás a mi cumpleaños.

-Cuánto lo siento Allison -dijo Melanie afligida y yo saqué las llaves de mi casa. -Probablemente este año si vengan a tu cumpleaños.

-No creo -dije introduciendo las llaves en la puerta-. Sólo vendrán dos días por la navidad y después se irán, como siempre.

Abrí la puerta y entramos a mi casa.

Como ya estamos en fechas de navidad, puse el pino navideño con esferas rojas. Y demás adornos, que te harían sentir en la mismísima casa de Santa Claus.
Por otro lado, Melanie miraba con interés mi sala y después mis recuadros familiares que estaban pegados en la pared.

En uno, estaba mi mamá y yo con ella abrazándonos con demasiado cariño. En otra foto, estábamos los tres, mi madre estaba en la izquierda, y en el lado derecho estaba ubicado mi padre quien me cargaba con mucho aprecio. Y en la última foto, yo estaba siendo fotografiada pintando las paredes con pintura. 

Aún lo recuerdo como si hubiese sido ayer... 

Melanie veía con interés mi cocina, que si bien es interesante y moderna a la vista, yo no le doy tanta importancia. Poco después saqué un te verde del refrigerador y le pregunté a Melanie: -¿Tienes hambre?

-Todo el tiempo -respondió ella.

-Lucía y tú son iguales -dije y le dí un trago a mi bebida-. Literalmente Lucía puede haber comido como treinta platos en la comida y aún así en la cena te pregunta: "¿Qué vamos a cenar? Que me muero de hambre".

-Yo también me muero de hambre -dijo. 

-Comeremos tacos -dije buscando hacerla sonreír.

-Te amo -dijo repentinamente y se levantó de la silla, para ir conmigo y darme un rápido abrazo.

-¿Me amas a mi o a los tacos? -pregunté con una carcajada sonora.

-A tí por supuesto -dijo con una boba sonrisa.

-Eres tan adorable -comenté mientras le pellizcaba la nariz.

Seguido de eso, me levanté de la silla y fui al refrigerador para sacar los ingredientes. Pero Melanie me siguió por detrás y yo la miré de reojo y dije:

-Ponte cómoda, después de todo eres mi invitada.

Melanie haciendo caso a mi petición se aplastó nuevamente en la silla de color café oscura. Y yo agregué: -Puedes ver la televisión -sugerí mientras me ponía el delantal-. Aunque dudo que quieras ver la tele... La contraseña del wifi está ahí en el módem.

[...]

Mientras Melanie ponía la contraseña del wifi en su celular, yo me encontraba haciendo de comer, escuchando música.

Estaba escuchando Freaks de Surf Curse. 

Cuando termine, fui hasta con Melanie y me puse detrás de ella sin que me viera.

Y un segundo después, le tape los ojos.

-¿Quién soy? -pregunté risueña.

-La chica de mis sueños -contestó.

En serio amo a esta chica.

-Ven, que te como a besos -dije y le destape los ojos. De un momento a otro, la tumbe sobre el sofá y me puse encima suyo.

Le declaró una guerra de cosquillas y Melanie solo se ríe sin parar, mientras que yo... ¿Qué les puedo decir? amo su risa. Estoy tan jodidamente enamorada.

Poco después, dejo de hacerle cosquillas para besar todo su rostro.

-Para chica con complejo de escritor, vamos a comer -dijo Melanie tratándose de levantarse, pero aprisione sus manos por encima de su cabeza.

-Pienso comerte a besos -confesé y le deposite un beso en la frente.

-¿Podrías dejar de ser tierna? -preguntó la chica que estaba proclamada como "la chica más tierna del universo".

-¿Podrías dejar de ser tierna tú, Melanie Dashton?

Después, solté sus manos, y puse mis manos a los costados del sofá acercando mi rostro al suyo. Y un momento después... La bese.