31. Declaración
Frase del capitulo
-No, no tendré miedo. Solo mientras tú te quedes.
Sacado de:
La canción de Stand By Me.
-¿Yo te gusto? -repitió Melanie.
-Sí -respondí de inmediato. -Me gustas, Melanie.
-¿De verdad? En serio esto parece un sueño, no puedo creerlo...
-Estás en la realidad, Melanie -dije, la sonrisa tierna de Melanie no se le quitaba del rostro-. Y no estás soñando mensa.
Acto seguido, Melanie gritó como todos actuamos al ver beso Malec, y salto en repetidas ocasiones.
-Eres realmente tierna -dije sonriendo como boba. -Y no sabes cuántas ganas tengo de besarte -confese estirando sus mejillas.
-Dios, yo también -admitió y yo solté sus mejillas y la miré sorprendida.
-¿Tu también? -repití mordiendo mi labio inferior en un acto de nerviosismo.
-Yo también quiero que nos besemos -completó y nos reímos con vergüenza.
Miré a Melanie con un sonrojo ligeramente pronunciado, cubriendome las mejillas, mientras que Melanie se ponía roja hasta las orejas.
Un instante después, miré sus labios rosados con tentación y ella los míos. Acercamos de manera lenta y pausada nuestros rostros pero...
-¡Tías! -apareció Lucía-. ¡Madre mía! ¡Sabéis que el profe Marcos no va a venir!
-Ah, si, eh... -dijo Melanie.
-Lucía... -pronuncié y me acerqué con Lucía.
-¿Qué te pasa? Mira nada más la cara que tienes -expresó Lucía.
-Lucía, ¿pero cómo se te ocurre venir aquí? -espeté-. Estamos en algo importante.
-Oh, ya lo pillo -respondió Lucía mirando por unos instantes a Melanie-. Me voy.
-Sí, por favor -contesté seria.
Un momento después, Lucía se fue y Melanie me miró en silencio. Antes de que dijera algo, ella rápidamente se paró de puntitas y me dió un corto beso en los labios.
-N-Nos vemos en el salón -dijo y se fue al salón.
Mientras que yo me quedé como estatua tocando mis labios.
[...]
Cuando regrese a la realidad, caminé hacia el salón y ahí me encontré a Melanie contándoles a sus amigas sobre nuestro reciente beso.
Ay.
Me beso.
-Bese a Allison -dijo Melanie avergonzada apunto de morir, guardando un libro en su mochila.
-Che pero cuenta los detalles -le dice Camila.
-Les cuento -dijo y procedió a contarles muerta de la vergüenza: -De camino al salón me encontré con Allison, ella me dijo que le gustaba y que además quería besarme. Les juro que no podía creer lo que escuché, es que es tan... ¡Aaah! ¿Imposible? Allison, siendo mi crush y amor platónico, diciendo que le gusto y que además quiere besarme es un sueño hecho realidad... Perdón me desvío -confesó y sonrió culposa-. Le respondí que yo también quería que nos besaramos y entonces nos acercamos para besarnos. Pero entonces apareció Lucía. Y después, cuando se fue Lucía, sin pensar muy bien, me paré de puntitas y la bese y después me fuí del lugar, buscando asimilar lo que había pasado.
-¿No estamos soñando Camila? -preguntó Lucía-. Pensé que nunca llegaría este momento.
-Ni yo -dijo sonriendo tiernamente.
-Entonces ya sois novias -dedujo Lucía.
-No -respondió triste.
-Todavía no -dije yo apareciendo.
-Dime que no escuchaste nada de lo que dije -imploró apenada tras percatarse de mi existencia.
-Diré que no, si eso te hace sentir mejor chica nerviosa -contesté guiñándole el ojo-. Por cierto, ¿podemos cambiar de lugar por esta clase, Ivonne?
-Todo sea por las enamoradas -dijo Ivonne fastidiada tomando sus cosas.
Posteriormente Ivonne se fue a mi lugar y yo al suyo, la chica nerviosa me miró con curiosidad mientras yo dejaba mis cosas en el pupitre mientras la miraba sonriendo negando con la cabeza. Un momento después, llegó la profesora de literatura y comenzó su clase.
-Melanie -pronuncié su nombre y ella me miró con atención. -No quiero que pienses que estoy jugando contigo, sé que mi reputación no es la mejor, pero voy en serio contigo. Y créeme que jamás me atrevería a jugar contigo -finalicé sacando mi libreta de literatura.
-Solo no me rompas el corazón... -dijo afligida.
-Nunca lo intentaría, Melly -aseguré entrelazando nuestras manos por debajo de la mesa.
Sonrió y comenzó a prestar atención a lo que estaba diciendo la profesora Julieth, la cual estaba explicando los próximos exámenes semestrales y las vacaciones de navidad.
-Una vez que hayan presentado los exámenes semestrales, salen de vacaciones -dijo y agregó: -No sé si ya les dieron el calendario de exámenes, pero son la próxima semana chicos, estudien mucho para aprobar y no irse a extraordinarios. Y en cuestión al examen de mi materia ¿qué van a ver? Todo lo que hemos visto chicos, así que estudien y...
Melanie dejó de prestar atención a las palabras de la profesora, para recostarse en el pupitre y mirarme en silencio.
Solté su mano y llevé mi mano hacia su cabello, para jugar con el.
-Mel, me gustas.
Posteriormente agregué:
-Me gustaría poder decirte todo lo que me haces sentir, pero siento que nada sale de mi boca más que tartamudeos y cosas sin sentido -confesé y Melanie acercó su silla hacia mi, para anular la pequeña distancia que había entre las dos-. Pero la música es nuestro mejor aliado cuando no puedes expresar bien tus sentimientos, así que por eso... ¿Te gustaría escucharme tocar el piano de por vida? Tú y yo escucharemos juntas las melodías de mi piano y... Argh, se me va la inspiración.
-Sí chica con complejo de escritor -respondió y con su pulgar acarició mi mejilla. -Quiero escucharte tocar el piano hasta que tenga ochenta años.
-Son re tiernas -comentó Camila.
Hubo silencio.
Pero nuestras sonrisas lo dijeron todo.
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