Capítulo XLIII
Alex estaba al bordo de la locura, su familia a pesar de sus buenas intenciones estaban presionando de más, era frustrante saber que la ley no estaba de su lado, sino que como en toda patria moderna existente esta iba a favor de la madre. Pensar en todo el asunto y como se lo iba a decir a su hijo, qué ella podía ganar... No llevándolo consigo, sino alejándolos hasta que ya no quede un punto de retorno.
—Cariño, ven— Llamo Alex con ternura a su hijo quien leía distraído un cuento.
—¿Sí, papá?— A Nathan ya se le había pasado el enojo y por ende la rabieta que había hecho cuando Step se había marchado.
—Necesito que empaques tus cosas— De repente sintió que la saliva que normalmente bajaba por su garganta ahora se volvía en alambre de púa que era imposible de tragar.
—¿Me voy a quedar más tiempo con mamá?
—No sé como decírtelo Yo— Alex se llevó las manos a la cara para que su hijo no lo viera derramar sus lagrimas, como se lo explicaría.
—¿Me van a llevar? ¿Verdad?— El niño suspiró muy hondo.
—¿Llevar?
—Mamá me dijo que me iban a llevar unas personas que dirían que era por mi bien, que me harían muchas preguntas y que no importaba si yo lloraba o gritaba, ellos no me iban a escuchar, en cambio si me mantenía calmado mi mami me irá a rescatar.
—¿Step te dijo eso?
—Sí, y también me dijo que no debería llamarle mami, que no podía explicarme ahorita sino cuando grande— Se le pusieron los ojos llorosos quería ser fuerte como su mamá le había pedido que fuera, pero eso era demasiado sus hombros no eran tan grandes para cargar con tanta responsabilidad —¿Puedo despedirme de mamá?
—Claro que sí, ni importa que, lo resolveremos...
Alex llevó a su familia a un restaurante popular por sus habitaciones privadas para disfrutar de la comida sin tantos ojos observándolos a su alrededor, si alguien los veía no podría confirmar más que era una familia normal en una comida, mientras tanto Step y Nate tenían una "cita" en la habitación de al lado.
Alex había dejado de ver a Stephanie hacia un par de semanas, y cuando la vio por última vez ya se veía más delgadas, pero lo que vio nuevamente sintió que se le desgarraba todo su ser, ya no tenía la misma energía que cuando la conoció, sus ojos se veían opacos y rojos, unas bolsas negras acompañadas de mucho maquillaje intentando ocultarlas, no llevabas sus lentes de contacto seguramente porque los había perdido entre lágrimas desordenadas e inconsolables, su cabello parecía más largo y las raíces de su tono natural habían empezado a aparecer, lo que le daba esa apariencia descuidada que le hacía querer protegerla.
Apena entró a la habitación Nathan llegó a los brazos de su amada niñera, quien lo alzó en un abrazo y lo llenó de besos, parecía como si no existiera nadie más, mientras todos observaban en silencio. Cuando Alex por fin iba a hablar llegó un invitado más, el abogado que los representaría.
—Buenas tardes— Saludó el hombre bien vestido.
—Buenas tardes— Fue Nate el primero en devolver el saludo, Step decidió ignorarlo aunque al saber de quien se trataba solo frunció ceño.
El hombre habló de los planes que tenía y como iba a proceder la primera parte del juicio, además que era obligación de Alex ceder el chico para que estuviera al cuidado de servicios infantiles, en este caso directamente por la oficina y no por alguna familia adoptiva, ya que se trataba de un caso muy delicado, dado que también se le harían varias entrevistas con médicos para establecer el grado de su salud física y mental, ya de allí habría una segunda etapa. Donde Nathan sería establecida con una familia para ver su desarrollo social.
En la primera etapa también se establecería que la salud de Alexander fuera la adecuada para educar a un niño, su hijo, pero a la vez calificar el trabajo realizado hasta ahora, en el caso de Camila sería para saber por qué ella se marchó, en la segunda etapa para ver si uno o los dos padres eran legalmente capacitados para cuidar de su hijo.
—Esto es una tontería— Habló la madre de Alex.
—Señora King, eso debe a que Nathan a crecido sin su madre todo este tiempo, lo que quieren asegurarse la autoridades es que tenga todo lo básico que debe, y eso también es el calor y seguridad que da una madre.
—Pero eso lo ha hecho Step.
—Como no son pareja oficial, no cuenta.
—¿Si se casan? ¿Cuenta?
—Sí— Dijo el abogado —Per...
—No— Esta vez quien se interpuso fue Stephanie —Si nos casáramos ahora solo les haría creer que es una clase de contrato para que Alexander tenga la patria potestad de Nathan, además yo no me puedo casar.
—¿Por qué no? Mi hijo está enamorado de ti y Nathan te adora.
—Porque está casada, mamá. No hay nada que se pueda hacer, y aunque se pudiera no hay manera en que se pueda evitar este proceso, al contrario, sería más largo porque tendrían que probar que Step es una buena madre.
—Eso es cierto— Declaró el abogado —Además en este tipo de casos no hay jurados, así que se depende de una sola persona en base a evidencia.
—En lo único que puedo ayudar es encontrar a que familia será enviado Nathan para la segunda etapa, tengo un par de contacto para garantizar su seguridad— Explicó Step sin dejar de verlo a los ojos pues estaba aún en sus piernas —No importa qué, te juro que estarás a salvo, si te piden que estés esa semana con esa mujer, no te preocupes amor no hay manera en que te pueda hacer daño.
—¿Segura?— Preguntó preocupado el niño.
—Completamente, ¿Alguna vez he roto alguna promesa?
—No...
—Exacto, no hay manera en que esa mujer vuelva a poner un dedo sobre ti, además la psiquiatra que se encargará del caso es una buena amiga mía, así que puedes decirle todo lo que quieras, menos que soy tu mamá, porque ellos no pueden entender eso... Pero si puedes decir que me quieres como si fuera tu mamá.
—No entiendo.
—Es una diferencia enorme para las personas, solo recuerda que soy tu niñera, y que te amo mucho.
—Está bien, Step.
—Eso es— A ambos se les aguaron los ojos —Te amo mucho, no lo olvides.
—Mi padre se asegurará que las personas que estén a cargo de estos procesos sean incorruptibles— Habló Nate— Todo el tiempo se les grabará y Nathan será vigilado las 24 horas por agentes leales de la familia, que solo intervendrán en caso de que sea necesario.
—No creo que puedan hacer eso— Habló el abogado.
—Claro que sí, el juez ya aceptó— Nate sacó una hoja sellada y firmada —No es que si tuviera opción, después de todo se le vendría encima como veinte firmas de abogados del país. La única razón por la que usted es el abogado, es porque mi padre no permitirá de ninguna de las dos partes actos ilegales, de no ser así, les aseguro que mis hermanos y yo, estamos dispuestos a mostrarles a los Falconi lo que es jugar sucio— La serie mirada de Nate, solo les hizo recordar a alguien aún más severo, alguien a quien ni los criminales se atrevían a mirar, porque con su riqueza y dinero no dudaría en aplastar a quien se metiera en sus intereses... Tendrían más miedo si supieran que sus herederos legítimos eran él y su hermana, aunque el hombre ya había muerto hacía años atrás el adn no es algo que se pueda negar.
Alex se marchó con el pequeño, minutos después lo hicieron Step y Nate, mientras estos últimos se dirigían al auto ella siempre se vio firme, digna y fuerte, a pesar del físico que se veía desgastado su espíritu parecía más fuerte que nunca, pero cuando la puerta del carro se cerró la fuerza se le escapó, estaba completa desecha aunque quería no podía llorar sin consuelo, sentía que había conocido a Nathan solo para perderlo, había tenido la maravillosa oportunidad de tener otro pequeño para amarlo y cuidarlo como le hubiera gustado a su hijo fallecido, pero de nuevo se lo quitaban de las manos sin poder hacer gran cosa.
Un grito desgarrador salió de su pecho, como un perro herido que aullaba abandonado a merced de la naturaleza bravía, Nate entro en el asiento trasero con ella y la abrazó hasta que se quedo sin aliento, estaba agotada a un nivel enloquecedor, y esa escena no era nueva para su hermano, quien había cancelado varias citas de trabajo por cuidar de ella, la razón de su estado físico era porque solo dormía, lloraba y volvía a dormir, comía muy poco y menos salir de la cama, era obvio que estaba reviviendo continuamente el peor día de su vida, no es que ella no pudiera defender a Nathan ella misma, es solo que se sentía demasiado vulnerable, el miedo la abrumaba y el solo pensar que si se equivocara todo podría llegar salir realmente mal como si tratara de la más critica cirugía en medio del desierto.
Después de llevarla a casa y dejarla descansando Nate, se dirigió al gimnasio donde en un ataque de ira y frustración un pobre saco de arena termino vuelta trizas en el suelo, a diferencia de su hermana no pensaba que el caso era imposible, aunque venían acontecimientos dolorosos causados por la separación, no es como si el juez no pudiera ver la verdad, Alexander era un padre maravilloso, pero ver su hermanita sufriendo, eso si le hacía vuelco el corazón y un caos en la mente.
No podía dejar de pensar en lo mucho que había sufrido solo por el hecho de haber nacido mujer, había sido desechada como un simple papel usado, como el cachorro más débil en una camada dejada atrás para morir a su suerte, luego haber sido sometida a pobreza extrema y abusos de parte de la mujer que debía cuidarla, para terminar siendo descubierta por los Stottlemeyer después de ser buscada como el repuesto de otra. Sabía que su media hermana no tenía la culpa, pero la odiaba, desde lo mas profundo de su ser y se alegró cuando murió, estaba satisfecho viendo a la mujer que lo dio a luz aferrada al féretro donde descansaba el cuerpo de su hijita... Los habían obligado a ambos a asistir al funeral, para ver la más cruel de las realidades, sus padres biológicos no solo sabían de su existencia, si no que les importaba, se habían rendido sin siquiera pelear aunque fuera una vez. Pero cuando esa mujer necesito consuelo, ahí estaba Patrick con los brazos abiertos para limpiar sus lágrimas ¿Y Lauren? Ella estaba viva, ahí estaba frente a ellos, con la necesidad de ser amada y protegida... Se juró a si mismo que sería todo lo que ella necesitara, que nadie le haría sufrir, pero que sabía un niño sobre la vida y sus tortuosos giros, la seguían usando y abandonando a su suerte.
Después de boxear con unos cuantos sacos más, terminó su jornada deportiva al limpiarse el sudor descubrió lo que le había hecho a sus manos ahora sangrantes, su mirada se tornó roja al recordar las únicas palabras que habían intercambiado con su abuelo materno.
—Crees que me odias porque di la orden de mantenerla con vida, pero lejos de todos... Pero lo que te enoja es ser un inútil sin poder por ser un niño, puedes odiarme lo que quieras o lo que creas que lo haces, pero un día te darás cuenta que uno de los dos se convertirá en mi sucesor, tu madre es débil, ustedes no... Esa niña ha sobrevivido y tu, bueno, dejaré que la cuides, haber si demuestras algo de valía.
—Ustedes son de lo peor, son unos granujas.
—¿Granujas? ¿Ese es el insulto que me merezco por lo que he hecho? Esperaba más de Leland, pero bueno, que se le puede pedir a unos simples burgueses...
—Aléjate de mi hijo— Carla intervino y como toda madre sobreprotectora puso a Nate detrás de ella.
—¿Tu hijo? Si yo quiero dejará de ser tu hijo... Que no haya asesinado a tu hermano por perjudicar a mi hija, no significa que sencillamente lo pase, la vida de esos niños me pertenece... La razón por la que dejé que la trajera es porque tengo alguien más a quien dejarle mi negocio, pero si él falla, bueno, vendré por ellos— Carla empezó a echar para atrás asustada por la confesión del viejo —Hay tres antes que ellos, así que tienes suerte niñita, no creo que tenga que venir por este niñito mimado.
En ese momento Nate no lo había entendido, pero la razón de su presencia era una amenaza, a su vida y a los de sus seres queridos, en especial de su recién conocida hermana. El hombre que estaba viejo los había tranquilizado con una sonrisa nostálgica y sincera, diciendo que él se encargaría de que los mellizos tuvieran una buena vida, así fue, al menos de parte de esa familia nunca tuvo un problema, el problema era que no la había protegido como quería y alguien más le había hecho el daño que tanto quería evitarlo. Por primera vez quiso tener el poder de ese hombre, ese que tenía los ojos de diferente color, para controlar incluso al hombre más temido del país.
—Nate— Llamó el anciano antes de Carla se lo llevara —No hay nada que yo no pueda hacer, ni nadie que no se someta a mi voluntad, para bien o para mal.
Esas palabras retumbaban en su cabeza una y otra vez, con ello la pregunta ¿Y si pudiera tener el poder para que todo el mundo se doblegara y nadie más le pudiera hacer daño a su linda hermanita y al pequeño que adopto como su hijo?
—Tengo que deja de pensar en eso, Step me odiaría...
La semana pasó volando a pesar de los acontecimientos, y el juicio estaba a punto de comenzar, se trato de mantener la fecha en privado, muchas personas asistieron para verlo, por supuesto una gran cantidad de ellos se trataba de las familias de los aludidos, periodistas y uno que otro infiltrado.
Los abogados expusieron su caso, para dar inicio al juicio el abogado de Alex empezó por recordarle al juez y a los presentes que Nathan King había vivido sin su madre biológica desde su nacimiento hasta ahora y a pesar de que había compartido con ella brevemente, sí le hacía falta una figura materna, pero que esta no era su madre, Camila Falconi.
El discurso inicial del abogado de Camila, había comenzado con una disculpa por haber abandonado a su pequeño lo cual ella reconocía como un error, pero que el miedo a que alguien dañara a su pequeño, su amor por él y la incapacidad de poder luchar por él contra su familia había decidido dejarlo en los brazos de su padre quien si podría darle una vida digna. Con las cartas puestas sobre la mesa empezaron los testimonios. La primera en subir al estrado fue Camila, cualquiera que pudiera verla habría caído en su disfraz de niña buena, llevaba un vestido sencillo de color rosa pastel no muy costoso, combinado con una gabardina palo de rosa, su cabello rubio estaba suelto y apenas se recogía del cabello por una balaca blanca que le daba un toque de inocencia y ternura, que su ropa estuviera impecable demostraba que era cuidadosa. Al menos eso lo que quería demostrar, las preguntas por parte de su abogado fueron sencillas para demostrar su inocencia y vulnerabilidad, así que desde el principio hubo lagrimas en sus ojos y muchas frases de disculpa.
—Señorita Falconi, ha dicho todo el tiempo que lamenta mucho haberse alejado de Nathan King, y que lo hizo porque lo amaba ya que con usted podía no tener una vida digna ¿Cierto?
—Sí, señor, lamento todo lo que hice.
—Entonces ¿Por qué ahora?
—¿Perdón?
—Sí, ya que su hijo corría peligro en ese entonces ¿Qué cambió ahora? ¿Ya no corre peligro si está a su lado?
—Bueno... Es que extraño a mi bebé y creo que puedo protegerlo.
—Recuérdeme esto señorita... El peligro que decía tener era el de su familia en contra del niño ¿No?
—¡Objeción! Está tratando de que confundir a mi cliente.
—Denegado, conteste la testigo debe contestar, pero abogado haga una pregunta.
—Sí su señoría, ¿El peligro para el menor era su familia?
—Sí.
—¿Y su familia ha cambiado o usted ha cambiado de familia? ¿Tiene la capacidad de protegerse a si misma?
Cuando el abogado de Camila se iba a parar para objetar nuevamente, el juez le hizo una seña de detención para que ni lo intentara.
—Yo... Yo, puedo cuidar de mi hijo.
—¿Así que el golpe que intenta cubrir con maquillaje en la cara es una muestra de la protección que le va a dar al menor?— Camila abrió los ojos muy grande, porque no pensó ser descubierta cómo acto reflejo se cubrió la herida.
La verdad era que su madre enojada por el escándalo que se había hecho en la prensa y la mala reputación que ahora tenía la familia por tener una segunda hija rebelde, y además de eso una madre soltera, la mujer sintió una gran decepción de como habían terminado las cosas y al final de había desquitado con mucha violencia, lo que esperaba Camila usar a su favor ahora le estaba jugando en contra.
Pocos habían notado el golpe, ni siquiera su primo que era quien la defendía cómo abogado, esto lo dejó sorprendido y quería saber cómo lo notó, no se imaginaba que la información provenía de un chat, sí, Step y Alex se habían puesto en contacto por el medio digital, Stephanie conocía muy bien a su enemiga, cómo para notar que esta hablaba diferente y de que cada cierto tiempo se llevaba la mano al cachete izquierdo y esa parte de sus labios, conocía muy bien la manera de discutir de esa familia... La conclusión había acertado en el momento.
—Fue un accidente, no tiene nada que ver con el amor que siento por mi hijo. Si, mi familia se ha visto afectada por esta situación, pero eso no los convierte es criminales... Es que ellos quieren lo mejor para mí y por eso están tan enojados, pero amaran a mi bebé.
—No lo conocen, y según usted su familia se ha visto afectada por la situación, en otras palabras, si su familia cree que Nathan no es lo mejor para usted ¿Se podría ver afectado por la disciplina física que imparten sus padres?
—No... Ellos no harían eso.
—Recuerde que está bajo juramento, señorita... Tengo aquí una prueba, de que ellos aplicaron disciplina física en usted cuando estaba en la preparatoria...— El abogado apuntó al televisor donde se mostraba una foto de ella golpeada fuertemente en el rostro.
No habían sido sus padres, pero sí decía quien había sido el causante de ello y la razón, el asunto sería aún peor... Nate la había masacrado cuando se enteró quién fue ella la que causó que las demás chicas se metieran con Step, nadie aparte de los dos lo sabían, así que muchos creyeron que había sido una reprimenda de sus padres... La verdad es que ella no era de importancia para ellos, cómo para siquiera enterarse de lo que había sucedido en el colegio.
Y era él mismo quien había tomado la foto, no lo hacía para presumir, al contrario, era para recordar hasta donde podía llegar si perdía el control. El mismo se sorprendió al ver la foto en la sala de juicio, no sabía que Step la tenía en su poder. Y sí, lo había sacado como un As bajo la manga. Camila no podía declarar que Nate Sttotlemeyer la había golpeado, nadie se lo creería y sus fans no se lo perdonarían, no solo sería juzgada en esa habitación, las redes en definitiva serían despiadados...
—Es cierto, alguna vez hicieron ese tipo de cosas... Ahora han cambiado, en la seguridad que temía no poder darle no era por qué estuviera en riesgo su salud física o llegara a pasar necesidades, pues no lo permitiría, me preocupaba mucho su salud mental, mi hijo es inocente y no merecía vivir bajo el escrutinio y el maltrato que podía recibir de mi familia por ser hijo de una mujer soltera... No quería que mi pequeño tuviera que pasar por lo mismo que mis hermanos y yo ¿Por qué ahora? Simple, cuando la ley me permita recuperar a mi hijo, entonces viviré en un lugar aparte, para poder suministrar de todo el amor que tengo para él y ahora puedo suplir todas sus necesidades, ya que no dependo de mi familia.
Camila era una experta en tomar el cuchillo que iba en su contra, cortarse las manos con el filo para luego usarlo en contra de quienes la acorralaban, este primer round lo había ganado ella, sobre todo porque en el testimonio de Alex solo se podía ver un padre amoroso preocupado en exceso por su hijo, pero no por ello con el derecho de quitárselo a su madre.
Si algo sabía cómo mujer era a no darse por vencida y menos ahora que podía saborear el poder en sus manos.
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Hola mis amores.... He decidido que este sea el último capítulo, de esta temporada... Porque no alcanzo a participar en los wattys si no lo termino ya... Lo bueno de esto, es que al haber una segunda temporada podemos darnos el gusto de deshilachar cada asunto... Y tergiversar unos nuevos.
Quiero ver todas sus teorías 😈😈😈 Próximo capítulo de la segunda temporada... La otra semana xD
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