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Capítulo XLII

La situación se había tornado algo extraña, el último mes había sido de locos Step había renunciado a su trabajo en la institución educativa; había borrado todas sus huellas con esa personalidad, no es que tuviera miedo de que la buscaran con ese nombre, al contrario si era necesario iba a aparecer con el nombre que tan famosa la hizo.

Nathan se quedaba unos días a la semana con en la mansión Stottlemeyer y otros pocos en su propia casa, ya no estaba enojado con su papá aunque en su mente infantil no podía entender como se había complicado todo, antes era muy feliz con sus padres juntos y ahora tenía que verlos por separado, incluso los había escuchado discutir un par de veces, sí habían gritos y reproches, pero esas conversaciones no duraban mucho tiempo. Pero su mamá le había dicho que les tuviera paciencia, que cuando fuera más grande entendería, y eso era suficiente, igual no tenía otra opción.

La pasaba bien con el abuelo Patrick, al principio era muy callado y se la pasaba lejos del pequeño, pero ahora era quien se encargaba de llevarlo y traerlo cuando Alex no podía recogerlo, también estaba muy pendiente de él y al ser menor que Leland tenía más fuerza y energía para jugar con él, la pasaban de maravilla.

Los hermanos Stottlemeyer habían seguido su rutina normal, los tres tenían sus propios apartamentos, pero desde del accidente y por la edad de su padre, volvieron a la gran mansión no querían que su padre muriera de tristeza allí solo y ya que no podían estar allí todo el tiempo, la mejor solución era que volvieran los tres. Desde la presencia del pequeño la casa se sentía tan llena y animada, pero este último mes estaba distante, aunque sacaba su tiempo para pasarlo con su adorado nieto. Los chicos trataban de no intervenir como había pedido Step en la situación así que compartían muy poco con Nathan.

Alex y Víctor hacían todo lo que podían para que la empresa no se viera también afectada por el huracán que crearían los medios de comunicación cuando se enteraran de eso, porque aunque tenía grandes probabilidades de ganar la custodia de Nathan, lo más probable como le había explicado Step según la ley era que le dieran visitas Y cuando eso sucediera Camila, no se iba a quedar con los brazos cruzados así que probablemente después de fracasar usará el show mediático para llevar el caso a su favor.

No era la manera como quería que todo el mundo se enterara que Nathan era su hijo, en especial porque los paparazzi no tenían escrúpulos, y aunque no deberían entrometerse tanto ya que por ser millonario y empresario lo tomarían como presa para desmembrarlos públicamente solo para el interés morboso. Alex se preguntaba a donde iban a terminar si todo se descontrolaba y cual sería el futuro de Nathan.

—¿Por qué no nos dijiste sobre eso, hijo?— La madre de Alex estaba preocupada leyendo la notificación del juzgado.

—Para que preocuparlos, ya es suficiente con dos locos rebanándose los sesos para evitar futuras repercusiones según como actuemos de ahora en adelante por culpa de la psicópata esa.

—¿Dos?

—Víctor, también, ambos tenemos que ver que no afecte luego la empresa o las demás empresas, incluyendo la del señor Stottlemeyer.

—¿Qué tiene que ver las empresas de Leland?

—Ha invertido mucho en la empresa los últimos meses, y pues la psicópata está loca... Y no sabemos que tanto.

—Sin mencionar hasta que punto intervenga su familia y aproveche para liquidar otras empresas con tal de conseguir sus clientes y/o proveedores exclusivos— Intervino Víctor cuando entraba con su familia, para discutir el asunto en cuestión.

—Creí que era un asunto familiar— Susurró Jhosep a su esposa.

—Ellos son parte de la familia de Nathan— Le contesto molesta —Quizás no de la tuya, pero sí la de nuestro nieto.

Después de que toda la familia se reuniera y explicara lo que estaba sucediendo, cada uno planteo ideas diferentes para al final llegar a la misma conclusión, todo dependía de los abogados y la influencia de estos sobre el juez.

—Por cierto,  ¿Dónde está la niñera?— La mayor de los King, sabía de su relación con su hijo, pero no quería admitirlo en voz alta.

—Se fue mamá, tomó la decisión de alejarse de nosotros para no afectar a Nathan, no quiere que sea el medio que utilice la psicópata para dañarlo.

—¿En serio?— Esta vez quien pregunto fue la mayor de las Miller — Seguro no fue fácil para ella, es obvio que está muy encariñada con el pequeño Nathan.

—Seguro vio el problema y huyó, no me miren mal yo lo haría sino se tratara de mi pequeño sobrino— Habló Hasley mientras se llevaba la copa de vino a la boca.

—No digas eso hija, se nota que esa muchacha es buena persona, su cariño parece genuino y no uno provocado por el dinero de Alex— La mayor de los Miller no sabía porque, pero esa niña le causaba cierta nostalgia, se parecía tanto a esa pobre chica que perdió sus hijos y ahora trabajaba por el bienestar y los derechos de las personas sin voz, como lo fue ella en alguna ocasión.

—Créeme mamá, esa mujercita no necesita el dinero de Alex, tiene para mantenerlo a él y a Nathan sin tener que trabajar por el resto de su vida— Todos se quedaron viendo a Ezra quien había dicho sin querer lo que pensaba.

—¿De qué estás hablando?— Fue Hasley quien intervino curiosa.

—Bueno, no tanto, pero si tiene garantizada su estabilidad económica, es que la investigué. No iba a dejar mi sobrino en manos desconocidos de nuevo— Mintió para sacarse del hoyo que el mismo había cavado.

—¿Entonces por qué estaba trabajando como niñera?— Preguntó Jhosep confundido.

—Porque Nathan la obligó, después de que la conoció ya no quiso soltarla— Contestó Alex enamorándose más de su chica.

—Estás diciendo que básicamente dejó toda su vida por Nathan.

—Sí, más o menos fue así... Y ahora con su corazón en la mano lo abandona por la misma razón. Ambos están desechos por eso— Cada que tenía que dejar la casa de los Stottlemeyer los veía sufrir, había optado por recoger al niño fuera de la casa porque ya era suficiente con ver a uno de sus seres amados deprimidos, verlos a los dos y como la estaba consumiendo era el mismísimo infierno. Podía jurar que había bajado unos cuantos kilos, se veía cansada...

Quería preguntarle como estaba, como había pasado ese tiempo sin él, si se estaba cuidando por el bebé, cómo estaba ese pequeño allí... Esos pensamientos rodando por su cabeza hizo que sus ojos se llenaron de lágrimas, se puso las manos en frente para ocultarlo, pero era demasiado tarde, todos los veían desmoronarse ahí frente a ellos, su madre fue hasta su asiento para envolverlo en un abrazo, la sensación era la misma para todos: cruel y fría frustración de no poder hacer más para tener la seguridad de que todo estaría bien.  Claro que para Alex era un nivel superior... 

Después de unos agonizantes minutos Alex se disculpo y se fue al baño, no lloraba así desde que era un niño, bueno al menos no frente a tanta gente.

—Nathan, está con el señor Stottlemeyer, lo conoció hace tiempo y se encariñó mucho con el viejo hasta le llama abuelo— Comentó Víctor intentando cambiar el tema debido a lo pesado del ambiente —Ese anciano es muy caprichoso.

—Es normal, cariño —Habló la madre de Víctor— Perdió a su hija y a su nieto el mismo día, seguro le hace bien quedarse un tiempo con el pequeño, que de por cierto debían tener la misma edad... Pobre Leland, ha sufrido tanto.

—Sí, cielo, eso le hará bien— Contestó el mayor de los Miller.

—Y pensar que encontrar esa niña le daría tanta paz y luego tanta miseria.

—¿A que te refieres, Ma?

—Bueno, es que la primera hija de Leland y su esposa, falleció unos días después de nacida, de esas cosas que no tienen explicación, muerte de cuna, para ambos que era muy jóvenes fue devastador, porque no entendían porque su hija con todas las facultades y privilegios con los que había nacido terminara solo un numero más de las estadísticas de muerte de cuna...  Todo el mundo les decía que la cura era tener otro hijo, ya que era jóvenes y sanos, al final si tuvieron más hijos obvio... Pero ya no quisieron a reproducirse como conejos para encontrar una hija, ya que los otros tres son varones y pues que sepa, no es que Carla quisiera adoptar, hasta que supo de la situación de esa muchacha, la buscó por cielo y tierra, créeme la sacó del mismo averno.

—¿Por qué yo no sabía eso?— Dijo Natalia, aunque era la pregunta de todos los jóvenes incluyendo Alex que ya había regresado con la cara lavada.

—No es como si fuera una historia que contar a la hora del te, aunque si hubieron muchos corrillos al respecto, sobre todo por como se vinieron a enterar Leland y Carla, y además es algo privado imagino yo.

—Pero ella ya está muerta, puedes contarnos— Dijo Hasley.

—Esa niña imprudente— Su madre la golpeó con el abanico en su mano.

—¡Auch! ¿Qué? Es la verdad , además a eso no se la llama chisme sino antropología, solo que no vamos a sacar su momia seca para descubrir su vida... Solo es un poco de información.

—Hasta yo tengo curiosidad— Dijo Alex, mientras recibía una mirada acusadora de Natalia y Víctor.

—Tampoco es que sepa mucho, niños chismosos... Solo sé que Carla se enteró que los abuelos de esa niña la abandonaron por ser niña, le pagaron a una sirvienta para que se deshiciera de ella apenas nació, pero la mujer en su codicia la mantuvo con vida para poder sacarles dinero con el tiempo, lo cual hizo por varios años hasta, que su nueva nieta necesito un trasplante... Entonces decidieron decir la verdad. Como Carla era familiar de la niña decidió buscarla, pero no por la ayuda médica sino para traerla a casa como su hija, no podía creer lo que le hizo su propia familia.

—Oh— Ezra supo de inmediato de que familia se trataba, recordaba los corrillos en las fiestas de sociedad hablando y denigrando a la joven que había dado a luz a la niña en cuestión, nunca entendió porque la juzgaban como un criminal si ella obviamente también era una víctima —Recordé a la abuela despotricando de ese asunto.

—Claro que sí, mi madre dijo cosas horribles, como si no tuviera sus propios pecados, en fin, después de que Carla y Leland adoptaron esa niña, estaban muy felices como si era lo que siempre habían buscado, pero después, bueno la sirvienta esa intentó chantajearlos e incluso empezó a perseguir a la pobre Lauren, tuvieron que ponerles escoltas entonces un día en medio de su desesperación la sirvienta intentó llevarla a la fuerza uno de los escoltas le disparó para proteger a la niña, pero esta se aferró aún más, así que la niña tuvo que ver morir a la mujer que la cuidó en sus primeros años de vida. Luego el accidente... Carla y la niña iban en el auto de regreso a casa cuando un ebrio las chocó, murió el conductor en el impacto, un empleado muy querido de la familia y Carla, horas después en el hospital, ahora era esta niña la que se aferraba a su madre, porque eso era lo que Carla significaba para ella. De ahí en adelante, Lauren se volvió la niña de los ojos de Leland, y luego otro accidente de auto se la arrebató. 

—Olvidaste decir que la hermanita por la que la descubrieron también murió frente a ella— Habló el padre de los Miller —Siempre pensé que era una chica con mala suerte.

La conversación se dirigió a las muchas injusticias que personas que ellos conocían habían sufrido y a cual le había ido peor, no es que quisieran hacer su propio corrillo, era solo su muestra de compasión por Alex y su dolor, era cierto que el tema era algo urgente a tratar y era una maravilla que hubiera contado con las dos familias, así que ninguno iba a exigir más sin saber que su corazón solo se estrujaba más y más, cuando contaban lo mal que lo había pasado su amada ¿Cómo era posible que alguien pudiera sufrir tanto y a la vez sonreír como ella lo hacía? Solo Dios y ella sabían el valor que requería esa sonrisa.

En vez de traerle la felicidad que ella se merecía, solo le había traído más drama, como si lo que hubiera vivido no fuera suficiente, así tuviera que hacer un pacto con el diablo la iba a hacer feliz o peor aún... Así tuviera que asesinar al diablo.

Esa noche Nathan se había quedado con ella, así que el lugar era un eco constante de su soledad y de lo que sería si Camila ganara su objetivo, ya tenían uno de los mejores abogados, pero no era suficiente, debería haber algo más... Conocía otro diablo, al menos haría un trato con él.

Después de mucho pensarlo había tomado la decisión, todo el camino fue corto en realidad, pero la distancia entre él y la puerta que iba a tocar parecía llegar al hemisferio contrario al que estaba... Se quedó estático sin poder tocar la entrada.

—¿Te vas a quedar ahí otra media hora o vas pasar?

—Lo siento.

—Me estaba divirtiendo verte en estado lag, pero ya me aburrí, entra.

—No sabía que hacer, y al final terminé viniendo, nos que seamos amigos.

—No definitivamente no somos amigos, compadres tal vez, Lauren me comentó algo de lo que está sucediendo, aunque no esperé verte por aquí.

—Yo tampoco estoy muy seguro.

—No puedo ayudarte mucho al respecto. He estado un poco ocupado investigando sobre el accidente que tuvimos, así que no me llama la atención investigar su caso, en especial porque se trata de mi prima.

—Porque se trata de tu prima, tu eres el que mejor la conoce. Habla con ella.

—Ella no sabe que estoy vivo y así lo prefiero, además no es como si se lo pidiera y ella lo hiciera, no es esa clase de persona— Suspiró —¿Quieres una cerveza?

—Gracias— Ambos se sentaron en la barra de la cocina frente a frente, Damián pudo ver los estragos que la situación le estaba causando a su antiguo enemigo, se veía cansado, su rostro apagado había envejecido unos cuantos años en apenas semanas.

—No te puedo prometer mucho, solo que investigaré unos asuntos que quizás te puedan ayudar, pero te ruego que no le digas nada a Lauren, ella puede ser muy entrometida y en estos momentos un mal paso solo será para salir en su contra.

—¿Es algo que tiene que ver con ella?

—Todo tiene que ver con ella, si le afecta a ti y a tu hijo, Lauren también se sentirá afectada, imagino que ella también está pasando por un mal momento... Ella ese tipo de persona, por eso no quiero que ella intervenga en la investigación.

—Entiendo.

—De antemano te pido perdón— Alex quedó atónito cuando Damián empezó a hablar —He sido un idiota durante mucho tiempo, y sé que no tengo excusa por todas las estupideces, pero en algún lado sé que había una razón que seguro no era importante porque ya no lo recuerdo, pero te juro que mi intensión no era que las cosas de salieran de proporción como solía ocurrir.

—Claro, a veces los asuntos toman direcciones que uno nunca imaginaría. Me voy, lo siento por irrumpir de repente en tu casa.

—Fue entretenido verte por la cámaras... Una cosa más, lo más probable es que Camila no contrate un buen abogado, sino que use los servicios de mi hermano menor que se especializa en derecho de familia, es muy bueno en lo que hace y le gusta defender a toda víctima y más si se trata de una mujer así que intentara demostrar que eres de lo peor, pero tiene una debilidad,  no defiende criminales, demuestra que Camila es una, eso hará que se contraríe así mismo. Es primordial que contrates un muy buena abogado, escoge un penalista que sepa mucho sobre asuntos familiares, mi madre es muy buena y mi hermano tendrá miedo de atacar.

—No creo que tu madre quiera apoyarme.

—Quién sabe, a esa mujer no le gusta ni un poco la manera de actuar de Camila, así que quizás lo piense, igual solo es un consejo.

—Lo sé.

—Es importante que sea alguien importante, que con su fuerza intimide a Camila, lo cual no es fácil ni cualquiera puede, tengo entendido que tienes abogados en tu familia, pero no son buenos, solo por el hecho de que no aparecen en el periódico despedazando a su presa... Necesitas uno de esos.

—¿Uno como tu?

—Uno mejor—

—Gracias... Por todo.

—Velo como una recompensa por todo el mal que te hecho... Conduce con cuidado.

Alex se marchó con cierta paz en su alma, saber que tenía más aliados que enemigos  no era como si le creyera ciegamente, era solo el consuelo que necesitaba su corazón.

—¿Qué carajos fue eso?— Habló Tomás saliendo al descubierto.

—Ey tengo compañía, como desapareciste apenas entró Alexander.

—Sí, sí, como si quisieras que se enteraran que existo... Ahora explícame que es lo que acaba de suceder.

—Cuando todo se vaya a la mierda quiero que sepa que si me disculpé... Por cierto, toma este es mi regalo— Le pasó la botella de la cerveza en una bolsa ziploc.

—¿Y esto?

—Ahora solo necesitas dos muestras más... Para hacer las pruebas de adn.

—La de Nathan y la de Lauren ya las envíe al laboratorio.

—Me refiero a la de Camila y la mía. No hay que dejar ningún cabo suelto.

—Tienes razón, cuando todo se sepa se irá todo a la mierda ¿Cuántos más quedarán salpicados?

—Uff, gente que ni siquiera sabes que existen... Por cierto vende todas las acciones que tenemos tu, Lauren y yo en las empresas Falconi, las empresas se van a desplomar y quiero que mamá tenga algo de que apoyarse cuando eso pase.

—La señora Elhena vendió sus acciones cuando despertaste, ella es muy lista— Ambos sonrieron —¿Crees que ella ayudaría a King en el caso?

—Claro que no, es mi manera de decirle lo que está haciendo Camila, la única manera de apagar ese fuego es extinguiéndolo con un fuego controlado y solo reconozco a dos que tienen el poder y el carácter para hacerlo, pero prefiero que una de ella siga en el anonimato.

—¿Quieres que ella siga en el anonimato o que esté fuera del alcance?

—Ella está fuera de mi alcance ya hace mucho tiempo, creo que desde el principio nunca ha estado a mi alcance, solo que se me alinearon los planetas y tuve suerte por unos años, pero cuando descubrí que no era mía ni para mí, olvidé decirle que era libre. Errores de novatos.

—Como sea, no importa, dejaré que tu cabeza loca divague como siempre, nos vemos más tarde...

Unos días después se anunciaba por todos los medios la razón por la que irían a juicio los dos integrantes de familias pudientes, cada uno había tomado parte incluso sin saber los hechos reales, al principio solo mostraban que Camila y Alexander se encontrarían en el juzgado, pero ahora todos decían lo primero que se les ocurría, algunos defendían con una ferviente convicción de Camila solo era víctima del patriarcado sistema económico que dirigía el país y otros que Alexander era un héroe por ser un padre soltero que había rescatado a su hijo de una relación tóxica donde ambos iban a acabar con sus vidas profesionales, el acoso al niño era más importante que su opinión así que fue escondido en la casa Stottlemeyer porque los periodistas arribaban cerca de su propia casa y lugares cercanos, esperando como buitres para conocerlo, pues no sabían quien era.

Aunque se iba a llevar la primera sesión del juzgado, el juez lo pospuso por la influencia de los medios, ya que con estos estorbando en la sala no se podría llevar a cabo un juicio justo, el primero encuentro quedó en la fecha de la siguiente y con una sala más privada, aún así la dejó abierta a espectadores con la prohibición de cámaras y grabadoras, solo tenían que prestar mucho oído y grabar lo que más podían. Después el juez se reunió con los abogados para una próxima fecha y una petición especial que destrozaría la calma de Alexander, Nathan King quedaría en custodia del Estado los días previos al juicio.






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