Capítulo X
La situación le había dado la vuelta en poco tiempo, aún estaba triste por lo que había sucedido apenas poco tiempo atrás, y ahora se debatía en un nuevo dilema.
Habían dos cuartos, uno en la planta baja dónde vivía Step, y otro en la planta de arriba donde estaba la compañera de vivienda de la misma, es solo que no Alex no confiaba lo suficiente en su niñera en esos momentos como para dejarlos solos con su hijo, Nathan no quería dormir sin su amada niñera y Step, bueno, ella quería su tiempo a solas...
No importaba que, no había manera de acomodarlos a los tres en su cama sencilla, la única opción que tenía era tomar prestada la habitación de su compañera que estaba de viaje por Europa.
Después de mucho pensarlo, Step escogió esta última opción, así que tuvo que preparar el deshabitado lugar mientras Alex le daba una ducha al pequeño Nathan.
-No sabía que tuvieras una compañera- Mencionó Alex al volver a la habitación.
-Pues es como si no la tuviera, nunca está aquí, pero cuido sus cosas... Técnicamente.
-Aunque por ahora ni tu tampoco mantienes.
-Antes solo venía en las noches, y no siempre duraba mucho, trabajar y estudiar requiere bastante tiempo, además no tengo una computadora así que usaba mucho la de la biblioteca, por suerte antes de irme a vivir con ustedes ya había entregado los trabajos que requerían una.
-Imagino que no puedes comprar una- Step respondió frunciendo los hombros mientras terminaba de arreglar la cama -Ese hospital debe ser muy costoso... -Afirmó esperando una respuesta, o al menos la pista de alguna, pero no recibió nada.
-Ya que dormiremos los tres gracias a la solicitud de Nathan deberías cambiarte, y entrar a la cama pronto... Es demasiado tarde ya.
Step le señaló el conjunto que había encontrado en el armario de su compañera, una pantaloneta negra y un buso blanco de algodón, perfectos para ir a la cama, aunque podía decir claramente que era al menos una talla más grande, no se le notaba.
La chica se veía cansada, y somnolienta con todo lo sucedido, así que se acostó rápidamente dejando a Nathan en el medio, unos minutos después también lo hizo Alex para descubrir que sus compañeros de cama ya estaban profundamente dormidos, algo que tampoco le tomo mucho tiempo a él.
La mañana llegó sin aviso alguno, la luz no se pudo colar por las ventanas, el sonido del tráfico era demasiado lejano para ser percibido por los cansados durmientes. Alex entre abrió los párpados para encontrarse con un cuarto aún oscuro, por instinto sus manos buscaron a su pequeño dormido, pero su tacto lo llevo a unas protuberancias suaves y redondas.
Aún buscando algún recuerdo en su mente adormilada, que le dijera que parte de su hijo palpaba o incluso que peluche estaba en su poder, cuando obtuvo un gemido como respuesta, una bombillita por allá cerca de sus neuronas envió un mensaje a su entrepierna, lo que le hizo despertar asustado inmediatamente, para encontrarse enrollado con un cuerpo femenino.
Se sintió aliviado que la reacción no fuese por su pequeño, eso jamás se lo habría perdonado e incluso en esos cortos segundos había considerado la castración química, de igual manera el alivio que había sentido antes se había esfumado tan pronto como llegó, después de todo... Su cuerpo traicionero estaba pegado al de ella, si se despertaba no había manera en que se creyera la excusa de que era el celular o quizás una linterna lo que se apretaba a su suave trasero.
Respiro lo más lento que pudo, como si el sonido de su cuerpo tomando el oxígeno vital fuese a causar un escándalo que le hiciera despertar a su empleada, aunque ella disfrutaba de su brazo que le servía como almohada y el otro descansaba aún en su cintura, con la manos culpables cerca a su cuerpo. Intento con mucho más cuidado quitar su brazo, pero solo consiguió que ella se revolviera, unos segundos después movió su trasero dejando al no invitado al descubierto.
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Step había dormido de maravilla, por alguna razón que no podía explicar se sentía segura, como si nada de la noche anterior hubiera sucedido, cuando sintió que alguien tocaba su pecho, lo hacía con suavidad como explorando sin lastimar, estaba en su sueño liviano, lo que la hacía estar un poco consciente su alrededor, pero no lo suficiente como para razonarlo.
Sintió como un par de brazos la aprisionaban, pero a la vez no quería dejarlos ir, es como si estuviera justo donde debía estar, entonces algo la hizo revolverse, y sentía como su espalda daba con algo o alguien y su trasero tocaba algo duro y grande que... Se despertó, era más que consiente de lo que estaba sintiendo, así que se sentó en la cama liberandose y liberandolo a él, ni siquiera le vió su rostro o se acordó del pequeño que aún dormía en la orilla de la cama, solo huyó como buena cobarde hacia al baño.
Su jefe la había visto desnuda en una ocasión, ahora había dormido con él ¡En sus brazos! y al levantarse había despertado muchas sensaciones... Se sentó en el sanitario mientras escondía su propia cara de sí misma, estaba tan avergonzada, de repente un pensamiento le hizo sonreír.
<<Al menos soy lo suficientemente bonita, para despertar el tigre que lleva dentro>>
Empezó a reír a carcajadas, esperaba que su jefe no solo no oyera su risa sino que tampoco sus pensamientos, moriría en ese mismo instante si fuera así. Le tomó unos minutos calmarse, sentirse deseada por alguien la hizo sentirse un poco más tranquila, claro no era la persona que quería o quién debería, pero por primera vez en muchos años sintió que esa herida sicólogica que le había dejado su relación anterior tenía la posibilidad de curarse.
<<Soy un poco bonita... Al menos>>
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Después de tomar una ducha, e irse a la cocina para preparar mágicamente un desayuno -No tenía con qué- decidió tomar el teléfono para pedir tres desayunos por domicilio.
-Quiero dos desayunos continentales y uno infantil, por favor...
-...
-¿Cómo qué no hay ya?
-...
-¿Qué son las once? ¿Está usted bromeando?
-...
-¡Santísima Mier...! ¡Por favor, que sean dos almuerzos para adultos y uno infantil! De lo que sea, tienen veinte minutos, a esta dirección...
Stephanie subió corriendo a la habitación, para encontrar la escena más tierna en la vida, después de ir al baño a hacer sus necesidades básicas, Alex se había recostado nuevamente en la cama y el pequeño dormía calmadamente en su pecho.
-Jefe... Es tarde, muy, pero muy tarde- Dijo en voz baja.
-Que raro, aún no entra luz.
-Esas ventanas son falsas, tienen una lámpara para simular la luz solar, en ningún lugar del apartamento hay luz natural... Ya es medio día.
-Eres una buena madre, como esas que te avisan dos horas antes que ya es tarde- Dijo con pereza, con obvias ganas de seguir durmiendo.
Step se cruzó de brazos al escuchar el comentario, poniendo los ojos en blanco de solo imaginar la situación.
-Sí claro, como si despertar temprano estuviera incluído en mi biología. Es en serio que es tarde, no es una broma ni un juego, ya es medio día, ya pedí algo de comer, se te hará más tarde sino te levantas...
Alex miraba incrédulo el celular sin carga, para encontrarse con la verdad, se levantó rápidamente, y entro en la ducha, desde la universidad no dormía hasta tan tarde... Y menos desde el nacimiento de Nathan, ni siquiera unos minutos más del horario programado, la sola idea le parecía descabellada, sobre todo por la atención que requería su pequeño, quién ahora dormía plácidamente sin siquiera probar un bocado de comida desde el día anterior o ir al baño ¡Oh no! ¡No, no, no! Salió de la ducha pensando en evitar un accidente vergonzoso.
Al salir sin pensar, se encontró Step quién ya había despertado al pequeño y este se refregaba con pereza sus ojitos dormilones, afortunadamente estaba de espalda y no pudo ver lo que pasaba, el afán le había hecho salir a Alex completamente desnudo.
-Que bueno que ya saliste, necesitamos entrar con urgencia- Hablo intentando no reír, mientras apreciaba la vista magnífica que posaba frente a ella -Lo bueno es que ya estamos a mano, sino fuese así, tendría que demandarlo por acoso sexual a su empleada su majestad.
En ese instante Alex cayó en la cuenta de su condición, lo que hizo enrojecer como si fuese una doncella pudurosa quien no podría contraer matrimonio después de tan vergonzosa escena.
Se vistió aún más rápido de lo que podía procesar sus propios pensamientos, por favor un hombre con pudor en pleno siglo XXI, era una tontería, al menos esa la idea que no dejaba de rodar por su cabeza.
<<No es que como si lo hubiera hecho a propósito o fuera un virgen que espera casarse... Es una tontería>> De pronto sonó el timbre y salió a abrir por costumbre.
Primero se fijo detalladamente en sí estaba vestido, bien vestido, no iba a pasar por la misma vergüenza dos veces, el domicilio esperaba detrás de la puerta, sin preguntar nada sacó su tarjeta y pagó, el chico le miraba sorprendido, pero tampoco atisbo a decir palabra alguna.
-Step, la comida llegó...- Grito, para que le oyera.
-Ya bajamos- Recibió en respuesta.
Al poco tiempo decidieron almorzar juntos casi en silencio, hasta que una notificación le llegó al celular de Alex.
<<¿Qué pasó? Llevo todo el día tratando de comunicarme contigo ¿Están bien? Cómo sea no olvides que hoy es la fiesta de mi hermana.
Por favor avisa si pasa algo, lo resolveremos>>
-¡Demonios!
-¿Qué sucede?- Pregunto Step algo alertada.
-Olvidé que la fiesta era hoy...
-¿Cuál fiesta?
-Una a la que estás invitada... -En vista de que Step aún se veía confundida, decidió explicarle -El cumpleaños de la hermana de Victor.
-Ah es cierto... De la señorita Miller... ¿O ya es casada?
-No, no lo es, aún no puedo creer que no sepas quién es, ¿Segura que no finges demencia?
-Quizás sí este demente, porque al parecer no conozco a nadie que debo conocer. Bueno alistare a Nathan, después de todo falta apenas un par de horas.
-¿Luego a qué hora es la invitación?
-A las tres de la tarde decía.
-Y eso sí lo recuerdas. En fin, vamos te compraré un vestido, para la gala.
-Que yo sepa ninguna gala empieza en la tarde, segundo, si ella quiere conocerme como dices, tendrá que hacerlo como soy, no como en una salchicha mal embutida en un vestido y unos zapatos que no sepa usar, y tercero, el hombre que le compra ropa a una mujer es porque quiero verla sin ella puesta...
-Eso último, ya lo hice, no entiendo cuál es el problema entonces.
Los dos se quedaron en silencio, hasta reírse suavemente por el comentario e ideando cada uno una batalla interior, sobre como responder a ello, al final ambos solo se quedaron en un silencio cómplice.
Comieron juntos, luego Alex se fue para poder cambiarse de ropa y luego ir a la oficina al menos por una hora, mientras que Step se quedó en su apartamento con Nathan pensando en una solución para su vestuario.
-Ya pedimos el cuarto prestado, seguro también me prestará algo de ropa...- Dijo en voz alta mientras le hablaba al viento.
Subieron con Nathan al segundo nivel, el de su compañera, allí abrieron un cuarto lleno de ropas, trajes, accesorios y zapatos. Se notaba que hacía algún tiempo no se usaban, y si no fuese por el plástico que cuidaba cada prenda, estarían llenas de polvo.
Nathan escogió un jean azul rasgado en las piernas, que le quedaba ajustado a su cuerpo, mostrando unas curvilíneas muy sensuales, aunque para el pequeño solo le parecía que le quedaba bonito. Ella escogió una camisa de tiras, blanca, y un blazer de color aguamarina, que le terminaba de dar un aspecto joven y elegante.
El pequeño escogió unos tacones playeros, pero Step se decidió por unas zapatillas semideportivas, no quería que sus zapatos les estorbaran si algo sucedía con el pequeño o peor aún, ella misma le hiciera tropezar.
Como último préstamo, escogió un juego sencillo de accesorios en oro blanco que consistía en unos pequeños zarcillos, una cadena delgada y un reloj, también venían con una linda argolla, pero esa la dejó en su lugar.
Teniendo en cuenta el lugar, también decidió usar un bolso de cuero de colgar a la espalda que le habían obsequiado, llamó al chófer y este los llevo al centro comercial, allí Step le compró un pantalón corto de color verde olivo, una camisa blanca y una boina del mismo color del pantalón, además de un traje de respuesto y uno para la noche, saco, toallitas, protector solar... E incluso traje de baño, por si habían más niños y decidían ir a la piscina.
Alex había pasado por la casa para recoger las invitaciones, así que debía esperarla en la puerta del lugar para entrar juntos, allí estaba con Víctor, ansiosos por como se vería y que pasaría.
Sino fuese por el vehículo y el chófer, Álex jamás habría imaginado que la joven elegante que traía a su hijo, era la misma chica que había dejado apenas hacía unas horas atrás.
Su maquillaje era suave y sencillo, sin ningún desperfecto y su peinado de cola de caballo, empezando por su nuevo flequillo en aesthetic que parecía darle cierta distinción lo dejó completamente anonadado.
-¿No llegué muy tarde? ¿O sí?
-No, para nada- Contestó Álex, mientras mantenía cierta distancia de su pequeño, y Víctor descubría que lo que parecía ser su próxima conquista solo era la niñera quien siempre le decía que no.
-Saluda al señor King y al señor Miller amor. -Le pidió Step al pequeño, antes en el auto le dijo que iban a jugar a ser actores, y estos actores no conocían la gente a la que iban a ver, el juego terminaría cuando ella dijera corte.
No le tenía muy en claro, pero sabía que Alex había mantenido a su hijo en secreto del mundo, y un lugar tan caro y fino, siempre era posible dar con las personas equivocadas, o paparazzi mal intencionados.
-Hola- El pequeño sonrió con picardía, le encantaba ese juego.
-Hola Nathan ¿Cómo estás?- Alex miro a Step, y le dió las gracias sin emitir sonido.
-Bien.
-Ok, entremos.
Nathan nunca había ido a un lugar como ese, el club campestre era un lugar grande e intimidante, al entrar al lobby el pequeño se escondió en la piernas de su niñera, muy nervioso, gente iba y venía por todos lados, empleados, visitantes, socios, clientes... Etc.
Ella de inmediato se percató y lo llevo en brazos, escondiendo su carita en la curvatura de su cuello.
-Sí el salon es muy grande y hay mucha gente me iré enseguida- Advirtió, los dos hombres se detuvieron para ver el error que habían cometido -Tranquilo cariño, no te voy a perder en ningún momento- Susurró en los oídos del pequeño en sus brazos.
-Lo siento- Fue lo único que dijo Alex al respecto, ninguno como adulto había considerado como se sentiría Nathan ante tanta gente, sino fuera porque Step le había llevado una buena cantidad de veces a la universidad y se había asociado con más personas, estaría aterrado.
Para su suerte el salón era pequeño en comparación, aunque tranquilamente cabría unas cien personas con espacio personal incluído, pero el lugar lleno de muebles y decoraciones lo hacía sentir más acogedor.
Una rubia saltó del grupo de personas que se encontraban charlando para recibir a los recién llegados, a la cual su cara brillante se descompuso al ver a Step llegar con ellos.
-¿Y quién es esta?- Pregunto con desprecio, intentando hacerla sentir incómoda, pero la castala ni siquiera la dió por vista y paso de largo, con su pequeño en brazos.
Víctor quiso defenderla, pero al ver que Step no le prestó ni la mínima importancia siguió junto con ella y Álex.
Hasley le miraba sorprendida, esperaba una tipa ridícula con un costoso y exótico vestido de cóctel, pero al parecer no había caído en su trampa, al contrario se veía muy bien para el lugar. Quiso poner más trampas, pero su fama le había impedido hacer una reunión privada con solo su familia, así que algunos "amigos" habían llegado sin ser invitados, tendría que dejarlo para otra ocasión, después de todo perdería la amistad de Álex y la de su hermano menor, si dejara al descubierto a su pequeño sobrino.
-Feliz cumpleaños, hermosa- Victor fue a abrazar a su hermana.
Alex estaba molesto por la bienvenida, así que solo le envió un saludo sin sonido con las manos.
-¿Y tú eres?- La hermosa modelo se dirigió a Step con gracia y sencillez.
-Hola señorita Miller, soy Stephanie la secretaria del Señor King y este es mi pequeño. Saluda Nathan.
-Hola.
-Hola Nathan- Hasley esperaba que saltara a sus brazos, pero no lo hizo, parecía ofendido igual que su padre -¿Puedo abrazarte?
-No- Dicho esto se encerró en los brazos de su niñera, y no volvió a levantar su rostro.
-Lo lamento, señorita Miller, no le gustan los sitios concurridos ni la gente extraña.
Por fin, la modelo había caído en la cuenta, había montando todo un show para salvar a su sobrino de cualquier tipa loca que solo quisiera la fortuna de su padre, pero solo había conseguido asustarlo, mientras la mujer probada salía ilesa de cada batalla.
-Sí es solo una secretaria, no tiene porqué quedarse aquí, ya se puede ir- Habló de nuevo la rubia.
Álex estaba a punto de dar la vuelta para marcharse con Step y su hijo, cuando Hasley tomó el control de nuevo.
-Yo la invité, a diferencie de tí, que llegaste sin invitación, además es mi fiesta y quiero que se quede, se sienta cómoda y la disfrute.
La rubia se puso roja de ira, como modelo acostumbraba a llegar a fiestas y reuniones sin ser invitada, por supuesto era bien recibida pues una mujer con su fama solo llegaba a los sitios más exclusivos de la ciudad. Ahora le habían dicho que no era bienvenida, en cambio una simple empleada si había sido invitada.
Step se sentó en un cómodo sofá que había en medio del salón, mientras se formaban grupos de cotilleo, desde lejos pudo reconocer al padre de Alex y a su lado una hermosa mujer mayor que siempre estaba de su lado, así que supuso era su esposa, por ende los abuelos de Nathan, los cuales junto con la pareja mayor con la que hablaban le echaban un vistazo a cada rato, Alex y Víctor fueron succionados por unos hombres elegantes y habían empezado a discutir negocios, mientras un grupo de chicas similar a la rubia se desvelaban mirando todos sus movimientos.
-¿Puedo sentarme cerca?- Preguntó la mujer mayor de tez oscura que había visto minutos atrás Step cerca de los padres de Alex.
-Claro, no le veo ningún problema.
-Siento mucho que te estés sola e incómoda.
-No se preocupe señora, prefiero estar sola que mal acompañada además estoy muy cómoda en este sillón.
-Veo que trajiste a tu hijo.
-No lo iba a dejar solo por una fiesta.
-Ah... Imagino que intriga saber porqué te invitaron.
-En realidad, no. Yo solo vine porque mi jefe me obligó, de lo contrario habría rechazado la invitación.
-¿Así que habrías rechazado mi invitación?- Dijo Hasley más alto de lo que esperaba hacerlo.
-Sí, no tengo nada que hacer aquí y no veo la razón de ello. -Contestó con la misma firmeza y calma con la que había estado hablando.
-¿No sabes quién soy? ¿Quienes somos?
-La hermana del señor Miller ¿No?
-Ni te molestes hermanita, ella no lo sabe... No tiene ni idea- Contestó Victor desde su lugar fascinado por las expresiones de todos.
-Entonces te los voy a presentar, soy la peor de las anfitrionas, primero soy Hasley Miller, modelo internacional...
-Perdón, no es por ofender, pero ¿Qué clase de modelo es, de farándula o de revista?- Preguntó mientras de ponía en pie.
-Al menos sabes diferenciarlo, un poco de ambos, en estos momentos soy un angel... -Puso los ojos en blanco al notar que la chiquilla no entendía la referencia -Modelo de Victoria's Secret.
-Eso es bueno, eres muy bonita.
Y así fue presentando uno a uno, mientras todos esperaban sorpresa o admiración en su rostro común, solo asentía hacia un saludo formal con un halago y procedía.
-Esta despampanante mujer, se llama Satya Wings, mi madre, el símbolo femenino de la perfección...
-Abogada defensora de los derechos humanos, activista ambiental, precursora en la ley de protección al menor, señora yo la admiro muchísimo, por usted existe la ley Satya... Yo, lo último que supe de su trabajo fue su colaboración con la doctora Tayra King...
-Esa soy yo- Habló la mujer rubia mayor, quién sonreía orgullosa de su propio trabajo y del hecho que la señorita que al parecer intentaban humillar no conocía a nadie del mundo del espectáculo, pero sí asuntos que ella misma consideraba en realidad importantes.
-Oh por Dios- Hizo un chillido emocionada, lo que incomodó al pequeño en sus brazos, ya se había dormido al sentirse aburrido en el lugar -Lo siento, lo siento...- Bajó la voz -Yo decidí estudiar sicología porque me inspiró.
-Soy neurobiologa ¿Cómo es eso?
-Hace como unos seis años, dió una conferencia que hablaba sobre la ciencia exacta y su dependencia a otras disciplinas y ciencias, la señora Satya no podría ejercer derecho, sino contara con ciencias como la forence y la antropología, así mismo usted depende no solo de toda la biología humana, las matemáticas, así que creo que la sicología también debe ayudar en ambos casos, ya que la mente humana, bueno, es el principio de todo la malo ¿No?
Las dos mujeres se entretuvieron con la chica, que con el pasar de los minutos se veía cada vez más cansada, al estar de pie con el pequeño en brazos.
-¿Quieres ayuda?- Se acercó Alex con toda confianza, estirando los brazos para recibir a Nathan.
-Me encantaría- Intentó sacarlo de su abrazo, pero el pequeño se aferró a su cuerpo al parecer solo se hacía el dormido -Cariño, ¿Quieres que el señor King te abrace?
-No, déjalo allá con esos señores... No lo quiero.
Ambos suspiraron al tiempo, mientras las dos abuelas se reían de la situación, básicamente un niño de tres años hacia una escena de celos.
-A mí me gustaría abrazarte- Está vez habló Tayra.
El pequeño la miró, y luego con su mirada le pidió permiso a Step, a lo que ella concedió con un sí visual.
-No creo que le moleste si le llamas abuela...
-A mi tampoco me molesta- Se apresuró Satya -Además a mi también me gustan los abrazos.
Nathan se acercó con calma y le dió un fuerte abrazo a su abuela Tayra, luego a Satya, las dos mujeres mayores encantadas con el pequeño, mientras que Hasley sentía un sudor frío correr por su espalda, sería reprendida hasta el siguiente siglo por haberse dejado llevar por sus caprichos y haber expuesto al pequeño Nathan a esa situación, cuando tranquilamente podría haber enfrentado a Step en su propia casa con sus familiares presentes.
-Ahora resulta que le ha metido ese niño feo por los ojos a las ancianas, que truco más barato...- Gruño la modelo rubia, sin saber que Alex la escuchaba.
-A mí me parece una buena idea- Comentó Alex.
-No me digas que ahora te gustan los niños.
-Uhh... Los niños no tanto, pero ella en definitiva me encanta y ya sabes, como dice la frase, deja que el niñito venga a ti, que detrás viene su madre... Además el niño si me gusta y mucho, la que no me gusta eres tú- Terminó de decir Alex mientras encontraba su mirada con la de Step, quién el devolvió una sonrisa al verse.
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