- ¡HIGURASHI-CHAN! ¡AL FIN LLEGAS! -

Ese fue la efusiva bienvenida que recibió la azabache al llegar a la Finca del Pilar ojivino, pero no solo fue la alegre exclamación que recibió, no señor, en este preciso momento las tres Kunoichi dejaron de hacer sus actividades para irla a abrazar.

Kagome como pudo devolvió el gesto con una gran sonrisa en su rostro.

- Por lo menos no me tiraron al suelo- Pensó con gracia.

- Vaya, vaya, al fin nos honras con tu bella presencia Higurashi- Se escuchó la voz del albino a un lado de ellas- Por favor chicas, no acaparen a esta linda dama, también quiero que me salude con un abrazo-

- Pues tendrá que esperar sentado Uzui-san, porque se va a cansar de pie- Respondió la azabache mientras dejaba de abrazar a las esposas del mayor- Lo más que va a recibir de mi es un saludo de mano-

- Que cruel eres, hieres mis sentimientos- Dijo de forma dramática mientras se llevaba una mano a su pecho.

Eso solo hizo que sus tres esposas negaran con la cabeza y la ojiazul riera por la patética dramatización de este.

- Por cierto, muchas felicidades, me entere que derrotaste a otra Luna Superior, sin lugar a dudas eres una chica extravagantemente fuerte- Trato de abrazar a la joven con ese pretexto, pero esta lo esquivo al saltar sobre él.

- No crea que con sus halagos voy a olvidar lo que me hizo hace una semana Uzui-san- Esas palabras hicieron que las esposas de este lo miraran de manera inquisidora- Pero se le agradece de todas formas-

Kagome estaba apunto de dirigirse hacia donde intuía que se llevaba a cabo el entrenamiento, cuando la voz del mayor la detuvo.

- ¿A dónde vas Higurashi? -

- Pues no es obvio Uzui-san, al campo de entrenamiento-

- Pero antes de que vayas hacia haya tendrás que cambiarte por un atuendo más acorde para entrenar- Explico con una gran sonrisa en su rostro, logrando de esta forma que la Hinoe lo mirara confundida mientras que una gota de sudor corría por la sien de sus nerviosas esposas.

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- ¡UZUI-SAN ES HOMBRE MUERTO! -

Ese grito se escuchó absolutamente por toda la Finca, logrando que los cazadores que se encontraban entrenando se detuvieran por un momento para tratar de averiguar su origen.

- Vamos Higurashi, no tienes por qué exaltarte- Respondió con desde el Pilar.

- Perdón por exagerar- Mascullo molesta- Pero no sabía que "este" vestuario sea apropiado para entrenar- Continuo con su reclamo mientras se señalaba a sí misma- Devuélvame ahora mismo mi uniforme-

- Lo siento linda, pero no podré hacer eso hasta que completes mi estación de entrenamiento-

- Este hombre es mucho peor que el Monje Miroku-

Ajeno a los pensamientos de la azabache, Uzui no dejaba de deleitarse con la vista que tenia de ella.

- Sin lugar a dudas hice bien el guardar ese conjunto- Pensó de manera orgullosa- Aunque ese short le quita algo de extravagancia- Tan absorto estaba en sus pervertidos pensamientos que no noto a la chica ir a su dirección.

Sin más Kagome le propino una fuerte patada en el abdomen al albino que hizo que cayera casi de inmediato al piso, satisfecha salió de la habitación topándose con las tres Kunoichi, se disculpó con ellas para continuar su camino hacia el campo de entrenamiento.

Mientras tanto las tres damas algo confundidas miraron a la ojiazul marcharse, obtuvieron su respuesta ante su actitud al entrar al cuarto y ver a su esposo en el suelo con las manos en el lugar en que lo habían golpeado, pero con una sonrisa tonta dibujada en su rostro.

- Usted nunca aprende Tenge-sama- Reprendió Hinatsuru.

- Normalmente no estoy del lado de la violencia, pero Higurashi-chan estuvo en todo su derecho de molestarse- Secundo Suma.

- ¿Cómo carajos se le ocurre darle el conjunto que utilizo en la misión del Distrito Rojo para entrenar? - Cuestiono Makio con molestia – Bien merecido se tiene lo que sea que le haya hecho Higurashi-chan, para la próxima no solo será ella quien lo ponga en su lugar- Sentenció siendo apoyada por las otras dos.

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- Muchas gracias por todas sus atenciones-

- No tienes por qué agradecer Higurashi-chan- Respondió Suma – Tu siempre serás bienvenida aquí-

- Así es, nuestras puertas siempre estarán abierta para ti- Secundo Hinatsuru con una amable sonrisa.

- Por cierto ¿Dónde se encuentra Makio-san? -

- Ah ella, se está encargando en este momento de desatar a Tengen-sama para que por lo menos se le permitiera despedirse de ti- Respondió Suma.

Y como si la mujer los hubiera invocado, los dos integrantes faltantes hacían acto de presencia ante los demás mientras venían discutiendo.

- No era necesario que me mantuvieran amarrado Makio, con la parálisis que me provoco Higurashi era más que suficiente-

- Nosotras se lo advertimos Tengen-sama, le hacia otra cosa a Higurashi-chan y te las verías con las tres-

Kagome solo miraba a ambos con la risa contenida, recordando el motivo del castigo del Pilar del Sonido; eso sucedió en el cuarto día de entrenamiento, ella se encontraba recorriendo el circuito por sexta ocasión, estaba apunto de llegar a la meta cuando repentinamente fue empapada por agua de pies a cabeza, la razón de que no lograda evadir ese vital liquido fue que Uzui la había acorralado.

Esa no fue la molestia de la ojiazul, sino más bien como el atrevido albino quería "ayudarla" a secarse, por lo que la tomó de la cintura y a poco de pasar la toalla sobre ella, pero por fortuna las tres Kunoichi hicieron acto de presencia para ayudarla.

- Es increíble que completaras la estación en solo cinco días Higurashi-chan- Expreso Makio con tono de admiración al momento de llegar a su lado.

- Estoy totalmente de acuerdo con Makio, eres realmente impresionante Higurashi-chan- Ese halago provoco que la azabache se sonrojara un poco por la pena.

Sin más la ojiazul abrazo a las tres mujeres a modo de despedida y prometiéndoles que haría todo lo posible por visitarlas.

- No es justo, yo también quiero un abrazo- Reprocho el ojivino caminando hacia el grupo con los brazos abiertos, solo para ser alejado por sus tres esposas.

- De ninguna manera- Exclamaron las tres mujeres en coro.

Ese regaño ocasiono que el Pilar hiciera un mohín de molestia mientras la ojiazul se reía por la curiosa escena.

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- Vaya, hasta ahora eres la primera persona que logra pasar mi modulo en tan solo tres días Kagome-chan-

- ¿Enserio Shinobu-san? - Pregunto algo sorprendida la chica.

- Sí Kagome-chan, por muy mínimo los demás miembros lo han logrado en dos semanas – Sonrió de manera sincera al ver la expresión de asombro en el rostro de la azabache- Si no fuera porque ya estas más adentrada a las peleas hubieras sido un gran miembro de la Finca Mariposa-

- Gracias por sus palabras Shinobu-san- Agradeció con amabilidad, pero de un momento a otro su rostro cambio a uno serio, extrañando de esta forma a la de puntas moradas – ¿Podría platicar más tarde con usted? - La vio asentir- Entonces la veo en el techo ya que todo el mundo se haya ido a descansar, con su permiso iré a darme un baño, de antemano le agradezco el tiempo que me brindara-

Aún más confundida la Pilar vio a la ojiazul marcharse hacia la habitación que le habían asignado, al ya no verla se fue a su oficina a terminar algunos pendientes, de esta forma el tiempo se pasó en un abrir y cerrar de ojos por lo que procedió a ir al lugar en donde la había citado Kagome.

Al llegar a dicho lugar, Shinobu encontró a la chica sentada y observando muy detenidamente el estrellado cielo.

- La luna esta preciosa- Esas palabras tomaron por sorpresa a la Pilar - ¿No lo cree Shinobu-san? -

- Por supuesto que si Kagome-chan- Respondió de forma serena mientras se dirigía a sentarse a un lado de la ojiazul- ¿De qué querías hablar? -

- Primero que nada me disculpo si esto la llega a incomodar o a molestar, pero hay algo que quisiera saber ¿Su cuerpo realmete despide el aroma de veneno de glicinia? -

Eso tomo por sorpresa a la ojimorada, tanto así que sintió que la garganta se le había secado impidiéndole hablar por un momento.

- ¿Cuándo es que te percataste de eso? -

- Desde la primera vez que la vi, solo que en ese momento nunca paso por mi mente que se tratara de veneno, ya que no lograba identificarla con exactitud, lo único notorio eran las glicinias-

- ¿Y cómo es que lograste identificarla? -

- Obtuve ayuda indirectamente de usted Shinobu-san- Vio la confusión en el rostro de la mencionada- Gracias a esta estación de entrenamiento es como pude al fin dar con el aroma que usted desprendía-

- Vaya, eso sí era algo que no me esperaba- Respondió rendida, mientras agachaba un poco la mirada – Y con lo perspicaz que eres imagino que te haces una idea del por qué ¿Verdad? -

- Esta en lo correcto Shinobu-san, y es por eso que le suplico que no se sacrifique- Eso hizo que la Pilar levantara la cabeza de golpe y mirara a la joven con sorpresa- Podemos buscar otra forma de acabar con el demonio que asesino a su hermana sin que tenga que perecer en el intento-

- No la hay, he pasado bastante tiempo investigando todo lo referente a los demonios, pero lo única manera que he encontrado es hacer que ese maldito me coma para que el veneno surta efecto- A este punto de la conversación la ojimorada había borrado su habitual sonrisa de su rostro- Eso es lo único que puedo hacer Kagome-chan, soy la única Pilar que no cuenta con la fuerza suficiente para cortarle la cabeza a los demonios, soy patética-

Sin que la Pilar lo notara Kagome se dirigió hacia ella, Shinobu sintió como era levantada de manera rápida para después verse en un gran, cálido y reconfortante abrazo.

- Usted no es patética Shinobu-san, al contrario, es una persona con un vasto conocimiento de venenos y antídotos, además de elaborar medicamentos de muy alta calidad para cada uno de los heridos que llegan a esta Finca- Sintió como la Pilar correspondía al abrazo- Además de que hay personas que realmente la aprecian y quieren mucho, las cuales se pondrán demasiado tristes si usted muere, yo sería una de ellas- Cuando sintió que su uniforme se humedecía por el llanto silencioso de la Pilar, la abrazo con un poco más de fuerza- Conozco a alguien que es igual de buena en cuanto a medicina se trata, tal vez suene egoísta mi petición pero cuando todo esto acabe quiero que este a mi lado el día que contraiga nupcias- Shinobu alzo nuevamente su rostro sorprendida por tal revelación - ¿Podría prometerme eso Shinobu-san?-

- ¿Tú real...mente quieres que este a tu lado? -

- Eso forma parte de cosas que me encantaría Shinobu-san- Respondió con una dulce sonrisa – Así que esta noche libere todo lo que tenga guardado en su corazón, seré su hombro de apoyo y su confidente, para que de esta forma pueda aceptar mi propuesta-

Eso fue más que suficiente para que la ojimorada escondiera su rostro en el pecho de la azabache y así, al fin después de tantos años dejar fluir todo el rencor, el sufrimiento, la frustración y la ira en los cálidos brazos de la chica.

Estuvieron así hasta muy altas horas de la madrugada, eso hasta que Shinobu termino dormida en los brazos de la Hinoe debido al cansancio. Con mucho cuidado Kagome la cargo al estilo nupcial para llevarla a su cuarto.

- Por fortuna Shinobu-san es más baja que yo, o sino habría tenido algunas dificultades para trasladarla- Escucho un "Gracias por tu preocupación" provenir de una dormida Shinobu, haciéndola sonreír.

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Los cazadores miraban con total asombro la escena frente a ellos, ya que el Pilar que siempre tenía una actitud seria en sus entrenamientos pudiera tener esa clase de facetas.

- Que alegría de que al fin llegaras a mi estación, Kagome- Expreso con emoción el ojimenta mientras abrazaba por la cintura a la mayor- Contigo aquí el entrenamiento será más entretenido-

- Vamos Muichiro, no exageres- Respondió de manera tranquila mientras colocaba su mano en la cabeza del menor- Estoy segura de que aquí hay alguien que puede ser capaz de darte batalla-

Tras esas palabras Kagome dirigió su atención a los cazadores que la estaban mirando y brindarles una amable sonrisa, lo cual provoco que estos se sonrojaran, pero esa agradable sensación desapareció al sentir la penetrante mirada del joven Pilar.

- ¿Qué tanto miran basuras incompetentes? Vuelvan a su entrenamiento- Expreso de manera un poco celosa al no tener la atención de la azabache.

Sin que necesidad de que se lo repitieran los pobres cazadores reanudaron sus actividades, ya que no quería sufrir ejercicios más demandantes y exhaustivos. Cuando Kagome estaba apunto de reprenderlo, este la tomo para adentrarla más a la Finca.

- Vamos Kagome, hay que iniciar de una vez con el entrenamiento-

Kagome no tuvo de otra más que seguirlo, mientras negaba levemente con la cabeza con una pequeña sonrisa en su rostro.

- Al parecer Giyuu no será el único celoso-

Después de eso transcurrieron tres días en los cuales la azabache entrenaba arduamente con el ojimenta, en ese lapso logro estar al nivel del más joven, por no decir que lo había superado un poco. Lograba bloquear y atacar a una gran velocidad sin ningún problema, dejando asombrados a los demás cazadores y hasta al mismo Muichiro.

- Como era de esperarse, tu condición física es perfecta Kagome- Dijo el ojimenta con una sonrisa- Tienes mi total autorización para ir con Kanroji, la cual es la encargada de la siguiente estación-

- ¿En serio? - Vio al chico asentir- ¡Muchas gracias Muichiro! – Sin que este se lo esperara la ojiazul lo abrazo con algo de fuerza, ante el repentino movimiento la cabeza de este quedo poyado en el busto de la chica, provocando un leve sonrojo en su rostro- Sin tus indicaciones no lo hubiera logrado-

Eso provoco en los demás miembros de la Organización varios tipos de emociones, las cuales predominaba la envida al no ser ellos quienes recibieran ese tipo de afectos, aunque no se atrevieron a decirlo por miedo a las represarías de su Superior.

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- De verdad no era necesario que hiciera eso Kanroji-san, no pretendía ser una molestia, además ya había comido algo en el camino-

- No tienes por qué preocuparte por eso Kagome-chan, para mí es un gusto prepararte estos panqueques y tuvieras la oportunidad de probar la miel que elaboro en mi casa-

La situación era la siguiente, después de dejar la Finca del Pilar de la Niebla Kagome emprendió marcha a la Finca de la Pilar pelirosa, durante su trayecto se encontró con varios árboles frutales por lo que decidió comer algunas antes de iniciar su siguiente entrenamiento.

En cuando llego a la Finca fue recibida con bastante emoción por la ojiverde, sin siquiera darle tiempo de hablar, esta la dirigió directamente a la cocina, llevándola a la actual situación, ella sentada en un enorme comedor y una gran pila de panqueques.

- Bueno, tal vez un par de esos no haga daño, además tengo demasiado tiempo que no los pruebo- Tomo el cubierto para tomar una porción de dicho alimento- Y seria de mala educación rechazar a Kanroji-san- Los ojos se le iluminaron después de introducir el panqueque a su boca – ¡Esta realmente delicioso! – Esa exclamo de suma felicidad logro que la Pilar se sonrojara de la emoción mientras la veía comiendo.

Después de comer Kanroji guío a la azabache al cuarto que le habían asignado para que esta dejara sus cosas, además de proporcionarle un cambio de ropa para realizar los ejercicios.

- ¿Me pregunto qué clase de entrenamiento requiere el uso de un traje de ballet? - Pensó la chica antes de solicitar permiso para entrar al cuarto de entrenamiento – Si mi madre me viera así se reiría de mi por la irónica escena- Se rio de sí misma, tantas veces que se negó a ir a clases de ballet para no usar ese tipo de atuendos y termino usando uno para entrenar.

Al adentrarse al lugar en donde le había indicado la pelirosa tuvo que hacer un gran esfuerzo por no reírse, ¿La razón? Pues los cazadores que se encontraban ahí en su casi totalidad eran hombres, los cuales al igual que ella portaban dicho traje, además de tener sus rostros completamente rojos por la pena.

Más tarde Kagome al fin comprendía de que trataba ese modulo, a lo que quería llegar la Pilar es que los miembros de la Organización obtuvieran mayor flexibilidad en sus cuerpos, ella hacia uso de su extrema fuerza para alongar a cada chico que veía tenía problemas en hacerlo.

Por suerte la Hinoe no tuvo problemas en realizar cada uno de los ejercicios impuestos, por cada rutina que hacia agradecía en demasía al cielo por ser mujer y tener un cuerpo que a lo largo de las luchas había adquirido algo de flexibilidad.

Hasta el momento era el modulo que había logrado pasar con rapidez, ya que solo le bastó un día para completarlo con éxito.

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Kagome no dejaba de ver hacia enfrente con una cara que reflejaba sorpresa e incredulidad, ya que en dicha habitación se encontraban demasiados cazadores amarrados en todo el lugar en distintas posiciones y ángulos.

- Déjeme ver si entendí Iguro-san – Empezó a hablar al dirigir su atención en el Pilar – Usted quiere que trate de darle aunque sea un golpe dentro de esa carrera de obstáculos humana, sin dañar a ninguno de ellos ¿Estoy en lo correcto? - Lo vio asentir – Una cosa más ¿Oyakata-sama sabe tan siquiera esto? -

- El me permitió usar el método que creyera era el mejor para entrenar a los novato, quienes no tengan habilidades con la katana recibirán un pequeño castigo – "Sobre todo pequeño" pensó de manera irónica la chica- Para ti no debería ser motivo de preocupación, por las cartas que me han enviado los demás lograste completar sus estaciones en muy poco tiempo, será pan comido ya que fuiste capaz de superar a Tokito-

- Siendo sincera esa no es mi preocupación, sino poder lastimar accidentalmente a los pobres chicos- Pensó mientras dirigía nuevamente su atención a los "castigados".

- Hay que comenzar con el entrenamiento- Tras dicho esto el pelinegro fue en busca de un par de *bokken para llevar acabo la actividad.

La ojiazul aprovecho eso para colocarles una barrera a cada uno de los cazadores que se encontraban amarrados, ya que, aunque quisiera no podía liberarlos de su castigo por lo menos se encargaría de que salieran ilesos. Acababa de colocar la última barrera justo en el preciso momento en que el Pilar regresaba con los bokken y le entregaba uno.

Sin más el entrenamiento había comenzado, inicialmente Kagome solo lograba esquivar los ataques del Pilar, se le dificultaba mucho el poder contraatacar debido a que los bloques a los que estaban amarrados los pobres cazadores contaba con un mecanismo de movimiento, este hacia que el rango de movilidad y visibilidad de la azabache se viera mayormente afectada.

- Vamos Higurashi, sé que puedes hacer algo mejor que solo evadir- Hablo el pelinegro al momento que lanzaba otro golpe, el cual la chica bloqueo- Te propongo algo, si logras asestarme un golpe por muy mínimo que sea hare lo que tú quieras ¿Qué te parece? –

Esa proposición logro que la determinación de Kagome aumentara aún más, por lo que ahora contraatacaba apenas logrando evadir a los cazadores.

­"- En una batalla procura siempre leer los movimientos de tu oponente de esta el contraataque será muy efectivo-" De manera inesperada la ojiazul recordó uno de los consejos que le habría brindado Tsugikuni durante su plática, por lo que decidió ponerlo en práctica.

Ralentizo sus ataques para analizar a su contrincante, esa acción extraño un poco al heterocromático, quien a pesar de eso continuo con sus ataques.

- A pesar de tener la misma arma Iguro-san logra atacar sin siquiera tocar a los chicos, es como si...- Al ya tener la respuesta a esa incógnita, la destreza de la Hinoe aumento a tal grado que ahora era el pelinegro quien se encontraba con dificultades.

El intercambio de golpes duro aproximadamente cuatro, estaban al mismo nivel ya que ninguno parecía ceder, pero eso se definió en el preciso instante que uno de ellos logro golpear con fuerza el brazo del contrario haciendo que este cayera al suelo.

- ¡¿IGURO-SAN?! Lo lamento mucho ¿Se encuentra bien? –

Preocupada, Kagome rodeo el obstáculo humano para tratar de auxiliar al heterocromático, pero desafortunadamente este le dio una zancadilla haciendo que esta también cayera al suelo no sin antes golpearse la frente con uno de los obstáculos; gracias al leve quejido de dolor de la ojiazul hizo que el Pilar volviera en sí, al ver lo que había ocasionado se maldijo antes de ir a auxiliarla.

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Kagome se encontraba caminando de lo más tranquila hacia la Finca del Pilar del Viento, en eso toco con delicadeza la pequeña herida que tenía. Sonrió con algo de gracia al recordar la insistencia del pelinegro para tratar de por lo menos desinfectarla.

Volvió a prestar atención al camino cuando escucho una voz gritando por ayuda, cuyo dueño salió de una esquina como alma que lleva el diablo, quien en cuanto la vio corrió a abrazarla y tirarla en el proceso mientras lloraba a lagrima viva.

- ¡KAGOME-CHAN SALVAME POR FAVOR! ¡ESTAR EN ESE LUGAR ES UN COMPLETO INFIERNO! –

Sí, no era otro más que Zenitsu, al verlo con mayor detalle la ojiazul pudo notar lo malherido que estaba, no tuvo que ser un genio para saber de quién estaba huyendo.

- Maldito intento de cazador, te daré a elegir volver voluntariamente al entrenamiento o terminar hecho pedazos- Expreso Shinazugawa con bastante molestia logrando que el pobre rubio temblara del miedo.

- Yo tengo una mejor propuesta, dejar de perseguirlo como perro rabioso y dejar que regrese cuando se sienta listo- Hablo la Hinoe levantándose del suelo con algo de dificultad debido a que Zenitsu aun la abrazaba.

El peliblanco abriera los ojos con sorpresa al ver de quien se trataba, para segundos después regresar a su habitud actitud, ya que tenía un asunto que arreglar con ella.

- Que haga lo que quiera, cobardes como él solo estorban, en cuanto a ti haz que ese te suelte para que muevas esos malditos pies y que me sigas-

Kagome frunció un poco el ceño algo molesta por la forma en que el ojiamatista le había hablado, pero después dibujo una sonrisa burlesca al intuir el porqué. Ignoro por un momento al Pilar para tratar de convencer a Zenitsu de volver, le costó un poco de trabajo hacerlo, pero al fin de cuentas lo logro; emprendió camino junto al ojidorado y durante el trayecto aprovecho para curar sus heridas.

En cuanto Kagome puso un pie en la Finca fue brutalmente tacleada por nada menos que Nezuko, quien estaba muy feliz de ver nuevamente a su hermana mayor.

- Yo también me alegro mucho de verte corazón- Hablo de forma dulce poniéndose de pie con ayuda del rubio y cargando a la menor - ¿Has hecho lo que te pedí? – La vio asentir con una sonrisa en su rostro- Bien hecho cariño, creo que ya ha sido bastante castigo para él, ya puedes tratarlo bien-

La ojiazul bajo a su pequeña hermana, en cuando la menor sintió el piso corrió hacia donde se encontraba el peliblanco (el cual se encontraba a unos cuantos metros de distancia) y darle la más tierna y dulce sonrisa que podía tener, eso hizo que por algunos segundos este se sonrojara, siendo notado por una divertida azabache y un asombrado rubio.

- Lárgate en este momento al campo de entrenamiento sino quieres morir- Mascullo molesto el ojiamatista al pobre Zenitsu.

Ni lento ni perezoso el rubio salió huyendo de ahí mientras la chica solo negaba levemente con la cabeza.

El entrenamiento con el Pilar del Viento le tomo a la Hinoe completarlo en cinco días, aunque en esta no salió completamente ilesa, en su cuerpo se podían apreciar uno que otro moretón, algunas notorias y otras no tanto. Pero el evento más relevante sucedió el ultimo día, cuando ella discutió con el Pilar, ya que este había tratado de querer golpear a Genya, el cual solo quería tratar de arreglar las cosas con él.

Genya estaba más que agradecido por tener alguien que realmente se preocupaba por él, pero en parte estaba preocupado de lo que podía llegar a sucederle si su hermano perdía por completo los estribos. Cuando el Shinazugawa menor estaba por intervenir alguien más ya lo había hecho, era Nezuko en su forma adulta con un notorio gesto de molestia, la cual como pudo reprendió al mayor por su pésima actitud tanto con su hermana como con el pelinegro.

Pero lo que la mayoría de los espectadores nunca olvidaran (ya que la discusión era en el patio) es el momento en que el Pilar más temido de todos reflejar un sentimiento que nunca en sus vidas verían.

"- Nemi malo, no lo quiero ver-" Fueron esas palabras textuales de la ojirosa la causante del estado deplorable del peliblanco.

Sin más se alejó de este para ir con el aun asombrado Genya, para después este verse caminando de la mano con Nezuko.

- Esa es mi chica- Pensó con orgullo la azabache, viendo de que su hermanita era capaz de defender a las personas sin que nadie se lo diga.

Al ver que todo el alboroto había terminado los demás cazadores reanudaron su entrenamiento, más que nada como precaución, ya que no querían estar cerca del Pilar en el dado caso de que reaccionara violentamente, mientras la ojiazul se marchó a recoger sus cosas, no sin antes acercarse al chico y decirle un "Se lo tiene bien merecido" para finalmente dejarlo en completa soledad.

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Muy buenas noches queridos lectores, antes que nada una disculpa, en esta semana me vi un poco atareada dificultándome un poco en actualizar.

Espero que este capítulo sea de su completo agrado, trate de hacerlo lo mejor posible.

También quería comunicarles que en las siguientes semanas (Empezando por hoy) cambiare los días de actualización, los recorreré a jueves y domingo.

Por ultimo solo me queda desearle una muy linda y hermosa navidad, que estos tiempos de pandemia hagan que apreciemos más a todos nuestros seres queridos y que no se pierda la esperanza de que esto llegara a un buen fin.

Les mando un fuerte y caluroso abrazo, además de un enorme agradecimiento por seguir esta historia.