CAPÍTULO 31
- Listo Oyakata-sama, un par de sesiones más y estará completamente curado- Le sonrió mientras le ayudaba a recostarse en su futón- Y disculpe por no haber venido con anterioridad-
- No tienes porque hija mía, al contrario, estoy muy agradecido por ayudarme a eliminar la maldición que ha pesado en mi familia durante décadas-
- Para mí es un gusto poder ayudarlo, además de que yo soy la que esta agradecida por aceptar la historia de mi pasado y verdadero origen-
Si, la azabache se había decidido a contarle absolutamente todo lo referente a ella y sus poderes hace un mes, la dicha fue mucha al ver que el líder de la Organización creía cada una de las palabras dichas por ella, después de esa platica le había propuesto tratar de eliminar la maldición que tenía, a lo cual el Patrón accedió.
Los primeros días no hubo un cambio notorio, pero eso no fue impedimento alguno para la ojiazul, ella iba a tratarlo todos los días, si bien no siempre era a la misma hora, ya que iba antes de ir a una misión o por ende cuando regresaba de ella, sea como sea nunca faltaba.
Los resultados empezaron a rendir frutos después de una semana, había logrado sanar el ojo derecho del Patrón, el cual estaba más que sorprendido por este hecho al igual que su familia; por decisión de estos habían optado por disminuirle un poco la carga de trabajo a manera de agradecimiento, por lo que solo la enviaban a misiones a lugares cercanos. Actualmente la maldición de Oyakata-sama había sido eliminada completamente de su ojo izquierdo, recuperando por completo el sentido de la vista.
- Las últimas sesiones las llevare a cabo la siguiente semana, ya que necesito que descanse el mayor tiempo posible, aunque no lo crea eso también le consume energías-
- Gracias hija, lo tendré en cuenta- Frunció un poco el ceño- Mi única preocupación es que la maldición vuelva a aparecer en esos días-
- No tiene por qué estarlo Oyakata-sama- Respondió tranquila mientras buscaba algo dentro de su haori, sacando una pequeña cajita del tamaño de su palma, cuando estaba a punto de explicarle lo que eran fue interrumpida por unos pequeños golpes en la puerta, para después ver entrar a la esposa del Patrón, estaba a punto de ponerse de pie para recibirla de manera formal, pero fue detenida por la voz de la recién llegada.
- No es necesario que te levantes querida- Tras decir esto dirigió su atención a su esposo – He traído lo que habías solicitado querido-
- Te lo agradezco, hazme el favor de entregárselo a Kagome-
Fue entonces que la mencionada había notado el pequeño bulto que cargaba la matriarca de la familia Ubuyashiki, cuando esta le había entregado dicho paquete tomo asiento al otro lado de su esposo. La ojiazul miro un poco confundida el paquete para después dirigir la vista al pelinegro, quien procedía a explicarle.
- Antes que mires su contenido con más detalle necesito que hagas lo siguiente- La vio asentir- Quiero que hagas puño tu mano derecha y pronuncies las siguientes palabras: Muéstrame mi rango-
Kagome siguió al pie de la letra la instrucción del Patrón, en eso miro con asombro como el kanji tercero se dibujaba en el dorso de la mano.
- Felicidades hija mía, tus constantes esfuerzo te han permitido subir al rango Hinoe- Se empezó a preocupar un poco al no ver reacción en la chica – Hija, ¿Te encuentras bien? – Después de preguntar vio como la ojiazul soltaba un pequeño suspiro para enseguida mirarlo a él.
- Si Oyakata-sama, sería muy amable de explicarme por favor lo que acaba de pasar- Solicitó amablemente para mirar nuevamente su dorso.
- Por supuesto hija, a eso se le llama "Tallado Glicinia", todo cazador porta un símbolo así después de haber superado la Selección Final- Miro el desconcierto en el rostro de la azabache- Por tu rostro deduzco que desconocía por completo esto ¿Verdad? - Recibió un asentamiento como respuesta- Daba por hecho que ya sabias de ello cuando subiste de rango la primera vez, pero al parecer tu cuervo olvido ese pequeño detalle- "Sobre todo pequeño" Pensó la chica- Ya despejada tus dudas, puedes ver lo que mi esposa te ha entregado-
Sin más Kagome abría con mucho cuidado el envoltorio del paquete, cuando termino de hacerlo sus ojos se iluminaron de alegría, era una nueva chaqueta con el grabado del rango al que acaba de ascender.
- No es un detalle como tal, ya que es parte del protocolo de la Organización, pero espero que te haya gustado querida-
- Por supuesto que me gusto Amane-sama- Agradeció mostrándole una enorme sonrisa al matrimonio, respondiéndole estos de igual forma – Por cierto, antes de que lo olvide necesito darles las recomendaciones que deben de seguir por el tiempo que no vendré-
Le entrego a la señora Ubuyashiki la pequeña caja que había sacado con anterioridad de su haori, esta contenía seis sobres de infusión que ella había fabricado, por suerte había encontrado las hierbas medicinales que necesitaba para elaborarlas y les dio un plus al también anexar pétalos de glicinas.
- Así que no lo olvide Amane-sama, debe darle de tomar dos infusiones cada tercer día, preferentemente antes de los principales alimentos, con eso será más que suficiente para que la maldición no avance hasta mi próxima visita, ¿Alguna duda? -
- Ninguna querida, ten por hecho que seguiremos tal cual las indicaciones que nos has dado- Respondió a la vez que se colocaba de pie – Llevare a guardar esto a la cocina, te deseo un buen día por si no llego a encontrarte, con su permiso- Y sin más, la mayor se retiró del lugar dejando nuevamente solos a su esposo y la cazadora.
- Hija mía, deduzco que las infusiones que le entregaste a mi esposa los elaboraste tú-
- Efectivamente Oyakata-sama, eso también era una de las labores que realizaba en mi antiguo mundo, tuve que aprender a marchas forzadas todo lo referente a la herbolaria medicinal, pero logre hacerlo – Una sonrisa algo nostálgica apareció en su rostro al recordarlo mientras dirigía su vista a sus manos – La llegue a usar cuando la familia Kamado me había acogido, ellos jamás tuvieron conocimientos sobre mis habilidades de curación, esto más que nada para que no corrieran peligro por si alguien quisiera hacer mal uso de ellas y los utilizara para llegar a mí- Levantó su cabeza para mirar al mayor – Desde que me hice cazadora lo utilizaba muy poco, además no sabía si las plantas que yo conocía existían en este lugar-
- Comprendo hija, déjame decirte que es una muy buena habilidad que tu posees, me atrevería a decir que superas un poco a Shinobu-
- Pero que cosas dice Oyakata-sama, Shinobu-san se mueve mejor que nadie en esa rama-
- Si hija, admito que ella es muy buena, pero debes recordar que está más enfocada en la creación de venenos y antídotos que en la herbolaria medicinal, en esa área puedo intuir que se te da mucho mejor a ti- Sonrió cuando vio a la chica sonrojarse de pena – Espero que más adelante puedas instruir a las demás asistentes de la Finca Mariposa más a fondo en esa área-
- No le prometo nada, ya que usted mejor que nadie tiene el conocimiento del aumento de ataques de demonios y por ende el trabajo de eliminarlos aumenta por igual- El Patrón le dio completamente la razón- Bueno, es hora de irme, lo dejo descansar Oyakata-sama, cuídese mucho- Se levantó para después hacer una pequeña reverencia.
- Gracias hija, tú también cuídate mucho- Sin más vio a la chica retirarse de su habitación – Es bueno saber que enviran a este mundo a alguien como ella- Susurro a la nada para minutos después caer en un profundo sueño.
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Kagome estaba de camino hacia la Finca Mariposa, quería darles una pequeña visita sorpresa a Kanao, Aoi y las trillizas, estaba de muy buen humor después de recibir la noticia de su ascenso por lo que iba con una gran sonrisa en su rostro, pero al recordar el pequeño detalle de su compañera plumífera su gesto disminuyo un poco.
- Esa Eiko, me hizo quedar como una ignorante frente a Oyakata-sama, ya vera cuando la llegue a ver- Y como si la hubiera invocado, dicha ave llego a posarse en su hombro – Hablando de la reina de Roma- Esta vez era una pequeña sonrisa maliciosa la que tenía en el rostro, para proceder con el pequeño castigo.
- Eso duele Kagome, por favor deja de jalar mi colita Craw-
- Es que no puedo creer que algo de suma importancia se te haya olvidado- Recriminó aun dándole pequeños jalones, mientras Eiko la miraba sin entender- A como saber mi rango-
- Lo siento, en ese entonces creí que no era necesario que lo supieras, Craw- Unos momentos después dejo de sentir los tirones de su cola.
- Bien, lo hecho hecho esta, no se puede regresar el tiempo atrás- Soltó un pequeño suspiro de resignación- Iré a visitar a Aoi y las niñas ¿Gustas acompañarme? - Eiko asintió, por lo que la ojiazul reanudo su andar en un cómodo silencio.
Le faltaban unos cuantos metros para llegar a su destino, cuando de repente escucho gritos, las cuales reconoció de inmediato, sin más corrió lo que le quedaba de camino pensando que tal vez las niñas estaban en problemas, cuando al fin llego fue solo para topándose con el principal causante de ese alboroto.
- Tenía que ser Uzui-san-
Efectivamente, el Pilar del Sonido era el culpable de la exaltación de las chicas, este tenía cargando a la pobre de Aoi como un costal de papas, mientras en el otro brazo cargaba a la pequeña Naho, la cual suplicaba que la soltara con lágrimas en los ojos.
Tanto Kiyo y Sumi le gritaban al Pilar que soltaran a sus amigas, mientras la pobre de Kanao al principio no sabía qué hacer, pero una oleada de determinación recorrió todo su cuerpo al recordar las palabras que le había dicho la azabache antes de partir a su misión hace cuatro meses, sin que nadie se lo esperara, la Tsuguko tomo la mano de Aoi al mismo tiempo que agarraba a Naho de su falda, tratando así de frenar al mayor.
Solo que había un pequeño problema, el Pilar estaba entre los más altos de la Organización, por lo que la pobre Kanao no era rival para él, así que este la arrastro sin mucho esfuerzo haciendo que la chica dejara una ligera estela de polvo. Todo empeoro cuando después de que el albino le llamara la atención a la ojivioleta las otras dos niñas se le lanzaran encima, provocando que el hombre se molestara más.
- Eiko, necesito tu ayuda- La mencionada asintió para después escuchar con atención lo que tenía que hacer y emprender vuelo hacia donde estaba el Pilar.
- ¡Pero que rayos! ¡De donde salió este maldito cuervo! - Se quejó el albino al sentir repentinamente picotazos en su cabeza y gracia a esa distracción Kanao logro salvar a las chicas, cayendo las tres al suelo debido a la fuerza ejercida, eso hizo que las otras dos niñas soltaran al hombre para dirigirse con las demás.
- Ya verás maldito pajarraco, si te atrapo hare estofado de cuervo contigo- Exclamo molesto tratando de alejar al ave.
Ese comentario asusto mucho a la pobre de Eiko, por lo que de inmediato se alejó de él para posarse en el hombro de Kanao, haciendo que la menor mirada hacia la entrada y sus ojos se iluminaran de alegría.
- Kagome-san- Susurro la chica con notable alivio al ver su salvadora.
- ¿Qué dices niña? Ella no está aquí para ayudarlas, no trates de distraerm...- No termino su alegato cuando de repente sentía completamente paralizado lo que era el tronco del cuerpo hasta las piernas, haciendo que cayera de rodillas al suelo- Pero qué demonios- Giro la cabeza (Que es lo único que podía mover) para encontrar a la responsable de lo que le paso- Higura...shi- Pronunció con un dejo de asombro y nervios.
- Muy buenas tardes Uzui-san- Respondió un poco seria la azabache, en un segundo cambio su gesto al dirigir su atención a las asustadas chicas, mostrándoles una sonrisa para tratar de calmarlas.
Las niñas inmediatamente corrieron a abrazarla, siendo seguidas por Aoi y Kanao; logro estabilizarse al momento que saltaban hacia ella y se aferraban con fuerza a su cuerpo.
- Kagome-sama, que bueno que este aquí, estamos muy asustadas- La primera en hablar fue Naho – Ese señor trato de secuestrarme junto a Aoi-san, quien sabe para qué cosas raras nos quería-
- Muy bien Uzui-san, estoy esperando una buena explicación sobre esto- La seriedad con la que había hablado la chica hizo que el Pilar se estremeciera un poco.
- Mocosa tonta- Murmuro por lo bajo a la niña que lo había acusado, se aclaró la garganta para poder hablar – No las estaba secuestrando, necesitaba mujeres para una misión, recordé que Kocho tenía bajo su tutela a un grupo y pues se me hizo fácil venir por un par de ellas-
- Dios, dame paciencia con este tipo y sus tontas ideas- Pensó algo exasperada la ojiazul.
- Usted realmente está mal de la cabeza, Naho no es un miembro de los Cazadores de Demonios y que además es una niña- Empezó a reclamarle Aoi, quien aún abrazaba a la azabache y miraba resentida al Pilar.
El albino estuvo a punto de insultar a la de coletas, pero se detuvo cuando Kagome le lanzaba una mirara más seria.
- De acuerdo Uzui-san- Volvió a tomar la palabra la ojiazul- Supongamos que solo se hubiera llevado a Aoi, quiero pensar que le pidió permiso a Shinobu-san ¿Verdad? -
- Claro que no, esa mocosa no es su sucesora, por lo que no necesitaba de su permiso para llevármela-
- Nada más porque Aoi no sea sucesora de Shinobu-san no le da derecho de llevársela así como así; ella, las trillizas junto a Kanao están bajo su protección y todo lo que tenga que ver con sus protegidas es de interés para ella-Soltó un cansado suspiró para mirar por un momento a las susodichas.
- ¿Y entonces que quieres que haga? Realmente me urge una mujer para la misión-
- Le propongo algo, si tanto necesita a una chica iré yo- El Pilar sonrió por dicha propuesta, pero la borro al escuchar las siguientes palabras- Quiero que le quede muy claro lo que le voy a decir, donde me entere que las vuelve a molestar, la parálisis corporal será el menor de sus problemas- Sin más entro a la residencia con algo de dificultad, ya que las menores no querían despegarse de ella.
- ¡Higurashi! Devuélvele la movilidad a mi cuerpo, ¡Higurashi! –
Al ver que la azabache lo ignoraba, no le quedo de otra que esperar que el efecto pasara por sí solo.
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- No, no y no, tu no vas a ir sola a esa misión Kagome-chan, mucho menos con ese egocéntrico tipo-
- Estoy de acuerdo con Monitsu, quien sabe lo que ese vejestorio quiera hacer contigo- Le apoyo Inosuke- Como nuestra líder es nuestro deber acompañarte-
Esos y mas comentarios eran escuchados por Kagome, de haber sabido que esto ocurriría se hubiera retirado más temprano de la Finca. Sus amigos se enteraron por pura casualidad, ya que cuando se estaba despidiendo de las chicas la pequeña Naho la abrazó de la cintura a la vez que trataba hacerla cambiar de opinión y todo eso fue escuchado cuando Zenitsu e Inosuke habían llegado.
Ahora se encontraba camino al punto de reunión que el Pilar le había indicado, sumergidos en un extraño silencio, ya que el ojiesmeralda venia calmado, pero este ambiente fue roto por la voz del rubio.
- ¿Sabes dónde se llevará acabo la misión Kagome-chan? -
- La verdad no Zenitsu, Uzui-san solo me dijo en donde nos teníamos que reunir y ahí me iba a decir cuál era nuestro destino, ¿Porque la pregunta? -
- Por nada Kagome-chan-
Kagome detuvo repentinamente su andar, haciendo que el ojidorado también lo hiciera y la mirara con curiosidad.
- Zenitsu, si no quieres ir estas en todo tu derecho de hacerlo, yo soy la que se involucró en esto-
- De eso nada Kagome-chan, eres una persona importante para mí al igual que Nezuko-chan, aunque eres más fuerte que yo me prometí el dar lo máximo para poder cuidarte-
Esas palabras hicieron que Kagome tuviera una combinación de asombro y ternura, sin más le sonrió de manera radiante en agradecimiento provocando en el menor un sonrojo, pero de igual forma este le devolvió el gesto.
Pero como era de esperarse, Inosuke arruino ese momento al empezar a insultar a Zenitsu y este comenzando hartarse de sus palabrerías empezó a pelear con él.
- Estos dos al parecer nunca van a cambiar- Pensó la chica algo resignada, a la vez que una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro – Y creo que es mejor de esa manera-
Tuvo que intervenir cuando vio que estaban a punto de iniciar las agresiones físicas, luego de una pequeña reprimenda de parte de ella continuaron con su camino, aunque no sirvió de mucho ya que estos se continuaron insultando mientras caminaban.
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- Higurashi, mi bella dama, por un momento pensé que me dejarías plantado y verme en la necesidad de irte a buscar-
- No habría necesidad de hacerlo Uzui-san, yo cumplo mi palabra, así que aquí me tiene-
- Con esto me queda más que claro linda- Tan concentrado estaba en la azabache que apenas había notado la presencia de dos chicos tras de ella- ¿Qué hay con ellos? No sabía que ellos vendrían-
- Ni yo- Pensó con gracia- Ellos también quieren ir a la misión, espero que no haya problema con eso-
- No son chicas, pero de algo me tendrán que servir- Hablo mientras evaluaba a los menores- Aunque me hubiera gustado más ir solo tú y yo, ya sabes, antes de iniciar la misión tal vez habríamos dado la cita que me debes-
- Usted nunca se rinde verdad- Respondió Kagome algo molesta.
- En lo absoluto preciosa- Exclamo de forma arrogante- Una persona tan linda como tu tendría mejor presencia con alguien como yo a su lado- Trato de acercarse más a la chica, pero su paso fue interrumpido por los dos acompañantes de esta- Háganse a un lado par de tontos, no porque los acepte quiere decir que tienen que estar estorbándome-
- Mientras trates de acercarte a Kagome-chan con sucias intenciones no lo haremos- A pesar de sentir la penetrante mirada del albino no se movió de su lugar- Aunque poseas músculos de monstruo no dejare que te acerques a ella-
- Así es viejo pervertido, no permitiremos que tus mañosas manos se acerquen a nuestra líder-
- Como osas llamarse así maldito jabalí, yo no soy un viejo pervertido- Los apunto con el dedo tras decir eso- Si no fuera porque son amigos de la bella Higurashi ya los habría mandado a freír espárragos- En eso su rostro se tornó más serio- Así que más les vale no atreverse a desafiarme mocosos, o ya verán-
- Entonces Uzui-san, nos haría el favor de decirnos cuál es nuestro destino- Intervino Kagome para evitar que Inosuke hiciera más grande todo este asunto.
- Por supuesto mi bella chica- Su tono de voz cambio al dirigirse a ella- Nos dirigiremos hacia el lugar más extravagante de todo Japón, donde la lujuria y la codicia abunda en demasía- Soltó con algo de emoción haciendo que los tres cazadores lo miraran confundidos- Mi hermosa dama y acompañantes, nos dirigimos hacia el Distrito Rojo, lugar donde vive un demonio-
- Espero que el lugar no sea tan malo como me lo imagino- Pensó algo nerviosa la ojiazul – Pues entonces que esperamos, hay que ir de inmediato-
- Esa es exactamente la actitud que esperaba de ti hermosa, ya la oyeron par de zopencos, en marcha- Y así tanto el Pilar como los tres cazadores emprendieron camino al lugar donde un demonio posiblemente se encuentre escondido.
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Damas y caballeros, cin ustedes el capítulo 31
Es bueno saber que Kagome pueda retirarle la maldición al Patron, ¿O ustedes que piensa? 🤭
Sin mas, les agradezco mucho que sigan la historia, por lo que les mando un fuerte abrazo 🥰.
Les deseo que tengan una linda mañana 🌄/ tarde ☀️/ noche 🌙.
Nos vemos en el siguiente capítulo 😊.
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