- Concentración Total, Respiración de Agua, Undécima postura: Calma – El ataque dirigido hacia Kagome se inhabilito al estar cerca de ella, haciendo que sus contrincantes miraran asombrados tal hecho.

- Muy bien Kagome, haz dominado por fin la Undécima postura – La felicito Giyuu mientras se acercaba a ella, mientras la chica colocaba la katana en su funda – No esperaba menos de mi linda Tsuguko- La abrazo para después darle un pequeño beso.

- No es para tanto – Contesto la azabache abrazándolo por la cintura – Eso se debe a que tengo un excelente maestro y unos buenos compañeros de entrenamiento – Al decir esto, dirigió su vista hacia sus pequeños hermanos.

Tanto Kagome como los pequeños demonios ya llevaban un mes viviendo en la Finca del Pilar, durante ese tiempo la chica ha estado entrenando a mas no poder con resultados positivos, además de que sus pequeños hermanos le han tomado bastante cariño al pelinegro y lo mejor de todo es que es reciproco el sentimiento.

Fue todo un show cuando se lo comunicó a sus amigos, Zenitsu literalmente se había abrazado a sus piernas a la vez que le rogaba una y otra vez que no lo abandonara, trato de calmarlo diciéndole que aun podían ir a misiones en conjunto y que podía ir a visitarla; Inosuke le grito que podía hacer lo que quiera, pero que no olvidara ir a misiones ellos tres.

Kagome salió de sus pensamientos al percatarse de que Giyuu le estaba tratando de decir algo.

- Perdón Giyuu, me perdí en mis pensamientos – Soltó una pequeña risita - ¿Qué me decías? – El pelinegro solo suspiro.

- Te decía que si te parece bien ir a cenar fuera los cuatro – Vio a la ojiazul asentir con una sonrisa– Ve a tomar un baño mientras tus hermanos y yo nos empezamos a arreglar –

- Me parece bien – Se separó del chico, no sin antes darle un último beso y hacer lo que este le había indicado.

Giyuu estuvo un rato parado observando a su pareja perderse dentro de la casa, de pronto sintió un parte de jalones en la manga de su haori tratando de llamar su atención.

- Perdón chicos, hay que irnos a preparar antes de que su hermana nos gane –

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- ¡Perfecto! Al fin pude conseguir que esta postura saliera bien –

Kagome se encontraba entrenando sola, ella y sus hermanos estaban solos en la Finca ya que el Pilar salió a una misión a primera hora de la mañana, ese momento lo aprovecho la azabache para practicar una postura que había creado a escondidas.

- Ya quiero ver la cara que pondrá Giyuu cuando se la muestre – Sonriendo se encamino al interior de la casa para ir por un vaso de agua, pero cuando estaba a punto de llegar a su destino escucho que alguien tocaba la puerta de la entrada principal. Sin más se dirigió hacia haya para ver quién era la insistente persona que no dejaba de golpearla.

- Buenas tard...- No había terminado su frase al mirar con sorpresa a la persona.

- Tengo algo en la cara o que, tonta – Hablo dicha la persona, molestándose por la forma en que lo miraba la chica.

- Tan grosero como siempre – Pensó algo molesta la chica ante tal comentario – Buenas tardes Shinazugawa-san, si busca a Giyuu lamento decirle que esta de mis...- No termino al ser interrumpida por el Pilar.

- No vengo a hablar con ese idiota- La chica frunció el ceño al escuchar eso- Vengo a hablar contigo-

- De acuerdo – Dijo algo sorprendida – Entonces entremos para platicar más cómodos – Ella se hizo a un lado para permitirle el paso. Al llegar a la sala principal ambos jóvenes tomaron asiento.

- Usted dirá Shinazugawa-san-

- Primero que nada, te voy a pedir algo – Vio a la chica asentir – Nadie debe saber de esta platica, ni siquiera tu noviecito-

- Esta bien, no le diré a nadie de esto-

- Bien- Hablo serio- Sabes muy bien que nuestro trabajo es eliminar a todos los demonios que aterrorizan a las personas, por lo que mi anterior actitud con tus hermanos estaba por así decirlo justificada-

- En eso puedo estar de acuerdo Shinazugawa-san, pero mis hermanos tenían el beneficio de la duda, algo que al principio la mayoría no les quiso brindar- El peliblanco giro un poco su cabeza apenado al oír eso – De todas formas, yo iba a ponerlos a prueba ya que sabía muy bien que no todo iba a ser fácil-

- Y debo decirte que todos quedamos impresionados por eso, nunca se nos había tan siquiera ocurrido que existieran demonios así, siempre nos los hemos idealizado de las peores formas posibles- Soltó un suspiro- Aunque eso pudo ser posible a que tú has estado con ellos, ya que puedo sentir que transmites una sensación tranquilizadora y desde que se convirtieron en demonios no dudaste ni un segundo en meter las manos al fuego por ellos-

- No tengo motivos para dudarlo, sus padres me brindaron un lugar al cual llamar hogar desde que llegue aquí- Sonrió con tristeza – Ellos me ayudaron a sobrellevar la perdida de mi familia de forma inconsciente- Un par de lágrimas salía sin permiso de sus ojos – Daria mi propia vida con tal de que Tanjiro y Nezuko vuelvan a la normalidad- Estaba a punto de limpiarse las lágrimas cuando alguien más ya lo hacía, dejándola sorprendida.

- Tú me recuerdas a dos personas- Hablo el peliblanco al momento de alejar su mano del rostro de la azabache – A una de mis hermanas y a una amiga, ellas eran de las pocas personas que se aferraban a sus ideales- Dibujo una pequeña sonrisa dejando asombrada a la chica – Así que métete esto muy bien en la cabeza, a partir de ahora cuentas con mi apoyo en lo que se te llegue a ofrecer, tú y tus hermanos se han ganado mi completa consideración-

Eso fue la guinda del pastel, el Pilar más rudo de todos por fin había aceptado a sus hermanos, estaba muy feliz por eso, quería abrazarlo para agradecérselo, pero se reprimió al considerar que este se fuera a molestar.

- Quieres abrazarme ¿Verdad? - La ojiazul asintió haciendo que él suspirada resignado – Puedes hacerlo – Ni un segundo había pasado al decir eso cuando la chica lo abrazaba por la cintura – Solo recuerda...-

- Nada de esto a nadie, no lo olvidare-

Sanemi volvió a sonreír mientras le palmeaba suavemente la espalda, después de lo ocurrido en la casa del Patrón empezó a analizar un poco más los hechos en relación a ella y sus hermanos; la azabache había pasado lo que la mayoría de los cazadores, perdió a personas importantes en manos del mismísimo líder de los demonios y este inconscientemente habían convertido a sus dos hermanos en demonios. Por ello comprendió mejor la actitud protectora que tenía con ellos, él mismo lo hace en secreto con su hermano menor. Sintió a la chica romper lentamente el abrazo, por lo que dejo de palmearla.

- Ya aclarado todo ¿Le gustaría entrenar un rato conmigo Shinazugawa-san? En este momento me hace falta un compañero en combates ya que aún hay luz solar y mis hermanos no pueden salir-

- Me parece bien, solo te advierto que no me contendré, aunque eso signifique meterme en problemas con el tonto de tu novio-

Ese comentario le causo a Kagome algo de gracia por lo que soltó una pequeña risita siendo seguida por el peliblanco. Sin más ambos se dirigieron a la sala de entrenamiento.

Estuvieron entrenando hasta que el sol se había ocultado por completo, la azabache había invitado al Pilar a quedarse a cenar, al principio este se había negado pero las constantes insistencias de la chica lo convencieron, además este considero levemente tratar de convivir un poco más con los pequeños demonios.

La cena trascurrió de manera tranquila por así decirlo, ya que la pequeña Nezuko se había acercado al Pilar con curiosidad, después de mirarlo por unos segundos le sonrió para después tomar asiento en su lugar, dejando confundidos a ambos mayores.

- Gracias por aceptar cenar con nosotros Shinazugawa-san, espero haya sido de su agrado –

- No pensé que supieras cocinar muy bien, hasta ahora es la primera comida que realmente disfruté, ese Tomioka tiene bastante suerte de que estés aquí- Eso provoco una risita a la chica, en este momento esta junto a sus hermanos se encontraba en la puerta despidiéndolo- Nos estamos viendo, cuídate- Y sin más se retiró de ahí con una pequeña sonrisa en su rostro- Higurashi me recuerda mucho a ti Kanae, aunque a veces ella parece más madura que la edad que tiene – Empezó a hablar a la nada al estar lejos de la residencia a las vez que colocaba sus manos detrás de su nuca.

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- Comprendo, en un momento me empezare a preparar, gracias Eiko-

Kagome se encontraba barriendo en las afueras de la Finca cuando su compañera plumífera llego a notificarle de una nueva misión, en esta estaban contemplados sus dos amigos y el Pilar de la Llama. Por lo que le había informado en las últimas semanas había aumentado el número de víctimas en el Tren Infinito tanto civiles como cazadores, tenían que eliminar al demonio responsable.

- Es una lástima que Giyuu aún no regrese de su misión, me hubiera gustado despedirme de él y entregarle el obsequio que compre en el pueblo- Expreso con tristeza, pero rápidamente su buen ánimo regreso – Se lo entregare regresando de la misión, ahora solo debo enfocarme en preparar a mis hermanos e ir por mis dos tontos amigos-

Desayuno algo ligero y preparo algunos onigiris en caso de que más tarde le diera hambre, en aproximadamente una hora ya se encontraba lista para partir a la Finca Mariposa, le dejo una nota a su pareja para que no se preocupara por su ausencia.

Cuando llego a su destino de inmediato fue abordada por las pequeñas trillizas, se veían realmente contestas de verla, haciendo que ella sonriera tiernamente.

Al entrar a la residencia dejo la caja de sus hermanos en la entrada para después buscar a las demás integrantes de este lugar.

Iba de lo más tranquila por los pasillos, escucho a alguien venir por lo que se hizo a un lado para permitirle el paso, pero al estar de frente percibió en la persona malas intenciones así que coloco una pequeña barrera alrededor de ella como medida preventiva.

Vaya sorpresa se llevó el tipo al ser él quien terminara siendo empujado contra la pared en lugar de la chica, quien caminaba como si nada para detenerse un momento dándole aun la espalda.

- No creas que no te recuerdo mocoso- Eso sorprendió al chico - Es bueno saber que aun este bien, pero que te quede muy claro que aunque hayas ganado altura y masa muscular piensas que me vas a amedrentar, no eres el único que ha estado entrenando- Ella reanudo su andar a la vez que decía – Piénsalo bien la próxima vez que nos lleguemos a topar, porque no tendré consideración alguna contigo-

Después ese pequeño percance fue en busca de Aoi, la encontró en el patio recogiendo unas sábanas.

- Buen día Aoi, es un gusto volver a verte- Ese saludo logro llamar la atención de la chica de las coletas.

- Kagome-san, me imagino que viene por ese par de tontos para partir a su siguiente misión- Soltó un suspiro.

- Así es, pero también vengo a agradecerte que cuidaras de mí y los chicos durante este tiempo, aun a pesar de tener más tareas en la Finca-

- No tiene por qué agradecérmelo, sobreviví a la selección por pura suerte, pero mi cobardía hizo que no pudiera seguir peleando- Al terminar de decir eso agacho la mirada con el sentimiento de frustración recorriendo su cuerpo, pero de un momento a otro se sintió atrapada en un cálido abrazo.

- No tienes que sentirte así Aoi- Empezó a hablar suavemente mientras le acariciaba la espalda- De no ser por ti muchos de los cazadores heridos serían incapaces de continuar con su labor de salvaguardar a las personas inocentes, aunque no estés en el campo de batalla también eres una pieza importante dentro de esta Organización-

Esas palabras le llegaron a la menor en lo más profundo de su corazón, haciendo que algunas lágrimas salieran de sus ojos, era la primera vez que alguien la veía de esa forma.

- Tus ideas vendrán conmigo al campo de batalla- La azabache deshizo poco a poco el abrazo para después limpiar las lágrimas de la menor – Así que quítate esos pensamientos negativos, para que así pueda contar nuevamente contigo en caso de que vuelva a lastimarme – Le beso con delicadeza la frente- Me despido, cuídate mucho- Le mostró una gran sonrisa tras decir eso, sin más se retiró de ese lugar.

- Usted también cuídese mucho- Susurro Aoi viendo partir a Kagome a la vez que tocaba suavemente su frente – Y gracias-

Esa pequeña conversación con la azabache hizo que ella empezara ver de forma positiva su trabajo en la Finca.

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- Hola Kanao, que bueno es verte antes de que me vaya, fue agradable haber convivido contigo el poco tiempo que estuve aquí, así que gracias- La pelinegra solo le sonrió sin decir nada – Volvió a su vieja actitud reservada- En eso la vio lanzar una moneda para después hablar al ver lo que había salido.

- No tiene nada que agradecerme Kagome-san, yo solo acataba las ordenes que se me indicaron-

La azabache tomo asiento a un lado de la menor, quien la miraba con cierta curiosidad, para después de unos minutos de silencio la mayor empezará a hablar.

- No sé qué tan difícil haya sido anteriormente tu vida Kanao, pero tuvo que ser algo tan fuerte que haya provocado que no puedas decidir por ti misma y depender de una moneda- La acertada observación de la azabache dejo sorprendida a la Tsuguko - Y no me digas que no hay nada en el mundo que te importe, porque todos lo tenemos, hay que escuchar lo que nos dicta nuestro corazón, cumplir órdenes es importante, pero...- En eso la ojiazul se levantó de su lugar para colocarse frente de Kanao – Quisiera pedirte un importante favor – La menor asintió – A partir de ahora escucharas atentamente a tu corazón- Kagome tomo las manos de la pelinegra con suavidad- Quiero que una persona tan linda como tú demuestre que tiene hermosos sentimientos guardados en su interior- La ojiazul dibujó una hermosa sonrisa haciendo que los ojos de Kanao mostraran un hermoso brillo – El corazón es lo que nos mueve y con el tiempo puede fortalecerse infinitamente- Le soltó lentamente las manos para abrazarla – Cuídate mucho, cualquier cosa que necesites puedes contar conmigo, no lo dudes- Dejo de abrazarla para después darle un beso en la frente – Nos vemos – Estaba a punto de retirarse cuando ahora era ella a la que abrazaban.

- Le prometo que hare mi mayor esfuerzo para cumplir con mi promesa Kagome-san- Soltó a la mayor para brindarle esta vez una pequeña sonrisa sincera – Cuídese mucho, esperare con ansias su regreso-

Kagome asintió en respuesta con una enorme sonrisa plasmada en su rostro, esto al poder apreciar el nuevo brillo en los bellos ojos de Kanao. Palmeo con cariño su cabeza y se retiró de ahí en busca de sus desastrosos amigos.

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- ¡Animo chicos! ¡Ustedes pueden! – Se escuchaban tres voces infantiles y una adulta animando a Zenitsu e Inosuke, estos soplaban la calabaza más grande, después de un par de minutos lograron romperla.

- Muy bien chicos, yo nunca dude de ustedes, me siento orgullosa por este logro – Ambos chicos sintieron una cálida sensación recorrer por todo su cuerpo al oír el halago que Kagome les había dado.

- Lo han logrado, tengan estas bolas de arroz como recompensa- Las trillizas les entregaban un gran recipiente con varias bolas de arroz.

Inosuke trato inmediatamente tomar dos pero fue frenado por Zenitsu, ambos jóvenes empezaron a discutir por la comida, la azabache estuvo a punto de intervenir cuando de repente sintió un fuerte tiro en su brazo, siendo de esta formar alejada del grupo de personas.

Estuvo a punto de soltarle un golpe al causante de ese movimiento, pero no lo hizo por dos motivos;  el primero es que reconoció a la persona por su aroma y el segundo porque sintió un par de labios sobre los suyos.

- Es una suerte que pudiera alcanzarte antes de que partieras Kagome-

- Para mí más que una suerte es una agradable sorpresa- Respondió la chica mientras abrazaba al pelinegro y ponía su cabeza en el pecho – Estaba algo triste al pensar que no me despediría de ti-

- Yo también lo hubiera estado si no te hubiera alcanzado- El pelinegro dirigió su vista a los compañeros de su pareja – Puedo ver que esos dos al fin logrado mantener la Respiración de Concentración de Enfoque Completo, pensé que nunca lo harían-

- No seas así Giyuu, cada cuerpo es diferente  y hace lo que puede- Contesto la chica mientras veía en la misma dirección que el Pilar.

- Tú lo lograste en dos semanas-

- Pero hay dos factores que me diferencian de ellos, en primera no deje de entrenar cuando ellos sí y en segunda ellos no tuvieron el apoyo de un gran instructor como yo lo tuve- Eso ultimo hizo sonreír al pelinegro – Es hora de que me vaya, pero antes...-

La chica se separó de Giyuu y empezó a buscar algo dentro de su haori, al encontrar dicho objeto le pidió al Pilar que cerrara los ojos. Sin dudarlo el pelinegro hizo lo que le había pedido la chica; sintió como ella se colocaba detrás suyo para después colocarse nuevamente enfrente de él. La azabache le pidió que ya podía abrir los ojos, al principio no notaba algo diferentes hasta que la chica señalo que mirada su pecho.

- Espero que te guste- Sonó algo apenada Kagome, mientras veía al asombrado chico.

Giyuu no podía dejar de ver el dije color azul marino en forma de corazón que reposaba en su pecho, después miro nuevamente a la ojiazul, quien tenía una expresión entre apenada y ansiosa al esperar una respuesta de parte de él.

- Si no es de tu agrado pued...- Ni siquiera termino su frase al ser silenciada por los labios del pelinegro.

- Claro que me gusta y más que nada porque tú lo escogiste para mí- Le acaricio la mejilla con cariño mientras la chica sonreía- Gracias por el detalle-

Ambos están a punto de besarse nuevamente de no ser por el alboroto detrás suyo aumento bastante, por lo que los dos soltaron un suspiro, uno de frustración y otro de cansancio.

- Ahora si me tengo que ir Giyuu, no quiero que esos dos terminen matándose-

- No creo que se note mucho su ausencia – La chica lo miro un poco molesta – Era una broma- Le dio un rápido beso que la azabache no pudo corresponder a tiempo – Cuídate mucho, espero no estar de misión cuando regreses-

Kagome asintió para después dirigirse al par de chicos problemáticos, estos se calmaron al recibir un pequeño sermón por parte de ella, mientras Giyuu miraba con algo de diversión la escena a la vez que tocaba el regalo de su novia.

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- ¿Crees que fue una buena idea Kagome-chan? -

- Claro que si Zenitsu, de no haberlo hecho el idiota de Inosuke nos podría haber metido en problemas con las autoridades-

La situación era la siguiente; el trío había llegado a la estación del tren casi anocheciendo, todo normal hasta ahí de no haber sido por Inosuke, este inmediatamente empezó a decir que el vehículo era el maestro de estas tierras, por lo que lo desafío a una batalla, tanto la azabache como el rubio estaban avergonzados por esa escenita y hubiera empeorado de no haber sido por Kagome, ella había noqueado a Inosuke antes de que golpeara el tren y con ayuda del rubio lo llevaron a un lugar apartado de la mirada de todos.

- Ve a comprar los boletos Zenitsu, yo cuidare de Inosuke-

Ni diez minutos había tardado el ojidorado regresando ya con boletos en mano.

- ¿Y ahora como le haremos para esconder las katanas y cargar al idiota cabeza de jabalí? -

- No te preocupes, ya lo tengo resuelto, tu cargaras a Inosuke mientras yo escondo las nichirintos de los tres en mi espalda, al ser un poco más alta que ustedes no tendré problema con ello-

Por suerte nadie les cuestiono sobre el inconsciente chico por lo que entrar a uno de los vagones del tren fue fácil. Unos cuantos minutos después se toparon con el Pilar de la Llama, al parecer este estaba dando un pequeño recorrido por cada uno de los vagones que conformaban el tren.

- Miren a quien tenemos aquí, nada menos que la linda Higurashi- Hablo con emoción el Pilar – Me alegro bastante saber que formarías parte de mi equipo-

- Buenas noches Rengoku-san, es un gusto volverlo a ver, el honor es mío al poder ayudar a un gran Pilar como usted-

- Hay que tomar asiento, el tren no tardará mucho en ponerse en marcha-

Sin tiempo que perder el grupo busco unos asientos desocupados, Zenitsu compartía asiento con un ya despierto Inosuke, mientras la Mizunoe por lógica compartía asiento con el rubio de puntas rojas y había colocado la caja de sus hermanos en el asiento frente a ella.

Un camarero hizo acto de presencia para tomar sus pedidos, ella iba a negar, pero el Pilar ya había pedido varios platos de comida para ambos.

-No era necesario que pidiera por mi Rengoku-san- El mencionado encogió levemente los hombros – Rengoku-san, más tarde habrá manera de que podamos tener una plática de un asunto que tal vez usted pueda ayudarme -

- Claro que si mi chica- Le respondió con una sonrisa en el rostro – Por lo mientras hay que disfrutar de los alimentos-

- Otra persona que me recuerda a Inuyasha- Soltóuna pequeña risita confundiendo un poco al Pilar – Espero que él pueda ayudarme con relación a la Danza del Dios de Fuegoque me enseño Tanjuro-san- Pensaba esperanzada mientras miraba por laventana.

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Ya aquí esta un nuevo capítulo, espero la disfruten mucho.

Con relación a la votación anterior, realmente me gustaría mucho su opinión, para que de esta forma empiece a estructurar los nuevos capítulos.

Sin otra cosa más que decir, les mando un fuerte abrazo y agradezco que sigan la historia, es una gran fuente de motivación para seguir escribiendo 🥰📝.

Les deseo una linda mañana 🌄/tarde☀️/noche 🌙.

Algo de himor para cerrar el capítulo 😉.

(Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia 😅😂)