Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 13

Ya era de noche cuando Eiko los guió a una casa con un blasón de Glicinias, haciendo que a Kagome se le iluminaran los ojos de alegría.

- ¿No es una broma verdad Eiko? - Preguntaba con entusiasmo a la mencionada, quien se encontraba ahora reposando en sus manos.

- En absoluto Kagome Craw-

- Kagome-chan ¿Podrías por favor explicarme lo que sucede? – Pregunto un curioso Zenitsu quien veía la pequeña conversación que tenía la azabache con su cuervo. La ojiazul estaba a punto de hablar cuando fue interrumpida por su compañera.

- Te lo explicare yo Craw- Empezó a hablar la ave dirigiendo su atención al rubio- Este tipo de lugares se utilizan la mayoría de las veces para que los cazadores se recuperen de sus heridas Craw, en su caso solo tendrán que reponer energías ya que sus heridas fueron sanadas Craw- Hizo una pequeña pausa- Y gracias a ustedes par de zopencos Kagome requerida por lo menos tres días para recuperar las energías que utilizo al curarlos- Esto lo dijo dirigiendo una mirada asesina a ambos chicos pero mayormente en Inosuke, quien era el mayor responsable de todo el dilema.

- ¿Me estás diciendo que podemos descansar sin preocupaciones? - Exclamo incrédulo Zenitsu solo para ver al cuervo asentir en respuesta.

Sin tiempo que perder los tres cazadores se dirigieron a la entrada de la casa para ser recibidos por una amable anciana.

La amable señora los ingreso a la casa al saber que eran cazadores, ya dentro esta les preparo unas cómodas yukatas mientras lavaban sus uniformes, después de cambiarse la señora ya les tenía preparada la cena, en este punto Zenitsu empezó a gritar que la anciana era un demonio ya que para él no era normal la velocidad con la que la señora se movía, así que Kagome lo golpeo fuerte en la cabeza para que se callara.

Estaba comiendo cómodamente, hasta que Inosuke volvió con sus provocaciones hacia la chica, al principio esta lo ignoraba, pero todo cambio cuando el ojiesmeralda se proponía a querer robar su comida, esta sin más le propino un fuerte puñetazo en el rostro que lo mando de espaldas al suelo, luego la ojiazul tomo la bandeja de su comida para después dirigirse al cuarto que le habían asignado solo a ella y dejando a un asustado Zenitsu.

Cuando llego a su habitación coloco la bandeja a un lado de su futón para tratar de tranquilizarse un poco y luego hablarle a sus hermanos.

- Tanji, Nezu, pueden salir- Hablo suavemente la chica.

Sin más los pequeños salieron de la caja para dirigirse hacia su hermana y abrazarla con cariño, siendo correspondidos con el mismo afecto por la mayor.

- ¿Qué les parece si comemos afuera? – Los menores asintieron de inmediato así que ella tomo la bandeja y se dirigió hacia la puerta que daba al patio trasero seguida por sus hermanos.

La azabache llamo a Eiko para que así todos cenaran con tranquilidad, la chica había percibido el aroma de una persona ajena a la casa, pero lo dejo pasar ya que no era una amenaza ni para ella y sus hermanos.

Después de aproximadamente una hora los niños se acostaron en el suelo para empezar a jugar con el cabello de la azabache, pero de un momento a otro Zenitsu entro sin pedir permiso a la habitación pidiendo ayuda, ya que Inosuke quería golpearlo por algo sin importancia. Cuando este y el cabeza de jabalí vieron la escena se quedaron mudos, por lo que la ojiazul no tuvo de otra más que explicarles todo lo relacionado con sus pequeños hermanos.

Cuando termino de explicarles Inosuke se retiró a su cuarto mientras Zenitsu trato de acercarse a abrazar a la pequeña pelinegra (La cual estaba en su tamaño normal), quien se encontraba jugando tranquilamente con Eiko, esta al notar la presencia del rubio inmediatamente se escondió detrás de la mayor, eso no fue un impedimento para el ojidorado, así que empezó a caminar hacia la azabache, pero al parecer hoy no era su día de suerte.

Zenitsu se tropezó con sus pies y esto ocasiono que su cara terminara en el generoso pecho de Kagome, quien a primera estancia se sorprendiera para que después se le marcara una gran vena en la sien. El rubio inmediatamente se levantó de ahí para tratar de pedir disculpa, pero sintió un fuerte tirón en el cuello de la yukata para después verse arrastrado hacia la salida de la habitación. El responsable de esto era un celoso Tanjiro, quien estaba en su tamaño normal y al ver al rubio "acosar" a su hermana inmediatamente fue a defenderla.

Después de esa escena la ojiazul arrullo a sus hermanos hasta que estos se durmieran, entonces aprovecho este momento para volver a salir al patio y ver si la persona que horas antes había percibido aún se encontraba ahí. Trato de disimular que no se había dado cuenta de su presencia por lo que se dirigió al pequeño estanque que estaba en medio del patio y tomar asiento en el césped. Estuvo así unos cuantos minutos hasta que dicha persona por fin salía de su escondite.

- Vas a resfriarte- Se escuchó una voz masculina que la cazadora conocía muy bien – Y más si solo sales solo con la yukata- Esto hizo sonreír un poco a la chica.

Sintió los pasos del hombre acercarse a ella y tomar asiento a su lado mientras ella veía con interés el estanque.

- Estoy acostumbrada un poco a los climas frescos...Tomioka-san- Respondió para dirigir su vista al pelinegro - ¿Qué hace por estos rumbos Tomioka-san? Si no es molestia la pregunta claro -

- Acabo de llegar de una misión y decidí venir a descansar- Mintió a medias, ya que él si venia de una misión, pero ya tenía bastante rato desde que había llegado a la residencia.

- Entonces ¿Acaba de llegar? - Vio que este asentía – Sabe algo Tomioka-san, usted es pésimo para mentir- Este se tensó un poco al oír a la chica – Se muy bien que llego justo antes de que saliera con mis hermanos a cenar- Tras decir eso soltó una pequeña risita- Bueno, a pesar de todo me alegra mucho volverlo a ver- La azabache escucho como el pelinegro soltaba un pequeño suspiro de resignación.

- Sí que eres una chica muy astuta Higurashi, por cierto ¿Cómo se encuentran tus hermanos? -

- Se encuentran muy bien, gracias por preguntar Tomioka-san, en este momento se encuentran dormidos-

- Para serte sincero fue una gran sorpresa verlos ingerir comida humana- Vio a la chica sonreír con orgullo – Haz sabido cuidar muy bien de ellos, al parecer no me equivoque con ustedes-

- Y eso es algo que agradeceré mucho- Su voz empezó a quebrarse un poco – De haber sido otro cazador no hubiera dudado ni un poco en matarlos y volver a estar sola, eso realmente me hubiera dolido bastante- Sin más la azabache empezó a soltar leves sollozos, liberando de esta forma un poco el dolor que lleva guardando bastante tiempo.

Tomioka sintió una opresión en su pecho al verla de esa forma, la joven se veía vulnerable en ese estado y no le gustaba verla así, él prefería verla con una hermosa sonrisa sincera dibujada en su rostro.

El pelinegro ha estado al pendiente de ella desde que la envió con su antiguo maestro, algo en él lo impulso querer vigilarla. Al principio lo atribuía por el hecho de dejar vivos a sus hermanos, pero después de un tiempo se dio cuenta de que sentía algo por la chica de hermosos ojos azules. Cuando podía la vigilaba entre las sombras, pero cuando su trabajo se lo impedía su cuervo era el que tomaba su lugar, en pocas palabras se volvió algo importante para él. Pero lo que él no sabía es que la azabache hacia casi lo mismo, ya que ella solo podía saber noticias de él gracias a Eiko.

Kagome ajena a los pensamientos del pelinegro trato de controlarse y reprimir sus sollozos, pero de pronto sintió como los fuertes brazos de este la acercaban a su pecho brindándole un abrazo. Al principio le causó sorpresa, pero después se relajó para después escucharlo hablar.

- No sé cuánto dolor es el que llevas guardando dentro de ti, soportando las dificultades que se te han presentado en este tiempo mostrándote fuerte ante los demás, llorar para liberar todo eso no te hace una persona débil, al contrario, te hace más fuerte ya que después de eso puedes retomar tu camino con mayor determinación y fuerza, por lo que esta noche seré tu hombro para que llores todo lo que tengas que llorar y vuelvas a ser la valiente chica que conocí hace dos años-

Entonces la joven rompió a llorar, realmente necesitaba desahogarse, no lo había hecho antes por temor de que sus hermanos la vieran vulnerable. El pelinegro empezó a sentir su uniforme humedecerse por las lágrimas de la azabache, pero eso poco le importaba, solo quería que ella se sintiera mejor.

Estuvieron así por un rato, hasta que Kagome se empezaba a tranquilizar poco a poco provocando alivio en Tomioka. Esta poco a poco fue rompiendo el abrazo para infortunio del pelinegro.

- Muchas gracias Tomioka-san, realmente necesitaba hacer esto- Hablo la chica ahora con una sonrisa en su rostro.

- Giyuu- Susurro muy bajo el pelinegro, pero al ver el rostro confundido de la ojiazul hablo nuevamente- Me puedes decir por mi nombre, Higurashi-

- Bien, hagamos un trato, yo lo llamo por su nombre si usted me llama por el mío ¿Qué le parece? - Vio al joven pensarlo por un momento para después acceder- Bueno... Giyuu, creo que deberías ir a descansar, ya está empezando a hacer un poco más de frío- Al decir esto empezó a frotar sus brazos como una forma de darse calor. Sin que ella se lo esperada sintió una suave y cálida tela cubriendo su cuerpo percatándose de inmediato que era el haori del pelinegro - Gracias, pero no era necesario, ya me iba a retirar a mi habitación- Hablo ella tratando de quitárselo, pero las grandes manos del pelinegro se lo impidieron.

- No te preocupes, tenlo mientras nos encaminamos hacia haya-

Sin más Giyuu se puso de pie para después ayudar a Kagome a hacerlo, se encaminaron hacia la habitación de la chica sin soltarse de las manos, ambos con un ligero sonrojo en sus mejillas. Cuando llegaron a la entrada de la habitación, con pesar Giyuu soltó la mano de la azabache.

- ¿Te veré mañana Giyuu? –

- No, solo me quedare esta noche a descansar, mañana a primera hora regresare a la Sede-

- Es una lástima, bueno que se puede hacer, pero prométeme que cuando nos encontremos nuevamente almorzaremos juntos, hay muchas cosas que quisiera platicarte-

- Esta bien, te lo prometo Kagome- Respondió mostrando una pequeña sonrisa – Cualquier cosa me lo comunicas con tu cuervo-

- Lo tendré en cuenta, gracias- La ojiazul le devolvió la prenda a Giyuu y empezó a entra a su habitación, pero de manera repentina se dirigió nuevamente al pelinegro y sin que este lo esperara le dio un beso en la mejilla –Buenas noches Giyuu- Sin más la chica finalmente entro al cuarto dejando aun sorprendido y sonrojado Giyuu.

- Buenas noches Kagome- Susurro suavemente mirando la puerta y mostrando ahora una sonrisa más grande y tocando su mejilla, sin otra cosa por hacer se retiró a descansar.

******************************

Era la mañana de su último día de descanso, los dos Mizunotos y la Mizunoe se encontraban desayunando cuando Eiko apareció, por lo que Kagome acomodo sus manos para que ella se subiera en ellas para después dar las nuevas indicaciones para ellos.

- ¡Ahora deben de ir al Nor-noreste! ¡Al Monte Natagumo! ¡Vayan al Monte Natagumo! –

- Bien chicos, hay que prepararnos para ir lo antes posible- Dijo la ojiazul a la vez que le proporcionaba comida y agua a su compañera.

Pero como era de esperarse Zenitsu entro en pánico gritando una y otra vez "Soy muy joven para morir" entre otras tonterías, así que la chica le propino un fuerte coscorrón y lo obligo a alistarse. Más tarde los tres ya se encontraban a las afueras de la puerta de la residencia en compañía de la amable anciana frente a ellos.

- Nosotros nos retiramos señora, muchas gracias por todo- Hablo la azabache mientras ella y Zenitsu hacían una reverencia.

- Permítame purificarlos- Hablo la mayor preparada para hacer el ritual.

Ambos jóvenes le agradecieron para después darse la vuelta para permitirle hacer el ritual, pero Inosuke empezó con sus tonterías.

- ¡¿Qué haces vieja?!- Exclamó molesto el de puntas azules preparándose para golpear a la señora.

La ojiazul retuvo sin mucha dificultad al ojiesmeralda mientras el rubio usaba su cuerpo como escudo para la mayor.

- Pero ¿Tú eres tonto? – Exclamo enojado Zenitsu haciendo que Inosuke se molestará aún más – ¡Es el kiribi! ¡Nos purifica porque nuestro trabajo es peligroso-

Gracias a la ojiazul Inosuke se calmó permitiendo así que la anciana continuara con la purificación para después dedicarles unas palabras a los tres.

- Vivan orgullosos de sí mismos en todo momento y les deseo buena fortuna-

Los chicos agradecieron y emprendieron marcha a su nuevo objetivo.

******************************

La Mizunoe y los Mizunotos trotaban por un sendero el cual estaba rodeado de vegetación acompañado de un sol agradable, la azabache iba al frente mientras los otros dos le seguían el paso. En eso Inosuke le pregunto a la chica lo dicho por la anciana de la residencia, ella trato de explicarle de una forma que el de puntas azules la entendiera, pero al terminar de hablar el ojiesmeralda realizo ciertos comentarios que molestaron mucho a la azabache y acelero su paso para dejar atrás al bruto chico. Este pensando que ella lo estaba desafiando también acelero el paso dejando atrás al pobre de Zenitsu.

Llegaron al anochecer a la montaña gracias a que les había dado correr más rápido de lo normal, pero para Kagome no le daba buena espina ese lugar, sin necesidad de agudizar sus sentidos, este tenía un ambiente bastante lúgubre y desprendía una gran sensación de peligro, como si el mismo lugar les advirtiera que lo que podría haber dentro era peligroso.

Más adelante encontraron a un cazador tirado boca abajo, el cual se movía con dificultad llorando por ayuda, la ojiazul junto a Inosuke se acercaron a él, en eso la azabache se percató de finos hilos conectados al chico, así que simulando querer tocar joven los hilos se tensaron para tratar de regresarlo al bosque.

- Ni lo sueñes- De una mancera rápida la azabache había logrado cortar los hilos justo a tiempo.

El cazador herido cayo bruscamente al suelo para ser auxiliado inmediatamente por Kagome, por lo que ella empezó a curar sus heridas de la forma tradicional, ya terminada la labor procedía a pedir explicaciones. Por desgracia no logro obtener información ya que el cazador después de los primeros auxilios había quedado inconsciente.

- Zenitsu- El mencionado pego un brinco al ser llamado repentinamente – Si tanto miedo tienes de entrar te asignaré algo que si puedas hacer- El rubio la miro atento- Vas a quedarte con el chico mientras Inosuke y yo investigamos que es lo que está sucediendo mientras llega alguna ayuda ¿De acuerdo? - Al ver al ojidorado asentir dirigió su vista al de máscara de jabalí- Vamos- Sin tiempo que perder la chica emprendió carrera seguida de Inosuke.

La ojiazul en la defensiva manteniendo su mano cerca de su katana para cuando se requiera desenfundarla, lo único que se apreciaba eran árboles de gran tamaño y varios arbustos. Ella seguía su camino hasta que se percató que el ojiesmeralda había dejado de seguirla por lo que se dirigió hacia él para ver qué era lo que pasaba, observando en sus manos varios hilos de telaraña.

- Lo suponía- Pensó Kagome de forma seria al recordar la hipótesis a la que había llegado después de salvar al chico.

Mientras Inosuke se deshacía de las telarañas en sus manos la joven observo su entorno nada más que cubierto mayormente de ese viscoso hilo, oyó al chico quejarse por eso estando de acuerdo con él. La azabache le agradeció al joven por no haber dudado en entrar con ella, por lo que de forma inconsciente sus palabras habían producido una sensación agradable que nunca había sentido. Pero este fue sacado de su letargo cuando la azabache hizo que dirigiera la mirada al frente, pudieron apreciar a una persona caminando en el sendero por lo que se dirigieron hacia haya.

Ambos cazadores se ubicaron detrás del chico de al parecer rango Mizunoto, el cual estaba a la defensiva mirando a su alrededor. La chica se acercó un poco más hacia el chico para luego tocarle su hombro, el joven dio un pequeño salto para mirar a la azabache.

- Vinimos a ayudarlo, soy Higurashi Kagome, Mizunoe y mi compañero es Hashibira Inosuke, Mizunoto- Hablo la ojiazul para poder identificarse.

- ¿Mizunoe? ¿Mizunoto? ¿Por qué no enviaron un Pilar? Enviar a mil Mizunotos no servirá de nada, ni siquiera un Mizunoe hará la diferencia- Exclamo preocupado el chico dejando a la ojiazul algo confundida, esta iba a preguntarle por lo sucedido cuando de la nada Inosuke había golpeado al chico frente a ella en el rostro. Esta inmediatamente reprendió al cabeza de jabalí para después atender al golpeado joven, le pidió de favor su nombre y que le explicara lo sucedido.

-Me llamo Murata y lo que paso es que los cuervos nos dieron la orden de venir, éramos un grupo de diez; poco después de entrar en la montaña... los demás empezaron a pelear entre ellos; yo...- El chico empezó a llorar al recordar lo que había hecho para salir libre de eso; sin duda alguna se estaban enfrentando a una situación difícil.

********************************

Un ave se encontraba respirando entrecortadamente en busca de oxígeno, reposando en unas gentiles manos.

- Gracias por volver conmigo- Se dejó escuchar la voz de un hombre dirigirse al ave – Derrotaron a prácticamente a todos mis niños; tal vez haya una de las Doces Lunas Demoniacas; deberé enviar a los Pilares- Tras sus espaldas se encontraban dos personas sentadas sobre sus talones- Giyuu, Shinobu, quiero que vayan al Monte Natagumo-

- Recibido- Respondieron los mencionados a la vez.

- Seria grandioso si los demonios fueran nuestros amigos en vez de enemigos ¿No crees Tomioka-san? - Hablo la chica.

- Mientras devoren humanos, eso es algo imposible- Respondió Giyuu serio, pero al mismo tiempo pensaba en Kagome y sus hermanos, tenía curiosidad de saber dónde se encontraban en este momento.

******************************

De un momento a otro un extraño ruido se hizo presente en el ambiente y de manera continua, era como si algo tratara de manejar algún objeto, los tres cazadores comenzaron ver a su alrededor por si llegaban a atacar.

- ¿Qué es ese ruido? - Preguntó la azabache sin bajar la guardia, para luego escuchar a Murata hablar con nerviosismo.

- ¡Otra vez ese ruido! Los demás empezaron a pelear cuando oímos este ruido-

Kagome agudizo su oído para tratar de averiguar el origen de ese ruido, pero una exclamación de parte del pelinegro llamo inmediatamente su atención. De entre la niebla apareció otro cazador con el uniforme ensangrentado y se movía de manera torpe, pero no era el único ya que tras de él empezaron a aparecer más en la misma condición.

- Así que el demonio hace su primer movimiento, los está manipulando como al chico de la entrada, bien entonces sé que hacer, pero para eso voy a necesitar ayuda- La azabache inmediatamente dirigió su vista hacia los dos varones – Inosuke, Murata-san no los lastimen, aún están vivos, están siendo manipulados por hilos, necesito que los corten para realizar mi siguiente movimiento ¿Cuento con ustedes? – Ambos chicos asintieron, cuando ella se empezaba a preparar su olfato percibió un fuerte olor demoníaco provocando que ella se tapara la nariz, en eso dos pequeñas arañas blancas con hilos en sus espaldas se adhirieron a su haori, para de un momento a otro sentir un fuerte tirón por lo que de inmediato los corto- Así que esos bichos son los encargados de transportar los hilos, sin siquiera saberlo ese demonio me facilito las cosas-

La Mizunoe al ver que todos los cazadores habían sido liberados, sin tiempo que perder coloco una barrera protectora impidieron que las arañas se posaran nuevamente en ellos.

- Bien, esto tendrá que durar hasta que derrotemos al responsable de esto- Pensó satisfecha al ver que su plan había resultado, se dio la vuelta para ir hacia donde estaban los otro dos - ¿Se encuentran bien chicos? - Pregunto ella al ver que ellos la miraban de forma extraña empezando a incomodarla - ¿Chicos? - Volvió a preguntar al no recibir respuesta alguna.

- Tú deberías ser un Pilar, no una Mizunoe- Expreso Murata al momento de salir de su estupor y tomando las manos de la fémina – No pensé que hubiera cazadores con este tipo de habilidades, eres realmente increíble, lamento por lo que te dije antes en verdad...-

El pelinegro siguió alabándola empezando a incomodar a Kagome, hasta que de un momento a otro este sintió como alguien lo jalaba bruscamente hacia atrás haciendo que soltara a la chica.

- Deja de molestar, un tonto como tú no es digno de tocarla- Exclamo molesto Inosuke para colocarse en frente de la azabache en modo protector, sin que la cazadora se lo propusiera se había ganado el respeto de Inosuke.

Por primera vez en la noche la ojiazul no sabía qué hacer para intervenir en la discusión, así que no le quedo de otra más que estar de espectadora, en dado caso de que las cosas se salieran de control ahora si intervendría y ese momento llego cuando el ojiesmeralda trato de golpear al pelinegro.

- Ya basta Inosuke- El mencionado se detuvo a solo unos centímetros del rostro de Murata- Necesitamos seguir con la misión- Tras una breve pausa continuo- Quisiera saber si conoces un método para localizar al demonio, si es así necesito que me ayudes, un extraño olor en el lugar me impide usar mi olfato así que...- Pero de forma abrupta detuvo sus palabras dejando confundidos a los otros dos, esta sintió una fuerte presencia cerca de ellos, así que dirigió inmediatamente su vista al cielo y toparse con algo interesante.

Un demonio con la apariencia de un niño de piel y cabellos blancos, y si no fuera por su excelente vista la chica hubiera jurado que estaba flotando, pero no, este estaba apoyado sobre unos finos hilos de seda.

- Así que tú eres la responsable de liberar a esos débiles cazadores, eres una curiosa humana, pero eso no te salvara, no deben perturbar a mi familia- Empezó a hablar el demonio – Lárguense de aquí si no quieren atenerse a las consecuencias- Luego dirigió su atención a la cazadora – Mamá los matara-

Esto molesto de sobremanera a Inosuke quien estaba a punto de atacar al engreído demonio sobre ellos.

- No lo hagas Inosuke- Sorprendentemente el de la máscara de jabalí le hizo caso a las palabras de Kagome sin rechistar absolutamente nada, sin más el demonio se retiró del lugar.

- Nuestra prioridad ahora es encontrar al demonio que controla los hilos, así que por favor Inosuke trata de localizarlo- Hablo la chica después de no ver al niño demonio, sin más el de puntas azules asintió. Este clavo ambas katanas al suelo para después hincarse en una rodilla.

- Respiración de Bestia, Séptimo colmillo: Cognición espacial- Gracias a esto Inosuke pudo ampliar su sentido sensorial y en un par de minutos obtuvo resultados - ¡Lo encontré! – Exclamo con orgullo a la vez que indicaba la dirección.

- Perfecto ¡Bien hecho Inosuke! - Contesto la azabache mostrándole una gran sonrisa, provocando nuevamente en el ojiesmeralda una sensación agradable - Murata-san, necesito pedirle un gran favor- Vio que este le prestaba atención - Necesito que se quede a cuidar a los heridos mientras llega la ayuda-

- No hay problema, vayan con cuidado Higurashi-san-

- Bien- La azabache se colocó bien su máscara de zorro para dirigirse a Inosuke- Vamos- Sin más ambos enmascarados partieron mientras Murata los perdía de vista en la espesura del bosque.

-Sin duda es una asombrosa chica- Hablo a la nada- Y muy linda – Finalizo estocon un sonrojo en sus mejillas.

******************************

Damas y caballeros, con ustedes el capítulo 13 ☺️.

Nuestra estimada cazadora tuvo la suerte de ver a Tomioka antes de su misión 😍, al parecer este arroz esta a punto de cocerse 🤭.

Espero que ese encuentro hay sido de ayuda ya que un complicado desafío le espera a ella y sus estimados amigos.

Muchas gracias por los que han seguido la historia, espero no desepcionarlos.

Les deseo una linda mañana 🌄/tarde ☀️/noche 🌕.

Les mando un fuerte abrazo 😊.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro