Capitulo 3.
-… tu…¿eres fuerte?-soltó de repente Hanako ,dejando estupefacto a la persona que tenia en frente.
Kakashi se quedo sin habla, no entendía el porque de aquella pregunta, ni la razón por la cual Hanako llegara a preguntarla. Solo habían estado unos minutos en silencio, escuchando el sonido que provocaban las demás personas.
“¿Por qué te sorprendes?, cuando la conociste te pregunto si tenias novia sin ninguna razón, esto es igual”
Pensó kakashi, recordando por un segundo aquel día en que la conoció. Ella era rara, tanto internamente como externamente y, en cierta forma, le atraía. Él, sentía que algo había en aquella chica, algo misterioso y peligroso a la vez.
-Si, lo soy.¿ a que viene esa pregunta?- devolvió el peli plateado. Hanako no respondió hasta unos segundos después, no esperaba que le devolviera la pregunta.
-Eh...Por nada, simple curiosidad. Después de todo, tú estas cuidándome, ¿no?. Es bueno que sepa que estoy en buenas manos. - respondió, fingiendo un poco de indiferencia, no quería que kakashi comenzara a preguntar. Él jamás le había echo una pregunta personal, lo cual relajaba a Hanako, aun así nadie aseguraba de que en algún momento lo haría.
-Pues eso es poner en duda la decisión del hokage. Estando a mi cargo no te sucederá nada, si eso es lo que te preocupa, por algo minato-sama me escogió.
-Ya te lo dije, fue por simple curiosidad, eso es todo. Ajajaja…etto…¡sigamos caminando, aun falta mucho camino para llegar a casa!- grito nerviosa, mientras giraba en sus propios talones para retomar el camino.
Kakashi, entre confundido y extrañado, se quedo observándola. Viendo, como las caderas de ella se movían al compás de sus pasos. Como su cabello se movía con el balancear de su cuerpo. Pudo notar, como la postura de Hanako se encontraba mas rígida, como si estuviera escondiendo un secreto y que este, estuviera a punto de salir a la luz.
“ que…rara”
Pensó el peliplata retomando el camino con paso un poco apresurado, para así alcanzar a la alvina frente a él.
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-¡buenos días!- grito desde la puerta, una extrovertida mujer de cabellos castaños. Miro a todos en la habitación y su mirada se detuvo en una joven neko-¡hana-chan!-corrió hacia la nombrada- Que bueno que viniste hoy, ayer fue muy aburrido sin ti… hasta óbito falto y tuve que conversar con el capitán kakashi. Lo único que hacia era contestarme con monosílabos-chismorreo de una manera exagerada, Tainaka.
- si me hubieras hablado de algo importante te hubiera contratado como debería ser – salió a la defensiva kakashi, quien no se tomaba ni siquiera el esfuerzo de mirarla, al estar rellenando unos papeles que la noche anterior no pudo hacer.
- oye, el incremento del precio de los pasteles es importante. Ya vas a ver cuando llegue tu cumplaeños y no puedas comprar uno porque están muy caros.
“¿cumpleaños?,¿Qué es eso?”
Se pregunto conscientemente, Hanako. Por alguna razón esa palabra le recordaba a algo, pero no sabia a que. Sentía que era un recuerdo lejano, de cuando tendría apenas unos 3 años de vida. Aun asa, aunque intentara recordarlo no podía, su mente había bloqueado ese recuerdo por alguna razón.
Ella abrió la boca para preguntar que era eso de cumpleaños, pero al ultimo momento se arrepintiendo era necesario saber aquello o aun no. mejor esperaba y observan la escena que en esos momentos se presentaba ante sus ojos.
-Que mal, a mi no me gustan los pasteles… ni nada dulce- respondió kakashi, dejando indignada a la pobre de Tainaka.
Hanako se había perdido un poco de la conversación, pero al parecer aun seguían hablando de lo mismo, los pasteles.
-¡¿Cómo?!,¿ que clase de persona no le gustan loa dulces?... Hanako- la nombro, tomando sus hombros, con mas fuerza que a Hanako le gustaría, y observándola directamente a sus ojos azules- ¡dime que a ti si te gustan los dulces!-dijo en un tono entre sollozo y suplico. Ella se la quedo mirando, sin entender muy bien aquella reacción de la anbu,¿ era tan importante que te gusten los dulces?.
-Un…poco, aunque prefiero las cosas saladas.-respondió de la forma mas simple que pudo.
-¡que bueno!. Ves kakashi, hasta a hana-chan le gustan los dulces- hablo dándose la vuelta, para encarar al monstro odia dulces. No obstante, el peliplata se había ido de ahí hace unos segundos y se dirigía a la puerta, para así salir de la habitación.-¡oye, te estoy hablando!.
-Si ya lo note-hablo kakashi abriendo la puerta- Hanako, quédate al lado de Tainaka, volveré en unas hora. Tainaka-la llamo con una voz demandante y digna de respeto- cuida de Hanako, no quiero volver y ver que no esta contigo, ¿entendido?-le ordeno, rebosando de la mujer haga un saludo militar el forma afirmativa a lo que decía. Sin mas que decir, kakashi salió de la habitación.
-Fuu… cuando se lo propone el capitán puede dar miedo,¿ no lo crees, Hanako?.
-un poco. Y…¡¿Qué haremos?!-expreso con gran entusiasmo en su mirada.
-yo aun tengo que estar aquí y entrenar con los demasiase que tendrás que esperar. pero, cuando termine de trabajar, podremos ir a hacer cualquier cosa, le pediré al gruñón de kakashi-san que te deje estar conmigo un par de horas-comento cerrando su locker y sonriéndole de forma afectiva a la joven neko.
-¡hace poco se fue, podemos correr a preguntarle!-propuso entusiasta, preparada para salir corriendo en el momento en que Tainaka aceptara.
Tainaka la observo indecisa, kakashi ya se había ido por algo seguramente importante, no seria bueno detenerlo. Podía dejar ir a Hanako, pero eso podía meterla en problemas con el capitán. Le había dicho estrictamente que al volver quería verla con Hanako al lado o por lo menos cerca de ella.
-Kakashi-san volverá en unas horas, tenemos tiempo de sobra para preguntarle-comento la castaña con notable tranquilidad.
Hanako frunció el ceño en señal de reproche, pero ya nada se podía hacer, Tainaka no iba a dejar que se fuera ella sola.
-¿ y que hare mientras tu haces todo eso?- cuestiono.
Si iban a entrenar, nuevamente, seria unas muy largas y aburridas horas, como siempre era cuando kakashi entrenaba con el escuadrón. Eso de estar sola, no era muy entretenido después de todo, se pasaba la mayor del tiempo durmiendo. Y, aunque le gustaba, era cansador dormir todo el tiempo, después de unas veces quieres hacer otra cosa.
-Hmm…siempre me termino aburriendo en sus entrenamientos, soy la única que no pertenece a los ANBU-reprocho Hanako con las orejas como en una línea recta o esa impresión le había dado a Tainaka.
-Te dejaría entrenar, pero el capitán kakashi se terminara enojando si se entera. Solo recuerda como se puso el primer día que viniste y todo quisieron ponerte a prueba. Prefiero evitar que me regañe de esa manera, en especial cuando voy a ser yo sola.
-Pero si tu también estabas con ese grupo, el único que detuvo aquello fue óbito-kun-le cuestiono con el entrecejo levemente arrugado.
-…bueno, si…pero era solo porque creo que eras uno de los nuevos... Quiero decir, tampoco esta bien que le hagamos eso de nuevos, porque por alguna razón los eligió minato-sama. Es que… itachi-kun es muy joven y tu… pues…
-¿Qué?,¿es porque parezco gato?- interrumpió, al ver la expresión de nerviosismo que exponía la castaña.
-¡no, claro que no!... Bueno si, pero es que con tu aspecto nos daba curiosidad tus habilidades, jajaja-comento nerviosa la de ojos castaños.
-Aun así…
La puerta se abrió de improviso, sobresaltando a todos los presentes. Un joven adulto, de cabello azabache y con varias cicatrices en una parte de la cara, se hizo presente en la habitación. Su respiración agitada daba a entender el cansancio que tenia en su cuerpo.
-Lo siento, es que…
-Una abuelita necesitaba tu ayuda, ¿no?. Ahórrate las justificaciones si siempre será la misma, óbito.- dijo hombre rubio al otro lado del cuarto.
El azabache sonrió y se dirigió a su respectivo locker, en donde se encontraban Hanako y Tainaka charlando.
-buenos días, chicas-saludo nuevamente el uchiha abriendo su locker, para dejar un par de cosas que se había llevado el día anterior.
- óbito-kun, ¿sabes?, Tainaka-chan me invito a hacer algo después de su trabajo- chismoseo la alvina, tirando de la camisa del nombrado.
- si quieres puedes venir, será mas entretenido si somos mas- le sugirió Tainaka, ya mas tranquila con la presencia del uchiha.
-¡claro, suena divertido!... Y, ¿kakashi esta de acuerdo con esto?- pregunto, observando para todas direcciones en busca de su amigo, pero parecía que no se encontraba allí.
- se fue antes de que Tainaka lo propusiera, así que aun no sabe nada, pero en estos momentos estoy a su cargo. No creo que se vaya a negar, además también estarás tu-comento la ojiazul relajada, no creía realmente que el peliplata se vaya a negar dejar que se quede con ambos anbu, después de que ellos terminaran de trabajar.
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Una de las cosas que Hanako mas detestaba, desde que comenzó a vivir en konoha, era esperar esas horripilantes y lentas dos horas en que todos los anbu entrenaban. Ser la única que no entrenaba era horripilantemente aburrido, lo peor era verlos entrenar y ella querer hacerlo, después de todo tenia una grata experiencia en ello. Aun así como nadie de la aldea sabia de sus habilidades se tenia que limitar a esperar y observar a los demás. Eso era lo malo de esconder información a la aldea, después tenias que fingir no saber ciertas cosas o si saberlas. No obstante, tenia que acostumbrarse a ello, aunque a ella no le gustara.
—No pareces estar muy entretenida.— comento una voz que se acercaba a ella. La persona se detuvo a su lado y la observo, con una expresión adormilada.
— todos entrenan menos yo. Es aburrido estar sola y no poder conversar con alguien, porque todos están ocupados perfeccionando alguna cosa para el combate.—protesto la neko, mientras observaba como dos anbu combatía para mejorar su taijustu.
—mhm…tienes razones aburrido, pero puedes traerte algo para entretenerte, como un libro por ejemplo.— le recomendó el hatake, sin darle mucha importancia al asunto, en si era un problema irrelevante que se podía solucionar se una manera sencilla.
.— eso no resolverá mi problema ahora.— se quejo inflando uno de sus cachetes. Kakashi solo la observo unos segundos para mas tarde sonreír y decir— pues sobreviviste muy bien al aburrimiento estos días, aguantar uno mas no te matara.— dijo antes de dirigirse con su escuadrón para comenzar con su entrenamiento.
Hanako, se quedo nuevamente sola. kakashi tenia razón, un día mas de aburrimiento no la mataría. Además, después podría irse con Tainaka y óbito a quien sabe que hacer. Y se encontraba realmente ilusionada, iba a ser la primera vez que saliera sin kakashi a su lado. Claro que todo eso sucedería él aceptaba, pero no veía porque no lo haría, no había ninguna excusa para no hacerlo. Ella estaría con dos anbu muy bien capacitados, ambos del escuadrón de kakashi, así que él sabia a la perfección la fuerza de ambos, sin contar de que uno de ellos era su mejor amigo.
“ se me olvido preguntarle, mierda… aunque… es algo bueno, así Tainaka y óbito estarán presentes en el momento en que se lo pregunte, aunque también puede hacerlo uno de ellos”
Pensó la alvina, recostándose en el árbol que se encontraba detrás de ella. Le gustaba sentarse a la sombra de un árbol, siempre eran lugares ideales para resguardarse del sol penetrante del verano, pero tampoco llegaba a hacer frio era perfecto.
A Hanako, no le gustaba mucho el verano, ese calor sofocante no dejaba que su cola respire con facilidad. Además, en esa época del año, comenzaba su muda de pelo. Esto, consistía en que el pelo invernal de su cola se callera y así pelosa crecer el de verano, lo cual le provocaba gran picazón al principio de temporada. Su ropa tampoco se salvaba, había gran parte con uno que otro pelo y no lo podía controlar, lo cual detestaba, pero uno se terminaba acostumbrando a ello.
Las horas, como todos los días que los anbu entrenaban, pasaron lentas para la neko. Así que, cuando vio que todos iban a guardar sus cosas no pudo evitar ir hacia donde estaban el uchiha y la castaña. Hanako, al ver que la estaban mirando, les sonrió con total sinceridad y amabilidad, moviendo su cola de un lado a otro.
.—¿ya podemos irnos?.— pregunto la alvina con un brillo en los ojos que detonaba felicidad a todo el que lo viese.
Kakashi simplemente la observo, ya le había dicho a Tainaka y óbito su respuesta, no veía ningún problema en que este unas horas con los dos anbu. Además, así podría estar un tiempo solo y hacer el trabajo sin ninguna distracción.
—¡claro!. El fanfarrón del capitán no se negó, así que,¡ andando óbito!.— dijo la castaña, tomando la mano de Hanako y comenzándola a arrastrar hasta la salida del campo.
Óbito, aun cuando escucho a su escandalosa compañera, se quedo en su lugar.
.— no te preocupes, veré que no le pase nada malo a hana-chan.— dijo para calmar a su amigo o eso creía él. Kakashi, se encontraba relajado, confiaba que su amigo y compañera cuidarían bien a la adolecente. Así que, en ese estado asintió a lo dicho por su compañero de equipo.
.— es muy inocente, así que no digan nada que pueda originar preguntas. No quiero después responder todas ellas, aunque eso tu ya lo sabes.— óbito asintió y sin decir nada mas se despidió de él, echándose a correr para alcanzar a ambas mujeres.
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