Tony Stark

—Entonces lo besaste. —dice Rodhes.

Mirándome desde el sofá frente a mí, alzo mi copa dando un trago de wisky. Su mirada es confusa y no puedo leer lo que significa.

—¿Por qué lo dices de esa forma? No sé si me juzgas o qué demonios.

—Solo es extraño, tú besando a un hombre en lo que bien podría considerarse una cita.

Tiene un punto a su favor. Usualmente suelto algunas palabras, acceden, las llevo a un sitio de lujo, tengo sexo durante la noche y al despertar mi acompañante se ha ido o soy yo quien se va sin decir nada. Así es siempre, así me muevo, no me interesa —o interesaba— conocer a alguien.

—Técnicamente la cita la tendremos pasado mañana. Y no me parece extraño que sea hombre. —Recuerdo parte de mi adolescencia—. Estuve con algunos durante los años en la facultad, olvidas eso. Después comencé a fijarme más en chicas voluptuosas y elegantes, pero ese es otro asunto.

—Tienes razón, pero- —Se detiene, dejando de recargarse en el respaldo—. Espera, ¿Cita? —pregunta aún más sorprendido.

—Lo invite a salir después de desayunar. —le explico—. El acepto y bueno, creo que... estoyemocionado.

Digo tan rápido lo ultimo que no se si alcanza a entenderme.

—Espera un segundo. Déjame ver si entiendo. Lo conociste en un café, después le propusiste hacer algo, te llevo a una caminata bajo el cielo estrellado, sobre la fría nieve de nueva york y sobre un puente lo besaste porque había un muérdago y-

—En realidad su amigo perfectamente prudente grito "Están bajo un muérdago", vi la oportunidad y la tomé. —Le explico nuevamente como sucedió.

—Después fuiste a su departamento, vieron una película que ciencia ficción, cuando se perfectamente que odias el género... ¿Y todavía dices que desayunaron juntos y lo invitaste salir?

—Te faltaron detalles, pero admiro que hayas entendido el contexto de mi muy sorprendente situación.

Rodhes me mira, analizando probablemente en que tan profundo lio me metí o que tanto lo arruine. Solo se con certeza que disfrute cada momento desde que pise ese café. Y aunque siento que la sensación es muy estúpida: yo sintiendo lo más cercano a la felicidad al haber compartido algunas horas con un joven castaño de ojos chocolate.

Y sin sexo. Creo que es mi mayor sorpresa. Que pese a que me pareció muy atractivo, el sexo no se me cruzo por la cabeza en ningún momento mientras lo acompañaba. O es muy bueno o es muy malo. No lo sé.

—Dime algo, maldición. —Suelto, irritado por el silencio.

—Es que es increíble. —Comienza a reírse—. Es maravilloso más bien. Jamás creí que tú vendrías a decirme que andas jugando al enamorado con un chico.

—¿No crees que está mal? —cuestiono. Quizá él pueda sacar a flote la moral que probablemente no poseo.

—Sobre la edad no existen tantos años de diferencia, además, estamos en el siglo 21. Todos están con la mente más abierta, menos prejuicios, más libertad. Mientras él y tú se sientan cómodos creo que nada más debe importante. Me preocuparía y te reprimiría si supieras que estás jugando, pero por la forma tan boba en que te ves, parece que no lo estás haciendo. Ambos son ya personas con razonamiento que saben en que se meten.

—...

—Solo pon sobre la mesa que tan en serio irán. Para que ninguno de los dos se haga expectativas que el otro no esté dispuesto a cubrir

Pienso en sus palabras. No sé qué pasa por mi cabeza, mi parte usualmente racional —a mi percepción—, me dice que estoy cometiendo un error. Que debo alejarme de ese chico y dejar que siga su vida. Bastante mierda ha tenido que vivir, sumarme a mí mismo a ella, sería bastante irresponsable —algo característico de mi persona—, de mi parte. Mi ego me dice que probablemente lo lastime, pero si lo hago ahora, dolerá menos.

Sin embargo, la parte que no conocía, esa voz irritante en mi conciencia me está haciendo ver y volver a recordar la sensación cálida que sentí al estar con él. Besarlo con suavidad, dormir a su lado sin pesadillas, sin sentirme solo y hasta cierto punto, sentirme iluminado.

—¿Crees que debería invitarlo a salir?

—Creí que dijiste ya haberlo hecho. —Su mirada se torna confusa.

—No, me refiero a invitarlo salir como algo más.

—Wow, no me refería a eso con todo lo que dije, vas muy rápido... pero creo que sería un error si no lo haces.

Correcto.

—Bien.

—Tienes que presentármelo, debo conocer al chico que clavo a mi mejor amigo el playboy.

Ruedo los ojos y suspiro.

.

Para cuando Rodhes se va, dejándome solo. Tomo mi móvil, buscando el nombre de Peter entre mis contactos. Al terminar de desayunar, intercambiamos números, pero él no ha mandado el primer mensaje, y francamente hacerlo yo no está en mis planes.

Reviso un correo con encabezado de Urgente, es de Pepper, pienso en ignorarlo, pero la última vez que ignore algo con ese encabezado termine con ella furiosa apareciendo en mi torre con montones de contratos que revisar y firmar.

Comienzo a leer y suspiro irritado. Me tranquilizo y pienso que eso sería una buena excusa para hablarle. Vuelvo a buscar su nombre y comienzo a escribir.

» Hola.

Envió. Ruedo los ojos por haber enviado un patético hola.

« Hola, Tony.

« ¿comondcjsdcaksd

Frunco el entrecejo. ¿Qué?

» ¿Pasa algo, Peter?
No entiendo.

Miro la pantalla de mi móvil, esperando respuesta, pero no llega. Lo ha visto, pero no parece escribir. Estoy a punto de dejar el móvil cuando recibo su respuesta.

«Si, todo bien.

«Lo siento, no es nada.
Jajajaja. ¿Cómo estás?

»Bien, solo quería saludarte.
Y preguntarte si podíamos
cambiar la cita.

Espero que diga algo para posteriormente dar mi explicación, sin embargo, no llega.

»Tendré algunas juntas
importantes por el cierre
de año, y pese a que
trate de zafarme parece
que es necesario que asista.
Pensé que en quizá podríamos
recibir el año nuevo
juntos, ¿Qué dices?

Suspiro. No soy de dar explicaciones o de siquiera darle importancia a posponer una cita, las cuales no tengo, al menos no las considero citas. Los segundos que pasan desde el envió de mi mensaje sin recibir respuesta, me preocupa, tal vez de molesto.

O tal está ocupado. Me dice mi subconsciente.

«No

Maldición. Esto me pasa por-

«No te preocupes,
me parece genial la idea.

Suspiro aliviado.

«Sera lindo pasar
la fecha contigo.

«Mucha suerte con
las aburridas juntas.

Estos jóvenes y enviar tantos mensajes en algo que pueden decir en solo uno. Sin embargo, sonrió complacido. Pienso en donde sería un buen lugar. Una cena romántica se cruza por mi idea, pero la descarto, bastante cliché y probablemente predecible.

Giro en la silla en que me encuentro tratando de idear una idea. Una me viene a le mente, debo hacer unas llamadas y probablemente todo salga acorde. Debe salir perfecto.

»Gracias por entender,
lo compensare, lo prometo.
Y estarían menos aburridas
y en su lugar divertidas
si estuvieras en ellas.
Pasa un buen día, Pete.

Sonrió y me pongo de pie. Serán unos largos días hasta que lo vuelva a ver, pero hare que valga la pena. Si sale mal, al menos me recordara, y si sale bien, no tendrá como arrepentirse, espero al menos.

Si es un error, quiero cometerlo.