Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30 : Otro verano contigo

Llevamos cuatro días en Lanzatote. No sé como pero hemos acabado organizando un viaje, y aquí nos encontramos en una casa en la que estamos: Lando, Charlotte, Charles, Pierre, Max, Kelly, Carlos y yo.

Estamos en pleno parón veraniego, los días de descanso nos están viniendo genial. Y, sobre todo, a Carlos que está bastante desconectado del tema de carreras.

- Carlos, Chiara, sois unas lapas todo el día juntos - nos grita Lando.

- Envidioso - le responde Carlos, sacándole la lengua a su ex compañero de equipo.

- Me caes mal Chilly, desde que estás con Chiara ni se te ve el pelo.

- A mi no me metáis en vuestras movidas. - digo alzando las manos - Que yo era fan de carlando.

Todos se ríen, incluida yo.

- Carlos, deberíamos de volver - bromea Lando guiñandole un ojo.

- Carlando siempre seguirá vivo, Lando.

- Mate, nosotros somos mejores - Charles se entremete en la conversación.

Los chicos empiezan una disputa por ver quiénes son los mejores. Ruedo los ojos y me vuelvo a poner las gafas de sol.

- Chiara, ya no te hace tanta gracia eh. - dice Lando y le saco el dedo del medio.

- Lando no molestes a mi novia. - dice Carlos mirándole.

- Yo no se vosotros, pero tengo ganas de ir a la playa - comenta Pierre.

- Sí por favor. - digo poniéndome de pie.

- En quince minutos todos aquí abajo, si no los que no estén os quedáis aquí - contundencia Pierre.

Todos asentimos y nos vamos corriendo a nuestros respectivos cuartos. Me pongo el primer bikini que pillo, al igual que el primer pareo.

Mientras vamos bajando hacia la playa veo un barco grande. Pierre y Charles se miran entre sí y asienten. A saber que planean estos dos.

- ¿Veis el barco de allí? - pregunta Charles.

- Claro que lo vemos Charles - responde Max.

- Pues allí vamos a estar nosotros.

Quince minutos después estamos todos montados en el barco. Me siento en la cubierta junto a Kelly y a Charlotte. Las tres nos ponemos a hablar de varias cosas.

De tanto tomar el sol me he quedado dormida. Poco a poco, me voy despertando y escucho pequeños murmuros, al llevar las gafas de sol puestas no se sabe si tengo los ojos abiertos o cerrados.

- No le hagáis nada que esta dormida - susurra Charlotte.

- Anda que no duerme - apunta Max.

- Le encanta dormir - contesta mi novio.

Siento de golpe un cuerpo encima del mío, un cuerpo que está completamente mojado y que me está mojando a mi. No tengo ni que mirarlo para saber quien es.

- Carlos - me quejo y él se ríe. - Ni puñetera gracia hace.

- Anda que tiene buen despertar - susurra Pierre creyendo que no lo he escuchado.

- Callate francés - digo dándole un golpe en la espalda.

- Carlos, ¿Cómo la aguantas?

- Por que la quiero - admite delante de todos. - Amor, tírate conmigo.

- Ahora voy.

- No, venga ya.

Antes de que me ponga de pie, él me coge y se acerca a la parte de atrás para tirarnos.

Empiezo a toser, debido a toda el agua que he tragado.

- Que se nos ahoga - grita Lando.

- ¿Estás bien amor?

Asiento y la tos se me va calmando poco a poco.

- Eres muy bruto, Carlos.

- Pero así te gusta.

- Ehhh que no quiero saber de sus cochinadas - dice Charles y reímos.

- No eres el indicado para hablar monecasgo. - digo picandole.

- ¿Yo?

- si tú o te recuerdo la vez que te pille haciéndolo con Charlotte en el baño de la discoteca.

Él se calla y se pone rojo, me mira mal y niega con la cabeza.

- La comida está lista - grita Pierre.

- Miedo me da lo que haya preparado este hombre - dice Lando.

- Burro, eso no lo has cocinado tú, eso es comprado - apunta Kelly al ver las empanadillas, tortilla y bocadillos.

- ¿Pero quién lo ha comprado? Yo, pues el mérito es para mi. - dice el francés.

- Mira que los franceses sois - murmuro.

- Cállate italiana.

Hemos comido, hemos estado bañandonos en el mar, hemos buceado un poco y ahora estamos todos sentados viendo el atardecer.

Apoyo mi cabeza en el pecho de Carlos, mientras este deja suaves caricias en mi rostro. Miro al cielo y sus colores me dejan alucinada, siempre he dicho que el cielo tiene magia, y una vez más lo vuelvo a comprobar.

- Estás super relajada - susurra en mi oído haciendo que la piel se me erice.

- Esto me aporta mucha paz y tranquilidad.

Deja un beso en mi frente y cierro mis ojos por unos instantes, intentando capturar todo esto en mi memoria. Miro a mi alrededor y veo a mis amigos riendo, miro las olas del mar, como el sol cae, escucho la música de fondo y lo miro a él, que una vez más se lleva mi atención.

- ¿Volvemos a la casa? - pregunta Lando.

Todos asentimos, recogemos las cosas y vamos al puerto a soltar el barco.

- Vamos a montarnos en los camellos - dice Lando al verlos.

- Lando eso es de niños pequeños. - dice Max.

- Yo me monto contigo Lando. - digo y él sonríe.

Al final todos han aceptado, y estamos montados en el camello. La primera vez que me monté fue hace años en una excursión con mis compañeros de clase. Al levantarse el camello grité un montón, no me gustó nada y estaba cagada pero después me lo pasé muy bien. Y siempre tenía el gusanillo ese de volver a repetir.

- Amor, vamos a bañarnos juntos y ahorramos agua. - me dice Carlos.

- ¿Seguro que es por ahorrar agua?

- Bueno y para verte a ti.

Yo niego y me meto en el baño, el agua cae por mi cuerpo y me relajo aún más.

- Qué preciosidad de mujer - exclama besando mi cuello.

Siento su intimidad rozar con la mía y me muerdo el labio, está jugando perfectamente y lo sé.

- Carlos - le advierto y él suelta una carcajada.

- No lo puedo evitar, eres un pecado.

- Y has caído en la tentación.

- Y he caído en la tentación, eso sí, es la mejor tentación del mundo. - dice y entra despacio en mi.

- Joder - suelto un gruñido cuando empieza a moverse dentro de mi lentamente.

- No grites, no vaya a ser que nos oigan los demás.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro