Spielberg es un pueblo precioso, sus zonas verdes, que es una estampa muy característica del país Austriaco. Es un pueblo pequeño pero precioso. Sólo 5.000 habitantes, pero que cuando llegan los días de un gran premio ya sea de MotoGP o Fórmula Uno la cifra se duplica. El Red Bull Ring está situado a más de 600 metros sobre el nivel del mar, lo que supone un extra para los motores V6 de la parrilla.

- Chiara, vamos a probar un verhackertes y una copa de schilcher. - me dice mi padre. - Que en una hora tenemos que estar en el circuito.

- Vale.

Según tengo entendido el verhackertes es un salteado de bacon y el schilcher un vino rosado de la región.

- Buah esto está buenísimo - afirma mi madre, me rio al ver como se lo ha devorado en pocos segundos.

- Si que está rico.

- ¿Nos vamos ya?

- Si venga vámonos.

Durante el camino hasta el circuito escuchamos música en el coche.

- a ver si Carlos hace buena carrera y remonta ese cero de Gran Bretaña.

La pasada carrera fue en el circuito de Silverstone, el año pasado Carlos se llevó la primera victoria de su vida en la fórmula uno y eso fue super importante para él. Y este año estuvo luchando por la victoria, pero un accidente de carrera con Russell lo mandó a la grava y ya no pudo hacer nada.

Aún sigue primero en el campeonato, pero debido a ese cero, su compañero y amigo Charles se está acercando y Max está también por ahí.

- No estabas tú para que ganará - me dice mi padre y yo niego con la cabeza.

- Calla papá.

- Chiara, ¿tienes ya pensado lo que vas a hacer con tú futuro?

Hace una semana que me gradué, por fin he acabado la carrera de medicina. Estos años se me han pasado un poco lentos, pero ya está, ya ha terminado.
La graduación fue muy emotiva y bonita, no voy a negar que no lloré. Vinieron mis padres, mis amigas y Carlos, él también estuvo presente al igual que su familia.

- Pues tengo que esperar hasta que me digan el lugar de las prácticas.

- ¿En cuáles echastes al final?

- Milán, Madrid, Turin, Bolonia y Florencia.

- Me gustan los sitios. ¿Y cuándo te dicen el lugar?

- Dentro de dos semanas más o menos.

Llegamos al circuito y mi padre para para firmas algunos autógrafos, gorras, camisetas y demás.

- Charlotte ha venido, así que podéis estar juntas - dice mi padre mientras paseamos por el paddock.

- Genial.

Veo a Lando hablando con Alonso y me acerco a ellos.

- La mismísima Chiara ha venido a vernos - bromea Fernando, y yo rio.

- ¿Cómo va todo con Carlos? - pregunta Lando.

- Por ahora se está tomando muy bien eso de demostrarme su amor.

- Chiara corazón, Carlos está colaito por ti.

Yo sonrío y les doy dos besos a los dos antes de irme.

- Chiara.

- Charlotte.

Las dos nos abrazamos y nos damos dos besos. Nos ponemos un poco al día, sobre nuestras últimas semanas. No la veía desde Mónaco.

- Tía por favor mira como te mira - me dice señalando a Carlos con la cabeza. - Si es que los dos sois tal para cual.

- Voy a acercarme.

Me acerco a Carlos y lo abrazo poniendo mi cabeza en su pecho. Él me abraza con más fuerza todavía, como sino me quisiera soltar.

- Te quiero Chiara.

- Yo también te quiero Carlos, ahora acaba de prepararte que tienes una carrera que ganar.

Él sonríe y une nuestros labios en un romántico beso.

Me pongo los cascos y me pongo a un lado de Caco y a otro de Charlotte.
Me muerdo los labios un poco nerviosa, mi cabeza se va a lo que pasó en Canadá y rezo para que no ocurra nada malo.

- Chiara, estas temblando - me dice Caco.

- Tengo un poco de medio - susurro y él me abraza acariciandome la espalda.

- Tranquila, no va a pasar nada.

- Eso espero Caco, porque si pasa algo me muero.

Charlotte y Caco vuelven a abrazarme y suelto algunas lágrimas. Saber que esto es un deporte de riesgo y que en cualquier momento puede pasar alguna cosa, me pone el cuerpo malo y más cuando hace unas semanas tuvo un accidente, afortunadamente sin consecuencias fuertes.

- Tranquila Chiara.

Miro muy atenta las pantallas y como el semáforo empieza a apagar las luces, luces apagadas y empieza el sufrimiento mezclado con la diversión.

Es el circuito de casa para Red Bull, la mayoría de gradas está pintadas de camisetas naranjas.

- Vamos Carlos.

Las vueltas van pasando y por el momento todo va bien, no ha habido ninguna bandera amarilla, ningún safety car, ni ningún virtual, y sorprendente ningún toque o accidente.

Hablan por radio con Carlos sobre que estrategia seguir. Y después lo hacen con Charles.
Cada vez que escucho una radio de Carlos, mi mente viaja a cuando dijo "Stop inveting ", esa ha sido una de las mejores radios que he escuchado nunca.

La bandera a cuadros cae, y el primero en pasar por línea de meta es Carlos, segundo Charles y tercero Max.

Me abrazo a Caco con alegría y nos vamos al podio a esperarlo. Sale del coche elevando sus puños al cielo. Hace una entrevista corta y después viene donde estamos esperándole.

- Eres el mejor. - confieso, él me besa.

Se abraza a Charles y después le llaman para subir al podio. Mi padre les acompaña para recoger el premio.

Empiezan entregando los premios primero a mi padre, después a Max, a Charles y llega Carlos que lo alza provocando que aplaudamos fuertemente.

Antes de abrir el champagne, veo a mi padre coger una cosa del suelo y se la da a Carlos. Parece como una pancarta, la abre y puedo ver a la perfección como en esta pone: Chiara perdóname, te amo.
Abro mis ojos y me llevo las manos a la boca. Este hombre siempre me sorprende. Me mira y me guiña un ojo.

Abren las botellas de champagne y se empapan entre ellos y también a nosotros.

- ¿Me perdonas del todo Chiara?

- Te perdono del todo, Carlos.