Capítulo 2: Conversando
(POV Leysha)
Por fin había logrado terminar de limpiar la habitación completa y había cerrado la puerta con el seguro para evitar encuentros inoportunos con cierto novio vampiro de cierta humana fantasiosa que sueña con romances colegiales-sobrenaturales, no viniera a reclamarme y me diera un discurso inmenso del amor que sentía hacia ella y no hacía su sangre ¡¡patrañas!! Son puras tonterías.
A pesar de ser lejano y leve logre escuchar su bufido de molestia, además el motor del auto del sheriff; observe el cielo de mi ventana y me di cuenta de que ya esta el crepúsculo. Decidí salir de mí escondrijo y me sacudí las rodillas, algo adoloridas por estar tanto tiempo en la misma posición, quite el pestillo, abrí la puerta y salí al pasillo con calma, para bajar las escaleras, al rato escuche los torpes pasos apurados por las escaleras de la mini-Swam - lo admito se parece bastante Charlie, solo que con cara de mosquita muerta e insufrible- escuche un gruñido de disgusto. Termino ella de bajar y la vi, me mando una mirada de odio. Rodé los ojos por tan infantil gesto.
- Solo falta de que me saque la lengua para que se vea más tonta de lo que ya es – pensé picando un poco más al vampiro... Edward si no me equivoco.
Lo escuche gruñir , nuevamente,e irse por un rato.
- Buenas tardes Charlie, veo que llego algo temprano – le saludo agarrando la chaqueta de policía y guindándola en el perchero (costumbre que tenía con mi padre) - ¿cómo le fue? – él me cae bien... un poquito.
- Bien, muchas gracias Leysha ¿pudieron acabar con la habitación? – el pulso de Isabella se acelero, empezó a transpirar y si hablaba la cagaría por completo.
- Sip, en realidad tuve que terminarlo yo porque Isabella se sintió un poco mareada, le prepare una merienda y la mande a su cuarto para que descansara – un Premio Oscar por mi magnifica mentira y por mi falsa preocupación hacia la mocosa.
Observo que Charlie la ve, preocupado.
- ¿Te sientes bien? – fue demasiado fácil (¬.¬U)
- Si claro – balbucea ella sin saber que hacer o decir. Aguanta no te rías.
Mocosa perversa
Dice divertida Nanuk
Me amas querida
Le contesto sonriendo, Charlie me la devolvió y procedí a hablar.
- Preparare yo la cena ustedes pónganse cómodos – Charlie se alejo de Isabella y fue hasta mi, colocando su mano en mi hombro evitando que siguiera mi camino.
- Por favor no lo hagas, eres una invitada Bella ya se siente mejor ella podrá prepararla, cocina de maravilla – jajajaja la cara de Isabella es tan graciosa jajajaja, pero no quiero morir envenenada.
- No Charlie, Isabella se sintió mareada hace un rato, mejor que no haga nada y que descanse y como dije antes será como una paga por la estadía – le sonrío, me dirijo a la cocina (aun con la reticencia del mayor) y hago como si buscara las cosas cuando ya las había localizado con mi olfato pero mejor hacer la desentendida – Isabella no te vayas, ven que te preparo un té para tu malestar – le sonrío falsamente dirigiéndole una mirada retadora que ella no respondió, es más valiente estando con su novio que sola, buff que tontería.
- No gra-gracias – responde ella asustada.
- Vamos Bella, deja que te prepare algo; estuvo por todo el mundo sabe bastante – recomienda Charlie en un tono alegre, viendo la tele sin voltear y yo mandándole una mirada divertida y triunfal a Isabella, las reacciones humanas son tan graciosas.
- E-está bien – se resigna, se muerde la mejilla por dentro, me mira con desprecio y se va a sentar con Charlie.
- Mfh - trato de evitar que se me salga a risotada que se me atasca en la garganta.
Preparare espaguetti, con salsa bechamel y carne molida para el final (créanme cuando les digo que es deliciosa mi abuela me lo preparaba cuando se me antoja y yo le ayudaba, así fue como aprendi a cocinarlo), pondré a hervir en el agua a fuego alto y con un poco de aceite, una vez que yerba le echare sal al agua y meteré los espaguetis colocándolo a fuego lento para darme tiempo de hacer la salsa bechamel. Agarre otra hoya y eche primero la leche a mitad de esta, después mezcle media tacita de harina de trigo con agua y la vertí en la leche, busque la mantequilla y eche dos grandes cucharadas, media cucharadita de sal, cuando medio hirviera echarle queso rallado y ponerlo a fuego lento para cocinar la carne molida. Agarre en esta ocasión una sartén le eche mantequilla y encima la carne congelada para que se decidieran juntas, le eche su sal, la adobe y la removí un poco, también la puse a fuego lento. Y ahora una de mis especialidades, subi un momento a mi nuevo cuarto y busque un pote con mis hojas favoritas; le prepararía a Charlie y a Isabella Té de jade Blanco, con un toque de menta; una delicia. Volví a abajo y ellos seguían a lo suyo, Charlie viendo un partido de beisbol e Isabella vigilando que no le colocara veneno lo que le correspondía de comida. Agarre una mini-hoya que encontré y vertí agua y un poco de azúcar utilice una mayita de alambre parecida al colador, pero esta la había hecho yo especialmente para el Té; coloque sus agarres en el borde de la hoyita mientras veía como se hundía la mayita; eche las hojitas en la maya espere a que hirviera y eche la esencia de menta apagando el fogón. Mezcle una mitad de la carne en la salsa bechamel, escurrí el agua del espagueti, le eche la salsa al bechamel, la mezcle bien, coloque el resto de la carne sobre esto, busque las tasas y eche el té en ellas.
- Eso sin duda huele excelente – oigo decir a Charlie, mientras servía la comida y pasaba los platos.
- ¡Huy!, se me olvido preparar tajadas – me iba a levantar a prepara pero Charlie me detuvo.
- No te preocupes ya has hecho demasiado – me dice apenado. Le sonrió con cariño.
- De a cuerdo – Charlie es un padre muy agradable.
Me volví a sentar, Charlie me felicito cada bocado y cada sorbo que daba e Isabella muda como una tumba, no me importa; se ve más bonita calladita.
(POV Edward)
No me agradan los pensamientos de esa loba para con Bella. Al ella bajar con la llegada de Charlie y ver que ella no la dejaría subir preferí retirarme vendría más entrada la noche, cuando todo estuviera con más calama.
- Hermano ¿qué haces aquí tan temprano? – veo a Emmet acercarse con una risa burlona.
- Hay una visita no deseada – responde inmediatamente Alice apareciendo, de algún lugar de la casa, y sentándose en el mueble a mi lado.
- ¿Quién? – pregunta Jasper inquisitivo.
- Una loba – bufo molesto – no le agrada Bella, no paro de insultarla en su cabeza – digo suspirando fastidiado.
- Eso si es interesante: una loba que le cae mal Bella, jamás creí oír algo tan increíble e imposible – Rosalie siempre tan amable con su presencia, sólo ruedo los ojos.
- ¿sabes por qué? – me pregunta Carlisle apareciendo junto con Esme.
- No pude averiguar bien, solo sé que no le gusta la "raza" humana; hubiera averiguado más de no ser porque se concentraba en insultar a Bella en su cabeza a cada rato – bufo, al igual que Rosalie.
- Tantas tonterías solo por Bella – vuelve a bufar.
- Rosalie – digo entre dientes, me contestos con un bufido y un da igual en su cabecita rubia.
- ¿No sabes más nada? – vuelve a preguntar Carlisle.
- Buscaba algo... algo de lo que su vida depende, pero como dije no sé toda la información – todo el mundo se puso a ver a Carlisle, esperando a que diera alguna orden.
- Será mejor que la vigilemos, no sabemos que hace aquí y si puede hacerle daño a Bella o Charlie/ podrías intentar averiguar ¿por qué vino? Y ¿qué es lo que busca en Forks?, ya tenemos suficiente con los sucesos en Seattle – me pide Carlisle.
- Hare lo mejor que pueda – subo una de mis cejas con duda de que ambos podamos tener una conversación civilizada, sin que ella me insulte o yo no le hable.
- Tranquilo te irá bien – dice Alice guiñándome un ojo y viendo en su cabeza un posible futuro.
No... puede ser...
.
.
.
.
Volví a la casa de Bella a eso de las 10 de la noche, aun un tanto pensativo por lo que vi en la visión de Alice... e incomodo.
- Viniste – al entrar Bella me recibió con un abrazo más necesitado de lo normal.
- ¿Sucedió algo? – me imagino que si, por los pensamientos de alegría y diversión que percibía de la loba.
- ¡No sé como hizo esa loba!, se gano a Charlie muy fácilmente, puedes creer que me hizo lavar cada trasto que ella uso para hacer la cena diciendo: "Bella, Leysha es una invitada limpio el cuarto e hizo la cena, lo menos que podrías a hacer es ayudarla con los trastes" y ella le respondió: "la verdad es que estoy algo cansada con el viaje, asear sin la ayuda de Isabella a causa de su malestar y preparar la comida con el calor del fogón me han cansado a sobremanera; Isabella espero que no te moleste, me retiro a descansar" ¡¿puedes creerlo?! – primera vez que escucho a Bella quejarse demasiado, por una persona, ni siquiera con el cabeza dura de Jacob hizo un monologo tan largo. Por otra parte la "querida" visita, estaba que convulsionaba de la risa que trataba de aguantar con enormes esfuerzos.
- Bella creo que deberías calmar... – no me dejo concluir.
- ¡¡No me pidas que me calme, ella es intragable!!, no sé si pueda aguantarla tanto tiempo aquí – Leysha seguía riéndose en silencio.
- Bella si sigues quejándote le darás más razones para seguir riéndose de ti – logre, por fin, decirle; oigo el bufido de Leysha pero eso no impidió que siguiera riéndose por la posible cara que pondría Bella al enterarse de eso.
- ¿Se-se está riendo de-mi? – pregunta en un murmullo mientras sus mejillas se tornaban color carmín; la verdad si es algo gracioso su gesto. ¡No!, no puedo apoyar eso.
- Si y si sigues irritándote se reirá más – le digo.
- Aguafiestas – se queja la loba.
- Pero no entiendo porque es así, creía que los licántropos como Jacob y los otros protegían a los humanos, ella es todo lo contrarío – se acuesta cruzándose de brazos y haciendo un puchero tierno me hubiera reído y comentárselo de no ser por otro pensamiento.
- Cada vez que habla dice tantas bobadas, soy una Lubgaru, su amigo es un bendito Meta Morfó; los licántropos son más peligrosos y comen carne humana. Se nota que ni él sabe lo que es – se queja molesta, por la ignorancia de Bella. Me hubiera reído, quizás solo por lo último dicho, pero no lo hice por lo primero.
Carraspeé, llamando la atención de Bella y la de Leysha, la primera no entendía de mi acción la segunda sólo bufo acordándose de mi don; la verdad aún no entiendo como conoce mi don o, más bien, como lo supo. Otra cosa que me sorprende es que ni siquiera sabía que existen distintas otras especies de Hombres Lobo.
- Ya duerme Bella, mañana hay clases y ya es muy tarde – le pido acariciándole la cabeza y tarareándole la canción que había hecho para ella.
Leysha estuvo pendiente de mi canción y, sorpresivamente para mi, logro entender el significado de la melodía aunque esta no tuviera letras. Ella empezó a inventarle alguna letra y me parecieron acordes para la canción, cuando termine note que Bella se había dormido. Decidí salir para platicar mejor con ella; sabía que podía oírme pero mejor tenerla de frente o algo así.
Llegue a la puerta de su dormitorio, pero antes de que pudiera tocar...
- ¿Qué quieres Cullen? – Pregunta atreves de la puerta. Por su voz estaba al frente de ella como yo.
- Hablar contigo, ¿me permites pasar? – pregunto algo dubitativo.
- Por ahora así está bien y es más pertinente, ¿no lo crees? – me responde con otra pregunta.
- Debo de estar de acuerdo contigo en este momento – murmuro en respuesta.
- No has respondido mi primera pregunta – me recuerda ella.
- Quiero saber ¿para qué has venido a Forks? – le pregunto tranquilamente mientras veo en su mente la cual se ha quedado en blanco.
- ¿Qué tanto te incumbe mi respuesta? – me pregunta dubitativa.
- Saber si eres una amenaza para mi familia y el pueblo – la escuche reír de forma irónica.
- Solo busco a mi Mate - ¿Mate?
- ¿Qué es eso? –
- Es como mi imprimación, me imagino que sabes lo que es... después de todo, no es fuerte, pero, está el olor de un lobo por aquí – percibo que se apoya de la puerta y desliza su espalda hasta quedar sentada.
- Si,... si se lo que es – le respondo en un murmullo.
- Bueno, aun no lo encuentro, pensé que estaría por alguna parte del mundo así que empecé a viajar, este es el último lugar que me queda, sino lo encuentro vuelvo a Roma y esperare a que nazca en la manada o algo parecido – cuenta con nostalgia.
- Algo complicado por lo que veo –
- Ni te imaginas – murmura dolida; observe un recuerdo en donde, por lo que vi, su hermano de cabellera castaña abrazaba y besaba con amor y devoción a una chica peli-roja, haciéndome recordar a mí, la visión de Alice – no tienes porque preocuparte, no le haré daño a tu queridísima humana – ella bufa y yo ruedo los ojos.
- ¿Qué tienes contra los humanos? – le pregunto molesto-curioso.
- Mataron a la mitad de mi manada Cullen, ellos son un peligro para nosotros –
- No todos –
- Todos lo son... porque, aunque no nos hagan daño, que solo sepan nuestro secreto es una desgracia – logro observar un recuerdo algo confuso, fuego, gritos, sangre, ordenes, pero estas se acallaron y dejo su mente en blanco.
- Si no te molesta, de verdad estoy cansada, Cullen – oigo que se levanta y camina hasta su cama.
- Puedes decirme Edward... –
- No somos amigos, solo porque hayamos conversado no nos da el derecho a ninguno de los dos llamarnos por nuestros nombres, así que no agarres muchas confianzas ¿entendido, Cullen? – dice con diversión recalcando lo último.
- De acuerdo, Shuika – me rió levemente – ve a la Reservación La Push, quizás puedas encontrar algo y darles lecciones de especies a los chucos – la oigo reír – descansa – digo en un murmullo, para empezar a subir las escaleras.
Gracias – y se quedo completamente dormida; me pase la noche velando sus sueños como lo hago siempre con Bella, hasta que llege el amanecer...
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