(POV Leysha)

Aquella noche fue... simplemente increíble, mágica quizás; pero como todo lo bueno, eso siempre acaba...

Hoy es el día... hoy es la maldita batalla. Los minutos y segundos pasan tan rápido... aun no le cuento a Edward una parte de mi, de mi gente, de donde nacieron realmente los Lubgaru, el cómo se formaron...

Quizás... ya sea hora de hacer.

- ¿Te sucede algo? – me saca de mis pensamientos justamente mi persona favorita.

- Nada nuevo Eddy – le contesto. Ciertamente eh bloqueado mi mente.

- La cara que tenías antes decía todo lo contrario – me dice, mientras ya llegamos al claro en donde se daría la batalla final.

- Por su puesto ese bicho-rastrero-imán-de-los-mil-y-un-problemas indeseados debería de estar aquí y morir como es debido – suspira resignado. No es del todo mentira lo que le digo.

- Sin duda ¿Qué hare contigo? – vuelve a suspirar llevando su mano a la nuca.

- Cariño, a las lobas no se les entiende se les quiere – le digo besándole la mejilla.

- Es aun más problemático – se queja de forma falsa dando un gemidito como una queja.

Nuestra conversación pareció bajar la tención en los demás Cullen, quienes rieron un poco.

- ¿Trajiste la ropa de la alimaña? – le pregunto y me enseña un pequeño bolso con las cosas – Waah que lindo novio tengo – digo con una voz melosa, volviendo hacer reír a los demás y a él por supuesto.

- Llegaron – dice Edward viendo entre la maleza donde están los lobitos.

- Bien – empiezo a quitarme la ropa, pasándosela a Eddy que rueda los ojos murmurando: tan desvergonzada como siempre – cariño no es nada de lo que no hayas visto – le pico un poco.

Él pone esa cara de "enojo" que más bien es bochorno; saco con repulsión la ropa de la alimaña esa y con ganas de vomitar me la pongo, los quileutes, los Cullen y Eddy se ríen de mi refunfuño por ponerme la ropa.

¡¿Por qué tengo que ponérmela?! ¡¿No puede Edward simplemente llevársela y ya?!

- Ya te lo explique, y no lo volveré a repetir – me dice cargándome como a una princesa.

- Lo dejare pasar por esta vez – le digo haciendo puchero y rodeando su cuello con mis brazos.

- Yes my Lady – me dice él con esa sonrisa, que él jura y re-jura que no es coqueta.

- Manipulador tramposo – digo en el momento en que empieza a correr.

- Mira quién habla – le saco la lengua y se ríe.

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La blanca y espesa nieve cubre toda la montaña; es de esperarse, después de aquella tormenta en la noche.

Este lugar me hace acordarme una vez que viaje con mi familia, cuando era más pequeña; fuimos a polo sur a ver una manada de Lubgaru aislados en esas tierras frías y olvidadas. Me acuclille para recoger un puñado de nieve entre mis manos.

- "La nieve tiene un color muy puro... eso demuestra que aun hay inocencia en el mundo, también demuestra que nadie nace malo ni bueno eso se aprende por el sendero de la vida, tú escoges el camino que desees tomar" fue lo que me dijeron una vez cuando era pequeña y estaba en esta misma posición – lleve la nieve entre mis manos a mis labios sintiendo el frío en esa zona y en las manos.

- Tiene bastante razón – dice Edward sentándose a mi lado.

- Esa misma persona me dijo "La luz no tiene nada que ver con el bien y la oscuridad con el mal, el día puede ser tan oscura como la noche y la noche puede ser tan luminosa como el día", supongo que se refería a los eclipses solares y a la luna con las estrellas – lanzo la nieve hacia arriba.

- Muy sabias palabras de su parte, ¿crees que pueda conocerlo? – me pregunta viendo al cielo.

- Después de nuestras boda y la luna de miel... mmm, quizás – se ríe y le acompaño.

- ¿Alguna otra cosa que recuerdes? – me pregunta pasando su fría mano por mi mejilla. Antes no notaba tanto el frío ¿será por el lugar?

- Si, "No puedes arrancar una flor sin perturbar a las estrellas el universo está conectado de una forma mística y misteriosa que los humanos no comprenden, nosotros fuimos creados para proteger la poca magia que existe en este mundo: Vampiros, Hombres Lobo, Ninfas, Dríades, Hadas, Duendes, Demonios, Angeles, fantasmas, Dioses, Brujas o Hechiceros, estamos aquí para eso para servir a este mundo que nos lo da todo y no a quienes lo habitan, que pueden traicionar con una letal facilidad" eso fue lo que dijo – me deje caer hacia atrás sentándome, coloque mi cabeza en su hombro y él paso su brazo a mi espalda.

- Estas... muy profunda hoy... y en una circunstancia como esta ¿qué tienes en la cabeza? ¿Qué es lo que te perturba? – me pregunta volteándome la cara con su mano quedando frente a frente, escrutándome buscando entrar en mi cabeza.

Me le quede viendo pensando en si decírselo o no, aun hay tiempo antes de la pelea y tengo que dejar el olor impregnado en este lugar de todas formas.

- Tenía 10 en ese entonces,... la edad justa cuando nos cuentan el surgimiento de los Lubgaru, de donde nacemos realmente y el ¿Por qué? Somos tan diferentes a otras razas o ¿por qué nuestra sangre vuelve a los vampiros humanos al beberla?... ¿quieres saberla Edward? – le pregunte. Me vio con sorpresa.

(POV Edward)

¿A qué se refiere con eso? ¿De donde nacen realmente?...

Sus ojos esmeralda tan serenos y fríos, intento entrar en su cabeza pero esa barrera está aun ahí ¿Qué ocultas Leysha?

- Te lo contare... o mejor aun te lo mostrare cuando ella llegue – me dice empezando a quitarse la ropa y ponerse la suya – seguro que quedaras muy impresionado – me da esa sonrisa de las suyas que la hace ver como un angelito travieso.

- ¿Sera? – pregunto con una risa resignada.

- Te enamoraras el doble de mí – siempre tan confiada.

Bueno eso es lo que me gusta de ella... esa actitud arrogante, confiada, prepotente y de que se las sabe todas; pero, también, el cómo canta o toca algún instrumento... parece que dejara ver su alma o lo vulnerable que puede llegar a ser.

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(POV Jacob)

Falta nada para que lleguen los neófitos al claro, la trampa ya está colocada al igual que la de Edward y Leysha espero que estén bien, además... tengo una extraña sensación, había algo diferente en Lely.

- Lo notaste también – me pregunta Sam a lo que yo afirmo con la cabeza.

- Su olor era diferente – comenta Seht pensativo.

- Es extraño, pero... siento que sucederá algo más que esta simple batalla – comenta Leah.

- ¡Ya vienen! – escuchamos exclamar a Alice.

- ¡Prepárense! – exclama Sam.

Escuchamos a lo lejos el zumbido del viento, las hojas siendo pisadas por pies rápidos que se acercan a una velocidad inhumana... ahí están.

Los Cullen empezaron a atacar, nosotros a movernos alrededor del claro para atacar por diferentes posiciones, así aturdir al enemigo, porque como explico antes Jasper atacaran por atacar, de frente y sin ningún tipo de estrategia para ganar; instintos animales básicos -por decirlo de alguna forma- ¡nuestro turno de atacar!

Salimos de nuestros escondites y la cara de los chupasangres neófitos fue demasiado graciosa, se veían tan confundidos que daban risa.

- ¡Se escapa! – exclama Sam y Leah fue quien atrapo al que casi se escapa.

- ¡Bien hecho Leah! – le felicito y los demás hacen lo mismo ¿Cómo estarán Lely y Edward por allá arriba?

(Pov Leysha)

Ya está aquí...

¡¡Por fin ya estaba aburrida de tanto esperar mujer!!

- Bella no está aquí, Victoria – habla Edward sabiendo de sus pensamientos – no, no está escondida se ella se fue – vi como Edward se movió – ¿no quieres vengarte de cómo rompí a James trozo por trozo?... si Riley, ella los creo y los trajo aquí, por venganza, porque matamos a su anterior pareja... ella no te ama – huy los está provocando a ambos.

- Es mentira Riley, yo te amo; te lo dije ¿no? controlan tu mente – pff si claro.

- Si leo los pensamientos Riley, pero no los controlo... ya te dije que Isabella no está por aquí – gruñí.

- Mira peli-roja teñida esa sucia rata no está aquí porque Edward es mi actual pareja y desgraciadamente, para ti, y para satisfacción mía, me adelante a lo que tú querías hacer – le sonreí con burla mientras hacía que mi cuerpo empezase a cambiar y no precisamente a mi forma lobuna.

Mi piel se tornaba dura y el frío ya no lo sentía, la cara de sorpresa de Edward y de los invitados indeseados me hizo sonreír arrogante.

- ¿A qué esperan? La invitación ya les fue dada, ya están aquí, así que... – me detuve un momento observando la cara de horror que clocaron ambos al ver lo que se formaba atrás de mí – ¿a qué esperan? –

(POV Edward)

Los dos nos movimos rápido entre los árboles buscando llegar al claro para ayudar a los chuchos y a mi familia, aun sigo sin creer lo que acabo de ver y aun menos puedo creer que de ahí es de donde provienen los Lubgaru. Ella siempre tan llena de sorpresas.

Llegamos al claro y ya casi no quedaban neófitos.

- ¿Entraras? – le pregunte observando la pelea.

- Lo tienen controlado, me mantendré a distancia por los momentos – piensa, si llegase a hablar se darían cuenta del cambio y los distraería, su voz ahora se oye tan sedosa y suave como la de un vampiro, pero incluso antes se le oía así – ve,... ve sé que quieres ir, estaré vigilando la situación desde aquí – solo afirme con la cabeza y entre en acción.

- Veo que fue rápido – oigo que piensa Carlisle.

- Si, fue bastante fácil – no diré nada, esperare a que sea ella quien tome la decisión.

- ¿Y Lely? – oigo que me pregunta Jacob.

- Observando la situación desde afuera – dije arrancándole la cabeza a uno de los neófitos y lanzando su cuerpo a otro.

Observe en la cabeza de Emmet y Paul que sus diferencias, al parecer, fueron arregladas con una ayuda que le dio hace rato; valla esta pelea ha sido fructífera,... en otro tipo de ángulo claro está.

Una vez terminamos con los restantes los amontonamos para prenderlos, exterminándolos de una vez.

- ¡LEAH! – escuche a Sam con angustia.

Joder no me di cuenta que faltaba 1. Jacob y yo nos lanzamos a ayudar a la nombrada que está entre los brazos del neófito, pero repentinamente ella es separada y empujada para que no fuese agarrada por él. Volvimos nuestra vista a donde se supone que estaba el neófito pero había desaparecido y quien estaba ahí era Leysha de espalda a nosotros.

- ¿Dónde está? No vi nada – oigo que piensa Carlisle, pero él no es el único con ese pensamiento.

- Leysha lo extermino – dije aun observándola a ella; no puedo evitar sentir un escalofrío de solo pensar en el ahora color de ojos que tiene.

Leysha se dio la vuelta mostrando un rostro sería eh inexpresivo, su piel tan blanca, sus labios tan pálidos y esos escalofriantes ojos rojos. Se percataron que su corazón no latía y sus miradas cayeron hacia mí buscando respuesta.

- ¿Edward? – me pregunta Carlisle.

- Solo puedo decirles que su don se controla con las emociones que sienta, por eso no hay rastro del vampiro... ha sido eliminado completamente – respondí tranquilamente mientras abrazo a Leysha, que mientras hablaba ella se fue acercando y se arrecosto en mí pecho. Acaricio su espalda mientras que esa inexpresividad seguía presente, aunque sus pensamientos no los mantiene bloqueados.

- Diles que se movilicen, Victoria no estaba detrás de esto solamente... los Vulturis los siguieron a pesar de que sabían que se estaban acercando, dudo mucho que Aro lo sepa – la escuche y eso me crispo los nervios y luego la visión de Alice me llego de repente.

- Sam, Jacob, tienen que irse pero ¡ya! – mi tono sonó tan alterado que prefirieron hacer lo que les dije y obedecieron más rápido cuando vieron a "su Lely" y ella les afirmo con la cabeza de que se retiran.

Nos pusimos en formación y ahí me percate de la única neófita que seguía en pie, Carlisle le ofreció asilo si se rendía, al parecer la familia se hará más grande.

- Ya vienen – avisa Alice en un murmullo.

Pude escuchar los pensamientos de los lobos, salieron del claro pero se mantenían cerca viendo la situación; por suerte los Vulturi no notaran su olor o presencia ya que nunca se supo -nunca les dijimos más bien- la existencia de ellas aquí en Forks.

Ya pusieron sus pies en el claro, yo abrace más a Leysha acariciando su costado, por simple reflejo. Ahora tiene la apariencia de una vampira y sus ojos se tornaron dorados, parecía completamente una de nosotros.

Jane, fijo su vista en ella mirándola extrañada, luego a mí, a mi familia y a la neófita; los otros tres también le imitaron, observándonos a todos y luego su vista se poso sobre el montón de cuerpos incendiado.

- Creo que nos perdimos la diversión – comenta Jane sonriendo de lado.

- Quizás si hubieran llegado 5 min antes, hubieras podido divertirte – le recrimino. Ella me ve pero no hace nada, simplemente ignora mi comentario y posa su vista en Leysha.

- ¿Y Isabella? A Aro le gustaría saberlo – dice ella aun observando a Leysha, pero la pregunta se dirigía hacia a mí.

- Yo hice lo que tú no pudiste... y lo disfrute – le contesto Leysha con una sonrisa burlona y arrogante; por la mente de Jane cruzo que ella la mato y bebió de su sangre, percibí envidia.

Me vio a mí buscando repuesta, endurecí la mirada y afirme con la cabeza, si creen que está muerta no la buscaran.

- ¿Y se lo permitieron? – ahora le pregunta Carlisle, quien me ve de reojo por un momento.

- Se lo merecía, aunque lamentamos que haya tenido que acabar en eso – confiesa Carlisle.

Se quedaron en silencio un momento, Felix, Alex y ______, se quedaron observando a Jane esperando a que decidiera. Su cabeza se volvió un caos, ella quería ser la que bebiera de su sangre, quería ser la que la matara. Sentí como Leysha pone su mano en mi pecho ¿Cuándo me puse en posición de ataque? – Cálmate Edward, no te enfoques es sus pensamientos... piensa en otra cosa – pensó Leysha mirándome directamente a los ojos, empezó a hacer círculos en mi pecho y me beso en los labios, sorprendiendo a nuestra visita no deseada.

- ¿Cuántos eran? – vuelve a hablar Jane con un deje de molestia.

- 19 – habla Carlisle. Leysha sigue haciendo círculos en mi pecho mientras me abrazo a ella como si fuera un salva vidas.

- 21, Carlisle – le corrige Leysha – sus creadores también fueron asesinados – culmina de decir señalando hacia las montañas de donde sale humo también.

- Jamás vi a un clan sobrevivir a un ataque como este – habla impresionada, aunque no lo demostrara en sus facciones.

- Tuvimos suerte – comenta Carlisle.

- Pero les falto una – observa a la niña, siento como Leysha se despega de mi y se dirige hacia ella, colocándose frente al campo de visión de Jane.

- Le perdonamos la vida si se rendía y se unía a nosotros – el porta voz siempre sería Carlisle.

- Eso no les compete, sabes que los Vulturis no damos segundas oportunidades – le recrimina ella.

- Ella no sabe nuestras leyes, nosotros se las enseñaremos ­– insiste Carlisle.

Jane dio unos pasos adelante, así pudo ver a la muchacha y usar su don contra ella, un grito desgarrador se dejo oír en todo el claro.

- ¿Cómo te llamas? ¿quién te creo? - seguía gritando y como no le contesto aumento su don. Los lobos estaban inquietos ante eso.

- Ella te dirá todo sin necesidad de eso – le reclama suavemente Carlisle y ella deja de usar su don, pero aun le afecta a la muchacha.

- ... Bree... soy Bree... – contesta como puede.

- ¿Quién te creo? – vuelve a usar su don pero en un breve instante.

- No lo sé... Riley dijo que nuestros pensamientos no eran seguros... que quería, nuestra ayuda porque... ellos, los de ojos dorados... le habían quitado sus tierras y que podíamos encontrarlos por el olor de una humana – relata ella.

- Una razón más para matarla – comenta burlona Leysha.

- No sabíamos, que era una trampa ¡no sabíamos que solo nos usaban para ellos salir vivos de esto! – sollozo ella, con miedo encogida en su sitio.

Vi como Leysha se agacha y la abraza acariciándole el cabello, Bree se aferra a ella con miedo, Jasper se acerca a ambas por precaución.

- Felix, encárgate... quiero irme a casa – dice Jane. Felix con una sonrisa empieza a acercarse, pero Leysha lo evito.

Hielo se formo en el suelo tomando la forma de un pico, que esta peligrosamente cerca del cuello de Felix.

- Da un paso más y lo lamentaras – amenaza ella con una expresión fría; tan gélida como el hielo y tan siniestra como la muerte.

- ¿Eso es una amenaza? – pregunta Felix dando un paso y el hielo rodeo su cuello alzándolo por el mentón.

- Te arrancare la cabeza – vuelve a amenazar. Sus ojos se movieron por una fracción de segundos hacia Jane y creó un muro de hielo entre ambas para evitar el don de Jane – no lo intentes rubia, haz algo y ellos lo pagaran – vuelve a amenazar.

Para cuando lo note el cuello de los otras tres también había hielo; si Jane hace algún movimiento mal ellos morirán inmediatamente.

- Jane, ella tiene el control en esto, haz algo y ella los congelara internamente... no, si llegase a pasar ellos se volverían polvo, como si los hubiesen quemado y no podrán reconstruirse nuevamente – le advierto yo. Me mira impasible, pero Jasper y yo notamos el nerviosismo; ella nunca pelea cuerpo a cuerpo, más bien no sabe y terminaría perdiendo.

- Nos retiramos – dice pero los "collares" de hielo no desaparecen.

- Aléjense 2 kilómetros y ellos desaparecerán como por arte de magia, pero si vuelven a acercarse aparecerán y me alertaran de su presencia... al igual que la tuya – al escuchar eso Jane se toca el cuello y siente su propio "collar" de hielo.

Jane empieza la retirada y los demás la siguen, pudimos relajarnos; Leysha sigue acuclilladla y Bree abrazada a ella, un sentimiento de alivio nos embargo a todos -lo sé gracias a Jasper-. Quileutes salieron de entre los árboles transformados ya en su forma humana. Leysha decidió permanecer en esa forma mientras aun Bree siguiera abrazándola de forma estranguladora.

- ¿Qué harán con ella? evidentemente no es muy estable – pregunta Sam preocupado.

- Yo me hare cargo de ella – habla Leysha antes que Carlisle.

- ¿Segura? – le pregunta Rosalie.

- Solo tendrá que beber mi sangre, parecerá humana nuevamente y podrá comer tranquilamente aunque habrá que entrenarle porque aun poseerá su fuerza y velocidad – dice ella volviendo a su apariencia normal.

- Y mientras tanto me cuentas que pasa con esa apariencia de Drácula – exige Jacob medio en broma.

- Claro – responde con simpleza

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Hoooolaaaaaaaa mi gente bella, disculpen las demoras, pero estaba comiendo moras... me fui del tema eeeeeeeeeeeen fin ¡me salio con holasoyGerman! que loco. Bueno aqui capiiiii 10 ¡¡YUPI!!