- Quiero viajar y encontrar yo misma a mi mate – eso fue lo último que le dije a mi hermano cuando se convirtió en el alfa de la manada.

Sin prestarle atención a los reclamos de mis padres él me permitió irme, aun a pesar de que sus ojos reflejaban su dolor por dejarme ir sola... pero, era más mi sufrimiento que el de ellos. Hablo con nuestros padres e hizo que ellos  pagaran mi pasaje de Roma-Italia a cualquier lugar del mundo que yo escogiese; además ¡Soy una mujer hecha y derecha! ¡Me criaron bien! deberían tener un poco más de confianza en mí. Ustedes seguramente me dirán ¿Por qué no buscas primero en todo el continente Europeo y luego vas a ese otro Lugar? Muy fácil, ya lo hice y no... no lo encontré.

¡¡Cierto!! No me eh presentado, discúlpenme, mi nombres es Leysha Shuika, mi raza son los Lubgaru es una mujer o hombre mitad lobo -no soy licantropo, ellos son otra raza-. Mate: es la persona que se convertirá en mi pareja para la eternidad; para la eternidad porque obviamente soy inmortal, solo crezco hasta los 18 años y tengo la misma apariencia de ahí en adelante... si no lo encuentro quiere decir que no ha nacido y volveré a Roma y esperar. Por el momento quiero viajar y disfrutar, antes de que mi vida se ate con la de otro y tenga que convertirlo en un monstruo. Me falto decirles que lo único capaz de matarme o enfermarme es la plata, bueno eso me mata.

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....Recorrí todo El continente Africano, Asiático, recorrí Sudamérica, Centro América y casi todo Norte América, solo me faltaba un pueblecito a mitad de la nada, el cual siempre se la pasaba encapotado, con un sempiterno cielo nublado y un ambiente helado, se podría decir que nieva casi que todos los días aquí. Llevaba 3 años y 2 meses viajando, extraño en extremo a mis padres y hermano, me entere -por una carta- que tengo una sobrinita y como no si mi hermano había podido encontrar a su mate en la manada, no lo tuvo tan complicado (¬ .¬).

- El vuelo para Seattle 8574 emprenderá el vuelo dentro de 30 min, por favor pasajeros acercarse a la salida 10-A – Mi vuelo.

De ahí tome un taxi a mi último destino Forks. Mis esperanzas se han desvanecido, si no lo encuentro me tocara esperar y podre volver a ver a mi familia.

- $40, señorita – me dice el conductor aparcando en la entrada del pueblo cerda de Una tienda deportiva que solo vi de reojo, mientras saco el dinero de mi bolsillo.

- Muchas gracias – agarro mi bolso de montaña -como le digo yo- y me bajo viendo como el taxi se aleja.

Mi atuendo consistía de zapatos de montaña color marrón claro, medias grises hasta las rodillas un short negro, una camisa manga larga color verde, un chaleco marrón rojizo hecho a mano con el pelaje de mi papá, hermano y madre, al igual que mi pasamontañas que menguaba mis altaneros rizos rubios que llegaban a mi cintura y planchado pasaba mis nalgas hasta menos de la mitad de mi muslo (por si tienen curiosidad); además de que mi camisa verde manzana combina perfectamente con mis ojos esmeraldas o mi piel blanca como la leche y unas cuantas pecas en mis mejillas, dándome un rostro un tanto infantil a pesar de mis ya 21 años -casi 22.

Ahora si me fije en la tienda deportiva, el letrero decía NEWTON Sport, necesito un termo nuevo y ver en donde poder quedarme. Abrí la puerta de vidrio y el aire caliente que daba la calefacción me dio de lleno en todo mi cuerpo, mientras oía la campanilla sonar que avisaba la llegada de un cliente. El típico olor a plástico y a nuevo me llego al olfato, en conjunto con el olor de dos humanos: una mujer adulta y un hombre joven.

- Bu-buenas – primera impresión, sigo aburrida – soy Mike Newton, ¿en qué puedo ayudarte? – me pregunta viéndome de arriba abajo.

- Si, ¿hay un adulto por aquí? – empiezo a andar por el local observando las cosas buscando los adultos. Este niño debe ser uno de los típicos populares de instituto, quizás me inscriba después de todo no aparento mucha edad, mmm, ya veremos.

- Ni que fueras tan mayor – se ríe el de mi chiste.

- 21 y ¿tu? - le sonrió de medio lado mirándolo directamente a los ojos, a nadie le gusta eso (especialmente a mí) pero es divertido intimidar a los humanos. Huy este termo blanco y negro de pandas es bonito.

- 17 años, no me llevas mucho y, estoy seguro, que puedo contestar tu duda – se va a atrás de la barra, detrás de la maquina esperando a que lleve el termo aun coqueteando.

- Por supuesto, ¿Cuánto cuesta? – el se ríe entre dientes y agarra el termo pasándole la etiqueta con el código por la luz roja.

- $3 – me dice.

- Ahora, ¿hay un adulto por aquí? – vuelvo a preguntar con mayor seriedad, dando a entender que su coqueteo e insistencia me están irritando.

- Si, hola soy la madre de Mike, emm... – llega una mujer rubia muy parecida a Mike.

- Leysha – saludo, dándole una sonrisa por cortesía. No tengo gusto hacía los humanos, pero ella es agradable y merece que le trate con respeto.

- Un gusto Leysha, ¿Qué es lo que deseas? – me pregunta con curiosidad brillando en sus ojos.

- Hospedaje por unos meses o quizás un año, aun no sé con certeza – mejor dicho: estoy malditamente desesperada por encontrar a mi compañero y es culpa de mi condenado lado lobuno. Putos instintos lobunos, puta época de celo. La sra. Newton adquirió una pose pensativa.

Niña, vocabulario

Me riñe Nanuk mi lado lobuno.

Si, si, si

Trato de no gruñir

- Vaya pues... podrías preguntarle al oficial Swam, vive más adentro del pueblo con su hija Isabella; él podría habilitarte un cuarto, creo que le sobra aun uno – entendí las letras pequeñas y dice así: podría alquilarte algún cuarto de mi casa, pero mi hijo de 17 años y hormonal + convivir con una chica a solas no es buena idea y puedes compartir cosas de chicas con la hija del oficial, eso es lo que decía. Aunque eso de compartir con la mocosa humana no va conmigo.

- Muchas gracias, miss Newton – me despido agarrando mi compra, pero antes de dar la vuelta – chico Newton – se alegro – no coquetees con chicas cuando tienes novia, el olor de su perfume sigue impregnado a ti - le guiño el ojo mientras sonrió al ver sus mejillas tornarse rojas y a su mamá mordiéndose el labio para no reír y así me retiro de la tienda.

- ¡¡Por cierto!! – escucho que me llama la señora Newton, volteo y parte de su cuerpo esta fuera de su local – te queda más cerca la comisaria, podrás buscarlo ahí – agradezco con un asentimiento.

Emprendí mi caminata, pregunto a varias personas ¿donde queda la comisaria? como siempre, yo de distraída, se me olvido preguntarle a la señora Newton la ubicación; además preferí caminar porque estar tanto tiempo sentada me irrita mucho. Finalmente encontré la comisaria, que es algo parecido a una casa de un solo piso, con patrullas y algunos policías en la entrada charlando, fumando o comiendo, quizás sea su momento de descanso. Me fui acercando y algunos de ellos se voltearon a verme curiosos y atentos; sonreí.

- Buenos días, Busco al oficial Swam – mejor no entrar, al estar las puertas cerradas se concentran mucho cada olor eso me marearía, así que, mejor no arriesgarse y gracias a la Luna que que hay algo de brisa, así no huele fuerte el cigarrillo.

- Soy yo, ¿Qué desea señorita? – (N/A:me da flojera describirlo y además de que ustedes ya saben cómo es él) pone sus manos en las caderas, interrogándome como el oficial que es y la curiosidad e incertidumbre se divisaban en sus ojos.

- Buenos días mister Swam, vengo en son de aventurera y preciso de un lugar en donde hospedarme, me han recomendado a hablar con usted, por eso he venido hasta aquí – le hablo educadamente, como me han inculcado mis padres.

- Espero que no sea un inconveniente señorita, pero me gustaría saber: ¿quién le ha informado de mi? – me pregunta algo cohibido, no sé si por mi educación o por mí poca vestimenta en un lugar tan frío.

- La señora Newton, quien huera accedido, pero dada la circunstancias de que tiene un hijo varón – ósea su hijo hormonal. Él capto a la rapidamente.

- No veo que haya ningún problema, permítame llevarla – dice educadamente, esperando a que yo baje para luego seguirlo hacía su patrulla diciéndole, primero, un con permiso a los demás oficiales.

- Muchas gracias – le digo montándome en el lado de copiloto.

- Me... gustaría saber... su edad, si no es molestia – me pregunta dudoso.

- Ninguna – le respondo – Me llamo Leysha Shuika, Tengo 21 años y desde los 18 viajo  – conteste, mejor decirle una parte de la historia.

- Vaya – fue lo único que contesto – muy joven aun – comenta él haciendo una morisqueta de disgusto.

- Sí, pero es necesario adquirir experiencias nuevas – murmuro, pero lo suficientemente audible.

- Espero que lo encuentre –

- Gracias, yo igual –

El resto del camino fue en un silencio cómodo. Charlie, como me pidió que le dijera, vive cerca del bosque algo ventajoso para, por mi condición de loba. 

Es perfecto

Comenta Nanuk y yo afirmo levemente, contenta por el panorama del húmedo bosque, el olor a plantas húmedas, a lluvia, a Pino y aroma de otros animales es refrescante, mejor que el humo de una ciudad.

Percibí varios olores más, pero dos específicos y uno más pronunciado que el otro.Entramos a la casa y ambos olores se intensificaron una más reciente que la otra.

- Por aquí Leysha – me llama Charlie cerca de unas escaleras que dan a la parte de arriba.

Subimos. El olor de aquel ser se siente con mayor intensidad en una de las habitaciones, Nanuk se agito por un momento. El señor Charlie abrió una puerta, la habitación llena de polvo dando a entender que nadie a entrado aquí por mucho tiempo

- Sé que no es mucho, pero... – comienza rascándose la nuca, le interrumpo ante de que siga.

- No se preocupe es suficiente – le contesto sonriéndote; porque el lugar no tenía nada de malo, solo polvo.

- Por cierto me contaron que tiene una hija, ¿Dónde está? – arrugo un poco el gesto y desvió la mirada, la verdad no me interesa y menos al percibir el olor, de ella y el de él, mezclados.

- Está en el Instituto de Forks – me contesta devolviendome la sonrisa. Me recuerda un poco a mi padre

- Ya veo – susurre – Limpiare un poco, comprare solo una mini nevera, tengo que avisar al aeropuerto para que me traigan un paquete algo grande, pero no ocupa mucho espacio – voy hablando mientras dejo el bolso en el piso y me quito el pasamontañas y me amarro el cabello en una trenza y un par de risos cortos que quedan al lado de mi rostro.

- ¿Tienes el dinero para eso? – alza una ceja mientras me mira viendo cómo ayudarme y con los brazos cruzados, de verdad me recuerda tanto a mi papá.

- Sip, tengo cuenta propia, ahí están los ahorros que eh hecho con algunos trabajos y mis padres depositan en la mayoría del tiempo... en realidad todo el tiempo – sonrío nostálgica, pero se me ocurrió una idea – Charlie, permítame arreglar el cuarto, así podrá usted ponerla en alquiler a los campistas que requieran de un buen descanso ¿Le parece? – vi en sus ojos, mientras que lo pensaba, agrado ante la idea y luego frunció el ceño.

- No puedo aceptarlo y menos si la que lo paga es usted no es adecuado – habla cual caballero de brillante armadura.

- Permítame hacerlo como un pago, por dejarme la estadía aquí – le pido haciendo ojitos y un pucherito, el se ríe resignado, siempre funcionan.

- De acuerdo, pero con tal de que me aceptes pagarte lo que trabajes – uff tramposo.

- De acuerdo – hago un puchero de molestia cual niñita enfurruñada y él se ríe. En ese momento escuchamos la puerta de abajo abrirse y cerrarse, el olor de ese ser impregnado en el cuerpo de esa chica me llego en el instante – empezare a limpiar, aunque quizás precise un poco de ayuda de su hija, usted vuelva a su trabajo – le recalco lo de que vuelva a su trabajo porque estoy segura de que se quedara para ayudar.

- Por supuesto, le diré a Bella que suba a ayudarte y, así, trae de una vez la escoba, pala y el coleto (N/A: o mopa, no se como le digan en su país) – me dice mientras sale del cuarto y oigo que baja las escaleras.

- Muchas gracias Charlie – alzo un poco la voz para que me oiga y de paso los otros dos.

Me senté en el suelo cruzando ambas piernas en posición flor de loto (términos de yoga) y escuche la conversación, que se estaba dando allá abajo. El chico le hablo de mi presencia y de porque de mi estadía, pero ¿cómo...? uff putos dones, el debe leer la mente, lo escuche reír, posiblemente de mi pensamiento. Charlie le dijo a Bella para que me ayudara con la limpieza del lugar. El novio se fue y ella empezó a subir con las cosas junto con Charlie y yo me levante de mi sitio, dándome la vuelta viendo a la puerta; con anterioridad me había sentado dándole la espalda a la puerta; y ahí aparece la chica, quien me vio con algo de asombro.

- Leysha ella es mi hija Isabella, Bella ella es Leysha Shuika – nos presenta.

- Un gusto – le sonrío a la niña, porque eso es para mí, una niña de 17 años y novia de alguien que podría matarla en un abrir y cerrar de ojos. Evite rodar los ojos por lo que parece una absurda telenovela de romance y drama. Pero Nanuk bufo en mi interior, ¿Por qué repentinamente esta tan molesta?

- Lo mismo digo – ella me devuelve la sonrisa de forma tímida.

- Bien, mientras más rápido iniciemos antes terminaremos – digo quitándole las cosas a Charlie – y usted caballero regrese a su trabajo – lo saco a empujones del cuarto, mientras dice pe-pero y yo le digo: pero nada.

Ambas callamos esperando a oír la puerta abrirse y cerrase, no le había dirigido la mirada ni ninguna otra palabra a Isabella mientras esperaba a oír la puerta. Una vez los sonidos de apertura y cierre se escucharon, y percibir el motor de la patrulla, hable.

- Veo que tienes tendencias suicidas  – pronuncio en un murmullo audible, dándome la vuelta.

- ¿Qué? – pregunta ella desconcertada.

- Eres la novia de un vampiro, alguien que podría acabarte en cuestión de segundos antes de que pudieras, siquiera, empezar un grito – la veo con serenidad pero a la vez con frivolidad, por el temblor de su cuerpo posiblemente algo amenazante. Ella no me agrada no me gusta su olor.

- Comprendo eso... se que él desea mi sangre, pero yo lo amo... –

- Exacto, sólo desea tu sangre y tu no lo amas – interrumpo su cursi monologo del amor, tiene que alejarse de él por su propio pie o yo lo haré – solo estas encandilada por su atracción vampírica –

- ¡¡Claro que no!! Nosotros nos amamos –

- Él ama tu sangre, y tú su apariencia o incluso... la irresistible tentación de la inmortalidad y belleza eterna – mueve la boca indignada pero no dice nada; suelta las cosas molesta, pasa por mi lado chocando mi hombro y sale furibunda del cuarto. Te pillare asquerosa humana.

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HEY!! HOLA  VOY A IR ACOMODANDO CADA CAPÍTULO POCO A POCO.

ME DI CUENTA QUE ESTÁN HORRIBLES ALGUNAS COSAS Y HAY HUECOS EN LA HISTORIA DEJANDO ALGUNAS COSAS INCONCLUSAS, SORRY POR ESO.