Había llegado la epoca de la secundaria y los pequeños niños, ahora eran todos unos adolecentes que hacían sentir orgullosas a sus madre a su manera.
Al pasar de los años habían cambiado muchas cosas. Lia pasó de ser tímida, a ser la típica diva de la escuela. Pero a diferencia de muchos, eso solo era en la apariencia. Tenía un corazón tan noble como el de Lisa.
Yoongi, un rebelde apasionado por la música rock y amaba tocar la guitarra electrica. Siempre se escapaba con su tia Jisoo a conciertos. Había sido regañado muchas veces junto a Jisoo. ¿pero qué más podrían hacer? Esos dos eran muy unidos.
Félix, todo un galán y con un prospecto futuro estafador, ¿por qué decirlo así? Era demasiado bueno con estratégias y engaños, le gustaba demasiado el dinero. Pero su tía Rosé poco a poco lo está guiando al mundo de los negocios, ese talento puede servir perfectamente en ese círculo.
Y Pepito, su cambio físico fue demasiado asombroso. En el comienzo de su adolescencia, logró pasar de altura a su madre Lisa, ahora ya casi media dos metros con apenas diecisiete años. Se volvió más corpulento desde que decidió acompañar a su madre Jennie a sus rutinas en el gym. Pero lo que más orgullo le daba a Lisa, es que su hijo quería seguir sus pasos, tenía pensado ingresar a la academia de policía en cuanto salga del colegio.
Sus hermanos aveces tenían que aguantar las pequeñas burlas que sus compañeros decían de ellos. Según la mayoría, ellos parecían unos pitufos a su lado, incluso tenían que levantar la cabeza para hablarle.
_Mamá - Yoongi llegaba de la escuela - sigo insistiendo, ¿no cambiaron a Pepito cuando nació? Es que míralo - señaló a su espalda, el nombrado llegaba sonriente, otra vez le habían dicho enano a su hermano.
_Yoongi - Lisa servía los platos, ese era su día libre y lo estaba aprovechando para engreir a su familia - deja de molestar a tu hermano con eso. Ya lo habíamos hablado.
_¡Es que mamá, mide como dos metros! ¡Y mírame a mí! - se colocó al lado de su hermano, quien reía - ¡Le llego a las tetas!
_Tranquilo, hermanito - Pepito palmeo su cabeza - ya crecerás.
Yoongi viró los ojos.
_¿Qué pasa? - Jennie bajaba, estaba en pijama.
Yoongi volvió a virar los ojos al ver la cara que puso su madre Lisa al ver a Jennie.
_Mamá, ya sabemos que te gusta. Estás casadas y tienen hijos - bufó, golpeando su frente.
_Uy, alguien está de mal humor - Jennie rió. Llegó al lado de Lisa y abrazó su cuello, dándole un suave beso - hola, cariño.
_Ya está el almuerzo, no desayunaste así que ahora comes el doble - advirtió.
_Lo que me pidas - coqueteó.
_¡Mamá, estamos aquí! - se quejó Yoongi, ¿por qué todo con su familia era amor y paz?
_Bueno, ¿y a tí qué te pasa? - Lisa preguntó con curiosidad.
_Le terminaron - respondió rápidamente Pepito, antes de subir corriendo a su habitación.
_¡Idiota! - Yoongi fue tras él - ¡Nadie te preguntó a tí!
La castaña levantó sus hombros, riendo junto a su esposa. Lisa aprovechó que estaban solas y la atrajo de la cintura, volviendo a besarla.
Lia entró a casa, quedándose quieta al ver a sus madres así de cariñosas. Tuvo que carraspear cuando Jennie estaba bajando su mano por el abdomen de Lisa.
_¡Lia, cariño! - respondió Jennie con una sonrisa nerviosa.
Lisa saludó dándole la espalda.
_¡Hola, cariño! Ya está el almuerzo - señaló la mesa, aún sin girar.
Lia iba a hablar, pero su rubio hermano entró corriendo y casi empujándola. Félix cerró la puerta rápidamente y pegó su espalda a ella, respirando agitado.
_¿Y tú porqué estás así? - preguntó Lia a su lado.
_Yo...- su mirada iba de sus madres a su hermana, nervioso - ¿Nada? - forzó una sonrisa. Al instante, se oyó las sirenas de las patrullas fuera de la casa. Las miradas incrédulas y molestas fueron a él - puedo explicarlo.
***
_¡¿QUÉ HIZO QUÉ?! - el grito de Jennie asustó al nervioso rubio, quien estaba esperando a sus madres lo saquen de ese calabozo - ¡FÉLIX MANOBAL KIM! - el rubio retrocedió aterrado al escuchar su nombre completo.
Lisa trataba de tranquilizar a su esposa, pero la castaña le ganaba de fuerza, quería ir a donde estaba ese chiquillo desobediente.
_¡Jennie, tranquila! ¡Tranquilízate! - la abrazó de la cintura y empujó hacia adelante, pero Jennie seguía avanzando. Los pies de Lisa resbalaban, podía sentir lo molesta que estaba Jennie. Incluso ella estaba asustada.
_¡Mamá! ¡Mamá! ¡Espera! - Pepito se tiró de rodillas, abrazando su pierna derecha - ¡Trata de calmarte! - usaba toda su fuerza, pero estaba siendo arrastrado, ahora sí temía por la vida de su hermano - ¡Mamá!
Lia llegó corriendo frente a la celda de Félix, este estaba pegado a la pared, estaba muy pálido por el susto de ver su castaña madre.
_¡Sueltenme! - se escuchaba los gritos de Jennie. Esta vez Yoongi se había unido para detenerla. Con la fuerza de los tres, estaban logrando que no avanzara.
_¡Pero sí que eres una idiota! - regañó Lia a su hermano - ¡Estafaste a más de dos mil personas! ¡¿En qué demonios pensabas?!
_¡Te juro que no pensé que me iban a comprar tantas personas! - su voz se agudizó - ¡Cuando entré a mi página ya habían muchas quejas y compras! ¡En la página les dije que era álbumes falsos!
_¡Esa mierda apenas y se puede leer!
_¡Pues que abran los ojos!
_¡Pero está en árabe!
_¡Pues que aprendan árabe!
_¡SIGUE CON TUS IDIOTECES Y HARÉ QUE SUELTEN A MAMÁ! - advirtió. Félix negó rápidamente. Lía se asomó en el pasillo para ver donde estaba su madre Jennie, y esta parecía tratar de calmarse, pero de igual manera no la soltaban - creo que te salvaste - volvió a acercarse - y a todo esto - susurró - ¿Cuánto dinero ganaste?
_Cuarenta mil...dólares - respondió por lo bajo y avergonzado. Lía estaba impresionada.
_Y...solo por las dudas - comenzó a jugar con sus manos - ¿Tienes que devolver todo el dinero? No tendrás un poquito para tu hermanita - sonrió con inocencia.
Félix la observó incrédulo.
El lugar se convirtió en puro silencio cuando Jennie apareció, caminando tranquilamente hacia la celda, pero mirando seriamente a Félix.
Lisa apareció detrás junto al resto de sus hijos, quienes tenían pronunciar alguna palabra. Lia retrocedió lentamente, acercándose a su madre de Lisa y escondiéndose detrás de sus hermanos.
_Señora, como es primer delito y por ser menor edad, esto será una advertencia - llegaba el oficial - su hijo tendrá que devolver todo el dinero y estará bajo vigilancia - el policía no quería hacer tanto papaleo, era mejor solo dejarlo ir si el problema de puede resolver - mañana tendrán que venir a firmar unos papel- se quedó sin palabras cuando sacó las llaves de su bolsillo, pero vió a aquella castaña abrir con enojo la puerta de la celda y romper en pedazos donde se colocaba la llave.
_Sal - mandó Jennie con voz dura, no dejaba de mirar seriamente a su hijo.
Félix asintió, saliendo con temor y precaución, no se atrevía a ver aquellos ojos gatunos de su madre. Pasó muy de cerca frente a Jennie y tragó nervioso. Cuando estuvo cerca de sus hermanos, ellos junto a Lisa lo regañaron con la mirada y susurros.
_No se preocupe, devolverá todo - respondió de manera severa al oficial, que aún seguía anonadado - y sobre la celda, también lo pagaré. El oficial asintió, sin palabras - vamos a casa - mandó a su familia cuando pasó por su lado.
_Bueno, creo que me llaman del trabajo - Lisa sonrió nerviosa - hijos, suerte - palmeo sus hombros, saliendo rápidamente de la comisaría.
_¡Pero, mamá! - sus hijos casi y suplicaron.
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