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Despedida

Había pasado días desde que los hermanos con sus respectivas parejas convivían en casa de Jennie. Era un caos cada día y era estresante para la castaña, pero felizmente para ella, aquellos días ya estaban por terminar, cada quién volverá al hogar de sus parejas, ya lo habían decidido.

Pero eso sería más tarde, ahora aún seguían durmiendo, todos a excepción de Lisa. La rubia corría escaleras arriba y entrando bruscamente al cuarto de la castaña, brincó a la cama al lado de Jennie.

_¡Jennie! ¡Jennie! ¡Despierta! - saltaba con emoción.

_¿Qué pasa? - la cama no dejaba de temblar.

_Mira - dejó de brincar y mostró la mochila con la que había llegado a aquella casa - lo encontré - sonreía.

Jennie notó su rostro lleno de tierra, ya entendía porqué no encontraba la mochila desde hace tiempo, Lisa lo había enterrado en algún lugar.

_¿Por eso no llegaste anoche? - se sentó tomando la mochila.

_Es que había olvidado donde lo enterré - alzó los hombros - ¡Pero ábrelo! ¡Seguro está la piedra allí!

Jennie recordó con sorpresa el oro, lo había olvidado por completo. Rápidamente abrió la mochila y vacío todo sobre la cama. Una gran cantidad de billetes rotos, monedas y comida caducada caía.

Jennie rebuscó entre todas esas cosas con desespero. Su sonrisa creció al ver esa pequeña piedra junto a un chocolate, lo tomó y su emoción iba en aumento.

_Ahora que eres mi pareja, eso te pertenece a tí - Lisa sonreía - ¿Verdad que está bonita?

_Lisa ¿En realidad no sabes lo que esto vale? - no dejaba de sonreír. Lisa negó con confusión - ¡Esto vale mucho dinero!

_¿En serio? - no le sorprendió mucho - ¿Entonces vas a vender mi regalo?

_¿Qué? - su sonrisa se iba borrando.

_Es mi regalo para tí, lo guardé porque era muy linda y quería que tú lo tuvieras. ¿Lo vas a cambiar por dinero?

_Pero...- Jennie no supo qué responder, se supone que eso es lo que había esperado y era la oportunidad de bajar todo el dinero que perdió en un principio - Lisa...

_Es broma - Lisa rió - vendelo, sé que hice muchos problemas, este es mi forma de pago - el corazón de Lisa dió un vuelco al ver esa hermosa sonrisa en Jennie.

_Eres un amor - la castaña dejó un corto beso sobre sus labios - arriba, vamos a ir ahora - se levantaba de la cama.

_¿Ahora? Es muy temprano - respondió Lisa con pereza.

_Vamos, Lisa. Esto es de las dos, debes acompañarme - comenzaba a desvestirse.

_Está bien...- comentó resignada, no quería bañarse.

***

En la habitación continua, Jisoo era la tercera en levantarse, veía a Rosé aún dormida a su lado y recordar que no podría tener hijos, la hizo entristecer. Pero ya había hablado con Rosé, ella igualmente se quedaría a su lado, no importa que situaciones vengan, Jisoo siempre estaría para ella.

***

Después de cambiarse y estar listas, la pareja bajaba a la sala. El resto dormía en la alfombra y colchón, no había más habitaciones y ellos no tenían problema.

_Ahora volvemos - avisó Jennie, cuando abrió la puerta y dos hombres robustos estaban frente a ella - ¿Sí? - preguntó dudosa, Lisa se asomaba detrás.

_¡Al fin llegan! - Jungkook se levantaba del suelo - tranquilos - avisó al resto que también despertaba - son mi seguridad - llegaba a la puerta - que gusto volver a verlos, ya tengo muchas ganas de regresar a Corea - comentó nostálgico.

_¿Podría al menos decirnos qué fué lo que le pasó? - preguntó uno de los de seguridad - toda la policía de Seúl lo buscaba.

_Solo me tomé una vacaciones, es todo - sonrió - bueno ¿Nos vamos? - salía de casa.

_¿Te vas sin despedirte al menos? - Tzuyu pronunció con brazos cruzados - estás vivo gracias a nosotros.

Jungkook viró los ojos y retrocedió tres paso, volviendo a entrar.

_Adios Lisa, Jennie, Tzuyu, Sana, Jisoo y Rosé, gracias por protegerme y darme hospedaje - sonrió sinceramente y volvió a salir.

Taehyung entristeció cuando ni siquiera lo nombró.

_Tranquilo, seguro no era para tí - Sana acariciaba su hombro.

_¿Vas a venir o no? - Jungkook se asomó tras la puerta - van a ser largas horas de viaje, apúrate - miraba al rubio.

Taehyung estaba sorprendida, cruzó miradas con todos para saber si ellos también habían escuchado lo mismo y al parecer sí lo hicieron. Volvió a mirar a Jungkook y él seguía esperando en la puerta, asintió y estando en pijama, corrió a abrazar rápidamente a sus hermanas, incluso a Jisoo que apenas bajaba de las escaleras y fué tras Jungkook que ya subía a la camioneta.

_¡Nos vemos! - Taehyung sacaba la cabeza por la ventana - ¡Nos encontramos en unos años! - se despedía.

_Aww ¿No estás felíz? - Sana llegaba al lado de Tzuyu, ella bufó con fastidio, no quería a ese chico en su familia.

_Ya que, si mi hermano es felíz.

_¿Ustedes también ya se van? - Jennie preguntó con una enorme sonrisa en los labios.

_En unas horas, primero voy a comer - Tzuyu se dirigía a su cocina.

_Nosotras ya nos vamos también - el resto de chicas giraron a la escalera, Rosé bajaba con unas maletas.

_¿Tan temprano? - preguntó Lisa.

_Tenemos todo un día para ordenar el departamento de Rosé - respondió Jisoo - y vamos a desayunar fuera, así que no se preocupen por eso - tomó las maletas que Rosé le entregó y se dirigió a la puerta - vamos, cariño.

_Más tarde iremos a ayudar - Jennie abrazaba a su mejor amiga - no estás tan lejos así que si necesitas algo, solo llámame.

_Claro que lo haré - ambas sonrieron al separarse.

_Adiós - Sana se despedía desde el fondo, estaba comiendo junto a Tzuyu.

La mayor pareja salió de casa, cada vez el lugar estaba más silencioso, comenzaba a ser un poco extraño para Jennie.

_Bien - la castaña suspiró - creo que cuando regresemos, ustedes ya no estarán ¿Cierto?

_Mjm - Tzuyu asentía sin dejar de comer - acabamos esto y nos vamos.

_Regresaremos a mi ciudad y buscaremos un lugarcito cerca de la iglesia, Tzuyu se unirá conmigo a los trabajos benéficos - Sana acariciaba la mano de la menor - será de una gran ayuda por su fuerza.

_Ow, eso es genial. Entonces creo que aquí nos despedimos - se acercó a la monjita y se despidieron de un abrazo, al igual que con Tzuyu - adiós.

La pareja asintió igualmente.

Jennie volvía a la entrada, cuando vió a Lisa cabecear por el sueño. Esto era el colmo ¿Ni siquiera se despidió de sus hermanos?

_¡Lisa! - la rubia brincó del susto.

_¡Qué! ¡Qué pasa! - miraba a todos lados.

_Nada, cariño. Vámonos de una vez - tomó su mano para guiarla fuera de la casa.

***

Aquel lugar era asombroso para Lisa, estaba lleno de cosas brillantes y de colores. Eran muchas piedras bonitas que relucía a sus ojos, tal vez por eso según Jennie valían tanto dinero.

_¿Y? ¿Cuánto valdría esto? - Jennie esperaba nerviosa la respuesta de aquel anciano, este revisaba la pequeña piedra dorada que la castaña había traído.

Lisa esperaba a un lado Jennie, también escuchando.

_Esto no vale nada - respondió el mayor - bueno, puede ser unos 5 dólares.

_¿Qué? - Jennie estaba perpleja, miró de inmediato a Lisa y ella levantó los hombros, como si no le importara - ¿Cómo que va a valer eso? - volvió al señor - ¡Es oro!

_Oh, ya entiendo - el anciano rió - Señorita, déjeme explicarle. Esto no es oro - se lo entregó en la mano - esto se llama Pirita, es un mineral parecido al oro, y hasta el día de hoy, esta piedra no sirve para casi nada.

Lisa inclinó la cabeza sin lograr entender del todo, tomó la piedra de la mano de Jennie y lo observó, quizá por eso había tantos en esa montaña.

Jennie tuvo que sujetarse de la mesa de recepción, la presión se le había bajado por la notícia. Dió varios suspiros y notó que Lisa la miraba con extrañeza.

_¿Por qué siento que estás enojada? - inclinó la cabeza.

_Nada, Lisa - trató de sonreír, después de todo no era su culpa, pero la sensación de sentirse una tonta, seguía allí - nada, solo... vámonos - le arrebató la piedra y salió con pasos firmes del lugar.

_¿Estás molesta porque esa piedra no vale tanto dinero? - Lisa caminaba a su lado, pero Jennie no le respondió, sentía una gran impotencia - si estás molesta...- rebuscó en su bolsillo - ¿Por qué no pruebas con esta? - se detuvo a mostrarlo.

Jennie viró los ojos y giró ante ella, se mostró curiosa por ese metal que Lisa sostenía en sus dedos, era de un tamaño de un pimpón.

_¿Qué es eso? - se acercó.

_También es mío, esto te lo iba a entregar cuando tengamos a nuestro primer bebé, pero ya que estás molesta y eso no me gusta, te lo doy ahora - ofreció - ¿Vale algo?

_A ver - tomó el metal y fué corriendo nuevamente al anciano, este lo tomó al saber cuál iba a ser la pregunta de la joven y lo inspeccionó.

El mayor lo pesó y sacando datos en un cuaderno, asintió y se quitó los lentes.

_Esto es un Rodio, y por el peso de este de 30 gm, podría valer un aproximado de 10.000 o 11.500 dólares. Es el metal más valioso que pudo encontrar - sonreía - felicidades.

_Genial - Lisa sonrió igualmente. Ambos vieron como Jennie caía al suelo, se había desmayado de la emoción - ¿Esto pasa seguido por aquí? - preguntó curiosa.

_Uff, hay demasiados que se emocionan y no aguantan - respondió el mayor.

_Si supiera que tengo más - Lisa suspiró.

_Señorita - el mayor volvía a ponerse los lentes - le recomiendo que vaya con precaución y no le diga a nadie de lo que tiene. Es por seguridad, hay personas con malas intenciones y que harían de todo por dinero - aconsejó amablemente.

_Gracias por el consejo - asentía - entonces será mejor que me lleve a mi chica - ponía a Jennie sobre su hombro - luego volvemos, hasta luego.

_Hasta luego - el mayor sonrió al verlas irse.

***

Durante varias semanas y meses, Jennie reparaba toda su casa, compraba nuevos muebles y más comida. Incluso más comodidades para Lisa y ella. Estaba aprovechando cada dólar en ambas y Lisa no podría estar más felíz; no trabajaba, tenía comida y tenía a Jennie, una vida genial.

Por supuesto, su felicidad no duró tanto cuando Jennie la puso a estudiar, cada mañana se levantaba con pereza para ir a la escuela con muchos más adultos que no habían estudiado.

Por suerte pudo reír al ver a Jisoo allí también, al parecer Rosé y Jennie se habían puesto de acuerdo.

Ahora llegó el día de la fiesta de graduación de Jennie, esperaba en un rincón de la sala viendo a sus compañeros bailar mientras ella esperaba a que Lisa llegara.

Su mirada se dirigió a la rubia que entraba con mirada curiosa buscando a su chica. Jennie sonrió al verla arreglarse el traje tan elegante que usaba junto a un gran moño rojo en su cuello, se veía demasiado adorable.

_¡Jennie! - Lisa sonrió a lo grande y saludó moviendo su mano en lo alto, se veía emocionada - ¡Ya llegué! - Lisa corrió a su encuentro y al llegar a ella, la alzó en brazos y giró con ella, dejándola en el suelo para volver a verla - ¡Mírate! ¡Estás hermosísima!

Jennie sonrió conmovida con sus palabras, Lisa siempre la hacía sentir bien, era una alegría andante.

_También estás guapísima. ¿Te arreglaste tu sola?

_Sí, bueno...Leo me ayudó - rió - él eligió el perfume y los zapatos. ¡Oh! Casi me olvido - rebuscó en su bolsillo y sacó un broche en forma de flor - mira - lo colocó con cuidado en el cabello de Jennie - ¡Estás más hermosa aún! ¡Wow!

Jennie no podría haber elegido mejor pareja que Lisa, eso lo tenía muy en claro.

_¿Bailamos? - Jennie ofreció.

_Claro, Señorita - Lisa besó su mano, había aprendido eso en la tele - vamos.









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