Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 27

Jimin ya había entrado a su octavo mes de gestación y con ello los dolores de piernas se intensificaron, algo que hacía que estuviera molesto la mayor parte del tiempo y, para terminar, se le hacía difícil caminar con su enorme vientre. Por otro lado, Yoongi adoraba cuando su pequeño bebé se movía y sentía las pataditas sobre la palma de sus manos cuando las colocaba sobre el vientre de su novio; su pecho se llenaba de emoción.

Pero, ahora Jimin no quería saber nada sobre pataditas; se encontraba en clases y los movimientos de su bebé no paraban haciéndole perder la concentración en la explicación del profesor, y menos con las caricias que Yoongi le proporcionaba.

—Yoongi... —lo llamó entre dientes.

Yoongi despegó su atención del profesor para mirarlo. —¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? —preguntó preocupado.

Jimin esbozó una pequeña sonrisa para tranquilizarlo. —Nada —le acarició la mano con su dedo pulgar—, es solo que el bebé se está moviendo mucho, no me deja concentrarme y necesito aprender algo; tenemos exámenes finales en unas semanas.

—Oh —Yoongi le apretó las mejillas y se agachó un poco a la altura del vientre de este, mirándolo con adoración—. Pequeño, tu papi necesita concentrarse, y sé que a ti te encanta estar moviéndote pero, chiquito, mi novio está siendo un poco gruñón aquí.

Jimin rodó los ojos ante aquel comentario.

—Así que mantente calmado un rato, mi amor. —concluyó el otro.

—Yoongi, el profesor nos está mirando raro... Capaz piense que me estás dando una mamada.

Yoongi abrió los ojos alarmado, estaba seguro que el profesor podría darles una suspensión, así que se enderezó y se sentó correctamente; sintió sus mejillas calentarse cuando varios pares de ojos los miraban expectantes.

—Señor Min, compórtese en clase si no quiere una suspensión. —habló el profesor con seriedad.

Yoongi asintió rápidamente.

—Bien. Prosigamos donde estábamos.

—Ay, Yoongi. —Jimin se cubrió el rostro con sus manos avergonzado por las miradas de sus compañeros.





•     •     •





Jimin comía tranquilamente sus ricas fresas con chocolate, pero, de un momento a otro, sintió la atenta mirada de Yoongi sobre él; y realmente odia a las personas que te miran fijamente porque hacen sentir a uno incómodo. 

—¡¿Puedes dejar de mirarme?! —exclamó exasperado.

—No cambias —Yoongi negó divertido—. Eres el mismo gruñón de cuando nos odiábamos.

Dicho eso, se acercó hacia su chico que estaba apoyado en la cabecera de la cama, se acercó poco a poco hasta que sus rostros estuvieron a pocos centímetros de distancia y sus respiraciones se mezclaran; él podía oler el dulce olor de las fresas. 

—Yoongi... —musitó Jimin mirándolo a los ojos, y por un momento logró perderse en ellos. Luego su mirada fue en los labios del nombrado; se preguntó si era normal el cosquilleo que sentía en ese momento y las ganas que tenía de besarlo.

—¿Te han dicho lo precioso que eres? —Yoongi preguntó muy cerca de los labios del rubio.

Jimin negó sonrojado, y eso le causó cierta ternura.

—Pues eres malditamente precioso. Siempre lo supe. Tus esponjosos labios son mi perdición, la manera en que eres tan suelto pero conmigo eres tan tierno... 

—Yoongi...

—No he terminado así que calla —exigió para luego dejarle besos por toda la mandíbula recibiendo a cambio débiles suspiros—. Estoy enamorado en la forma en que te acomodas el cabello, en la forma en que achinas los ojos cuando sonríes, y en tu trasero... en la manera en que me besas, y estoy agradecido contigo. 

—¿Por qué? —Jimin se alejó confundido.

—Por llevar a nuestro bebé, por dejarme amarte, cuidarte y protegerte, por todo. —finalizó Yoongi dejándole un besito en la nariz.

—Algo quieres, ¿no?

—Oh, por favor —se quejó tomándole de las mejillas, y haciendo un puchero dijo—: Te solté un discurso de amor y piensas que quiero algo. 

—Sí —Jimin respondió y soltó una risita—. En fin, amor, ¿puedes masajear mis pies?, es que me están matando. 

—¡Me dijiste amor! —exclamó Yoongi.

Jimin abrió los ojos con sorpresa, no se había dado cuenta de lo que dijo, sin embargo no se arrepentía, no con la sonrisa que le daba Yoongi en esos momentos.

—Repítelo. —Yoongi le pidió.

—No —Jimin negó con un puchero—, primero mi masaje.

Yoongi suspiró antes de sentarse cerca de las piernas del rubio para tomarle los pies y empezar a masajear.

—Jimin... —dijo llamando su atención.

Pero el rubio solo soltó un sonidito dándole a entender que lo escuchaba.

—Ehm, tenemos que hablar.

Yoongi dejó de masajear los pies de su novio para levantarse y sentarse a un lado de él, 

—Jimin, sé que esto te sonará algo apresurado, pero, por favor, múdate conmigo —suplicó dándole un apretón a sus manos—. Lo digo porque nuestro bebé no tiene una habitación... Y cuando nazca no quiero separarme de ustedes, quiero tenerlos a todas horas, además, ¿quién te ayudará con el bebé cuando nazca? 

—Yoongi... —el rubio acarició la mejilla del nombrado intentando calmarlo— Estoy seguro que no iba a dejar que te vayas una vez que tenga al bebé, te voy a necesitar siempre a mi lado.

—¿Eso es un sí?

Jimin rió por lo tímido que se estaba portando Yoongi, era muy dulce cuando se ponía así.

—Sí, amor. —respondió enfatizando la última palabra.

Y Yoongi sonrió para luego lanzarse a besarlo por todo el rostro repitiendo miles de "gracias".











Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro