Jimin se encontraba en una etapa del embarazo que Yoongi llamaba "caos" por sus drásticos cambios de humor. Jimin podía estar contento pero al minuto siguiente podría estar molesto para luego echarse a llorar como si le hubieran detectado una enfermedad mortal. 

Ahora ambos se encontraban saliendo del consultorio del doctor; Yoongi con una gran sonrisa en su rostro mientras que Jimin era un moco andante. Pasa que el doctor les había hecho escuchar el corazón de su bebé, y es por eso que mientras Yoongi se encontraba con una sonrisa de oreja a oreja, Jimin se encontraba llorando pero de felicidad.

La verdad es que Yoongi estaba enamorado de que el vientre de Jimin ya se notaba más, aunque el rubio siguiera usando suéteres un poco holgados porque eran cómodos y no quería que en la universidad se enteraran.

Cuando llegaron a casa de Jimin, lo primero que hizo este fue tirarse en el sofá.

—Quiero dormir siempre. —murmuró colocando sus pies en el sofá.

—¿Dónde está tu mamá? —preguntó Yoongi sentándose a su lado, quien se quejó porque no tendría espacio para acostarse bien.

—Fue a comprar, me mandó un mensaje cuando salimos hacia el hospital. —dijo y soltó un bostezo.

—Esperaré a que venga para que pueda irme.

—Puedo cuidarme solo —Jimin habló molestó—. Además ocupas todo el sillón y quiero acostarme cómodamente.

Yoongi rodó los ojos. —Prefiero esperar a tu madre y así irme más tranquilo, por mientras puedes poner tu cabeza en mi regazo.

Jimin no quiso seguir discutiendo por lo que siguió el consejo de Yoongi, puso su cabeza en el regazo del chico y sonrió cuando este empezó a dejar suaves caricias en todo su vientre.

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Jimin despertó en su cama, se sentó bostezando y estirando sus brazos, no recordando haberse levantado de sofá y caminado hacia su habitación. Sonrió cuando imaginó que quizá Yoongi lo había llevado cargando. Se levantó finalmente cuando escuchó golpecitos en la puerta y la voz de Hoseok, pero su sorpresa fue cuando vio a Seokjin –quien estaba al lado de su amigo– con los ojos rojos.

—¿Qué tiene Seokjin? —preguntó dejándolos pasar en su habitación.

Hoseok no dijo nada al igual que Seokjin, y eso solo hizo que se preocupara más. 

—Trajimos helado —habló Hoseok ante el silencio mostrando un bote de gran tamaño—. Iré a la cocina para traer unos vasos.

Luego de que Hoseok apareciera con lo dicho, los tres jóvenes se acostaron en la cama y pusieron una película. Jimin se sentía agradecido por el helado ya que con el embarazo estas últimas semanas se le antojaba mucho.

—¿Me vas a decir por qué Seokjin lloraba cuando entró? —le preguntó después de unos minutos.

—Nada, es cosa de él. —Hoseok explicó como si nada.

Jimin lo miró mal.

—¡De acuerdo! Seokjin se enteró de que Namjoon se mudará.

Jimin frunció el ceño en confusión. —¿A dónde se mudará? Supongo que a unas cuadras de la universidad.

Seokjin bajó la mirada y dijo—: —No, él se irá a vivir a New York.

Jimin no supo qué decir cuando escuchó los sollozos de Seokjin. Se sintió mal por su amigo, porque apenas había pasado unos meses desde que se hicieron novios y sabía lo mucho que Seokjin gustaba de Namjoon y de lo mucho que lo había esperado a que se interesara en él, y ya cuando por fin lo conseguía, el mundo trataba de separarlos. 

Jimin se soltó a llorar y abrazó a Seokjin, y los dos lloraron a moco tendido. Hoseok se unió al abrazo y consoló a los dos chicos; uno por el corazón roto y el otro por la sensibilidad del embarazo.