Si todos pudieran describir a Park Jimin en una palabra sería: malhumorado. Y más cuando se topaba con Min Yoongi, un chico atractivo pero para él un total idiota. 

Y es por eso que ambos se llevan mal. Todos los días se la pasan insultándose e incluso llegan a golpearse.

Jimin puede nombrarte muchas razones del porqué su odio al chico de cabellos negros y tez pálida, pero una sería que es porque se siente superior a los demás solo por tener a muchas chicas (incluyendo chicos) a sus pies.

El rubio caminaba por los pasillos de la universidad tranquilamente cuando de manera sorpresiva lo toman por los hombros y lo golpean contra la pared. Suelta un jadeo por el dolor del impacto y, al levantar la cabeza para ver al culpable, se encuentra con una mirada gatuna acompañada de una sonrisa burlona.

—¿Puedes quitarte? ¿o quieres que te rompa todos los dientes? —le dice mirándolo con odio.

Yoongi solo se limita a reír. —No me das miedo —dijo soltándolo—. Mírate, toda una perra, moviendo ese culo para que todos te envidien y te deseen.

—Eres un asqueroso —lo empujó—. ¿Crees que soy como las que tienes detrás de ti todos los malditos días?

—¿Quisieras ser ellas?

—Eso es lo que tú quisieras.

Y, de pronto, Yoongi lo tomó de la cintura y lo acercó a su cuerpo.

—¡Suéltame!

Pero Yoongi se hizo el sordo, deslizó sus manos hacia el trasero de Jimin y le dio un apretón, sobresaltándolo.

—N-No te entiendo, siempre me has odiado, ¿por qué ahora vienes y me tratas así? —habló el de cabellos rubios, poniendo sus manos en el pecho del otro tratando de alejarlo.

—Todavía te odio, tonto. Ni creas que te vas a librar de mí —lo tomó de la barbilla haciendo que lo mirara y susurró—: Sigue moviendo ese culo enfrente de todos.

Jimin finalmente lo empujó y lo miró ardiendo en furia. —¡No soy como la perra de Jayeon y su amiga!

Yoongi ahora tenía una sonrisa burlona. —Estás celoso que ella quiera conmigo. Ya me imagino cómo será en la cama… Pero no deberías estar celoso, no tiene el privilegio de tener un culo como el tuyo. 

—Si tanto quieres saber cómo es en la cama, ¿por qué no vas y te acuestas con ella? ¡Idiota!

—Porque me da más satisfacción molestarte. —contestó volviendo a tomarlo de la cintura.

«Dijo que era mejor molestarme que acostarse con ella... Y Jayeon que se etiquetaba como la chica más sexy, pobrecita».

Todos sabían que Kang Jayeon se acostaba con cualquiera, incluso teniendo novio, y Jimin era consciente que ella ahora estaba detrás de Yoongi.

Yoongi empezó a dejar besos en todo el cuello de Jimin; este puso sus manos en el hombro contrario e intentó apartarlo, pero mentiría si dijera que no le gustaba aquellos besos ahí. El chico de tez pálida había empezado a portarse raro con él, ya casi no lo molestaba y se peleaban, pero no del todo ya que aún se insultaban.

Jimin pudo divisar a Jayeon sobre el hombro de Yoongi, así que enredó sus brazos alrededor de los hombros del contrario y ladeó su cabeza para darle más acceso a su cuello. Reprimiendo algunos gemidos, sonrió victorioso al ver a la chica molesta. Jayeon y él se llevaban pésimo ya que ella lo odiaba porque pensaba que Yoongi quería con él; cuando se lo dijo casi se orina de la risa. 

Pero soportaría a Yoongi con tal de ver a Jayeon arder en furia.

Jimin comenzó a sentir que las piernas le fallaban, y es que el otro le estaba dando pequeñas mordidas por todo el cuello. —Yoongi... —musitó, volvió a mirar sobre el hombro del nombrado y pudo ver que Jayeon ya no estaba, así que lo empujó con fuerza— ¡No me vuelvas a tocar, gran idiota! —sentenció empezando a alejarse.

El aludido solo sonrió. 

Cuando Jimin llegó a la cafetería, fue directo hacia Hoseok, se sentó a su lado y suspiró. Joder, había dejado a Yoongi besarle el cuello, y lo peor, que le gustó.

«Mierda, ¡deja de pensar en sus besos!», se ordenó así mismo.

—No me contaste que tú y Yoongi estaban en algo. —Hoseok habló.

Jimin abrió los ojos sorprendido, al parecer su amigo los había visto en el pasillo. —Nosotros no tenemos nada. 

—¿Y qué fue todo eso lo del pasillo?

—No lo sé, solo quería molestar a Jayeon. Sabes que ella anda detrás de Yoongi y quería molestarla un poco.

—Sí, claro —Hoseok soltó irónicamente—. Pero lo tenías bien agarradito...

—¿Podemos dejar de hablar de eso? Solo pensé que sería divertido molestarla.

—Ya, me rindo —alzó las manos—. Pero harían muy bonita pareja, lástima que se odian, se nota a kilómetros. 

—¿Estás tratando de insinuarme algo?

—No, claro que no.

—¡Aquí estaban! —Seokjin apareció— Jayeon va a dar una mega fiesta y tenemos que ir, fin. 

Jimin negó con la cabeza. —Claro que no, sabes que ella me odia. —respondió, dirigiendo su mirada hacia Yoongi quien platicaba animadamente con Jayeon.

«Seguro lo va a invitar a su fiesta para poder acostarse con él».

—Vamos, ni siquiera se va a dar cuenta con la cantidad de personas que van a ir —insistió esta vez Hoseok—. Por favor, Jimin.

—Bueno, está bien. 

Volvió a ver nuevamente a Jayeon, ella ahora tenía literalmente la blusa casi abierta mostrando sus pechos a Yoongi. No pudo evitar sonreír, y es que Yoongi no le prestaba atención, para nada, solo miraba su teléfono.

«A mí sí me presta atención».