! ୧ Veinticinco.
Suspiró nervioso antes de tomar el pomo de la puerta y pasar. Estaba tan enamorado de aquél bonito castaño con humor malhumorado. Lo sabía por los latido rápidos de su corazón cada vez que se miran aunque sea una fracción de tiempo. Adoraba que Felix tuviera la iniciativa de iniciar un beso, puesto que él los iniciaba casi todas las veces, pero cuando el rubio las iniciaba siempre eran besos dulces y tiernos que iban de por medio besos esquimales. Cada vez que hacía eso el rubio, las cosquillas en su estómago se hacían presente al igual que los sonrojos en los dos.
Cuando entró, se encontró con él castaño quien estaba tapado por completo con las frazadas. Con cuidado de no hacer ruido se acercó y pudo oír leves sollozos. Se sintió mal por ser el causante de sus lágrimas, Felix no se merece que lo hagan llorar. Él merece a alguien que lo hagan sonreír en grande y que lo hagan feliz.
Se sentó a un lado de él. Los sollozos se dejaron de escuchar para luego Felix destaparse y mirar al castaño con los ojos en grandes. Al instante se le formo un tierno puchero.
—¿Qué haces aquí?— dijo con la voz rota —No te quiero ver, ¿Puedes solo irte?
Escuchar esas palabras de parte de Felix le dolían más que nada. Lo merecía por ser un orgulloso, pero quería por lo menos intentarlo no iba a dejar ir al rubio fácil y tampoco iba a poder alejarse de esa dulce criatura que crece en Felix.
—Felix.— intentó tomar las manos del rubio. Felix entendió las intenciones del castaño y se alejó de Hyunjin se lo merecía.
—Sé que no quieres verme, que no lo merezco, no cuando te dejé en la Universidad y no haberte hablado en estos días, pero por favor solo déjame explicarte.—Suplicó conteniéndose de perder su dignidad y arrodillarse.
Felix parecía dudar, pero al final asintió alejándose más del castaño. Hyunjin apartó la mirada para que él menor no lo viera limpiarse las lágrimas de sus mejillas.
—Sé que soy un idiota.— mencionó él castaño —también se que me viste besando a Karina.
Felix apartó la mirada tenía vergüenza que el mayor viera que le duele. Solo recordar ese momento lo hacía sentir presión en su pecho. No quiere dejar que viera que había caído completamente por él, pero no podía dejar pasar el hecho de Hyunjin lo vio y aun así no dejó de besarse con Karina.
—Eres un idiota.— dijo molesto tomó una almohada y empezó a golpear al castaño con esta —¡Solo quisiste jugar conmigo para luego dejarme! ¿Eso? ¿Por qué dejaste que me encariñara de ti?
Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando la posibilidad de que Hyunjin solo haya jugado con sus sentimientos cruzó por su cabeza. No podía aguantar la sensación que tenía en su pecho que le impedía pensar correctamente.
—iBasta Felix!— lo tomó de las muñecas ejerciendo presión. —Es lo que intento decirte.
—Quiero que te vayas.— habló mientras intentaba zafarse del agarré de Hyunjin. —Suéltame, ime lastimas!
—Joder.— exclamó Hyunjin al momento que soltó al rubio —Ya me acuerdo porque te odiaba, porque eres insoportable
Felix se sentó correctamente en la cama. bajo su mirada dolido si se lo hubiera dicho tiempo atrás no le hubiera afectado, pero ahora estaba tan enamorado.
—Lo siento.— tomó la barbilla del menor para que lo mirara a los ojos. —Estaba celoso, muy celoso.
Levantó la mirada cuando escuchó al rizado.
—¿Celoso de qué?— preguntó acercándose al castaño. Este sonrio por la repentina cercania.
—Porque los vi besándose.— el pecoso abrio sus ojos, no tuvo que preguntar con quien lo había visto si estaba claro de que hablaba de Yeonjun. Hyunjin alzó la palma indicándole que no dijiera nada. —No hables, sólo escucha. Por eso besé a Karina y te dejé ese día, porqué estaba muy celoso. No soportaba de que Yeonjun te hubiera besado. Quería ser él único de tener ese privilegio y solo pensar que él te besó me hizo sentir furioso, por eso besé a Karina, quería que de una manera sintieras lo que yo sentí y lo lamentó tanto fui un estúpido. Sé que eso no justifica mis actos, pero en verdad lo siento tanto.
Apartó los mechones de cabello que caían por la frente del menor. No había dicho nada y eso le causó cierto temor a Hyunjin, no quería presionarlo, sin embargo, se le hacía eterno el silencio de Felix.
—Yo no le correspondi el beso.— se apresuró a decir mientras ahuecaba el rostro de Hyunjin —iLo juro! Yo no quería, me tomó por sorpresa.
Hyunjin moría de ternura al escucharlo tan preocupado y alarmado.
—Lo sé.— informó, pero se alarmó cuando Felix se alejó con el ceño fruncido —Antes de que digas algo me lo dijo, Yeonjun.
—¿Yeonjun?— Preguntó sorprendido —El mismo Yeonjun que conocemos.
—Sí, Yeonjun.— acarició el vientre del rubio, sonrió cuando Felix se dejó hacer —Yo no lo sabía antes, hasta hoy. Por eso lo hice. Lo siento tanto, espero que me perdones.
—¿Tu querías... realmente querías besar a Karina?— preguntó. Hyunjin negó repetidas veces haciendo reír al peligris.
—No, al único que quiero besar es a ti, Felix.— dijo juntando sus frentes. Se sentía aliviado al haber aclarado todo con Felix, porque no hubiera podido vivir sin él pelirubio. Por eso juntó valor para decirle todo lo que siente por él, todo lo que le hace sentir. Ya no le importaba si lo rechazaba o si Felix no sentía lo mismo, iba arriesgare por Felix. Valía la pena por él.
—Hyunjin.— Susurró cerca de sus labios. Sintió la respiración de Hyunjin en sus labios.
—No hables, déjeme tomar la confianza de decirtelo.— desvío sus labios hasta la mejilla del rubio, porqué si seguía así no iba a poder contenerse de besarlo para luego olvidarse de todo. Porque eso le causaban los besos de Felix, lo hacían olvidarse de todo a su alrededor. Solo podía pensar en lo bien que se sentía besarlo.
—Hyunjin, besame ya.— suplicó.
—Feli— se alejó para poder mirar a los ojos. Solo con ver el brillo en esas preciosos ojos le dio el valor de decirle. Se le escapó de los labios como si fuera un secreto que solo él castaño pudiera escuchar —Estoy Perdidamente enamorado de ti. Lee Felix.
El corazón de Felix empezó a latir con mayor fuerza contra su pecho. Habian sido las palabras que había querido escuchar. Se habían colado por sus oídos susurrandoselo de forma dulce y lenta. No percibió duda en su voz.
—Oh, Hyunjin.— ahueco las mejillas Hyunjin en sus manos podía sentir la sonrisa de este. —También estoy enamorado de ti, Hwang Hyunjin.
Se sonrojo al ver el brillo en los ojos del rubio cuando le dijo las palabras que Hyunjin quería escuchar. Sus manos se apoyaron en pecho de Hyunjin. El pecho se llenó de felicidad cuando pudo sentir el corazón del pecoso latir con fuerza.
—Repitelo— Suplicó. Quería volver a escuchar salir esas palabras de los delcados labios del menor —Dilo de nuevo.
No le importaba lo desesperado que se escuchaba, no le importaba en lo absoluto, lo único que le importaba era el hecho de que Felix sentia lo mismo. En lo feliz que le hacía escuchar esas palabras mientras que su corazón latía como loco y las palabras parecían acariciar su piel como tratando de llegar a su corazón.
—Estoy enamorado de ti.— susurró cerca de sus labios. Hyunjin podía sentir el cosquilleo en los labios degustando las palabras recién dichas por él castaño
—Repítelo
—No, Hyunjin.— se quejó, pero la sonrisa en su rostro le delataba lo enamorado que estaba —No lo volveré a repetir
Hizo un puchero al momento de escucharlo para luego tomarlo de los hombros recostándolo suavemente en la cama mientras sus manos se colaban debajo de la camisa del rubio para dejar dulce caricias al redondo vientre de Felix. Segundos después pudo sentir constantes pataditas sobre la palma de su mano.
—Creo que trata de decirme que me anime a preguntarte.— Susurró sobre el vientre desnudó del rubio. —¿Verdad pequeña? Dios, te quiero tanto y ni siquiera has nacido.
—¿Preguntarme qué?— se sentó con un poco de dificultad. Sus dedos se movieron como si tuvieran vida propia para dar caricias sobre el cabello del castaño.
Alzó la mirada encontrándose con los hermosos ojos del castaño. Sonrió tímido. Dejó un último beso en el redondo vientre para luego apoyar su frente con la de Felix.
—Lix.— murmuró. —Lix, por favor déjame ser tu novio.
No lo dejó responder porque al momento de soltarlo juntó sus labios en un beso Ileno de sentimientos. Felix se dejó llevar, así que tomó la de la sudadera presionando sus pechos más juntos. No quería dejar un espacio entre ellos. De un momento a otro sus lenguas se encontraban presionándose juntas. De vez en cuando los dedos de Hyunjin se apretaban en torno a los glúteos del rubio.Se obligó a separarse por la falta de aire.
—Si quiero..— habló al mismo tiempo en que tomaba el labio de Hyunjin entre sus dientes. Este se sentía morir, porque dios Felix se veía jodidamente caliente. —Quiero ser tu novio.
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