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Capítulo 60: ¿Cómo puedo confiar en ti?

Capitulo extra, porque la verdad ni idea si la semana que viene público por lo abarrotado que estará mi horario por las clases.

¡Disfrútenlo!

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Capítulo 60: ¿Cómo puedo confiar en ti?

La tensión estaba por los cielos, la atmósfera se podía cortar con un cuchillo, y parecía que todo terminaría en un desastre, ante la menor provocación.

Si, el almuerzo era tan cómodo como usar papel de lija como papel higiénico.

No era su mejor analogía.

Aunque al menos el ramen le salió exquisito, ya era algo.

Sentado en una mesa rectangular, por un lado estaba el equipo Avatar, mientras que del otro lado estaban los príncipes y compañía, mientras que en un punto medio estaba el Uzumaki, que era el único que comía.

"¿Dónde está el anciano?" Toph rompió el incómodo silencio con una pregunta, que estuvo dando vueltas por su cabeza desde que ellos llegaron.

"Está muerto" fue la respuesta seca de Azula.

Eso fue un baldazo de agua fría para todos los adolescentes.

"Lamento escuchar eso" Naruto dejo de lado su plato y le dio una mirada triste a los hermanos.

"El dio su vida por mi, y no voy a dejar que su muerte sea en vano, por eso estoy aquí" dijo muy seria Azula, que todo el tiempo mantuvo su mirada en el Uzumaki.

Al parecer, aún le costaba creer que el estaba aquí.

"Queremos ser parte de ustedes" está vez fue Zuko quien tomo la palabra, tratando de sonar lo menos rígido que de costumbre, "Mi hermana ya lo dijo, podemos ser de mucha ayuda, ¿Necesitas un maestro fuego? Mi hermana o yo podemos serlo"

"No lo necesito" Aang había llegado a controlar su estado Avatar, y ya se había enfrentado contra el hombre más poderoso del mundo, y vivió para contarlo.

"¿Tu crees que la batalla contra el señor fuego será bajo tus términos?"

A los del equipo Avatar no le gusta el tono de burla en la voz de Mai, que mantenía esa expresión fría y dura.

"Todo a cambiado, y es culpa tuya"

Naruto miro hacia atrás pensando que Mai estaba apuntando algo detrás de el, se sintió un tonto al darse cuenta de todas las miradas sobre el, "¿Mía?"

"Para bien o para mal Naruto, tu nos enseñaste que siempre habrá personas que serás fuertes, más fuertes de lo que creíamos posible, y sino me equivoco, Shouku... ¿Es como tú?"

"Mierda, es inteligente" Naruto casi se sentía al desnudo bajo la mirada de la chica, no tenía poderes, no un estilo de lucha ostentoso como el de Ty Lee.

Pero vaya que era inteligente.

"Digamos que es un pariente lejano" respondió de forma vaga no queriendo dar muchos detalles, no era momento para tirar más información en un momento tenso como este.

"Espera, ¿Qué?" todos los adolescentes aparte de Mai y Azula no esperaron eso.

"Y tiene una hija"

"..." está vez fue el turno de Naruto de mirar en estado de Shock a la princesa desterrada, ante una revelación que no esperaba.

Más de uno casi salto de su asiento, cuando decenas de explosiones de humo salieran detrás del Uzumaki, que en solo un segundo tenía decenas de clones, que fueron solo un destello naranja que se perdieron a la distancia.

Los demás se quedaron en silencio, viendo a un serio Naruto, que dio un largo suspiro.

"Ese hombre, es el único que me puede ayudar a volver a mi mundo"

"Esto se está volviendo demasiado complicado" Sokka ya podía sentir el dolor de cabeza infernal venir a el, todo esto era demasiada información para el, "Tenemos que mandar un mensaje, la rebelión tiene que saber esto, la nación del fuego no tardará mucho tiempo en hacer un contrataque"

"No habrá un contraataque, al menos no por ahora" siendo el centro de atención en la mesa, Naruto mantuvo una expresión extrañamente tranquila para todos.

Una larga charla empezaría.

#########################

En alguna parte, en el otro lado del mundo, en un pequeño campamento, estaba una pequeña familia, que lejos de ser una normal, era algo simplemente monstruoso.

Entre tanta malicia, odió, irá y furia, había solo un pequeño rayo de luz entre tanta maldad.

La pequeña Izumi Uzumaki estaba gateando, riendo y sonriendo ante varias mariposas que volaban a su alrededor, la inocencia y pureza en todo su esplendor.

La pequeña bebé de solo unos meses de vida, estaba siendo vigilada por una sombría Siu, que tenía su rostro cubierto de vendas manchadas de sangre, ella estaba cruzada de brazos viendo a su hija, gatear hasta donde estaba un serio Shouku, que estaba sentado en un tronco, mirando a la nada.

El dejo sus pensamientos de lado, cuando vio a su pequeña aferrarse a sus pantalones, y tratar de escalar por pierna, al final por la inmadurez de su cuerpo y poca coordinación termino cayendo, o casi, ya que una gran mano la atrapó.

Levantando a la pequeña pelirroja a la altura de sus ojos, el Uzumaki la miro lo que parecía ser una eternidad.

"¿Por qué?" fue la pregunta del guerrero definitivo, que bajo su hija, y pudiera mirar a la madre de esta.

"¿No es obvio? Izumi es la única razón por lo que no me has matado, aún necesitas de mi, y aunque de seguro te desharás de mi a su debido tiempo, no me importara, porque lo he logrado, eh salvado la línea de sangre de los maestros fuego"

"¿Se trata solo de eso?"

El deseaba tanto poder tomar a esa mujer, y destrozarla, miembro por miembro, hasta terminar aplastando su cráneo.

Pero, no podía, su hija necesitaba a su madre, su leche materna, su presencia, lo que solo una madre podría dar a su hija.

"¿No te parece un gran propósito?" aún debajo de sus vendas, se podía ver la sonrisa de la maestra fuego, que camino y pateó un tronco para quedar poder sentarse, y quedar frente a frente con el guerrero definitivo.

"..." que vio como su pequeña hija se retorcía en sus brazos, queriendo ir con su madre, que la recibió con los brazos abiertos.

"Tu y yo nos parecemos tanto" La maestra fuego desató el nudo de su chaqueta, para poder amamantar a su bebé, que de inmediato se apego a ella para saciar su hambre.

"No nos parecemos en nada" gruño con gravedad el gigante, que tenía una mirada mortal en sus ojos.

Que lejos de intimidar a la mujer, solo la hizo sonreír aún más.

"¿Ah no? Te sorprendería, ¿Qué es lo que todos queremos? Un maldito propósito, esa es lo que todo ser humano quiere, saber en qué parte del mundo pertenece, qué es lo que tiene que hacer, y si no tenemos uno, no somos nada"

"..."

"Mi madre siempre solía contarme que yo era una luchadora, nací con el cordón umbilical alrededor de mi cuello, estuve muerta por un breve momento, y como me ves aquí, yo sobreviví"

Ella separó a su hija de su pecho, cuando ya parecía satisfecha, apoyándola sobre su hombro, le dio ligeros golpes en la espalda.

"Tuve que crecer con la idea de que tendría un gran propósito, era una de las nietas del legendario Avatar Roku después de todo, entrene, aprendí, me fortalecí, ¿Para que? Solo para esperar a ser elegida como la futura esposa del señor del Fuego"

La general Sui escupió con odió la sola mención del señor del fuego, un hombre que para ella no digno de ese título.

"Por obvias razones yo no fui elegida... era demasiada difícil de dominar, Ozai lo sabía, así que se quedó con mi hermana mayor, que era tan débil y sumisa, ella acepto ese propósito, pero yo no el mío"

"¿Cuál es el tuyo?" cuestionó dudoso el guerrero definitivo, que extrañamente trataba de forma muy delicada a su hija, que ya estaba durmiendo en sus brazos.

"¿No es obvio cariño?" las vendas evitaban que se pudiera ver la expresión siniestra de la maestra fuego, que acunaba suavemente a su pequeña, "Eh dejado mi marca, eh cumplido un gran propósito, soy la madre de la primera híbrida de dos mundos, yo salve a la nación del fuego de su extinción, yo viviré por siempre en ella..."

En la retorcida mente de la general, el vivir o morir no importaba, ya tenía lo que quería, y en futuro tendría más.

Todo era parte de su glorioso propósito.

#########################

Espíritus del agua.

Resurrección.

Una fantasma.

El guardián de un templo, que resulta ser el mismo maestro que su peor enemigo.

Todo esto le estaba dando a Sokka el dolor más grande de su vida.

"¿Qué es esto de una guerra fría?"

Pero, por ahora lo que más le importaba al guerrero de la tribu agua, era cuáles eran los términos por lo que esta guerra había parado.

"La guerra se congelo, ninguno de los dos lados atacara a ningún otro, hasta que llegue la llegada del cometa Sozin, en ese tiempo es seguro que la nación del fuego como la rebelión se estarán preparando para la última pelea"

Hubo un largo silencio entre los adolescentes, que tenían varias preguntas que pasaban por sus cabezas, y también diferente emociones.

"¿Cómo sabes que nuestro padre respetará el trató?" cuestionó con duda Zuko, sabiendo que su padre nunca fue una persona paciente, dudaba que respetara una paz momentánea de varios meses.

"Porque sabe que tiene más posibilidades de ganar el día del cometa, y que si llega a intentar algo antes de lo previsto, yo me haré cargo"

"¿Lo vas a matar?" Pregunto con calma Azula, que estaba sentada junto a su hermano.

"Si"

Todos los presentes se quedaron mirando al Uzumaki, que les estaba dando la espalda, solo mirando a la distancia, la suave brisa mover las hojas de los árboles.

El era diferente.

Muy diferente al chico que alguna vez conocieron.

"¿Por qué no ahora?"

"..." Naruto levantó una ceja y miro sobre su hombro a un serio Sokka.

"Porque no vas haya y hacer justicia" dijo con fuerza mientras caminaba con pasos pesados y se acercó al shinobi.

"¿Justicia?" que solo ladeó la cabeza repitiendo la palabra que más llamo su atención.

"¡Justicia por todos los que murieron en esta guerra!"

Naruto solo parpadeo y dejo de mirar al guerrero de la tribu agua, tardo unos segundos en dar una respuesta, que no le gustó ni un poco a Sokka.

"No, no lo haré"

*Disparo*

Todos se quedaron con la boca abierta, al ver cómo Sokka saco su rifle y sin titubear disparo contra el Uzumaki, que hizo algo inconcebible.

Ladeo la cabeza, dejando que la bala pasará junto a su cabeza, esquivándola como si solo fuera un juego y para rematar, levanto su mano derecha, mostrando la bala entre sus dedos.

"¡Sokka!" Katara no podía creer que su hermano hiciera algo como eso, ella quiso detenerlo, pero Aang la tomo con fuerza de su muñeca y negó con la cabeza.

*Disparo*

*Disparo*

*Disparo*

*Disparo*

*Disparo*

*Disparo*

*Disparo*

El cargador quedó vacío y la punta del cañón humeaba.

El adolescente de la tribu agua bajó el arma y como los demás, se quedó mirando a un serio Naruto, que aún los estaba dando la espalda, con su puño derecho sobre su hombro.

Todos se quedaron en shock, al ver cómo el abrió su mano, y dejó caer las balas que atrapó.

Dándose la vuelta lentamente, Naruto le dio una mirada penetrante a Sokka, que saco de su espalda su Boomerang.

"No lo diré de nuevo, lleva tu maldito trasero allá y termina esta guerra"

"..." el shinobi dio un largo suspiro, y se cruzó de brazos, "No"

Sokka estaba enojado, no, estaba furioso.

Uzumaki Naruto... era fuerte.

Mas de lo que jamás lo fue, lo veía en sus ojos.

Y aún así.

"¿De que sirve tanto poder si te niegas a usarlo por una buena causa?"

La pregunta de Sokka fue clara y simple, y quería una respuesta que sea igual.

Naruto podía ver la duda en todos sus amigos y los adolescentes de la nación del fuego, que querían también una respuesta.

Con calma, el solo se dejó caer en el suelo y cruzó sus piernas, para sentarse y solo pasar sus manos por el césped debajo de el.

"Lo haremos, haremos lo que tú quieres Sokka"

"..."

"Iré allá, mataré a quien se me cruce en mi camino, ¿Cuántos? Algunos, decenas, cientos, todo para llegar hasta el señor del fuego y asesinarlo, y listo, ¿La guerra termina?"

"..."

"No, porque alguien más tomara su lugar, un General, un maestro fuego, un civil, no importa quien, todos me odiaran por haber matado a sus padres, hermanos y amigos, no me temerán, no hay miedo en las personas que no tienen nada que perder"

El silencio entre los adolescentes era pesado e incómodo, escuchando a un Naruto, que tenía una mirada vacía y expresión fría como el hielo.

"Al final del día, tendré que matar a miles para hacer que la nación del fuego pare, o lo que quede de ella, que vivirán odiando a un monstruo que acabo con su país, que les quito su hogar y seres amados, suena como un gran plan, ¿No crees Sokka?"

"..." el guerrero de la tribu agua arrugó su rostro con disgusto, un trago amargo de realidad por todo lo que escucho, "Yo lo haría, si tuviera tu poder lo haría"

"No Sokka, nadie que esté cuerdo terminaría una guerra con el genocidio de personas que nunca quisieron que esto pasara, por culpa de unos pocos"

Diciendo eso, el Uzumaki se puso de pie y se acerco a su amigo, para apoyar su mano en su hombro.

"Esta guerra terminara Sokka, te lo prometo" Juro el Uzumaki, que apretó su agarre sobre el hombro de su amigo, que suspiro con resignación y asintió con la cabeza.

"Creo en ti mi amigó"

Los dos adolescentes compartieron un apretón de manos, aunque uno de ellos no se sentía conforme con la visión del otro, lo apoyaría.

"Muy bonito y todo" rompiendo el momento entre los dos adolescentes, Toph llamo la atención del grupo, "¿Qué haremos con ellos?" pregunto mirando al grupo de la nación del fuego.

Un problema termino, solo para que uno nuevo tomara su lugar.

"Que se vayan" Katara ni siquiera quería verlos.

"Estoy de acuerdo con ella" Sokka no tenia mucho que pensar tampoco, el no confiaba en ellos, no luego de todo lo que vivieron, "¿Tu que dice Aang?"

"No se si pueda confiar en ellos"

La balanza estaba yendo en contra de los dos príncipes y compañía, que tenía que conformarse con apretar sus puños y maldecir internamente, era obvio lo que pasaría.

"Que se queden con nosotros"

"¡No puedes hablar en serio!" Katara ya lo había visto venir, era obvio que Naruto sería el único que saltaría en defensa de ellos.

"Temo que si" enfocando su mirada en los dos hermanos y compañía, el Uzumaki volteo para mirar de nuevo a sus amigos, "La ayuda siempre se es apreciada"

"¡No!" Katara ya superó su límite, no podía seguir escuchando, "¡Tu moriste! ¡Por más de un año creímos que tú diste tu vida en Ba sing Se y no sabes lo doloroso que es el perder a un ser amado otra vez!"

"..."

"¡Y ellos lo permitieron! ¡Ellos traicionaron a su tío! ¡a ti! ¡Cuando tuvieron la oportunidad de cambiar no lo hicieron! ¡No tuvieron el valor!"

Zuko y Azula no lo negarían, todo lo que estaba diciendo la maestra agua era la verdad.

Y aunque dieran su palabra, de sus intenciones ahora fueran buenas.

Era difícil de creer en una persona, que ya rompió tu confianza una vez.

"Esa vez..." antes que Katara pudiera seguir gritando y a nada de atacar a los dos príncipes, Toph había tomado la palabra, "¿Por qué fallaste esa vez en Ba shing se? Pudiste haber derribado a Appa, pudiste habernos matado, ¿Por qué fallaste?"

"..." todas las miradas cayeron en Azula, que no había esperado esa pregunta por parte de la mujer que posiblemente más la odiaba en el planeta.

"Apenas recuerdo que pasó, solo escuchaba gritos, entre ellos el de la perra de tu tía, que te ordenaba disparar un rayo contra Appa, contra nosotros, y tú... fallaste..."

"Si..."

"¿Por qué?" pregunto una vez mas la maestra tierra, necesitaba escucharla.

"Yo..." Azula tomo un profundo respiro antes de responder, "No podía hacerlo, no después de ver todo lo que el..." por un segundo miro de reojo al shinobi, para de inmediato volver a mirar a Toph, "... hizo por protegerlos, no sé si fue por el, o solo por hacerme sentirme bien luego de darte la espalda... solo se lo que hice y no me arrepiento"

Los hermanos de la tribu agua y el Avatar intercambiaron miradas, para después mirar a un serio Naruto, que seguía cruzado de brazos.

"No confío en ella" dijo con sequedad Toph, que tenía una expresión de piedra, la sola idea de convivir con esta perra, hacia que su estómago se le revolviera.

Sin embargó, las palabras de ese anciano aún se repetían en su cabeza.

"¿Quieres saber algo niña?"

"..."

"¿Cómo saber que el mundo se fue a la mierda? Cuando todo el mundo, no se molesta en pensar lo que es estar en el lugar del otro y se creen el centro del universo, y que creen que sus objetivos, están por encima de todo, y que nada importa más que cumplirlos"

"Pero si en verdad quiere ayudar, que se quede"

Ninguno había esperado esa respuesta por partes de la dama de hierro, que por la cara que estaba poniendo, quería arrancarse la lengua de una mordida.

Ella los odiaba, pero también sabía cuánto podían aportar a la causa.

"¿Y que? Ahora nos tomaremos de las manos y bailaremos celebrando esta alianza"

"Solo ti tu quieres" dijo Naruto, que se rio entre dientes al ver cómo Katara y Sokka fueron los primeros en irse, seguidos de un cansado Aang, que necesitaba descansar.

"No los presiones, para ellos esto es una mala idea" diciendo eso la maestra tierra se dio media vuelta para seguir a su grupo, dejando solo al Uzumaki y los de la nación del fuego.

Suspirando por tercera vez ese día, Naruto se quería dejarse caer y solo mirar las nubes, era muy relajante solo mirar el cielo ignorando todo a su alrededor.

Que pena que ese no fuera su estilo.

"¿Así que...?"

¿Cómo empezar una conversación con las personas que estuvieron involucrados en tu asesinado?

Bueno, al menos dos de cuatro de ellos.

"¿Eres un fantasma?"

Al parecer Ty Lee no había cambiado tanto como había pensado.

"No"

"¿Un zombie?"

"No, aunque no tienes de qué preocuparte, tu cerebro no estaría en mi lista"

"Eres malo" se quejo la chica de rosa, que seguía mirando fijamente al shinobi, "Definitivamente eres tú, ¿Los hechiceros no pueden morir?"

"No soy un hechicero, y creo que si estuve muerto" murmuró con duda Naruto, las veces que intentaba recordar lo que pasó después del golpe del relámpago de Azula contra su pecho.

Oscuridad.

Pesadez.

Frio.

Dolor.

Era como hundirse en el mar y no poder hacer nada para salir a flote, eso es lo que se había sentido la muerte para el.

"Lo siento..." Azula podía ver en la mirada del Uzumaki esos sentimientos confusos, causados por ella, "En verdad lo siento"

"Si no lo sintieras, no estarías aquí" Naruto se acerco más a los hermanos y las chicas, quedando de cuclillas antes ellos, "Tengo clones recorriendo casi todo el continente, para asegurarme de que su padre cumpla su palabra, y uno de mis clones llegó hasta un barco, que llegó recientemente a la isla kyoshi"

"..."

"Ellos llegaron a salvo, fueron bien recibidos por la rebelión"

Eso se sintió como si le quitarán una enorme carga en los hombros de los dos hermanos, que se quedaron mirando la sonrisa suave y gentil del Uzumaki, que apoyo su mano en cada hombro de los hermanos.

"Su tío... debe de estar orgulloso de ustedes, por lo que han hecho, y por lo que harán... nunca duden de eso..."

El silencio fue largo, no uno incomodo y pesado como el de antes, uno más tranquilo y sereno para los dos príncipes, que necesitaban escuchar esas palabras.

"Por ahora síganme, tengo que mostrarles dónde dormirán, mañana será otro día"

#########################

El día había sido demasiado largo, y ahora el grupo más grande de adolescentes se fueron sus respectivas habitaciones a tomarse un buen descanso, mañana tendrían mucho de que hablar.

Y hablando de hablar, en una de las habitaciones estaba llevando una conversación, al menos telepáticamente.

"¿Por qué no haces lo que el humano cola de caballo dijo? Sería muy fácil"

"No todo tiene que ser por la forma fácil"

"Ahg... te pareces demasiado a jiji"

"Es eso lo que los dejo permitió ser amigos"

"Nunca uses la palabra 'amigo', a lo mucho somos socios"

"¿Y no es lo mismo?"

"No, un amigo es que el te toma la mano para que no caigas al precipicio, el socio es el que te tolera y te empujara a un precipicio en su beneficio"

"Tienes una forma muy retorcida de ver el mundo"

"No seas un marica, y hay alguien en la puerta"

Cortando la conexión mental entre ambos, Naruto abrió la puerta de su habitación, y no se sorprendió cuando se encontró con una rígida Azula, que tenía su mano derecha arriba.

"Yo... iba a golpear la puerta" murmuró en voz baja, incómoda de que la puerta sea abierta así, antes que ella siquiera pudiera tocarla.

"Si, debí esperar a que lo hicieras, haría de esto menos incomodo" dijo con una sonrisa.

"Si..." sin saber dónde ubicar su mirada, Azula junto valor y pudo mirar a los ojos al Shinobi, "¿Podemos... hablar?"

"..." tomándose solo un segundo para pensarlo, Naruto abrió la puerta más y se hizo a un lado, dejando que la chica entrara.

Las habitaciones no eran tan grandes como hubieran querido, eran de monjes que valoran más espiritual que lo material después de todo, así que estaban mas cerca de los dos hubieran sentido cómodo.

Los dos adolescentes se quedaron de pie mirándose un largo tiempo, sin saber cómo podían empezar o de qué hablar, era problemático en muchos sentidos.

Al menos no tuvieron que quedarse en la oscuridad, los dos bajaron la mirada, para ver cómo el brazalete que cada uno portaba, brillaba con fuerza, iluminado la habitación.

La mirada de la maestra fuego se despego del brazalete, para viajar por el cuerpo del Uzumaki.

Era mucho más fornido y trabajado de lo que recordaba, y se había vuelto tan alto en estos últimos años.

Ya era más alto que ella.

Aún podía recordar cuando la primera vez que se vieron, el chico apenas alcanzaba su nariz por su estatura corta.

Dejando de pensar en eso, siguió mirando su cuerpo, y sabía que el tenía, lo que parecía ser un factor curativo que no le dejaba tener cicatrices, al menos no las que casi fueron mortales para el.

Tenía dos marcas.

Un circular del tamaño de un puño en el lado derecho de su pecho, y otra más grande aún, una quemadura cicatrizada que estaba justo en medio de su pecho, y se extendía en varias marcas más.

"..." Naruto dejo que la chica pasará su mano suavemente por su pecho, por la cicatriz que ella misma le había hecho.

"Lo siento" murmuró en voz baja Azula, que sentía una sensación de asco por si misma.

"No... está bien" el Uzumaki tomo la mano de la chica y la separó de su pecho, "Esa vez tenías que tomar una decisión, tu hermano o yo, hiciste bien en ir por la familia"

"No ..." ella negó con la cabeza, que el fuera comprensivo hizo que se sintiera aún peor, sabía muy bien lo que había hecho, "... cualquiera de las dos elecciones eran horribles"

"La vida así es..."

"Yo..." Ella se negaba a apartar la mirada ahora, no cuando le había costado tanto poder llegar hasta aquí, y decir todo lo que tenía que decir, "En verdad lo siento, se lo que hice, y yo jamás me lo perdonaré, y mucho menos tu, pero si es necesario pediré todos los días perdón, y-yo"

"Azula" El shinobi la tomo de las hombros para que ella se detuviera.

"..." La princesa sintió su corazón latía con tanta fuerza, por esa sonrisa tranquila y suave que el le estaba dando.

"Yo te perdone por eso... hace ya mucho"

"..." apretando sus dientes y clavando sus uñas en sus manos, la maestra fuego se negó a llorar, no ahora, no en un momento como este.

Lo amaba.

El... era todo lo que quería.

Y no lo merecía.

Su sonrisa.

Sus ojos.

Todo de el, hacia que solo quisiera...

Azula ni siquiera se dio cuenta cuando lo rodeo con sus brazos, que el fuera más alto que ella, hizo qué tuviera que ponerse de puntillas para para acercar su rostro al de el.

Quería besarlo.

Quería mostrarle lo que significaba para ella.

Quería amarlo.

Quería ser feliz a su lado.

La princesa sintió su mundo desmoronarse tan rápido, cuando esas fuertes manos la tomaron de sus hombros y la empujó, apartándola de el, que se alejara.

Ella sintió su corazón casi parar, al ver la mirada triste del chico que amaba, que lentamente la soltó y dio un paso atrás, alejándose de ella aún más.

"No... no podemos Azula"

"¿Qué?" sentía como si su alma fuera rota como cristal, el corazón de la chica empezó a latir de una forma tan doloroso, que apenas podía respiraba, "Pero... yo te amo"

"Y yo a ti" Naruto casi podía compartir el dolor que ella sentía, no, no era casi, definitivamente podía sentir el peso en su corazón.

El verla a los ojos.

El estar tan cerca de ella, con sus rostros a solo pocos centímetros.

"..." Azula apoyo su rostro contra las manos del Uzumaki, cuando el acarició sus mejillas con tanto cuidado y cariño, que sentía que se derretía ante su toque.

"Sabes... Ayame decía que los hombres no queremos demostrar nuestros sentimientos... no queremos mostrar nuestros sentimientos por temor a parecer débiles"

"..."

"Ella decía que los hombres hacen eso, porque a veces llegamos a amar tanto algo, con tantas fuerzas, que cuando lo perdemos... sentimos que morimos por dentro, ella decía que los hombres somos más sensibles que las mujeres, por eso siempre los hombres fingimos ser duros, para que no vean los frágiles que somos en verdad"

"..." Azula se quedó mirando como los ojos del chico se cristalizaban, las lágrimas no tardaron en desbordar de sus ojos.

"Yo te amaba Azula, en nuestro primer beso yo soñaba en el futuro que tendríamos, en todo lo que haría para demostrarte que te amaba más cada día, en el futuro que los dos compartíamos, años en el que formaríamos una familia, hijos, nietos, y morir juntos en la vejez... suena tan infantil y estúpido cuando lo digo, solo por un simple beso"

"¡No-o! No lo es" Azula tomo sus manos con todas sus fuerzas, "Yo-o también sueño con eso, podemos tenerlo, podemos..."

"Azula... yo estaba dispuesto a olvidar a volver a mi mundo por ti..."

"..."

"A olvidar todo, a solo vivir en este mundo que me dio todo lo siempre soñé, amigos... familia, y pensé que tú estarías a mi lado para disfrutar de ese sueño, uniéndote a nosotros, para terminar esta guerra y por fin... solo ser felices"

"Yo..."

"Al parecer no pensabas igual, porque no te importo el volver a querer ser quien eras, esa princesa arrogante y burlona, que le importaba tan poco a dañar a quien sea que se ponga en su camino, familia, amigos, nada de eso te detuvo..."

"..." Azula sentía que su corazón se rompía en pedazos cuando el separo las manos de su rostro y dio un paso atrás, para no tocarla.

"Tuve fe ciega en ti, creía en ti, cuando todo el mundo, incluso mis amigos más cercanos hablaban mal de ti, yo siempre decía que tu eras diferente"

"¡Yo he cambiado!"

"Lo se, y creo que ahora puedes ser la persona que siempre creía que podrías ser... pero..."

"¿Pero?" esa palabra hacía que fuera tan dolorosa de escuchar para ella.

"Lo que tú hiciste... me dolió más que cualquier otro golpe me hayan dado en toda mi vida"

"No... yo no..."

"Yo te perdone por lo que me hiciste a mi y a mis amigos, porque creo que en lo que haces ahora, pero otra muy diferente, es volver a amarte como lo hice antes... lo siento"

"..."

"..."

"..."

Naruto se quedó parado dónde estaba, cuando la chica paso corriendo a su lado.

Sin embargó, antes que ella pasará por la puerta, se detuvo.

Sin mirarse, los dos adolescentes se dieron la espalda en un largo silencio, en la que solo se podía escuchar la respiración de cada uno.

La oscura habitación era iluminada por los brazaletes que ambos portaban, sin embargó, su brilla se iba apagando poco a poco.

"Fue tonto pensar que todo saldría bien para mí..." murmuró Azula que se rio entre dientes, con su cabello oscureciendo su mirada, aún se podía ver las lágrimas interminables que caían por sus mejillas, ella apretó el agarre en la perilla de la puerta, casi rompiéndola, "Yo... lo eche a perder..."

"..."

"..."

Abriendo la puerta, Azula la cerro detrás de ella, saliendo de la habitación, dejando completamente solo al shinobi, que se dejó caer con pesadez sobre su cama.

"Momentos como este son solo un dolor de cabeza"

Naruto apretó su mano contra su pecho, tratando de hacer que su corazón se calme, eso fue una de las cosas más duras que tuvo que decir, pero algo necesario.

El ya no sería el mismo tonto de antes, ya no.

Aunque...

El adolescente levantó la manga de su chaqueta, para mirar fijamente el brazalete oscuro, que poco a poco dejo de brillar, Azula se estaba alejando con la contraparte del brazalete.

Lentamente paso la punta de sus dedos por sus mejillas, notando cómo las lágrimas no dejaban de caer de sus ojos.

Apretando los dientes hasta casi romperlos, solo se quedó sentado en la cama, mirando fijamente la pared ante el, perdido en sus pensamientos.

#########################

"¡Estúpida!"

"¡Estúpida!"

"¡Estúpida!"

"¡Estúpida!"

"¡Estúpida!"

Repitiendo varias veces eso en su cabeza, Azula salió corriendo por el pasillo, hasta llegar al final y dejarse caer contra una de las paredes, respirando profundamente trato de recuperar el aliento, sentía que se estaba hiperventilando.

Paso sus manos por su rostro, en un intento de dejar de llorar.

"Miren a la pequeña princesa llama ¿Quiere llorar?"

"..." Azula levanto la mirada lentamente, se encontró recostada en una de las paredes a una despreocupada Toph, que estaba comiendo una manzana.

"Si, escuché todo, lo bueno de ser ciega es que soy todo oídos"

"..."

"Oh vamos, es un gran chiste, sonreí"

"¿Te burlas de mí?" todos esos sentimientos de mal estar y dolor se fue, para dar lugar a la ira y furia.

"'¿Ti birlas di mí?'"

Provocando la furia de la princesa, la maestra tierra le dio una última mordida a la manzana y la arrojó hacia una de las tantas ventanas del pasillo.

"¿Tienes algo que decirme?" parándose erguida, la maestra fuego quedó frente a frente con la maestra tierra que la imitó.

"Solo gracias, por hacer todo más fácil para mí, el chico que amo resulta que esta vivo, la guerra se detuvo, estamos como en vacaciones, y las pasaré a su lado, ¿No es genial?"

"..." Azula crujió sus dientes, por la sonrisa que tenía la bandida ciega.

"Tu lo escuchaste, el tal vez te perdonó, era obvio que lo haría, es demasiado bueno por su propio bien, aún así te tiene tachada como una ex loca... no tengo que amenazarte, no tengo que jurar nada, de hecho, si intentas algo, solo me das la maravillosa escusa de aplastar tu cráneo"

"..."

"Lo arruinaste Azula, la mejor oportunidad que hayas tenido en tu vida se te acaba de escapar y eso no me podría hacer más feliz"

"..."

"Ahora si me disculpas, me voy a dormir"

Para echar una más sal en la herida, Toph le dio una última sonrisa burlona a la princesa, y se dirigió hacia esa habitación que abrió la puerta, no sin antes darle una sonrisa de superioridad a Azula.

Azula disidió que sería mejor irse, antes que incendiara todo el templo.

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Chan

Channnnnn

Channnnnnnnnn

Channnnnnnnnnnnnn

¿Qué les parece?

Déjenme en los comentarios que les pareció, como siempre les deseo la mejor de la suerte y salud a ustedes y sus familias, recuerden como siempre, mientras más comentarios, más rápido será la publicación del siguiente capítulo.

Y tú tienen alguna pregunta o idea, no duden en darla, después de todo nunca está de más algo de ayuda

Sin más CHAAAAAAUUUUUUUUU y que les vaya bien.

Durante el rodaje de Spider-Man 2, Rosemary Harris (La tía May) pidió que la dejaran hacer todas sus escenas de riesgo, ya que ella quería experimentar cómo se sentía.

Cuando grabaron la escena de la caída no hubo ningún inconveniente y salió bastante bien.

Al final, a ella le gustó tanto que quiso grabar la escena de nuevo solo por diversión.

......... Alv :v

.......... Wolf-Caotic YakuboMidoriya, Zero, ustedes viven bien sexualmente? :v

Los tres: Che, cállate simio

Yo: JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Yo: ¿Confirmamos?

Todos: Confirmamos :v

Yo: ._.XD

Quién no ha sufrido eso? Porque yo sí xd

Grande la rubia de trenzas :v

Ahora si, hasta la próxima :v/

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