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Capítulo 42: Monstruo vs Demonio...

But tienes cuatro exámenes en una semana, y solo apruebas en dos.

Zero: Bueno… ya es algo.

Broly: Si.

Zero:.....

Broly:....

Zero: ¡Cómo andamos gente!

Su buen amigo y escritor de Fanfiction ha vuelto con todo, y si, esta semana fue un tiro en la pata por así decirlo, pero estoy conforme, con haber aprobado en dos materias y las otras dos serán para el próximo intento.

Como dijo el buen Thanos: Equilibrado, como todo debería estar.Jpg

Broly: No, pos si :v

No más distracciones, empecemos de una vez.

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Capítulo 42: Monstruo vs Demonio…

Azulo sudo frío cuando fue golpeada por una corriente de aire, que la empujo a ella y a su hermano contra el suelo.

La misma tierra parecía estremecerse y los cielos, fueron testigos de un doloroso tronido que fue escuchado en toda la ciudad.

La cabeza del zorro de las cuatro colas choco contra la cabeza del guerrero definitivo, que no pudo hacer nada para evitar ese golpe, que lo mando a volar a la distancia, dejando un rastro de caos, casas, caminos y carretas, todo fue destruido por el cuerpo del gigante marcado, que termino enterrado bajo toneladas de escombros.

De pie en el borde del cráter, el demonio de cuatro colas se mantuvo de pie, con sus orejas moviéndose cuando escucho un chillido agudo.

El apenas se movió, cuando un relámpago impacto contra su espalda.

Siu aún tenía sus dedos calientes, al usar uno de sus ataques más poderosos contra esa cosa, aun cuando le había dado de lleno, un tiro perfecto contra su espalda.

Ni siquiera le hizo cosquillas, a ese demonio, que lentamente se dio la vuelta para mirarla a los ojos.

"…" tragando el nudo en su garganta, por el miedo que recorría sus venas, Siu dio un paso atrás y uniendo sus manos, disparo una poderosa corriente de fuego.

Zuko y Azula hicieron lo mismo, pronto los tres diferentes colores de las llamas se unieron en un tsunami de fuego, que parecía sacado del mismo infierno, que consumía todo a su paso.

No fue hasta treinta segundos después, en que los tres maestros fuego se detuvieron, y lucharon para recuperar el aliento luego de tal esfuerzo.

Que no había servido de nada.

Parado sobre el suelo fundido en lava, el zorro de las cuatro colas se sacudió, como si solo le hubieran echado un balde de agua encima.

No hacía falta decir, que los maestros fuego sintieron su corazón llegar hasta su garganta, por el miedo que hizo que se quedarán paralizados, cuando el zorro de cuatro colas se lanzó hacia ellos.

"¡Fuego!"

Y antes que él pudiera llegar hasta ellos, el demonio recibió un disparo, de un cañón que disparo una bala de cañón, que le dio de lleno en el pecho.

El proyectil lo empujó y lo estrelló a la distancia, desencadenando una fuerte explosión.

No muy lejos, al otro lado del cráter, lo que quedaba de la armada de la nación del fuego, apuntaron sus cañones contra ese demonio, todas las armas apuntaron contra él.

Y el ataque no se hizo esperar.

Arpones y balas de cañón salieron disparadas contra Naruto, que salió del cráter, para encontrarse con todos esos proyectiles, que dieron a quemarropa contra él.

Siu y los dos hermanos, tuvieron que correr y esconderse en el gran cráter, protegiéndose de las decenas de explosiones que se escucharon en toda la ciudad.

Fueron varías minutos, hasta que finalmente las municiones de los tanques de la nación del fuego, se terminó.

Los soldados se asomaron sobre sus máquinas, que liberaban vapor al estar al rojo vivo, luego de disparar todo lo que tenían.

"¿Lo matamos?" pregunto un soldado al azar, que deseaban que lo que fuera que habían atacado, este muerto.

Sin embargo, ese no sería el caso.

Todos lo vieron, como entre la nube de polvo levantada por las explosiones, en un gran cráter, surgió el zorro de las cuatro colas, entero y sin una sola herida.

Ninguna de la explosiones ni balas, alcanzó a perforar la gruesa piel bañada en chakra rojo, todos rebotaron como si solo fueran bolas de papel contra un muro de concreto, y las explosiones de las balas de cañón, tampoco tenían la suficiente potencia para hacerle un daño real.

Al final, la pequeña armada se quedó sin municiones, y se quedaron en silencio, mirando la nube de humo, ser dispersada por el movimiento de una de las colas del zorro.

Que se dio media vuelva para mirarlos.

"Oh dios…" uno de los soldados dejo caer su lanza, él tenía la misma expresión de horror que todos los demás soldados, que vieron como esa cosa levantó su mano derecha.

Que creció a un tamaño descomunal, como la mano de un dios que bajaba entre las nubes, el pequeño ejército no tuvo tiempo de hacer nada, cuando fueron aplastados cómo si solo fueran insectos.

Zuko se quedó en un estado de shock, acababa de ver cómo al menos cien personas, fueron aplastadas como si nada, aun lo que estaban dentro de los tanques acorazados, terminaron aplastados hasta la muerte.

La enorme mano fue perdiendo tamaño y dejo mostrar, que lo poco que quedaba del ejército, solo era chatarra y sangre.

"…" sin inmutarse por los cientos de soldado, que acabo de un solo golpe, el demonio hizo que su mano poco a poco, volviera a su tamaño normal.

Su atención se dirigió a otra parte.

Azula y Zuko no se movieron, cuando el zorro de las cuatro colas, volteo hacia ellos.

Con un grave gruñido, el zorro comenzó a caminar hacia ellos y sus brazos se extendieron, para tomar a cada adolescente, y uno de sus colas se deslizó por el suelo, para tomar Siu, que grito en agonía cuando el chakra corrosivo empezó a quemarla.

Los dos príncipes también sintieron su carne arder cuando fueron tomados de sus cuellos, y Zuko al tener sus brazos libres, lanzo una corriente de llamas que fueron directo al rostro del demonio, que no dudo en tomarlo de su rostro y lanzarlo como un muñeco de trapo.

"¡Zuko!" Azula tuvo que ver cómo su hermano mayor fue lanzado, y rabotar de forma dolorosa varias veces por el suelo, para terminar, estrellándose contra unas rocas, y quedar tendido en el suelo.

Su preocupación por su hermano, paso a ser propia, cuando fue tomada con fuerza de su cuello y acercada al rostro del demonio, que gruño soltando un aliento de vapor, que revolvió el cabello de la adolescente.

Que estaba paralizada, al ver cómo el abrió lentamente su mandíbula, que parecía crecer mostrando todos esos afilados dientes.

¿Acaso ella moriría así?

¿Su cabeza sería arrancada de sus hombros y masticada como una uva?

¿Esto era lo que se sentía el verdadero terror?

Azula nunca en su vida tuvo tanto miedo, nunca se sintió tan indefensa y asustada, cerrando los ojos, solo podía esperar lo inevitable.

Aunque, antes que el zorro pudiera arrancarle la cabeza de una mordida, un destello apareció entre ellos.

Shòukǔ envolvió su mano gigante alrededor del rostro del pequeño demonio con colas, y lo estrelló contra el suelo con una fuerza que mando a volar a Azula, y el agarre de la cola alrededor de Siu se soltará.

Ambas maestras fuego fueron apartadas del camino, cuando el guerrero definitivo enterró la cabeza de su oponente en el suelo, y lo arrastró por el suelo cientos de metros, dejando una larga de zanja de destrucción.

Levantando al chico transformado, Shòukǔ le conecto un uppercut que sacudió la cabeza del niño zorro, que fue lanzado hacia los cielos, seguido de cerca del guerrero definitivo, que salto con fuerza y lo siguió en el aire.

"Malditos monstruos" se quejó Siu, que se arrancó la armadura qué seguía siendo consumida por ese chakra tóxico, sus manos aun le ardían por solo tener un contacto directo contra esa cosa.

"…" Azula ignoro a su tía, para correr hasta su hermano mayor, aún sentía sus piernas temblar sin control.

¿Él iba a matarla?

Derrapando por el suelo, la chica se arrodillo junto a su hermano, y suspiró con alivio al ver que aún respiraba, solo algunas heridas superficiales, huesos rotos y algunos moretones, tomándola ella lo levanto como pudo y lo hizo sentarse, apoyando su espalda en unas rocas.

Los oídos de la chica captaron un sonido extraño, y miro a su lado, su tía tenía sus dedos apuntando al cielo, disparando varias pequeñas bolas de fuego, que estallaban en el cielo.

Necesitaban de toda la caballería.

Siu dejo de disparar, cuando vio a lo lejos en el horizonte, humo negro.

Lo que quedaba de su ejército, como vanguardia llegarían en cuestión de minutos, jamás pensaría que tendrían que llegar este punto para invadir Ba sing se.

En caso de que la artillería no fuera suficiente, tenía otro plan.

La mirada de la general, bajo hasta el fondo del cráter, dónde estaba el roto equipo Avatar.

Con una sonrisa maliciosa, salto para derrapar por la caída rocosa, y correr hacia ellos.

Si tenía al menos a uno de ellos a punta de daga, con la amenaza de acabar con su vida, ese demonio estaría bajo su control.

El los apreciaba, aún en su estado se locura demoniaca, lo primero que hizo fue salvarlos de una muerte inminente.

Con un nuevo plan, la general ya podía saborear la victoria.

Al parecer solo tendría que conformarse con el sabor, cuando una gran sombra paso encima de ella.

"¿Pero qué-?" la maestra fuego logró agacharse justo a tiempo, para evitar que su cabeza sea arrancada de sus hombros por la mordida del bisonte gigante, que sobrevoló sobre ella, y aterrizó de forma protectora frente a los adolescentes heridos.

"Grrrr…" con un gruñido grueso y su pelaje erizado, el gran animal no dejaría que su mejor amigo y los demás sean dañados.

"¡Maldita bestia inmunda!" furiosa la maestra fuego iba a disparar contra esa cosa, pero su brazo fue desviado por una cola que se envolvió alrededor de su muñeca, y una mordida que casi le arranca el pulgar.

Momo mordió con fuerza la mano de la general, que saco una daga de su bolsa e iba cortar al lémur a la mitad, pero el suelo bajo sus pies vibró, y antes que se diera cuenta, fue embestida por el gran bisonte que le dio una tacleada, que mando a volar a la mujer, qué girando por el aire termino, estrellándose entre los cristales de cueva a la distancia.

Más que furiosa, vio a esos dos sucios animales interponerse en la única carta de victoria que tenían.

"¡Voy a usar sus pieles como alfombra!"

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Se decía que las casas y mansiones de Ba sing se.

Eran tan antiguas como las murallas de la ciudad.

Ahora esas estructuras, que se podrían considerar como un tesoro nacional, fueron derribadas por cada choque y golpe, de los dos titánicos enemigos, que no mostraron piedad, de uno por el otro.

Shòukǔ gruño cuando las garras de ese demonio, se clavaron en la carne de su pecho, y bajaron para dejar una gran herida, de la que broto sangre a chorros, aun con su cuerpo más denso que el acero, las garras del zorro de las cuatro colas podían cortarlo.

Pero, al igual que él podía ser dañado, él podía dañarlo a él.

Un rugido de dolor escapo de la mandíbula del chico zorro, cuando su brazo izquierdo fue tomado en una llave, y fue roto en un movimiento que dejó su brazo colgando de forma inútil.

El chico zorro no se molestó en mirar su brazo, que se movió de forma Anti naturales, para volver a acomodarse como si nada en un parpadeo.

Sin embargo, ese no era el verdadero golpe que el gigante marcado le iba a dar.

Naruto en su estado Berserker, lanzo golpes con sus puños y colas, una lluvia de cientos de golpes en pocos segundos, que tenían la velocidad de una bala y la fuerza para destruir una montaña.

Todo eso, no significaba nada para el guerrero definitivo.

Que, con una habilidad innata, esquivo cada golpe, sin nunca desapartar su mirada de la del demonio de cuatro colas, que furioso por el fallo de sus golpes, dio un rugido ensordecedor que hizo que la roca bajo sus pies se hundiera y fisurara.

Clavando sus pies en el suelo, Shòukǔ le cerró el hocico de un poderoso gancho, que cerró la mandíbula del demonio, que casi salió disparado hacia arriba, solo casi.

Ya que fue tomado de su tobillo, y lanzado contra el suelo con tanta fuerza, que se pudo escuchar el romper de su espina dorsal, el golpe que lo hundió el suelo, hizo que la misma superficie empezara a ceder.

Con su espalda curándose en pocos segundos, el zorro de las cuatro colas se levantó de nuevo y disparo su mano derecha, con sus largas garras directo a los ojos de su oponente.

Que desafortunadamente para él, fue más rápido.

Uniendo sus manos, Shòukǔ le dio un golpe martillo descendente directo a la cabeza de Naruto, que sintió todo su esqueleto agrietarse, por un golpe que lo hundió en el suelo y dejó un cráter aún más grande, que hizo que finalmente se termina desmoronando, por el enfrentamiento entre Monstruo y Demonio.

Los dos oponentes termino cayendo por el cráter que se había creado bajo sus pies, en el que había un gran rio subterráneo, que tenía toneladas de agua corriendo en fuertes corrientes que arrastraría a cualquier persona normal.

Ni bien tocó la superficie de agua, aún en su estado el zorro enfoco chakra en sus extremidades para no hundirse en el río subterráneo.

El zorro de cuatro colas, tenía una mirada de incredulidad cuando vio a su oponente correr hacia el sobre el agua, como si está fuera tierra firme.

"¡No eres el único con conocimiento hermano!" grito con una sonrisa salvaje, casi dividiendo la corriente corrió a toda velocidad hacia el chico zorro y le dio un poderoso derechazo que hizo que toda el agua se sacudiera.

Con su cabeza retrocediendo, el zorro retrocedió, casi su cabeza había sido arrancada de sus hombros, algo que Shòukǔ quiso hacer, sino fuera porque del mismo cuerpo del pequeño demonio, surgió otra copia de si mismo, conectado a su propio cuerpo.

"Es una broma" Shòukǔ no pudo evitar ser golpeado en la cara por el segundo par brazos de su oponente, que como si fuera una masa de plastilina, volvió a tomar forma y se lanzó contra el.

Dando un soltó, el zorro hizo que sus manos crecieran a proporciones gigantes y aplastó a su oponente como si fuera un mosquito.

Sonriendo, pensó que se acabó.

Su sonrisa solo duro un segundo, antes que se borrara, cuando sus manos de chakra estallaron en pedazos, dejando ver a un más que enojado Shòukǔ.

"¡Me estás subestimando hermano!" con un grito de guerra, el guerrero definitivo rompió la velocidad del sonido al correr contra el chico zorro.

Que, rugiendo, también corrió contra él.

El agua se agitaba como el mar en una tormenta.

El choque fue inevitable, y las manos de ambos peleadores chocaron en un ensordecedor aplauso, que creo una honda de choque, que hizo que toda el agua saliera disparada a los cielos.

Pronto la ciudad de Ba sing se, se vio inundada por agua que brotaba de todas partes.

Chocando sus cabezas, Monstruo y demonio forcejearon con todas fuerzas, el agua ya se había ido y los dos cayeron hasta la parte más profunda de las cuevas.

Cuando sus pies tocaron el suelo, el forcejeo se volvió más salvaje, las colas del zorro envolvieron las piernas de su oponente, y con un rugido dio la vuelva, para levantarlo sobre el suelo y estrellarlo contra el suelo.

Aturdido por ese golpe, Shòukǔ quedó tendido en el suelo, y sintió las colas empezar a rodear sus extremidades, sus brazos y piernas se vieron inmovilizadas.

El silencio de las cavernas, se rompió por el grave gruñido del zorro de cuatro colas, que clavó sus garras en los hombros del guerrero, en un tronido estremecedor, la mandíbula del zorro se abrió y cuando iba a morder el rostro de su oponente.

Este, le dio un duro cabezazo que lo hizo retroceder.

El zorro de cuatro colas aturdido retrocedió y antes que pudiera lanzarse a atacar, una de sus colas fue pisada y antes que lo supiera, recibió un demoledor golpe en su pecho con la suficiente fuerza para mandarlo a volar.

Pero con su cola pisada, quedó en su lugar.

Y los golpes no se hicieron esperar.

Cientos de golpes en solo pocos segundos.

El crujir de los huesos del chico zorro era todo lo que escuchaba en la cueva, hasta que su cola fue soltada, y recibió un uppercut que le dio de lleno en la mandíbula.

Cómo una bala disparada por un cañón, salió disparado hacia arriba estrellándose contra el techo de la caverna, y atravesando las rocas para terminar saliendo a la superficie.

El guerrero definitivo lo siguió muy de cerca con un fuerte salto, pero ni bien terminó de pasar por el túnel, una mano tomo su tobillo.

Y como si fuera de goma, el brazo del jinchiruki del zorro de las cuatro colas, se alargó cientos de metros para elevar al guerrero y girarlo como un muñeco de trapo, para luego con la fuerza de un latigazo, bajarlo y estrellarlo contra el castillo del rey.

Que, ante tal impacto, el legendario castillo del rey tierra se redujo a un gran cráter, con escombros, que volaron a toda la ciudad.

De pie, el zorro de cuatro colar se empezó a tambalear, el brillo rojo del chakra tóxico fue perdiendo intensidad.

Había tenido el acceso a un poder más allá de su imaginación, desafortunadamente estaba más allá de lo que su joven cuerpo podía soportar.

La segunda fase de transformación de un Jinchiruki era algo que solo los más maduros y fuertes shinobis podrían soportar.

La destrucción y sanación del cuerpo por tener una piel impenetrable, fuerza sin igual y un poder destructivo incomparable.

Todo eso tenía un precio en un cuerpo joven, que aún no estaba preparado, su vitalidad y vida estaba siendo consumida por casa segundo, que usaba el manto de segundo grado.

Tenía que dar el golpe definitivo.

Darle fin a esta pelea, y ahora.

Pisando con fuerza con sus cuatro patas, con sus colas agitándose con fuerza, hasta que se quedaron quietas, alienadas alrededor de su mandíbula, una extraña sensación hizo que todo su cuerpo se estremeciera, cuando partículas rojas y azules surgieron de todo su cuerpo.

Las esferas de chakra flotaron a su alrededor unos segundos, como átomos, que empezaron a chocar, de forma brusca, negativo y positivo, ambas cargas sé fusionaron en un solo punto.

La tensión en el aire se volvió demasiada, cualquier persona se sofocaría solo por estar cerca, del ataque final del zorro de las cuatro colas, que tenía tanta energía en un solo punto, que la tierra bajo sus pies se empezó a hundir.

Tardando casi un minuto completo, todo ese poder y presión fue fundida en un solo punto, una esfera negra como la noche, que parecía que explotaría en cualquier momento.

Con su boca abriéndose de una forma anormal, el jinchiruki devoro la masa de chakra, y bajando la cabeza apunto directo a dónde había caído su oponente, que seguía enterrado bajo los escombros del castillo.

*Crack*

O al menos, eso era lo que creía.

El mundo para Naruto fue sacudido, cuando bajo sus pies el suelo se abrió, y una mano surgió, dándole un golpe en el rostro que desvió su rostro hacia arriba.

Shòukǔ tenía un aura de vapor que lo envolvía, sus músculos estaban más comprimidos de lo que jamás estuvieron, dejándolo parecer un gigante delgado hecho de acero.

Era hora de tomarse esto enserio.

Con todos sus músculos vibrando debajo de su piel, ardiendo hasta el punto que su cuerpo fue envuelto por una nube de vapor, por el sudor que se evaporaba.

Liberando una bocanada de vapor, por cada suspiro que daba, el puño derecho del guerrero parecía vibrar por la fuerza que había detrás de el.

Todo ese poder dirigido, solo a su puño.

Un puño que se terminó estrellando en el estómago del zorro de las cuatro colas, que se quedó paralizado cuando el golpe conecto con el.

El mundo entero lo había sentido.

Las casas más cercanas terminaron siendo reducidas a escombros, y en cuanto a los pocos hogares que aún quedaban en Ba sing, sus ventanas estallaron en pedazos.

Los cincuenta kilómetros cuadrados de ciudad parecían derrumbarse, ante la explosión de fuerza bruta en el medio de la ciudad.

Toph, la única integrante del equipo Avatar despierta, aún tirada en el suelo, golpe su mano contra el suelo, y levantó como pudo una pared de tierra, que la protegió a ella y a sus demás amigos de la onda de choque, que podría verse a kilómetros de distancia.

Siu no fue tan afortunada, en su lucha contra los dos animales, apenas escucho el sonido de golpe, lo siguiente que supo es que fue empujada contra unos cristales en un doloroso golpe.

Appa dejó caer su cuerpo y usando sus seis patas, se aferró al suelo con todas sus fuerzas, mientras que en su cuerno se aferraba Momo, que luchaba para no salir volando.

Por última.

Azula uso su cuerpo, para proteger a su hermano de la explosión y los escombros que volaban por todas partes, abrazándolo se mantuvo sobre el todo el tiempo, hasta que la corriente de aire se detuviera.

Una vez paro, ella se levantó aturdida.

Poniéndose de pie, escaló hasta una montaña de escombros, para ver qué la gran ciudad de Ba sing se, la legendaria ciudad amurallada se redujo a solo un cráter de proporciones titánicas.

En el centro de todo.

Estaban el demonio y el monstruo.

Ambos parados uno frente a al otro.

Shòukǔ cayó de rodillas.

Y el zorro de cuatro colas de pie.

Con un enorme hoyo en su estómago.

Con su brazo derecho quemado y cubierta de sangre, el guerrero definitivo se puso de pie lentamente, con una sonrisa gigante al ver la expresión de incredulidad del chico zorro.

"¿Últimas pala-"

La pregunta del gigante fue interrumpida, cuando de forma inesperada el zorro de cuatro colas abrió su boca.

Por segunda vez, lo poco que quedaba de la ciudad se sacudió, cuando el jinchiruki, que disparo un rayo de energía, tan grande como un edificio e intenso como el mismo sol.

Todo ese poder, dio de lleno contra el pecho del monstruo humano.

Que fue empujado decenas de kilómetros, arrasando todo a su paso, destruyendo las murallas y salir varios kilómetros más, hasta finalmente ser envuelto en una explosión, que incluso superó en tamaño a la ciudad de Ba sing se.

El brillo fue como un faro, que podía ser visto por a kilómetros de distancia, poco a poco el brillo se fue apagando, hasta que solo quedó un cráter enorme, que era al menos tres veces más grande que Ba sing se.

Volviendo al origen del disparo.

El zorro de las cuatro colas se quedó de pie.

Lentamente fue perdiendo tamaño, sus cuatro colas desparecieron en una nube de humo rojo, y esa densa capa de chakra rojo corrosivo fue retrocediendo, dejando ver a Naruto.

Que tenía su cuerpo cubierto de quemaduras que hicieron que su piel se tornará roja, su ropa se había quemado, y solo le quedaban sus pantalones para que no estuviera desnudo.

Sin embargó, las quemaduras no eran nada, comparada al gran hoyo que tenía en su estómago, la sangre no dejaba de brotar a chorros.

Y la única razón por la que sus órganos no salieron de él, fue por carne quemada alrededor de la herida.

Aturdido, el chico se dio la vuelva y empezó a caminar, la camina se le hizo larga, hasta que llego, tropezando un par de veces, se dejó caer por la orilla del cráter y se deslizó.

Rodando por la caída entre las rocas, el adolescente termino cayendo cerca de sus amigos, por suerte fue interceptado por la gran cola de Appa, que había evitado que el cayera en un río subterráneo que pasaba bajo tierra.

El gran bisonte gruño y froto el hombro del rubio con su nariz, alentándolo a ponerse de pie.

"¿Naruto?" Toph apenas podía levantar la cabeza, se animó al sentir los latidos del Uzumaki cerca de ella de nuevo.

"Si… soy yo…" murmuró en respuesta, mientras se volvía a levantar como podía, pero sus brazos fallaron y termino cayendo, "Ahg… ¡Ahg!" el no pudo evitar vomitar una gran cantidad de sangre, se sentía peor y peor.

No sentía que se estaba recuperando, no sentía nada más que dolor.

"¿Estás bien?" la bandida ciega solo pudo levantar la cabeza, y trato de arrastrarse hacia el, pero apenas podía levantar un dedo.

"Si, no te preocupes… todo estará bien" aunque el chico dijera eso.

Era mentira.

"¿Kyubi?"

"…"

"¿Kyubi estás ahí?"

"…"

"Por favor… te necesito…" sus ruegos no recibieron respuesta, no solo eran sus heridas, había algo que más hacia que sintiera que todo su cuerpo estuviera fallando.

No solo eso, era algo peor.

"¡Tu…" entres los cristales de la caverna surgió una más que enojada Siu, sangre brotaba de su frente y hombro derecho herido, esa onda de choque fue una locura, "… Maldito demonio!"

Naruto se puso de pie como pudo, y le dio una sonrisa burlona a la general.

"No es la primera vez que me lo dicen, maldita bruja" con su respiración cada vez más lenta, se enderezo y escupió la sangre que se acumulaba en su boca.

"No lo entiendes ¿verdad?" le pregunto con burla y rabia contenida, mientras tomaba las hombreras de su armadura y las arrojaba de lado, su armadura ahora solo era un estorbo.

"Nunca fui bueno entendiendo las cosas obvias" respondió con calma, el miro a su alrededor.

Sokka estaba noqueado.

Katara estaba noqueada.

Aang también.

Y Toph, no parecía que pudiera levantarse.

Las cosas no pintaban nada bien para ellos.

Aun así, Naruto se mantuvo de pie, firme ante la mirada asesina de la general.

"Se acabó" la sonrisa de la general era grande, al ver el estado deplorable del pilar Naranja, "Ustedes perdieron y sin ustedes en el mapa todo será más fácil… más divertido"

"¿Divertido?" Frunciendo el ceño, el adolescente dio un suspiro, "Estas loca… eso ya me quedo claro"

"Tú te diviertes con tus amigos, yo me divierto doblegando a mis enemigos… y solo quedan ustedes, cuando el Avatar sea solo un torso encadenado, y tú cuerpo puesto en una estaca, como trofeo de nuestro ejército cuando avance y dominé el resto del mundo, contigo como un recordatorio, de que incluso los pilares más fuertes, pueden ser quebrados, y todo lo que hiciste… tus logros, la esperanza que les diste a tantas personas, significarán… nada"

Su sonrisa era cruel, por los planes que tenía para el pilar Naranja, el destruir el espíritu de los insurgentes que aún quedaban por ahí.

Ya podía saborear su miedo, su desesperación y desesperanza.

Solo con la muerte de uno, se ganará la guerra, de una vez por todas.

Naruto no respondió, solo se quedó el silencio, y parpadeo dos veces, cuando el suelo tembló y una silueta cayó del cielo, para aterrizar entre ellos.

Shòukǔ dejó escapar un largo suspiro cargado de vapor, apoyándose en sus manos y pies, tardo varios segundos en ponerse de pie de nuevo.

"Maldito… casi me matas"

Riendo entre dientes, el guerrero definitivo se enderezó, mostrando su cuerpo herido y atrofiado, tuvo que poner toda su concentración y resistencia en su pecho, justo en la zona de la explosión, aun así, tenía una gran marca de carne quemada y sangrante.

"Tendré que hacer un mejor trabajo la próxima vez" dijo con una extraña calma el rubio, que era blanco de la mirada de los dos enemigos más fuertes y atroces, que alguna vez se ha enfrentado en su vida.

Y solo estaba el para hacerles frente.

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Chan

Channnnnn

Channnnnnnnnn

Channnnnnnnnnnnnn

¿Qué les parece?

Déjenme en los comentarios que les pareció, como siempre les deseo la mejor de la suerte y salud a ustedes y sus familias.

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Psd: Sorpresa para ustedes mis lectores.

¡El próximo capítulo y final de la saga de Ba sing se será publicada el día domingo 23!

Sin más CHAAAAAAUUUUUUUUU y que les vaya bien.

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