
Capítulo 29: Puedes ser mejor...
Y bueno~
Acá estamos en otro capítulo, la verdad no hay mucho que decir, todo bien, todo tranquilo, no me quejo.
Más que solo de las putas clases Online que me hace querer cortarme la chota.
Pero, fuera de eso todo bien.
Al menos pude ver una buena película.
Raya y el último dragón.
De lo mejor que ha hecho Disney en mucho tiempo, me gustó más que incluso Soul, si, cada uno su gusto, pero no temo decir que me saco una lágrima, algo que una película de Disney no ha hecho en años.
Cuevana que dios te bendiga.
En fin, dejemos de lado la piratería.
Disfruten del capítulo.
Disculpen los errores ortográficos.
"hablar" personaje hablando.
"Hablar" personaje pensando.
"Hablar" nombres de las técnicas.
(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.
############ Cambio de escenario o lugar.
Capítulo 29: Puedes ser mejor…
Ella no pudo protegerse, estaba en shock.
Siu apenas pudo ponerse de pie, solo para recibir un cabezazo que sacudió su cerebro dentro de su cráneo, las llamas se apagaron y el cuerpo de la general, cayó en un golpe seco.
Estaba noqueada.
Naruto cayó junto a la general, envuelto en llamas que aún ardían.
Cómo pudo se quitó su chaqueta en llamas, ni siquiera tenía una suficiente fuerza, para pagar el fuego que ardía en sus brazos y espalda.
Pero una vieja manta fue puesta sobre sus hombros, y el fuego que lo quemaba fue apagado.
El Uzumaki miro sobre su hombro, a Zuko que se quitó su abrigo, para usarlo y apagar el fuego que lo envolvía, pasaron varios segundos hasta que todo fue apagado y el príncipe desterrado, se apartara de él.
"Gracias…" agradeció agotado Naruto, que siguió mirando al adolescente, "Te llamabas… Zuko"
"Sí, soy el hermano mayor de Azula" se presentó con sequedad, mientras tomaba su chaqueta y volvía a ponérsela luego de haber apagado las llamas.
Sonriendo como pudo, Naruto se quedó de rodillas, "Nada mal para nuestro segundo encuentro ¿Verdad?" su sonrisa solo crecía a cada segundo, ahora que todo había terminado, podía darse ese lujo.
Un lujo que Zuko no comprendía.
¿Cómo el chico podía aún sonreír e incluso bromear en su estado? Estaba hecho un desastre.
Un brazo completamente roto, y varios huesos más al ver la protuberancia en su pecho, sus heridas eran grabes, por no hablar de varias quemaduras de segundo e incluso de tercer grado en varias partes de su cuerpo.
¿Cómo aún siquiera podía mantener consiente? El príncipe no lo sabía.
"Al menos no soy yo quien terminó en el suelo está vez"
"Oh…" Naruto recordó lo que pasó el en la isla Kyoshi, y no pudo evitar sentirse incómodo, le había dado una paliza en aquella isla, "Lamento eso"
La conversación entre ambos chicos, se vio cortada, cuando una sombría Azula fue caminando hasta el ninja naranja, que había dejado de sonreír al ver la princesa venir hacia el.
Sin embargo, en su camino se interpuso alguien.
"¿Y tú quien se supone que eres?"
"…" a la princesa desterrada, no le gustó ni un poco el tono de voz de la niña que se había puesto en su camino, una niña menor que ella y al parecer ciega por sus ojos en blanco, "Eso no te importa"
Azula iba a empujarla fuera de su camina, pero antes que pudiera tocarla, su muñeca fue tomado bajo un duro agarre.
"Me importa" Toph no sabía quién era la persona ante ella, pero por su ritmo cardíaco y tono de voz, también la dirección en que se dirigía, "No tengo que poder ver, para saber qué quieres lastimar a Naruto"
De un empujón, la bandida ciega alejo esa chica de su amigo herido, y se mantuvo en guardia, lista para aplastarla si intentaba acercarse.
Estaba cansada, sí.
Pero eso no detendría a Toph, para romperle la cara a esta perra.
"¿Quién te has creído?" escupió con furia la adolescente de la nación del fuego, que le dio una mirada mortal a la niña, que solo sonrió con burla.
"El que protege su trasero de locas como tú"
La tensión podría cortarse con un cuchillo, la intensidad en ambas chicas hizo que todo se volviera muy incómodo, ante la menor provocación, otra batalla comenzaría de nuevo.
"¡Nada impedirá mi venganza!" Azula estalló en llamas, tenía dos objetivos que calcinar ahora.
Su tía que estaba tirada en el suelo inconsciente e indefensa.
Y al maldito que comenzó el peor declive de su vida, ella no lo pensó dos veces y disparo una llamarada de fuego contra Siu.
"¡¿Qué estás haciendo?!" pero su ataque fue desviado por su hermano mayor, el la tomo de la muñeca y la empujó, "¡Ella es la hermana de nuestra madre!"
"¡¿Crees que me importa?!" el forcejeo entre los hermanos no se hizo esperar.
Uno de ellos no podía permitir esto, aún con todo lo que había hecho su tía, el verla siempre le recordaba a su madre, eran demasiadas parecidas en apariencia, y no se podía hacer la idea de qué pensaría su madre, si supiera que ellos mataron a su hermana menor.
Los miembros de una familia, no tenían porque matarse unos a otros.
Era lo que su madre hubiera dicho en un momento como este.
"¡Si ella no dudo en querer matarnos! ¡Yo no tengo por qué dudar ahora!" Azula tomo de la muñeca a su hermano, y de un barrido de pierna lo derribo, para de inmediato correr hasta su tía y volarle la cabeza con sus llamas.
"Azula…"
Sin embargó, la chica se detuvo al escuchar una voz, su mirada se dirigió a un debilitado Iroh que aún seguía tirado en el suelo.
"¡No te metas en esto tío! ¡No me digas que luego de lo que hizo! ¡¿Ahora quieres dejarla vivir?!"
"Azula… sé que ella te ha hecho daño, al igual que a muchos, pero el matarla ahora… en ese estado ¿Te daría la gratificación que buscas?"
"…" Azula apretó sus puños, tenía a tía a solo unos pasos, podría solo pisarla y romper su cuello, sería fácil, muy fácil.
"No hagas lo que ella haría… se mejor que ella Azula, es todo lo que puedo pedir"
Las palabras se colaron con fuerza en la mente de la chica, que sentía su mente abrumarse, tenía que tomar una decisión, ahora, y su decisión era.
"Es suficiente…" Naruto no estaba de humor para esto, estaba demasiado herido y cansado, como para ver todo el conflicto entre la familia real de la nación del fuego, "Si vas a matar a alguien, que no puede defenderse, eres más repugnante de lo pensé"
"¡Tu…" todo el odió que sentía Azula, se dirigió al chico ninja, no quería más que tomarlo del cuello y arrancarle la cabeza, quería hacerlo.
Pero, él ni siquiera se molestó en mirarla.
Solo paso a su lado como si ella no existiera, y lentamente camino hasta Aang y lo levanto para ponerlo sobre uno de sus hombros.
"Ya fue demasiado por hoy" dijo con sequedad el chico naranja, que gruño por el tronido de su brazo izquierdo, aún que esté roto, tenía que usarlo si quería llevarse a sus amigos lejos de ahí.
"¡Nada termino!" el grito de la maestra fuego fue escuchado por todos los presentes.
Esto no podría terminar así, no así, cuando estaba las dos personas que más odiaba en el mundo, en el mismo lugar.
Toph ya estaba lista para pelear, cuando sintió el calor de las llamas de esa chica, que iba a atacarlos.
"Se terminó…" Naruto arrastró sus pies, con pasos pesados paso junto a Azula, ignorándola de nuevo, para dirigirse a los dos hermanos de la tribu agua, fue difícil, pero pudo cargarlos a todos.
Con Sokka y Aang en sus brazos, y Katara en su espalda.
"No…" estaba pasando de nuevo, el la ignoraba, la subestimaba, la despreciaba, la ira en los ojos de Azula ardían como el fuego en sus puños, "¡Nadie se irá de aquí…"
La venganza estaba a un solo paso, tenía que hacerlo, debía de hacerlo para poder avanzar a su siguiente objetivo.
"Dije que se terminó…"
Todos se quedaron helados por el cambio de voz tan grueso del Uzumaki, pero lo que más afecto fue a ambos príncipes, que lo vieron.
Vieron el cambio en sus ojos, que dejaron de ser brillantes y azules, para ahora ser rojos como la sangre, con su pupila rasgada.
El silencio en el lugar fue sepulcral, ninguno se animó a dar un solo paso.
"…" Toph no sabía lo que pasaba, pero sentía algo extraño del chico ninja, dudosa se acercó a el y lo tomo de la mano, para empezar a caminar, "Tenemos que irnos..."
Los ojos de Naruto volvieron a la normalidad en un parpadeo, su expresión se suavizó y le dio una última mirada a Azula, que le devolvió la mirada, "Espero verte… en mejores circunstancias Azula"
Sin decir nada, el equipo Avatar empezó a movilizarse, aún tenían un largo camino que recorrer.
A Zuko no le importaba, aún si quisiera capturar al Avatar ahora, si ese chico aún tenía las fuerzas para amenazar a su hermana menor, tendría para atacarlo a el, y la chica ciega no se veía como alguien fácil de tratar.
Además…
El príncipe se acercó hasta su tío, y suspiro aliviado al ver qué solo tenía una quemadura en su espalda, con cuidado lo tomo de uno de sus brazos y lo levanto, sería difícil, pero lo llevaría hasta un lugar donde pudiera descansar y recuperarse.
De un momento a otro, el peso disminuyó y Zuko vio a su hermana menor tomar el otro brazo de su tío, y la ayudo a cargarlo.
"Este es el primer paso, a una mejor vida princesa" Dijo Iroh con una sonrisa feliz, al ver a su sobrina dejar a Siu, y ayudarlo a levantarse.
"…"
"Tal vez el siguiente paso sea conseguir un novio ¿Lo has pensado?"
"No presiones tío" gruño la chica que no le hizo gracia, la sonrisa del viejo soldado.
Ellos aún tenían su propio camino que seguir.
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Cada paso era más lento que el anterior, podía sentirlo.
"Vamos Toph… no estamos lejos"
No podrían detenerse ahora, no sabían si aquella mujer tenía refuerzos o más de esas máquinas, no podía parar a descansar sin arriesgarse a ser atacados en estas condiciones.
"Mis... pies, me duelen"
Toph estaba agotada, el esfuerzo físico y mental de separar el suelo y enterrar a Shòukǔ, fue el más fuerte ataque que hizo en su vida, y ahora llevaban horas caminando sin agua ni comida, ni un descanso.
"Solo un poco más Toph" Naruto también sentía la fatiga y el dolor de la batalla, su curación rápido no servía si no tomaba al menos unas horas de descanso.
"Naruto… yo…" Toph termino cayendo en un golpe seco contra el suelo, se había desmayado.
"Mierda…" maldiciendo el chico se arrodillo y bajo con cuidado a sus amigos, tenía que revisar a Toph y ver que-
*Tronido*
Naruto se quedó rígido, por el doloroso tronido de sus costillas, su pecho se contrajo y empezó a toser sin control, sus manos se tiñeron de sangre al tratar de cubrir su boca, no fue hasta un minuto después que dejó de toser.
De rodillas el chico miro a su alrededor, todos estaban heridos e indispuestos y solo el estaba de pie, era obvio lo que tenía que hacer.
Lentamente el chico se sacó lo que quedaba de su camiseta y la rompió en varias tiras, mientras el trabajaba, el cielo se oscurecía por la nube de tormenta que se asomaba en el horizonte.
No pasó mucho para que la lluvia torrencial cayera.
Y en medio del terreno baldío, iba caminando Naruto que tenía cuerdas atada alrededor de su espalda, arrastrando una camilla improvisada dónde estaban Sokka, Aang y Katara, mientras que en sus brazos iba Toph
"Vamos…" por cada paso que daba, sentía sus músculos palpitar de dolor y sus huesos rechinar, a nada de romperse aún más de lo ya estaban.
Con el suelo convirtiéndose en lodo, siguió caminando por el camino indicado, si no recordaba mal está era la ruta indicada para llega a Ba shin Se.
Negándose a caer y sobre pasando sus límites, Naruto camino arrastrando a sus amigos, y no se detendrían hasta encontrar un lugar seguro para ellos.
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El caer de la lluvia sobre su rostro, fue una horrible forma de despertar para Siu.
Aturdida la general se levantó del suelo lodoso, mirando a su alrededor se dio cuenta que estaba sola.
"No, no, no ¡No! ¡No! ¡No!" con un grito de furia disparo una gigantesca llamarada de fuego a lo alto del cielo, se habían ido, todos ellos, "¡Te maldigo Naruto!"
Ese mocoso, lo había atacado antes que pudiera mutilar al Avatar.
Ese chico le costó una de las mayores victorias de la nación del fuego.
Lo encontraría, y lo mataría, de una forma tan horrible y lenta, que el mismo rogara por su muerte.
Debajo de la lluvia, Siu empezó a caminar y no tardó mucho para llegar hasta el centro de la ciudad en ruinas.
La garganta y estómago de la mujer se encogió, cuando se dio cuenta que casi había caído por un pozo.
No, no era un pozo, ¡Era un maldito cráter casi tan grande como el pueblo!
Siu miro incrédula lo que había el fondo de ese cráter, ahí estaba su aliado, cruzado de brazos y con la mirada perdida.
¿El hizo esto? ¿solo con su fuerza?
Adolorida la maestra fuego, solo que quedó viendo como Shòukǔ salió con calma del cráter, para empezar a caminar en una dirección aleatoria, viendo que no tenía muchas opciones, ella decidió seguirlo.
Está solo era la derrota de su primera batalla, pero al final la guerra sería su victoria.
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A varios de kilómetros, la gran multitud de refugiados recibieron a su salvadora y compañía con alabanzas y gritos de euforia, ellos habían vuelto y el humo negro amenazante en el horizonte había desaparecido.
"¿Tienes un hermano? ¡Es tan lindo!"
"Si… hola" Zuko trato de mantener la compostura, pero le era difícil cuando se tenía a una mujer que podría estallar tu cráneo entre sus manos.
"Eres lindo, pero no tanto como Lady Zu"
"¿Gracias?" era la primera vez desde Ty Lee, que Zuko veía que una persona mirara con tanto respeto y admiración a su hermana menor, no con miedo ni temor, era extraño.
Está gigante era como una versión acorazada de Ty Lee.
"Ahhhhh~ esto es vida" Iroh no se quejó de ser mimado por varias mujeres que cuidaban de sus heridas y viejos huesos, nada como beber un delicioso té con la compañía de bellas mujeres que cuidarán de ti.
"…" Azula ignoro todo a su alrededor, hace poco alcanzaron a la caravana gracias al pájaro gigante de Zuko, que pudo llevarlos a ellos tres y bueno, aquí estaban.
La tienda los protegía de la lluvia, y ella se quedó en la puerta solo mirando el oscuro cielo que se iluminaba de vez en cuando por un relámpago, la lluvia no estaba dando tregua, era un diluvio.
"Espero verte… en mejores circunstancias Azula"
¿Por qué no podía dejar de pensar en él? ¿Por qué le afecto tanto el verlo?
Confusa, la chica se apoyó con pereza en la puerta y contempló en silencio la tormenta.
El escuchar las gotas de lluvia caer, era algo muy tranquilizador.
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El dolor de sus pies no se comparaba al de su cabeza.
Toph se reincorporo como pudo, si no se equivocaba estaba recostada sobre una bolsa de dormir, y cuando sus pies tocaron el suelo, suspiro aliviado al sentir los latidos de los corazones de pies ligeros, Sokka, Katara y…
"¿Naruto?"
El nombre del shinobi hizo eco en la cueva en que se encontraban.
"Por favor no te levantes, aún puedes tener un severo caos de agotamiento"
La bandida ciega recordaba la voz de la mujer embarazada, que estaba acompañada de su esposo y su hermana menor, todos ellos estaban en la cueva con ellos.
"Ahhgg…" Katara jadeo de dolor ante el agua fría que cubría y curaba su pecho, dónde tenía una leve marca de quemadura, tuvo suerte que ese solo una pequeña fracción de ese rayo la golpeada o dudaba que haber sobrevivido.
A su lado, estaba Sokka, que estaba despierto mirando el techo, con una mirada vacía, su pecho estaba cubierto de vendas al igual que sus manos.
Luego estaba Aang, que a diferencia de los demás no estaba tan lastimado, solo una que otra quemadura y herida, todas ya tratadas.
Toph se alegraba de que ellos estuvieran bien, pero había alguien más que tenía que revisar y no tuvo que buscarlo mucho.
Su corazón, que siempre lo caracterizo por latir con la fuerza de una bestia, ahora podía escuchar lo debilitado que estaba.
El shinobi estaba recostado en una esquina de la cueva, sobre una cama improvisada de hojas, estaba cubierto de pies a cabeza con vendas y unas barrillas de madera que mantenían su brazo izquierdo en su lugar.
A su lado estaba una triste Yoru, que con un paño húmedo estaba limpiando el sudor de la frente del adolescente, la fiebre aún no bajada.
"¿Qué pasó?" Toph aún se sentía muy desorientada, lo último que recordaba era haberse caído contra el suelo agotada.
"El los trajo" murmuró con suavidad Ying.
Ellos fueron dejados por los clones, a los pies de la montaña, no muy lejos de su destino, ellos advirtieron que les quedaba poco chakra y tenían que desaparecer.
Estaban inseguros de irse y dejar a atrás a los jóvenes que tanto les había ayudado, al final el destino dio un giro extraño al hacer que una lluvia torrencial callera y los obligará a acampar en una cueva.
Fueron largas horas de incertidumbre, hasta que se pusieron nerviosos cuando una oscura silueta se vio fuera de la cueva, que tan pronto como llego a poner un pie dentro de la cueva, se había desplomado.
"El los trajo hasta aquí a todos ustedes y cuando nos vio… se desmayó exhausto" con cuidado la mujer embarazada acarició el cabello del Uzumaki, que seguía profundamente dormido, "Tratamos sus heridas lo mejor que pudimos con lo poco que tenemos, debería estar bien"
El equipo de Avatar estaba envuelto en un silencio sepulcral, ninguno sabía que decir en un momento como este, fue la primera batalla en que la que no salieron tan bien parados como de costumbre.
Fueron heridos, incluso algunos fueron vencidos y terminaron siendo una carga.
Naruto tuvo que forzarse más allá de sus límites, para que al final ganarán, sí, pero a un gran precio.
"…" Toph se movió hasta sentarse a su lado, frunciendo el ceño estiró su mano para tomar con fuerza la suya, él había cuidado su espalda muchas veces, ahora era su turno.
Tenía que cuidar de él.
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Era la primera vez que se alegraba el despertar en su espacio mental, sabía que, en el mundo real, su cuerpo tenía que estar desecho.
Caminando por los infinitos pasillos metálicos de su mente, no tardó mucho en llegar hasta su destino, una gigantesca habitación donde solo estaba los titánica barrotes que contenían a uno de los seres más poderosos de su mundo.
"¡¿Cómo estas Kyubi?!"
"¡No grites imbécil!" la voz chillona de su carcelero se podría escuchar en todo el lugar, y que sus orejas sean sensibles fue un dolor en el trasero para el zorro de las nueve colas, que fue tuvo que despertarse de su sueño.
Dando un largo bostezo el gran animal, se levantó para estirar sus extremidades y arquear su espalda hasta que diera un tronido.
"¿Enserio estuviste durmiendo todo este tiempo?" pregunto incrédulo, aunque pensándolo bien no era como si hubiera mucho más que hacer aquí, aparte de dormir, le gustaría poder cambiar este lugar.
"No, fui a clases de bailé de salsa y escribiendo mi libro autobiográfico"
"Sabes, para ser un ser antiguo y tan poderoso, hablas como Sokka, eres muy sarcástico"
"¿Qué mierda quieres?" Gruño fastidiando por tener que escuchar al adolescente compararlo con ese humano.
"¿Qué no puedo visitar a mi zorro gigante favorito?"
"¿Te rompieron el trasero de nuevo verdad?" se burló el Kyubi que embozo una sonrisa al ver la expresión de enojo del Uzumaki, "¿Aún te puedes sentar?"
Desde el incidente en el polo norte, el muchacho venía de vez en cuando a hablar de lo que sea que se le viniera a la cabeza, incluso cuando se iba a dormir, aparecía aquí para contar todo lo que sucedió en su día.
¿Era tedioso de escuchar?
Si.
¿Lo molestaba?
Si.
Pero… a veces era mejor, que el eterno silencio.
"Así que me viste pelear eh…" Naruto dio un suspiro de derrota y se dejó caer en el agua, sentándose en las inundadas cloacas de su espacio mental, "¿Qué piensas?"
"Es fuerte…" frunciendo el ceño el zorro estrecho su mirada, "Si tuviera que compararlo con alguien, diría que tiene la fuerza de la anciana de enormes senos, y la velocidad del raro de cejas grandes"
"Eso es malo"
"Si, casi me cuestas la vida mocoso"
"¡Oye! Yo también pude haber muerto"
"Deja de hablar de cosas sin importancia, por ahora será mejor que te mantengas alejado de ese sujeto, te hará mierda"
"No puedo, si aparece de nuevo tengo que enfrentarlo, no puedo huir mientras la vida de mis amigos está en riesgo"
"No sabes cuánto odio tu complejo de héroe, te pareces demasiado a Jiji"
"¿Jiji? ¿Tienes un abuelo?"
El zorro de las nueve cosas chasqueo la lengua con molestia, tenía que medir mejor sus palabras, no quería hablar de más ante este humano.
"Eso no importa ahora, hasta que volvamos a nuestro mundo, sigo en riego y tengo que preguntar ¿Tienes un plan?"
El estaba desesperado, aunque no lo admitiría frente a su carcelero, estaba preocupado de que en un segundo encuentro no tuvieran tanta suerte contra ese humano, y aún faltaba mucho para que el sello del Yondaime se deteriore, tal vez unos cinco años.
Sus opiniones eran pocas, aún si el muchacho estallara en rabia y liberara una cola, tal vez dos considerando que ahora tenía mayor resistencia y vitalidad desde su pelea contra el Uchiha en el valle del fin.
Tenía que ser inteligente con las decisiones que tomaría ahora.
"¡Si! ¡Entrenar más duro y romperle la cara a ese bastardo!"
Al parecer la astucia, no era una de las mayores características del Uzumaki, esto obviamente hizo que el zorro gigante lo mirara con decepción,
¿Por qué todos sus jinchirukis tenían que ser tan idiotas?
Mito era una erudita en cuanto a sellos y todo lo espiritual, no por nada ella fue quien pudo traer al plano físico de las máscaras de Shinigami, pero en cuanto a astucia o resolver problemas simples.
Bueno, nunca olvidaría el día en que Hashirama casi fue asesinado por resolver un cubo rubik en cinco minutos, mientras que su esposa llevaba dos semanas sin poder resolverlo.
En cuanto a Kushina… pues ella era el músculo del equipo por así decirlo, ella trabajo muchas veces con su esposo en el campo de batalla, no como estratega, sino la cabeza dura que siempre iba al frente repartiendo golpes a diestra y siniestra.
Toda la estrategia estaba en manos de Minato, mientras que su esposa se comportaba como su esposa.
"Aunque odie pensarlo, en momentos como éste me hubiera servido más que se pareciera a su padre" pensó frustrado el zorro gigante que dio un suspiro de resignación, tenía que trabajar con lo que tenía a su alcance.
"¿Por qué me mira así?" A Naruto no le estaba gustando nada la mirada de desilusión que le estaba dando el zorro, esa mirada solamente quería decir 'eres una causa perdida'.
"Eres un idiota"
"¡¿Estuviste en silencio tanto tiempo para decir solo eso?!"
"¿Qué más esperabas?"
"¡Yo que sé! ¡Algo como 'yo te entrenaré'!"
"¡¿Entrenarte?!"
La risa estruendosa del enorme Biju se escuchó en toda la cloaca, no fue hasta casi un minuto después en que dejó de reír, aunque su sonrisa burlona no desaparecería tan pronto.
"¡Soy un Biju! ¿De qué me sirve saber técnicas ninja que no puedo usar? ¿Me ves haciendo clones de sombra y escupir agua? Tu nivel de idiotez me sorprende cada día"
Era un Biju milenario, nunca le intereso en lo más mínimo aprender de las técnicas de los humanos.
"¡Pero estuviste en otros Jinchirukis! ¿No aprendiste nada de ellos?"
"Créeme, no queras sabes que ví en mis anteriores recipientes" murmuró entre dientes, mientras oscuros recuerdos volvían a su mente.
"Ahhh~ Vamos, más duro"
"Minato~ no tan rápido, ¡Quiero que termines en mi boca!"
"¡Hashirama~! ¡Me vengo!"
"¡Mito! ¡Es increíble como aprietas mi p***!"
"¡No pares! ¡No pares y dámelo todo hijo de p***!"
"¡Kushina~! ¡Te… mueves muy fuerte! ¡Me vas a romper la pelvis!"
"¡Minato~! ¡Minato~!"
"¡Ahhhh! ¡Kushina!"
"Aún tenemos toda la noche bebé, una Uzumaki nunca para, hasta estar satisfecha"
"Oh dios"
"No dios, soy yo, ahora ponte duro y sigamos con la diversión"
"Uggghhhh
Naruto no sabía porque el Kyubi tenía una mirada traumatizada,pero parecía algo horrible, tal vez sería mejor no preguntar qué pasaba por su mente ahora mismo.
"Entonces… ¿Qué me aconsejas?"
El zorro se quedó viendo como el chico miro interesado sus pies luego de esa vaga pregunta, ¿Acaso el arrogante y bocón mocoso le estaba pidiendo un concejo? Ja.
"¿Dónde te metiste todo ese orgullo? No creo que entre todo en tu trasero"
"¡Vete a la mierda! ¡Sino ayudas entonces lo haré yo solo! ¡De nuevo!" Enojado se cruzó de brazos y se dio la vuelta para darle la espalda al Kyubi, ahora solo podía esperar hasta despertar.
El silencio entre ambos fue largo y sepulcral.
Hasta que se escuchó resoplar al Biju.
"Viento…"
"¿Uhh?" Naruto levanto una ceja al escuchar esa palabra, "¿Viento?"
"Los shinobis tienen diferentes chakras naturales, que le permiten manipular los elementos por Ninjutsu, he visto que si se es suficientemente avanzado puedes manipular los elementos sin siquiera hacer señales de manos, como las personas de este mundo, pero solo unos muy pocos lo han conseguido"
Algo que Jiji entendió de los primeros usuarios del chakra fuera de la familia Otsutsuki, era que ellos necesitan usar sellos de manos para usar diferentes técnicas elementales, pero hubo pocos casos en que se volvieron tan hábiles que pudieran usar los elementos a su antojo, sin la necesidad de sellos de manos.
El Biju dudaba que el mocoso logrará eso, se requiera décadas de entrenamiento para siquiera raspar la superficie de la manipulación elemental, pero al menos valía la pena ver qué tanto podía hacer.
El chico estaba lleno de sorpresas.
"¿Viento?" Naruto miro sus manos varios segundos.
¿Acaso podría hacer algo parecido a lo que era el Raikiri de Kakashi-sensei? Solo que con viento.
Sonaba… increíble.
Y ya tenía una idea de quién puede ser un maestro.
"Quita esa mirada de mierda de tus ojos" gruño asqueado Kyubi al ver la mirada brillante del mocoso, que tenía esa gran sonrisa en su cara, sentía que se quedaría ciego por tanto brillo el aura del Uzumaki.
"¡Gracias Kyubi! Esto será de mucha ayuda… yo, bueno gracias de nuevo"
"Hmfff, no te confundas, aún te quiero muerto"
"Sabes… cuando llegue el momento, cuando ya haya sido Hokage y me retire por ser un anciano senil e inútil, cuando ya haya visto crecer a mis nietos y contarles mi historia… te prometo que yo mismo te liberare"
"…"
"Y si te hace sentir mejor, puedes pisar mi cuerpo cuantas veces quieras, cuando estés fuera de mi"
"Je… en realidad, pensaba en reducirte a polvo con una Biju dama, pero el pisotearte como un insecto, suena más divertido"
"Eres un sádico, aunque se vería gracioso"
La imagen de un libre Kyubi pisoteando a un anciano Naruto, hizo que este se riera entre dientes.
"…" el zorro se quedó en silencio mientras veía como el chico brillo unos segundos, para luego desparecer de su subconsciente, lentamente el Biju se recostó de nuevo en su prisión, para lentamente ir cerrando sus ojos.
'Kurama… los humanos son crueles, son egoístas, son todo lo malo en este mundo…
Pero…
También tiene bondad, humildad y ser lo mejor que este mundo puede ofrecer…
Serás herido, presionado y molestado por las personas, que te odiaran solo por ser diferente a ellos.
Cómo también vas sonreír, reír y disfrutar de la compañía de alguien que te entienda, que te acompañe, que te dé todo lo que yo no pude.
Dales una oportunidad, solo eso puedo pedir…
Los ojos del Biju brillaron unos segundos, mirando la silueta fantasmal de un anciano ante el, que le dio una sonrisa suave y cálida, para después con cuidado acariciar su gran nariz con la palma de su mano.
Los ojos del Zorro se humedecieron unos pocos segundos, pero desaparecieron tan pronto como aparecieron.
Negando con la cabeza, cerró los ojos y se durmió.
.
.
.
.
.
Chan
Channnnnn
Channnnnnnnnnnnnn
¿Qué les parece?
Déjenme en los comentarios que les pareció, como siempre les deseo la mejor de la suerte y salud a ustedes y sus familias, recuerden como siempre, mientras más comentarios, más rápido será la publicación del siguiente capítulo.
Y tú tienen alguna pregunta o idea, no duden en darla, después de todo nunca está de más algo de ayuda
Sin más CHAAAAAAUUUUUUUUU y que les vaya bien.
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