Capítulo 28: Batalla desigual...
¡Noche de pelea!
El chico evangelizador vs el mamadisimo.
Naruto y el Broly de Avatar se miran retadores.
El pendejo vs el psicópata.
Adolescente vs Adulto.
Bueno, creo que ya nos entendemos.
Mil gracias a todos por sus comentarios, por ambos lados, y aunque no llegamos al objetivo de Fanfic, no podría decepcionarlos, y como soy una persona benevolente lo dejaré pasar, para publicar la pelea que todos hemos estado esperando.
Espero la disfruten.
Y antes de empezar.
Shòukǔ en un OC, es un personaje creado por mi, su historia poco a poco irá tomando forma, y por lo que leí en los comentarios, algunos están cerca de adivinar quién es el.
Si tienen teorías, con gusto las leeré.
En cuánto a su apariencia, bueno en momentos como este me gustaría saber dibujar, pero imaginase a la fusión de Lu bu de Shuumatsu no Valkyrie y Aizen de Bleach, el físico y brutalidad del guerrero, y el nivel de facha de Aizen, tengo que decir que cuando se quita la 'mascara' y se muestra como villano.
Ufff.
Calienta más que el sol de verano.
En fin, disfruten del capítulo.
Disculpen los errores ortográficos.
"hablar" personaje hablando.
"Hablar" personaje pensando.
"Hablar" nombres de las técnicas.
(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.
############ Cambio de escenario o lugar.
Capítulo 28: Batalla desigual…
Su cabeza de sentía muy pesada, al igual que el resto de su cuerpo.
Tardo varios segundos en abrir los ojos y orientarse, para darse cuanta de que estaba tirado en el suelo, entre escombros de la casa al que fue lanzado.
El sabor de su propia sangre fue desagradable, pero no tanto como el dolor de su rostro.
Naruto lentamente se fue levantando, quitándose los restos de escombros de encima, de forma torpe intento ponerse de pie, adolorido tocó su rostro, y de inmediato siseo de dolor, cuando toco un gran hematoma que cubría todo el lado derecho de su rostro.
¿Todo esto con un solo golpe?
"¡Naruto!"
El grito de Toph, hizo que los sentidos del chico se dispararán, una sombra lo cubrió y por reflejo salto fuera del camino, pero había sido en vano, levantando la mirada vio al guerrero, que ya tenía su puño a solo pocos centímetros de su rostro.
Los crujidos de la mandíbula del Uzumaki, eran poco comparado a la forma, en que su cuerpo termino atravesando las paredes de madera, para terminar, cayendo con un golpe seco a la mitad de la calle.
"¿Qué pasa?" ni siquiera podía verlo, no podía defenderse, se sentía abrumado por la fuerza y velocidad del extraño, que podría ser comparada con un Rock Lee sin sus pesas.
No, era aún más rápido.
Naruto giro justo a tiempo, para evitar que su cabeza sea pisada y terminara como una sandía tirada de un edificio.
Negándose a solo ser un saco de boxeo, saco de forma rápida un kunai y la lanzo a la cabeza de su oponente.
El arma se rompió en pedazos al impactar contra su frente.
Y se quedó sin aire, por el puño que se enterró en su estómago e hizo que sus entrañas se sintieron como su hubieran sido aplastados por una roca.
El cuerpo entero del Uzumaki se sacudió por ese golpe, que lo dejo de rodillas ante su oponente, que levantó su mano derecha para terminar de rematarlo.
"¡Déjalo en paz!"
Shòukǔ apenas se vio perturbado, cuando una gran roca impacto contra su cabeza, la roca se rompió en miles de pedazos y el ni siquiera tenía una herida.
Girando la cabeza, el guerrero definitivo se enfocó en la niña ciega, correr hasta el y dar un salto para golpear sus pies contra el suelo.
De inmediato, el guerrero marcado fue elevado por un pilar de tierra, que lo mando a volar a lo alto del cielo cientos de metros y caer a la distancia.
"¡Toph! ¡Naruto!"
Katara no tuvo tiempo de ir a ayudar, cuando un fuego dorado casi quema su rostro, fue obligada a voltear y mirar a la general, que tenía una mirada oscura.
"Deja que ellos se diviertan, en cuánto a nosotros…" la sonrisa de la maestra fuego, creció cuando detrás de ellas, aparecieron varios soldado, de sus mejores soldados que la nación del fuego tenía que dar, "¡Vamos a divertirnos-"
*Golpe*
Todos quedaron en shock, al ver cómo de un momento a otro uno de los soldados, fue derribado por un disparo que le dio de lleno en el pecho.
Katara, Aang, Azula e Iroh miraron sorprendidos a un serio Sokka, que lentamente bajo el arma y se inmediato empezó a cargarla de nuevo.
"¿Qué? ¡No me miren! ¡Peleen!" Cargando el proyectil, Sokka de nuevo volvió levantar el arma y apuntar está vez a la general, que tuvo que inclinarse y usar a uno de sus hombres como escudo, para evitar ser herida.
"¡Maten a ese bastardo!" cabe decir que Siu no estaba feliz, que una basura de la tribu agua tuviera una de las armas de su nación y lo usará en su contra.
Sus soldados no dudaron, y se lanzaron al ataque, disparando grandes ráfagas de fuego, que se fundieron para formar un tsunami de fuego.
Que fue respondido por un ataque de la misma magnitud.
"Estos viejos huesos dolerán mañana por la mañana" se quejo el anciano, que movió sus hombros y los hizo tronar, con toda la calma empezó a caminar hacia los soldados, que se pusieron en guardia.
El dragón del oeste no debía de ser tomado a la ligera.
Todos vieron como Iroh, corrió contra los soldados, y para incredulidad de estos, el anciano disparo fuego de sus pies, y se impulso para volar varios metros y caer entre ellos.
Azula tuvo que sonreír al ver cómo su tío, les dio pelea a varios soldados el solo, que no esperaban que el anciano fuera tan bueno en un combate a corta distancia.
"¡Agáchate!" por reflejo Azula lo hizo y un chorro de agua, paso sobre su espalda, golpeando a un soldado que quiso atacarla por la espalda.
"…" por breves segundos la maestra fuego miro a la maestra agua, para levantar su mano derecha y disparar una llamada de fuego, que protegió a Katara, de una ola de fuego disparada por tres soldados.
Que fueron atrapados por hielo por Katara, que se tuvo que poner espalda con Azula, ambas chicas fueron rodeadas por varios soldados.
"Espero que hagas más que salpicar agua campesina" murmuró con burla la princesa desterrada, que hizo que el fuego azulado envolviera sus manos.
"No quiero escuchar eso, de una loca piromaniaca" Katara saco toda el agua que la quedaba en su mochila, y formó una esfera de agua que se dividió en cinco esferas de hielo, que fueron lanzadas contra los soldados, que aún con sus cascos, fueron noqueados por ese golpe.
El contraataque no se hizo esperar y cuánto la maestra agua iba a tratar de juntar agua para crear una barrera, fue protegida por un domo de fuego azul, levantado por una rápida Azula, que se movió y dio un fuerte aplauso para que el domo fuera lo suficientemente denso para no dejar que todos los disparos de los demás soldados las carbonizaran.
"¡Toma mi cantinflera!"
Katara tomo de inmediato la cantinflera del cinturón de la chica, y la abrió para dejar salir el agua, moviendo el agua entre sus manos, la comprimió lo más que pudo y se arrodillo en el suelo.
"¡Baja la barrera!"
Azula lo hizo y su rostro se ilumino por las llamas de los demás soldados, que atacaron con todo.
Pero ninguna llama todo a la princesa desterrada, cuando un chorro de agua salió disparado y perforó el fuego para golpear a uno de soldados, que no fue el único en caer, el chorro súper comprimido fue disparado contra los demás, si fuera por sus armaduras, seguro hubieran sido partidos a la mitad.
Los soldados no tuvieron una oportunidad contra las dos maestras
Que se miraron mutuamente, en un tenso silencio.
"Esto no cambia nada" dijo con sequedad Azula, que tuvo una respuesta igual de fría por parte de la chica de la tribu agua.
"No cambia nada"
De los últimos soldados que estaba de pie, iba a dar un ataque final contra ambas chicas, que estaban distraídas, pero termino derribado por una bala que impacto contra su casco, a la distancia y sobre el techo de una casa, Sokka bajo el arma y dio un suspiro de alivio.
Eso fue intenso.
El adolescente se aferro a su arma, cuando fue levantando por un tornado miniatura, que lo alejó de las llamas dorados que casi lo queman.
Bajando con cuidado a su amigo, Aang se centró en Siu, que se veía muy molesta por la caída de todos sus soldados, "La calidad de estos soldados es peor cada año" dijo muy desconforme con la derrota de la supuesta elite de maestros fuego.
Colgaría al señor del fuego de sus bolas, por darles estos soldados tan inútiles.
"Te recomiendo retirarte Siu, no me obligues a tener que matarte" aconsejó Iroh que soltó el cuello del último soldado que trato de desafiarlo, el dragón del oeste apenas tenía unas quemaduras en su ropa.
No sé debía de subestimar a una leyenda.
Volviendo a la pelea, el anciano estaba listo para plantarle cara a la general de llamas doradas.
Si Iroh, lo tenían que hacer elegir entre la vida de su sobrina o la cuñada de su hermano menor, no dudaría dos veces en acabar con la vida de aquél, que amenace a su familia.
"No recuerdo que fueras tan arrogante anciano decrépito" con calma la general bajo del tren acorazado, "Ese es el problema con los poderosos, creen que están encima de todo, tu alguna vez fuiste el soldado mas grande que nuestra nación tuvo, pero mírate ahora… cuidado de una pequeña fracasada"
Azula apretó sus puños con furia, si no fuera por qué su tío pudo su mano sobre su hombro, ya se hubiera lanzado a atacar a su tía.
"No tienes oportunidad, somos cinco contra uno, por favor ríndete" el pedido el Avatar, causo que Siu solo tuviera una sonrisa sínica.
"Siempre tuve una visión de que el Avatar sería más sabio… también más imponente" la sonrisa de la maestra fuego creció, mientras lentamente el fuego dorado fuego envolviendo sus manos, "¿No les parece esto divertido? ¡Tenemos a lo mejor de cada nación aquí!"
"¿Por qué ella parecía tan confiada y arrogante en su posición actual?"
Fue la pregunta que circulaba por la mente de los presentes, la forma de actuar y expresión de la mano derecha del señor del fuego, hacia que se sintieran tensos.
"¡Tenemos a una de las mejores y tal vez última maestras agua de la tribu del Sur!" ella elevó su voz al apuntar a un desconcertada Katara, que tenía un anillo de agua girando a su alrededor, "¡Una de las más talentosa maestra fuego que se ha visto en siglos!"
"…" Azula solo estrecho la mirada, con sus manos casi temblando de la anticipación por atacar.
"¡Al Dragón del oeste! ¡Una leyenda que dejó su nombre marcado en la historia!" está vez fue el turno de Iroh de ser señalado por ella, "¡Y finalmente al último maestro aire! ¡El Avatar! Tanto talento y grandeza reunido en un solo lugar, me siento tan pequeña y poco relevante ante ustedes"
"¡Oye! ¡¿Y yo que?!" obviamente Sokka se sintió ofendida de que fuera ignorado así.
"¿Y tú quien eres?"
"¡Soy Sokka! ¡Un guerrero de la-"
"No me importa" la presentación fue cortada de forma seca por Sui, que disfruto el ver la mirada iracunda del muchacho.
"¿A qué estás jugando Tía?" ignorando al tonto de la tribu agua, Azula le dio una mirada penetrante a la hermana de su madre.
"¿No es obvio sobrina? No soy como ustedes, todo lo contrario…" el fuego bailó alrededor de los dedos de la mujer, que perdió su sonrisa, para tener ahora una expresión más fría, "El fuego dorado entre los maestros fuego es debilidad, que sea dorado significa que hace mala combustión al estar en contacto con el oxígeno, haciendo que sea menos caliente y produzca dióxido de carbono, que por uso extendido me afectaría más de lo que quisiera"
"¿Y por qué dices esto como si nada?" Azula sabía de esos detalles del fuego control, su padre siempre la había alabado por tener las llamas más destructivas y calientes que haya visto en su vida.
"Por qué yo transforme mi mayor debilidad, en mi mayor fortaleza"
Todos vieron atónitos como la maestra fuego, extendió su mano para disparar una línea muy delgada de fuego dorado, que salió disparada hacia ellos e impacto contra uno de ellos.
El arma de Sokka fue fracturada y las llamas impactaron contra su pecho, el adolecente voló unos pocos metros para terminar cayendo un golpe seco contra el suelo, y no moverse.
"¡Sokka!" Katara se horrorizo al ver el ataque golpear a su hermano, y de inmediato lanzo agua para apagar las llamas que quedaron en su pecho.
"Hummm… el arma evito que lo atravesara" encogiéndose de hombros le resto importancia, pero al menos se deshizo de una gran molestia.
"¡Eres una perra!" Iracunda Katara atacó con un comprimido chorro de agua, pero su ataque fue esquivado con facilidad por la general, que de un salto aterrizó ante ellos.
"Tal vez no tenga potencia de fuego, pero tengo el control completo de mis llamas" apuntando sus manos contra el suelo, fue impulsada por llamaradas densas y extrañas, que la impulsaron contra sus tres oponentes.
Que no duraron en lanzarse contra ella.
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Al otro lado del pueblo, Toph ayudo al Uzumaki a ponerse de pie.
"¿Estás bien?" a la chica ciega no le gustó nada, la cálida sangre que se desliza entre sus dedos, cuando toco el rostro del chico, temerosa de que estuviera más lastimado de lo que pensaba.
"No, no lo estoy" Ni siquiera podía ordenar sus ideas, se sentía demasiado aturdido, esos pocos golpes lo habían destrozado, se sintió como si la abuela Tsunade le hubiera dado una paliza, "El es fuerte, demasiado fuerte"
"…" Toph no tenía razones para no creerle, sentía algo raro en ese sujeto, su ritmo cardíaco y cuerpo era algo que ella nunca sintió en otra persona, "¡Ya viene!" pudo sentir el vibrar de la tierra, por las poderosas pisadas del enemigo.
Que vino corriendo a ellos a toda velocidad y alzó su puño para dar un puñetazo contra la maestra tierra, que apenas pudo levantar un gran muro de tierra.
Que, para horror de la bandida ciega, su barrera fue destruida como si fuera papel, y la brisa agito su cabello cuando el puño del guerrero estaba a nada de golpear el rostro de la niña.
Todo fue en cámara lenta.
Cuando la niña fue sacada del camino antes que pudiera ser golpeada, ella fue tomada de su ropa por Naruto, que la lanzo hacia atrás con su mano izquierda, y en su derecho cargaba un Rasengan, que golpeo contra el gran puño de Shòukǔ.
Todo había sucedido en un segundo, y el resultado termino en una fuerte explosión, que mando a ambos lados a volar en diferentes direcciones.
"…" Shòukǔ arrastró sus pies, hasta poder parar y quedar de pie, con una mirada curiosa en sus ojos, que se enfocaron en las pequeñas quemaduras y raspones en su puño.
¿Esto era lo que creía que era?
Interesado miro a la distancia, al chico que sostenía entre sus brazos a esa maestra tierra, que ni siquiera sabía que había sucedido.
"…" tragando saliva, el shinobi apretó sus puños, ese fue uno de sus mejores Rasengan, y apenas había quemado un poco la mano de su oponente.
"Eres fuerte"
"¿Qué?" Naruto se confundió al ver cómo la postura del guerrero se relajo y por primera vez lo vio sonreír.
"Eres fuerte" repitió con calma, mirando una vez más su mano, "Han pasado años desde que he sentido dolor, siempre pensé que el Avatar sería el único que lo lograría"
"Pues qué pena, Aang no tiene tiempo para una alguien como tu, ¡Tendrás que conformarte enfrentando a un shinobi!"
"¿Shinobi?" Esa palabra había despertado el interés del guerrero, que le dio una mirada penetrante al adolescente, "Estas muy lejos de casa… ¿No es cierto?" pregunto con burla, haciendo que el Uzumaki frunciera el ceño.
"¿Te importa?"
"No" negando con la cabeza, Shòukǔ mantuvo una expresión relajada, "Es curioso ver que haya pasado de nuevo"
"Tu…" Naruto miro incrédulo al guerrero gigante.
¿Pasado de nuevo?
¿Acaso el sujeto era como el?
¿Venía de las naciones elementales?
"Naruto…" el chico fue sacado de sus pensamientos, cuándo sintió la mano de Toph agarrar su chaqueta.
"…" Esto fue visto con malos ojos por parte de Shòukǔ, que le dio una mirada oscura a la maestra tierra.
"Los demás aún pelean… y por lo que veo por mis pies, no van bien" la expresión preocupada fue suficiente para que el Uzumaki se centrara de nuevo.
"No sé quién eres…" con una mirada mortal, el shinobi cruzo sus dedos formando un sello de manos, "Y no me importa…"
"¿Qué es esto?" Toph no podía describir con palabras lo que sentía ahora, era como una extraña brisa cálida que salía del Uzumaki, su corazón latía con fuerza y todos sus músculos estaban tensos, mientras esa cálida brisa se volvía más caliente, "No… no es viento"
Shòukǔ se quedó mirando, como una energía de color azul apenas visible, pero si muy fuerte envolvió al chico, que mantuvo esa rara posición de manos, y de un momento a otro, todo el pueblo se vio cubierto de una nube de humo blanco.
"Pero…" Naruto se mantuvo firme con el humo a su alrededor, parado de forma protectora frente a Toph, mientras el humo poco a poco se iba disipando, dejando ver a su alrededor, no, no solo a su alrededor.
Toph podía sentirlo, miles de nuevas personas aparecieron de la nada en el campo de batalla, ella ni siquiera podía contar una cantidad exacta, pero sabía que todos ellos eran iguales, mismo peso, mismo latido de su corazón…
Esa misma calidez, todos ellos la compartían.
Shòukǔ sonrió con ímpetu al mirar todas las copias del chico ninja, que tenían esa misma mirada de desafío y determinación en sus ojos, que el original.
"¡Si tú te a través a lastimar a las personas que quiero!... ¡Lo lamentaras!"
Fue el grito colectivo de todos los clones, y el original, que, en un estallido de velocidad, todos se lanzaron al ataque, contra un sonriente Shòukǔ que dio un grito de guerra ensordecedor, para recibir a todos sus atacantes, con sus puños.
En un estallido masivo, el guerrero atravesó la cabeza del primer clon como si fuera agua, haciendo que este estallara en una nube de humo.
El segundo clon fue pisado como un insecto.
El tercero recibió una patada, que lo partió a la mitad.
Todo fue demasiado rápido, y la nube de humo fue creciendo a cada segundo por la eliminación de los clones, que poco y nada podían hacer contra la gran amenaza a la que se enfrentaban.
"¿Qué?" Shòukǔ vio la sangre manchar su mano cuando roso la mejilla de uno de los tantos mocosos que le atacaron, el esquivó su puño y se deslizó por debajo de su brazo, para apoyar sus manos contra su rodilla evitando otro golpe de su rodilla, "Está aprendiendo"
El original estaba entre los clones y aprendía a medido que sus clones eran eliminados, y para empeorar, el creaba más clones a cada segundo.
Tenía su rematar al original, tenía que…
Una larga cadena rodeo el cuello de Shòukǔ, que fue abordado por decenas de clones, todos se lanzaron en encima de el, golpeándolo con puños y patadas, Incluso algunos le mordieron sus brazos.
Incluso con todo eso, el gigante se mantuvo firme.
Hasta que vio en lo alto del cielo, caer cientos de grandes shuriken de cuatro aspas venir a el a toda velocidad.
Con un incremento en su musculatura, rompió la cadena alrededor de su cuello y dando un giro se libero de todos los clones, pero fue tarde.
Y Naruto miro atento como todas sus shuriken dieron en el blanco.
Solo para romperse en pedazos al tocar la piel del guerrero, que se cubría de la lluvia de armas, que había ensombrecido el sol sobre su cabeza.
"¿Ningún daño?" Naruto no podía creer que luego de todo eso, el bastardo ni siquiera tuviera una sola herida, el plan no funcionó como lo hubiera esperado.
O tal vez si.
Sus ojos se enfocaron en una pequeña gota de sangre, que bajaba de la mejilla del gigante, que lentamente llevo su mano hasta su rostro y se quedó mirando la pequeña gota de sangre entre sus dedos.
"¿Todo esto por una gota de sangre?" la pregunta del guerrero hizo que la sangre de Naruto se helara, cuando vio como su oponente avanzo hacia el, destruyendo a cada clon que intentaba detenerlo.
Por reflejo cruzo sus brazos frente a su rostro y sus pies se hundieron en el suelo, cuando recibió el demoledor golpe, que hizo que los huesos de sus brazos se astillaran, con ese impacto que levantó una gran nube de polvo.
Naruto se mantuvo de pie, usando toda su fuerza para no ser aplastado por la fuerza monstruosa de Shòukǔ, que siguió presionando su gran puño contra sus brazos.
"Tu…" la sonrisa que embozo el guerrero era de fervor al ver cómo el mocoso soportaba una fuerza, que ningún otro había podido igualar, podría escuchar sus músculos tensarse y huesos fisurarse, a pensar de eso seguía resistiendo, "… realmente eres muy bueno"
"…" Naruto no podía hablar, estaba usando toda su concentración para solo evitar ser aplastado.
No.
Para superarlo.
Pisando con más fuerza, empezó a empujar, y lentamente fue haciendo retroceder el puño de su oponente.
"¡Me emociona ver qué aún no estás muerto!" Shòukǔ sonrió aún más al ver la mirada de desafío que tenía el muchacho, ese brillo en sus ojos, ese espíritu de pelea que lo seguía impulsando para no morir en sus manos.
Naruto casi cayó hacia adelante cuando su oponente dejo de empujar.
Pero no tuvo un descanso, en cambio su cuerpo se arqueo de lado cuando recibió una brutal patada horizontal que hizo, que su brazo izquierdo y varias costillas se rompieran.
Como un muñeco de trapo salió volando para estrellarse contra un pozo, golpeando su cabeza contra la piedra, pudo sentir la cálida sangre bajar detrás de su cabeza hasta su cuello.
Estrechando sus ojos, Naruto creo un Rasengan con su mano derecha y lo uso para golpear el pie de Shòukǔ, que intento aplastarlo de nuevo, pero el espiral de chakra fue suficiente para alejarlo varios metros.
De inmediato el shinobi se puso de pie, respirando con dificultad por las costillas rotas que por suerte no habían perforado sus pulmones, en cuanto a su brazo izquierdo, no corrió la misma suerte, ni siquiera podía sentirlo.
"A pesar de haber rotos tus huesos, aún te mantienes de pie" dijo en voz alta Shòukǔ, que, con pasos pesados, se acerco poco a poco al Uzumaki, que con su mano aún útil hizo un sello de manos, "¿Acaso vas a caer pronto?"
"Je… podría hacer esto todo el día…" con una sonrisa burlona y de desafío, el rubio se mantuvo firmé, aún formando el sello de manos.
"En todo el continente, nadie a podido rivalizar conmigo en estos últimos años…" devolviéndole la sonrisa al muchacho, el guerrero definitivo lo miro a los ojos, "Muchos han intento rivalizar conmigo, pero todos cayeron en la misma desesperación, abrumados por mi poder… Hizo que todo se volvería muy aburrido…"
"…" Naruto aunque no pudiera verlo, sentía el aura pesada que tenía su oponente, que ensombreció al mismo sol, su solo presencia hacia que el mismo suelo se estremeciera por la sonrisa sedienta de batalla que tenía.
"¡Eres digno! ¡Digno de ser mi oponente!"
Naruto no sabía que pensar, al ver cómo el puño derecho del guerrero parecía latir, todos los músculos debajo de su brazo parecían moverse y serpentear debajo de su piel, sea lo que sea hizo que incluso el sudor que envolvía al guerrero se volviera vapor, por el mismo calor que generaba su cuerpo.
"Naruto…" el murmuró su nombre para que solo el chico lo escuchara, con vapor qué escapaba de sus labios, que formaban una sonrisa imborrable doblo ligeramente sus rodillas y el suelo bajo sus pies se hundió, "Así te llamas… ¿verdad?"
"…"
"Tengo que hacerte una petición… no mueras ahora"
Lo poco que quedaba en el pequeño pueblo, se desmorono en pedazos, las débiles estructuras de madera no pudieron soportar la presión, de una destructiva honda de choque provocada por Shòukǔ.
Que solo había dado un paso.
Un solo paso.
Para moverse a una velocidad, que Naruto solo había visto una vez en su vida.
Rock Lee, al abrir la quinta puerta.
El no podría igualar esa velocidad, ni siquiera podía verlo, solo cuando tenía su puño a pocos centímetros de su cara, fue cuando pudo verlo de nuevo.
Shòukǔ al impactar su puño contra el rostro del shinobi, se sintió muy decepcionado de ver su cabeza estallar en pedazos y dejar una gran zanja de destrucción detrás de dónde alguna vez estuvo.
Se terminó.
"No…" el miro atentamente el suelo y su puño, no había ni siquiera rastros de sangre, solo algunas rocas a sus pies y polvo en su mano.
Los pelos en su nuca se erizaron, su sexto sentido lo hizo mirara sobre su hombro y vio a la maestra tierra, que tenía a su lado a un agotado Naruto que apenas podía mantenerse de pie.
Toph tenía una postura firme, con sus pies enterrados en el suelo y con sus brazos de lado, las marcas en sus brazos y frente mostraban el esfuerzo colosal que estaba haciendo.
"¡AHHHHHHHHHHHH!" con un grito que casi desgarra su garganta, la niña bajo sus puños golpeándolos contra el suelo.
Shòukǔ se tambaleo cuando el suelo debajo de sus pies se hundió, pero no era solo el, era una larga fisura de tierra que bajaron con el, fue como si la tierra se hubiera dividido.
Cómo si hubiera formando un gran cañón, Toph dio otro rugido de esfuerzo para ahora dar un fuerte aplauso, de inmediato ambos lados del suelo empezaron a juntarse.
El guerrero definitivo no tuvo tiempo de nada, su cuerpo fue aplastado por miles de toneladas de tierra sólida, la brecha se hacía cerrado, dejándolo enterrado vivo.
Toph se tambaleó, todo su cuerpo temblaba, cada músculo de su cuerpo palpitaba de dolor, se sentía muy cansada y mareada, nunca antes en su vida tuvo que esforzarse tanto.
Ella ya no podía mantenerse en pie.
"Te tengo" Pero la niña, no había alcanzado a toca el suelo, cuando un brazo la envolvió y lo atrajo contra su pecho, "¿Estás bien?"
"Yo tendría que preguntar eso…" la sensación de la cálida sangre manchar su rostro, fue mucho para Toph, que no podía imaginar al chico ninja cubierta de sangre y muy herido.
Negando con la cabeza, Naruto apoyo su rostro contra el cabello de la chica, se sentía igual de cansado que ella, más por la perdida de sangre y el dolor, que de chakra.
Sin embargó, por más que quisiera quedarse abrazo con ella, y descansar.
Esto aun no había acabado.
"¿Te puedes mover?" pregunto en voz baja, mientras lentamente se fue poniendo de pie, podía escuchar el crujir de sus propios huesos por solo moverse.
"Creo que si…"
"Ven…" Naruto tomo la mano de la chica, y envolvió su brazo alrededor de su cuello, para ayudarla a caminar, a paso lento ambos adolescentes empezaron a moverse.
Aún no terminaba.
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La pelea fue más dura de lo que Azula había esperado.
Su rostro de arrugó con dolor, cuando recibió una dura patada en el centro de su estómago, que la hizo perder el aire, furiosa miro a su tía, que le dio una sonrisa oscura, mientras levantaba su mano derecha, cubierta de llamas amarillas, lista para quemarla viva.
Sin embargó, el ataque fue interrumpido por Iroh, que uso su estómago para darle un 'panzazo' a la general y al abrir su boca, como un dragón disparo una llamarada de fuego, que obligó a la maestra fuego a retroceder.
Siu pudo evitar ser quemada, pero lo que no pudo prevenir fue un chorro de agua que le dio de lleno en el estómago y la lanzo contra una pared de madera atravesándola, el pequeño cobertizo que parecía que caería en cualquier momento.
Creado por Aang, que descendió del cielo para dar un ataque con un caño de aire, que termino de derrumbar el cobertizo, sobre la general.
"¿Estás bien?"
"¡Mantén tus manos lejos de mi!"
A la princesa desterrada, no le había gustado la mirada del Avatar, que le ofreció una mano para levantarse, ella no necesitaba ayuda, golpeando su mano lo alejó de ella, le costó, tambaleándose sobre sus pies trato de recuperar el aire.
"No lo trates así, solo quiso ver si estabas bien" hablo enojada Katara por la forma de comportarse de la maestra fuego.
"Creo que has entendido mal la situación…" la tensión se fue por los cielos con el choque de miradas entre Azula y Katara, "No soy su aliada…"
"…" Iroh negó con la cabeza, su sobrina tenía demasiado odio, al estar ante su tía parecía que había sacado lo peor de ella, de nuevo, "¡Princesa Azula!"
Azula fue empujada fuera del camino por su tío, que recibió de lleno una bola de fuego que impacto contra su espalda, la princesa se quedó fría al ver cómo su tío caía a sus pies.
"Debí apuntar a la cabeza" una herida y más que enojada Siu salió de entre los escombros, para con furia disparar de sus dedos un poderoso relámpago, que fueron contrarrestados por Azula que apenas pudo reaccionar.
El choque entre ambos ataques fue más poderoso que antes, y en vez de cancelarse, estalló en miles de pequeñas descargar eléctricas
Katara no tuvo la suerte de su parte, uno de los tantos relámpagos la dio de lleno en el estómago y la termino arrojando varios metros para caer con pesadez contra el suelo.
"…"
Siu tuvo un escalofrío, cuando hubo un cambio en la atmósfera, su mirada se centro en un callado Aang, que se quedó mirando a la inconsciente maestra agua.
Su reacción no se hizo esperar, sus ojos se iluminaron y el sacudir de la tierra llegó a todo el pueblo.
La general tuvo que reaccionar rápido, para no ser cortada a la mitad por una corriente de aire, que dejó una larga línea profunda en el suelo.
Corriendo a toda velocidad, huyó del Avatar que la persiguió en una esfera de aire, aún si ella era rápida, sus pies se hundieron repentinamente en el suelo.
Sudor frio bajo por la frente de la maestra fuego, cuando quedó cara a cara con el Avatar, que tenía una expresión de pura furia con sus brillantes ojos.
"Tonto…" pero la expresión de Siu no era de miedo, sonrió con arrogancia, mientras desenterraba sus pies del suelo y saltaba hacia atrás, para disparar al cielo una bola de fuego, "¡Fuego!"
Ella lo había guiado hasta el tren acorazado, que libero una nube de vapor, cuando varias compuertas se abrieron y decenas de cañones salieron, para disparar contra el Avatar, que, con solo levantar su mano derecha, levanto una gigantesca muralla de tierra que detuvo todos los disparos.
Pero el estallido se pudo escuchar desde la lejanía.
Con un tornado rodeándolo, Aang miro el gran tren acorazado, aún con la protección de la tierra y el viento, se vio afectado.
Su traje perdió un lado de sus brazos, y varias marcas de quemaduras en su cuerpo, y sus oídos sangrando, el estar tan cerca de la explosión le hizo estallar sus oídos.
"…" sin embargó, el Avatar no se quedaría sin responder, sus brillantes ojos de enfocaron en el tren acorazado.
Se podía ver a los soldados cargando de nuevo sus cañones, pero no alcanzaron a disparar, cuando el mismo suelo se abrió debajo de ellos, creando un gran foso, dónde el gran tren termino cayendo.
Esto fue visto por la joven princesa desterrada, que quedó en shock por tal demostración de poder, una de las mejores armas de su nación fue inutilizada en solo un segundo.
Entre todo el caos, Siu corrió a toda velocidad hacia el cuerpo de la niña de la tribu agua, si podía llegar hasta ella y usarla de escudo, tendría la ventaja de que el Avatar no la atacaría.
Pero antes de poder tocarla, alguien corrió hasta ella y le dio una dura patada en la cara que la mando al suelo.
"Tu…" la furia de la general hizo que su sangre hirviera, al ver a Zuko bajar de una gran ave y pararse junto a la indefensa Katara, "¡¿Qué haces muchacho?!"
"…" Zuko no le molestó en responder, en cambio miro el paranoma a su alrededor, de inmediato su mirada se dirigió a dónde estaba su tío, tirado en el suelo con una gran quemadura en su espalda, "¡Nadie lastima a mi tío! ¡Sin importar quién sea!" Gritó con furia mientras desenvainaba sus espadas gemelas y disparo una gran llamarada de fuego.
Que su tía apenas pudo bloquear con otra llamarada de fuego, que fue el menor de sus problemas, cuando un relámpago disparado por Azula la golpeo, apenas pudo moverse y reducir el daño a solo el estallido de una de sus hombreras y leve quemadura de su hombro.
Siu tuvo que dar un paso atrás, cuando no solo los dos príncipes se lanzaron al ataque contra ella, escucho el sonido del viento detrás de ella, donde aterrizó el Avatar, que aún tenía una expresión de furia.
"Ja… ¿Creen que la balanza está su favor ahora?" se burló Siu, que con una sonrisa oscura de lanzo contra ambos príncipes, "¡Aún no han visto nada!" los puños de la maestra se iluminaron en llamas.
Pero antes que pudiera atacar, su muñeca fue tomado bajo un agarre que casi le rompió la muñeca.
La nieta de Roku, se quedó en silencio cuando sus ojos reflejaron el brillo de las marcas de Avatar, que la sostenía bajo un agarre que no la dejaba moverse.
Las llamas doradas estallaron bailaron alrededor de ambos, pero el fuego ni siquiera alcanzaba a tocar a Aang, su control del fuego en su modo Avatar era tal, que podía controlar las llamas, para que no lo tocaran.
Ningún maestro podría contra el Avatar, tenía miles de años de experiencia de batallas y entrenamiento sobre los elementos, que ningún otro podría.
Todas esas vidas y experiencias en un solo cuerpo.
Era algo aterrador.
Los ojos de Aang empezaron a parpadear, el brillo empezó a volverse más débil, y su postura empezó a debilitarse, hasta que sus piernas le fallaron y termino de rodillas.
El fuego dorado siguió bailando alrededor de ambos, con Siu que se liberó del agarre del monje con facilidad y le dio una patada para derribarlo.
El intento levantarse y defenderse, pero luchaba por respirar, pero no podía, el aire estaba demasiado denso y contaminando.
Su estado Avatar se había ido y Aang quedó de rodillas ante la nieta de su ante pasado.
"¿Lo hueles?" la sonrisa de la chica era cruel, pateó al monje para pisar su pecho, el fuego siguió girando alrededor de ellos, encerrados en un domo de dióxido de carbono, no había oxígeno limpio y lo que dejaba al chico condenado, "Es miedo…"
De las palmas de sus manos apenas salía una débil corriente de aire, el monje luchaba por respirar y levantarse, pero solo sentía como su mente se iba apagando y se debilitaba a cada segundo.
El domo de fuego dorado, había quemado el aire dentro del domo, dejando solo un tóxico dióxido de carbono, que fue inhalado por el monje, mientras que Siu no tuvo problemas en solo contener la respiración.
"No sabes cuánto me gustaría el acabar con tu vida aquí y ahora" sacando una daga de su cinturón, Siu se arrodillo para tomar del cuello al monje y abrigarlo a mirarlo a los ojos, "Pero eso solamente haría que el maldito ciclo comenzará de nuevo, pero no te preocupes… tenemos un plan, un plan que te dará el final que mereces Avatar"
"Anggg…" El joven monje gruño de dolor cuando la hoja del cuchillo, se apretó contra la base de su cuello.
"Tal vez no podemos acabar con tu vida, pero eso no quiere decir que no pueda… incapacitarte" La sonrisa de la maestra fuego se volvió más retorcida y oscura, "El último maestro aire, reducido a minusválido que ni siquiera podrá limpiarse solo el trasero… suena como un destino digno de ti"
Cuando la general iba a empezar con su 'trabajo', se detuvo al escuchar un extraño sonido, parecía con estaba corriendo, pero no estaba preocupada, el muro de fuego que la envolvía, sería imposible de atravesar a menos que seas un maestro agua o tierra.
Una estaba posiblemente muerta, luego de ese rayo que la golpeó.
La otra maestra tierra, junto al pilar Naranja, ambos estaban enfrentando a Shòukǔ, que era lo mismo a una condena de muerte.
Luego de hacerse cargo del Avatar, sería ahora de tomarse el trabajo de hacer lo que no hizo el señor del fuego, matar ambos príncipes.
"No te preocupes Avatar… lo haré lo más lento y doloroso posible" el cuchillo saco una delgada línea de sangre, ella se deleitaba el ver el dolor en el rostro del último maestro aire, "No porque deba hacerlo… lo haré porque puedo"
Con la punta de la daga hundiéndose en el cuello del monje, tenía que encontrar el punto exacto que cortar, sin matarlo y déjalo parapléjico de por vida.
No sería la primera vez que hiciera, algo como esto con sus enemigos.
Siu se detuvo cuando la pared de fuego, fue atravesada por un Naruto envuelto en llamas, que corrió hasta ella, con una mirada tan intensa como las llamas.
"¡Deja a mi amigo en paz!"
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Chan
Channnnnn
Channnnnnnnnn
Channnnnnnnnnnnnn
¿Qué les parece?
Déjenme en los comentarios que les pareció, como siempre les deseo la mejor de la suerte y salud a ustedes y sus familias, recuerden como siempre, mientras más comentarios, más rápido será la publicación del siguiente capítulo.
Si mis cálculos no me fallan, el siguiente capítulo será publicado el día sábado 13 de marzo, si, extraño los tiempos en que podía publicar casi tres capítulos por semana.
Pero bueno, calidad por cantidad gente, trataré de que está historia tenga siempre la misma calidad desde el principio.
Sin más CHAAAAAAUUUUUUUUU y que les vaya bien.
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