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Capitulo 18: La fortaleza de una tribu dañada...

Díganos señor Zero.

¿Qué hizo en este plazo de vacaciones?

Zero: Comerme todo el manga de Dr. Stone en seis días.

Lectores: ¿Valió la pena no dormir y estar en el trabajo cansado solo por leer ese manga?

Zero; ¿Si valió la pena? A válido cada maldito segundo.

Bueno gente estamos aquí de nuevo, más hecho pija que nunca, pero bueno aún nos mantenemos de pie.

Joder tío no se cómo terminara este año, pero espero que al menos aparezca Godzilla. Sería una épica manera de que se vaya todo al diablo.

Ya basta de eso, 1000 gracias a todos por su apoyo tanto en Fanfiction como en Wattpad, gracias por tanto apoyo gente, sin dudo los quiero mucho.

Ay, eso lo escribí o lo pensé.

Neh.

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Capitulo 18: La fortaleza de una tribu dañada…

"Este será un gran día para nuestra nación" Zhao miro con ansiedad como sus barcos se acercaban poco a poco a las paredes de hielo que protegían la tribu, abriendo fuego con sus catapultas, no fue un problema derribar esos muros congelados.

"…" Iroh se mantuvo en silencio viendo como los soldados se preparaban para la inevitable invasión, "¿Bajara junto a sus soldados Almirante Zhao?"

"No, tengo mi propio objetivo aparte de esta invasión" contesto de manera vaga haciendo que el legendario dragón del oeste desconfiara de lo que sea que pudiera hacer, "Espero pueda participar en esta batalla, no serviría un soldado como ustedes dirigiendo las tropas"

"Ja, muy amable Almirante Zhao, no tiene que tratar de inflar mi ego" sonriendo el viejo acarició su barba, aún mirando a las jóvenes tropas moverse por el barco, "Mi tiempo en el campo de batalla a pasado, ya no estoy en condiciones de dar batalla, en el campo de batalla no seria más que un patético anciano"

Palabras engañosas para alguien que tenía la inteligencia y fortaleza para desafiar a quien sea, para siempre terminar ganando.

Zhao no dijo nada, no tenía mucho que decir ante la humildad de el dragón del oeste, sin decir nada el se dio media vuelta para retirarse, aún tenía que juntar un puñado de soldados que cuiden su espalda para en pocas horas, entrar a la fortaleza de hielo.

"Almirante Zhao…" Pero se detuvo en seco cuando escucho al dragón del oeste, que le estaba dando la espalda, "En la guerra, sin importar que tan terribles sean, hay reglas y normas que deben de respetarse, para que el equilibrio aún exista" aunque ese pareciera un consejo, la mirada que el tenía lo hacía ver cómo algo mas.

"No soy su sobrino General, no necesito de sus concejos" contestó con rudeza odiando la idea de que el anciano lo viera por encima.

"Tal vez, tal vez no, pero déjeme decirle una cosa… hay cosas más importantes que el patriotismo que tenemos por nuestra nación"

"¿Eso es una amenaza? ¡¿Una traición?!" aún si Zhao se mostraba furioso y rabioso, listo para estallar para atacar al general, sus manos temblaban y gotas de sudor frio bajaban de su frente, cuando vio que Iroh se dio la vuelva para encararlo.

"Solo digo, que el bien común, vale más que la gloria y renombre de una nación"

La tensión entre ambos maestros fuegos despareció cuándo Iroh, dio un repentino bostezo, con pereza camino para pasar junto al Almirante, que se mantuvo rígido dónde estaba.

"En fin, buena charla Almirante Zhao, tomaré una siesta, espero poder despertar para acompañarlo a nuestro camino en la invasión de la tribu agua" sin más, el viejo maestro fuego se retiro, dejando solo a Zhao, que se mantuvo quiero hasta que el se retirará.

"…" solo cuando se fue, el pudo recuperar la compostura, temblando con furia por esta muestra de debilidad que tuvo ante el dragón del oeste, dio un golpe al cielo, liberando una gran bola de fuego.

El primer ataque dio comienzo.

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"No puedes levantarte, aún te estás recuperando"

"Katara, aún no estoy muerto" sonriente el rubio se puso su chaqueta, ocultando las vendas que en envolvían su torso, las heridas aún seguían abiertas y pasarían horas o días hasta que se recuperara por completo de esas extrañas armas, si no fuera por la bola de pelos en su estómago, estaría muerto.

Pero cuando iba a levantarse fue empujado para estar de nuevo recostado en la cama, bajo la mala mirada de Katara que lo cubrió con una manta.

"No te levantarás"

"La guerra aún sigue"

"Lo sabemos"

"Tengo que pelear, tengo que ayudar"

"Tienes que descansar" el choque de miradas entre los se volvió pesada, uno queriendo levantarse para seguir pateando traseros, y otra que le patearía a el si se atrevía a levantarse.

"Hiciste mucho niño" Naruto y Katara no estaban solos en la sala de recuperación, estaban acompañados de Nissa. Sokka, Aang y la princesa Yue, "Tu y el Avatar han destruido más de la mitad de la flota, y los barcos hundidos aran que tengan desviar su camino para llegar hasta aquí, nos compraste tiempo y redujiste el enemigo a la mitad, hiciste bien, puedes tomarte un descanso"

"Pero aún ellos pueden atacar"

"Y nosotros también"

El Uzumaki se quedó en silencio al escuchar a Nissa.

"No podremos pelear y ver qué no te mates en tu estupidez de seguir peleando, ahora eres un peso muerto" La maestra agua no iba a endulzar la realidad, nunca fue su forma de ser, "Descansa y cuando estés lo suficiente bien para pelear, ven al frente de la batalla, hasta entonces no te metas"

Vaya perra.

Fue el pensamiento general de Katara, Sokka y Aang por las palabras tan frías de la maestra agua, que se dio media vuelta para irse de la habitación, seguida de ella salió su hermana menor, se escucharon gritos una vez la puerta se cerró.

Que incomodo silencio, el equipo avatar se miraron en silencio, que se rompió cuando Naruto se rio entre dientes.

"Me encanta esa mujer" murmuró entre dientes, con Niisa al frente en la batalla se sentía más tranquilo.

"¿Te eh dicho que tienes un gusto raro con las mujeres?" Sokka fue callado por la mirada de su hermana.

"Me gustan las personas que dicen las cosas como son y tiene razón" dejándose caer en la cama dio un gruñido por el dolor latente en su pecho, no debía de moverse mucho o las heridas se abrirían de nuevo.

"Con razón vas tras mi hermana, ella siempre me daña con sus palabras" bromeó con una sonrisa burlona, ganando la mala mirada de Katara.

"Sokka, te voy a arrojar por la ventana y veré el hielo es lo suficiente fuerte para romper esa cabezota tuya" amenazo apuntando a la ventana de la habitación.

"Yo también te quiero hermana" Sokka no tuvo tiempo de reaccionar cuando fue tomada de su abrigo y literalmente lanzado por la ventana, para su suerte termino cayendo sobre algo que amortiguó su caída.

"¡Mis coles!"

Cerrando la ventana, Katara se sentía de mejor humor.

Nada como el cariño entre hermanos.

"Katara… ¿Puedes darnos un momento?"

La maestra agua parpadeo confundida por ese pedido por parte de un serio Aang.

"Claro" sin más que decir, la adolescente se retiró cerrando la puerta detrás de ella, dejando solos al Avatar y al shinobi.

"No sé que hacer"

"¿…?" Naruto levantó una ceja por esas palabras de un sombrío Aang que apretaba con fuerza su bastón.

"Si voy a de nuevo a pelear contra las barcas perderé, son demasiadas para mí, no puedo hacerlo" la frustración en el chico era obvia, luego de ver las máximas capacidades del chico ninja, y el cómo este termino acribillado, casi asesinado, lo hizo dudar, lanzarse de nuevo a pelear solo significaría que perdería, moriría o peor aún, sería atrapado por la nación del fuego, para ser encadenado hasta que muere de vejez, mientras el mundo a su alrededor ardería.

"¿Qué aras entonces?" pregunto con calma el rubio mirando fijamente al monje.

"No lo sé"

"¿Rendirte?" pregunto con más gravedad y mirada endurecida.

"¡No!" negó de inmediato el monje.

"Entonces aún puedes ganar… solo cuando nos rendimos, termina una pelea y tú estas lejos de rendirte ¿No amigo?" sonriendo de nuevo el chico confiaba en dejar todo en las manos del Avatar.

"Pero, no que se hacer, como contratacar o hacer para que todo esto pare" Aang no tenía la misma confianza que su amigo tenía por el.

"Creo que pides consejos en el lugar equivocado, no soy alguien sabio a quien pedir concejos" el fue honesto, no tenía ningún consejo o idea que pudiera ayudar a su amigo, esas cosas se las dejaría a personas como Shikamaru.

"…"

"Pero… ¿Puedes hacer esa cosa?" aunque eso no quería decir que en su dura cabeza pudiera aparecer una que otra idea.

"¿Qué cosa?"

"Que tú cabeza brille como un faro y ojos locos, Aang casi me matas mas de una vez usando ese poder, por no hablar de esos aterradores fantasmas que querían mi pellejo"

"¿Fantasmas?" Aagn tardo unos segundos armar las piezas y una idea vino a su mente, "¡Naruto! ¡Eres un genio!"

"¿Lo soy?" confundido el ladeo la cabeza.

"¡Mis vidas pasadas! Los avatares, ellos sabrán cómo ayudarme" elevándose en el aire, salió volando por la puerta, "¡Recupérate!"

"Lo are…" Naruto se quedó mirando la puerta unos segundos, dejándose en la cama volvió a dormirse, el dormir ayudaría a que su cuerpo descansa y se curara más rápido, es algo que siempre le pareció curioso cuando era niño, un día se lastimaba o cortaba. Y al otro día luego de dormir estaba como nuevo.

Solo esperaba recuperarse antes de que el ataque de la nación del fuego empezará.

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La calma antes de la tormenta era algo aterrador.

La tribu entera sentía ese sentimiento de temor y duda en la silenciosa tarde, mientras el sol aún en lo alto del cielo, podían escuchar la ruptura del hielo, ellos habían llegado.

"Estamos perdidos…"

"Deberíamos haber huido en los barcos, hubiera sido imposible que nos siguieran el paso"

"Solo podemos pelear y ver cuánto podemos resistir"

La moral entre los maestros agua era baja, pocos eran lo que estaba a listos para dar su vida por la causa, otros solo se sentían resignados a morir de una forma u otra.

"¡Todos escuchen!" pero todas las miradas ahora cayeron en el maestro Pakku, que encabezaba la primera línea de defensa junto a Niisa.

"…" Está última miro con el viejo piso fuerte para elevarse en un pilar de hielo y poder ser visto por toda su gente.

"Se que tienen dudas, nos superan uno a veinte, tal vez mas, nada mal para una tribu de campesinos y aislados como ellos nos consideran, pero mírenlos… detrás de sus máquinas y numerosos ejércitos…"

"…"

"¡Ellos nos temen! ¡Nos ven como una amenaza! ¡Y por eso quieran hacer lo mismo que hicieron con los nómades aire! ¡Pero nosotros prevaleceremos!"

"…" una pequeña chispa nació en los ojos de los soldados del agua, que miraron expectantes a su general.

"¡Recuerden porque pelean! ¡No es por la victoria! ¡No es por venganza! ¡Ni siquiera por la justician! ¡No!" dando un fuerte grito desde el fondo de su corazón, Pakku apunto a lo lejos a las familias, a las mujeres, ancianos y niños que se iban a los refugios, "¡Les diré algo que decía mi padre! ¡Un soldado no pelea por el odió que siente por el enemigo! ¡Un soldado debe de pelear por el amor que siente por las personas que están detrás! ¡Protegiéndolos hasta el último aliento!"

"¡Si-i!"

"¡Hay que pelear!"

"¡Hasta el final!"

"…" el viejo maestro sonrió mirando como su ejército gritaba con euforia y determinación, lo que necesitaban para dar ese paso adelante y pelear.

Bajando del pilar de hielo se reunió con ellos, para encabezar el ejército, dónde la esperaba una sonriente Niisa.

"Sabes cómo alentar un ejército viejo" sin dejar de sonreír ella se paro a su lado para ver a las decenas de barcos acorazados chocar contra las paredes de hielo derribándolas como si fueran de papel, "Espero que tus viejos huesos soporten esta batalla" se burló Niisa del líder militar de la tribu, que se mantuvo serio.

"Siempre lo estoy" el ruido se hacía más fuerte a cada segundo, las grandes paredes de hielo que siempre los protegieron de toda amenaza se estaban fisurando por los proyectiles de las poderosas catapultas.

"Espero no tengas ningún arrepentimiento" Niisa lo sabía, varios morirían hoy, esto era la guerra después de todo,

"Algunos" respondió con calma Pakku, que abrió su chaqueta para sacar un collar y abrirlo, "Pero nunca es tarde para redimirse"

"…" Nissa se quedó en silencio cuando el viejo maestro saco pintura negra y con sus dedos pintó una marca en su frente.

"Las viejas costumbres están sobrevaloradas" sonriendo de forma leve el anciano marco a la chica con la marca del guerrero, una guerrera maestra agua en toda regla.

"…" Niisa estaba sorprendida y se quedó varios segundos en silencio.

"¿Es la primera vez que te quedas sin palabras?" Pregunto con burla Pakku al ver por primera vez a la princesa en este estado, que le respondió al final con una sonrisa peligrosa que se formó en su rostro.

"Espere mucho tiempo para que digas eso maestro… y valió cada maldito segundo" murmuró la maestra agua que volvió su atención a la inmensa pared de hielo, que fue demolida por los rompehielo de las decenas de barcos de la nación del fuego que atracaron.

Apenas los maestros fuego bajaron de los barcos, el infierno se desató en una batalla campal entre los dos bandos.

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"Ya empezó" Sokka, Katara y la princesa se mantuvieron a la distancia mirando todo, la batalla no dio tregua entre ambas naciones que se atacaban con ferocidad, era notorio que en cuanto a número los soldados los superaban, por cada soldado caído, otros cinco aparecieran detrás.

Pero la calidad siempre está sobre cantidad, los maestros agua tenía todo un mundo a su alrededor que usar como arma, el hielo, las heladas aguas que corrían por los canales, un solo maestro agua podía fácilmente enfrentarse a varios maestros fuego.

Sin embargó, la nación del fuego no llego tan lejos en esta guerra por nada.

Uno de los maestros agua no tuvo posibilidad de reaccionar cuando un arpón atravesó su pecho y lo estrello contra una casa, fue una muerte instantánea.

Los hermanos de la tribu agua del Sur, vieron como unas extrañas carretas metálicas impulsadas por un motor de vapor, salieron de los barcos, disparando a diestra y siniestra arpones bañadas en fuego.

"Por dios…" Katara sintió su estómago revólveres por como los maestros agua, uno a uno fueron cayendo como cadáveres, muriendo por la protección de su pueblo.

"¡Retrocedan!" el Maestro Pakku tuvo que tomar una decisión, fueron obligados a retroceder, creando grandes barreras de hielo que al menos dificultaría el paso de esas máquinas tan atroces, "¡Levanten más barreras! ¡No tiene que llegar al corazón de nuestra tribu!"

"¡Si señor!"

"¡Hoy moriremos! ¡No por ganar una guerra o la gloria! ¡Peleamos para proteger!" dando un grito de guerra el anciano, dio un fuerte pisotón y las venas se marcaron en su frente, media tribu tembló cuando de forma precipitada una gran parte del pueblo fue elevada varios metros.

Esto separó los navíos del resto del pueblo que pudo darse un respiro.

Sin embargó, eso no fue todo, el maestro Pakku dio un salto decisivo para descender por la pared que el mismo había levantado.

"¡Viejo!" Niisa en vano intento detenerlo, el ya estaba ante el enemigo.

"Entupido" los soldados de la nación del fuego vieron como el anciano bajo para atacarlos el solo, a más de tres docenas de maestros fuego y tres vehículos acorazados.

"¡Morirás viejo!"

"¡Sin piedad!"

"¡Sin piedad!" Fue el grito colectivo de los soldados que se lanzaron al ataque.

El maestro Pakku cayó de manera elegante y cuando sus pies tocaron el suelo.

Una tercera parte del equipo de soldados fueron asesinados por estacas de hielo que surgieron del suelo, todos estaban atónitos por tal movimiento, que no paro ahí, las estacas ensangrentadas se elevaron para ser lanzadas contra los vehículos que aún siendo de metal, fueron afectadas por ese ataque.

Corriendo contra los soldados, el maestro agua choco sus manos y el hielo bajo sus pies se derritió, varios soldados cayeron en las heladas aguas, que para su horror volvió a congelarse, dejándolos atrapados bajo el hielo.

Respirando de manera agitada, Pakku cubrió sus brazos con agua y creo unos látigos con borde de hielo, que los uso para atacar y cortar a dos de los soldados más cercanos a la mitad, en una demostración magistral de lo que significa ser un maestro agua.

Hasta que fue derribado por un arpón que atravesó su estómago.

"¡Maestro!"

"¡Katara no!" Sokka tuvo que tomar a su hermana y derribarla en el suelo para que no soltará al rescate del viejo guerrero, fue duro para el hermano mayor tener que soportar los gritos y forcejeo de su hermana menor que rompió en llanto cuando vio como los maestros fuegos no dudaron en lanzar sus llamas contra el maestro Pakku.

Que aún en sus últimos momentos, con la lanza de metal en su estómago, siguió luchando al chocar sus manos contra el suelo y derretir gran parte del suelo gélido, los maestros fuegos no pudieran reaccionar cuando fueron hundidos en el mar congelado.

"Hasta el final…" murmurando esas últimas palabras, el maestro agua se hundió en el mar junto a varios de los soldados y máquinas acorazas, todos en la tribu vieron como el legendario maestro se perdió en las profundidades del mar junto con gran parte de los soldados enemigos.

En la plataforma de hielo los soldados restantes, encabezados por Niisa, se quedaron en silencio viendo como su general se perdía en las profundidades del océano, el silencio entre ellos fue sepulcral.

"…" apretando sus puños hasta hacerlos sangrar, Nissa dio un paso al frente, todos los demás soldados la imitaron, en sincronía todos y cada uno de ellos, empezaron a moverse con calma y fluidez.

"Sigan con el ataque" en su barco acorazado que encabezaba el ataque, Zhao se mantuvo impasible siguiendo con la invasión.

Toda la flota continúo avanzando, el maestro Pakku había hecho que la mitad del pueblo se volviera agua y una gran parte del ejército quedó en el agua, con altas posibilidades de morir por las aguas bajo cero.

"¡Señor tenemos que parar y recoger a nuestros soldados!" grito uno de los soldados que podía escuchar los gritos de ayuda de sus camaradas.

"Arrojen algunas cuerdas por los lados, podrán subir por ahí" pero eso no era algo que al Almirante Zhao le interesará.

"¿Señor?" el cabo miro con incredulidad a su Almirante, aún se podían escuchar los gritos de ayuda de los soldados en el agua.

"Sigan con el ataque"

"¡Pero-o!"

"¿Tiene algo que decir?" Zhao le dio una mirada ensombrecida al soldado, que bajo la mirada de inmediato, los demás soldados cerca también desviaron la mirada, aún si seguían escuchando los gritos de los demás soldados caídos nadie dijo nada.

"…" Iroh no dijo nada, solo tomo unas cuantas sogas que había en la cubierta y las lanzo al mar, el fue el primero en ayudar a los soldados a subir, de inmediato varios más la ayudaron, dejando que Zhao se centrará de nuevo en su objetivo.

La mirada de Niisa y Zhao chocaron, sus miradas eran intensas y cargados de emociones, la batalla estaba lejos de terminar.

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Naruto abrió los ojos cuando sintió la sensación del agua recorrer su cuerpo, no tuvo que pensarlo mucho para saber dónde estaba, tampoco tuvo que caminar mucho para estar ante la gran jaula de su prisionero.

"Nunca espere nada de ti y aún si me decepcionas"

Vaya manera de empezar una conversación.

"Yo también te quiero" murmuró entre dientes el rubio que miro a los ojos a la gran bestia que se levantó del suelo para sentarse con pereza.

"Tu estupidez casi nos cuesta la vida"

"No sabía que te interesaba"

"A nadie le importa tu miserable vida"

"…" Una vena se marco en la frente del Uzumaki, que se resistió el impulso de gritarle a la bola de pelos.

"Me importa mi vida"

"¿Qué no era que el gran perro de las nueve colas no puede morir?" pregunto con desinterés mientras se limpiaba la oreja ignorando al zorro que estallo en furia.

"¡Perra tu madre maldito mocoso!" rugió con furia el animal haciendo sonreír al rubio que se encogió de hombros.

"Eh visto zorros antes, y tú pareces la mala fusión entre un perro y un conejo"

*Golpe*

*Golpe*

*Golpe*

Todo el espacio mental se sacudió cuando el Kyubi golpe su cabeza contra los barrotes buscando salir de cualquier manera, para destrozar al mocoso parte por parte, pasaron varios minutos hasta que dejó de golpear la reja al ver que era una tarea inútil.

"¡Tú serás la causa de nuestra perdición!"

"¿Qué?"

"Lo veo todo, tu pudiste haber hecho más contra esos patéticos humanos que escupen fuego, pudiste haber atacado y roto sus cuellos como si fueran ramas, romper sus cráneos con un solo golpe"

Esas palabras habían hecho efecto en Naruto, que dudaba en que decir.

"Yo..."

"No juegues al tonto conmigo" amenazó con una voz muy grave y un brillo rojo en sus ojos sacado del peor de los infiernos.

"…"

"Incluso una basura como tú está por encima de todos en este mundo de mierda, ¡Ellos son solo civiles que usan elementos! ¡Tu puedes romper sus cuerpos con tus puños! ¡¿Y que haces?! Solo juegas al buen chico…"

"…"

Naruto no tenía nada que decir, no podía rebatir eso, la fisiología y vitalidad de las personas de este mundo y la suya eran demasiados diferentes, estaba seguro que si Kakashi-sensei o Ero-sennin estuviera aquí, ellos caminarían directo a la nación del fuego derrotando a cada soldado y máquina que pusieran en su camino.

Ellos podrían matar al señor del fuego cuando quisieran y terminan esta tonta guerra en solo un día.

Esa era la cruda verdad entre los dos mundos, el mundo shinobi y elemental eran demasiado diferentes para ser comparados.

"¿Por qué te importa ahora que viva?" pregunto de manera directa el rubio mirando a los ojos a la gran bestia.

"…"

"¿Y bien?" gruño impaciente por una respuesta, pero al parecer la ver la dura mirada del zorro, no la conseguiría, "Si no dirás nada me voy"

"Que no podamos morir, no nos hace invulnerables"

Naruto se detuvo en seco cuando escucho eso, confundido levanto la mirada chocando con la del Zorro que le devolvió la mirada con intensidad y frialdad.

"Fuimos creados para no poder morir, sin importar de que forma nos asesinen, siempre volveremos a aparecer sin importar que tanto daño nos hayan hecho… siempre volvemos" el Kyubi levanto su mano humanoide e hizo que una burbuja roja saliera de uno de sus dedos.

"…" Naruto miro con curiosidad la bola de chakra roja que parecía mucha más pura y suave que el característico chakra perverso y corrosivo del zorro de las nueve colas.

La esfera levito a pocos centímetros del suelo y empezó a moverse para tomar la forma de un zorro bebé de una cola.

"Cuando nuestro cuerpo físico es destruido, nuestra esencia va al mundo espiritual, lleva años de sueño y espera para que nuestro espíritu crezca para hasta volver a tener un cuerpo y volver al mundo de físico"

Ante los ojos del rubio, la esfera con el pequeño zorro empezó a crecer para tomar la forma del titánico zorro de las nueve colas, que poco a poco se desintegró en polvo dorado.

"¿Entonces qué? Puedes morir cuánto quieras y volverás sin importar que hagamos, ¿Por qué ahora le temes a la muerte?" cuestionó frustrado.

"Por que ellos pueden acabar con mi existencia" esas solas palabras hizo que el rostro del gran animal se torciera con furia y frustración.

"¿Quiénes?" a Naruto le costaba creer que hubiera algo o alguien que pudiera matar al zorro de forma definitiva, dudaba que alguien pudiera hacerlo.

El Kyubi dio un fuerte soplido que hizo que una neblina blanca apareciera ante ellos dos, el humo empezó a tomar forma de personas que el adolescente reconoció de inmediato.

"Aang…"

Ante el Uzumaki estaban todas las vidas pasadas del monje, cada Avatar del largo de la historia, todos ellos tenían esa mirada de furia y repulsión que tuvieron la primera vez que los vio.

"Ellos están en el mundo espiritual, puedo sentirlo y se que si me encuentran a mí en estado de sueño regenerativo, me van a encerrar… a destruir" por primera vez desde su creación, sentía ese desagradable sentimiento de miedo mezclado con frustración, "¡Yo pude vencerlos como moscas cuando intentaron atacarnos! ¡No son nada para mí y aún así pensar que pueden dañarme cuando esté en ese estado! ¡Es… es…"

"…"

"Quiero hacer un trato"

"¿…?" Naruto no esperaba eso, sonaba como una mala broma que el orgulloso zorro, el Biju más fuerte de las legendarias bestias con cola, cediera para ofrecer un trato.

"Te daré el suficiente poder para ir ahora, destruir está patética flota de chatarra, correr a través del mar en minutos, llegar ante la basura de reino llamada nación del fuego y borrarlo del mapa, de una vez y para siempre"

El kyubi no estaba bromeando, con solo darle suficiente chakra hasta que llegue a las cuatro colas. El mocoso sería imparable. Incluso esas armas que respiraba fuego y escupían metal no serán nada contra el manto de segundo grado.

Con que el solo se acerque y dejé que su chakra fluyera por el. Se aria cargo de todo… Incluso tal vez indirectamente poder matar al monje y ver si podía destruir esa molesta conexión espiritual.

Todo podía ser arreglado.

"No puedo hacerlo"

"¡Eres un tonto mocoso!" el rugido de la gran bestia pudo haber roto los témpanos de las personas a un rango de un kilómetro. La furia hervía en el. "¡Te doy la solución a todos tus problemas y te atreves a rechazarlo! ¡¿Quién te has creído pequeño pedazo de mierda?!"

"…"

"¡Sin mí no eres nada!"

"Te equivocas" levantando su mirada, sus ojos azules chocaron con los rojos del gran Biju, "No tengo que depender de tu poder, puedo pelear… puedo ganar"

"Te equivocas y al final seré yo quien tenga que salvar tu patética vida"

"Tal vez…" sonriendo con torpeza el hizo que la tensión en el aire disminuyera, "Quiero poder arreglármelas sin ti… pero se que eso no siempre podrá ser así"

"…"

"Llegará el día en que no podré ganar una batalla… y espero que tu estés ahí para darme una mano, no porque solo nuestras vidas estén en riesgo, sino porque seremos amigos ¡Y los amigos siempre tienen que ayudarse! ¡Así que espero que tú bola de pelos! ¡Un día peleamos no como un Jinchiruki y un Biju! ¡Sino como camaradas!"

"…" Deseaba tanto romper esa sonrisa amistosa. Tomar su cabeza y arrancarla de su cuerpo, el odió del Biju llego a límites insospechados por tales palabras del mocoso bocón, que poco a poco fue despareciendo.

Cuando se encontró solo, sus ojos le jugaron una mala broma al ver la silueta difusa de un anciano con bastón, que tenía la misma sonrisa que ese mocoso.

En la oscuridad.

El Biju cerró los ojos y los volvió a abrir para vez que la silueta fantasmal ya se había ido, con un mal sabor de boca, se recostó en su prisión para dormir.

#########################

"¡Defensas en el ala sur! ¡No los dejen pasar!" Nissa se agachó justo a tiempo para esquivar una llamarada que casi quema su rostro, dando un giro de 180° creo una media luna de hielo que corto a la mitad al par de soldados que quisieron atacarla.

Agotada la chica quiso seguir con la batalla, desgraciadamente no pudo evitar un disparo de bola de caño que estallo el muro de hielo detrás de ella, lanzada varios metros en le aire, termino cayendo en uno de los canales de agua.

Nadando como pudo, apenas pudo llegar a la orilla.

"¡Continúen!"

"¡Equipo B sigua y abran fuego!"

"¡La victoria es nuestra!"

La maestra agua tuvo que ver cómo los interminables soldados de la nación del fuego seguían avanzando en su hogar, los maestros agua se fueron reduciendo drásticamente, y los civiles fueron acorralados por los soldados, que seguro se los llevarían para trabajar como esclavos como ya pasó muchas veces antes.

La historia de la tribu del sur se repetía para su tribu hermana del norte.

"…" Con esfuerzo Nissa pudo salir del agua y apoyarse en uno de las paredes, la frustración la carcomía mientras escuchaba el desgarrador grito de los habitantes de la tribu que rogaban por ayuda.

La esperanza se rompía como el hielo que siempre protegió la tribu.

"¡Ahí hay una maestra!"

Niisa no se molestó en levantar la mirada, escuchaba los pesados pasos de decenas de soldados viniendo corriendo por ella.

Sonriendo con amargura, solo quiso dejarse caer y descansar.

Pero… ¿dónde estaría divertido en eso?

"¡Vengan hijos de perra!" Rugió la maestra de agua que ni siquiera tenía la energía para formar una daga de hielo, pero aún tenía sus puños y dientes para pelear hasta el último aliento.

Sin embargó, un tenso silencio hizo que todos en la tribu se paralizara, todos escucharon el repentino sonido de un estallido, media aldea fue cubierta de una repentina nube de humo blanco que alerto a los soldados.

Los pasos se volvieron estruendos y los invasores ni siquiera pudieran reaccionar cuando se vieron ensombrecidos por siluetas que salieron como flechas de ese humo blanco.

"¡Ahg!" El primer soldado fue golpeado en la cara, su rostro se torció cuando su mandíbula casi fue rota, el solo fue el primero de los cientos de soldados que fueron embestidos por miles de siluetas doradas con naranja.

Niisa levanto la mirada aturdida viendo como miles de copias de ese chico, que la derroto y clavo sus dedos en su trasero. Estaban derrotando a todos los soldados, que se vieron abrumados por el ataque tan repentino.

Por cada soldado había diez clones que los atacaron sin piedad con puños y patadas.

Ni siquiera las máquinas podían contra tantos atacantes, que los abordaron para elevarlos sobre sus cabezas y terminar arrojándolos al mar.

"…" sonriendo la maestra agua cayó agotada contra la pared, sin poder soportarlo se terminó desmayando exhausto contra el suelo, sin notar que antes que tocará el suelo fue atrapada por uno de los tantos clones.

#########################

"¡Fuego!"

Zhao estaba furioso y frustrado, pensó que la victoria estaba en sus manos al matar a uno de los espíritus de la luna, ni siquiera la traición de Iroh le quitaría la sonrisa por la victoria gloriosa que tenía ante el.

O eso fue hasta que su ejército fue abrumado por miles de las copias de ese mocoso, todos ellos atacaron sus tropas y flota, aún con su escuadrón de dos docenas de soldados con sus avanzas armas.

No podían lidiar con tantas copias, por cada copia a la que le disparaban, diez más aparecieron como apoyo, fue una locura.

No le quedo más opción que retroceder,

Zhao no dudo en correr dejando a su escuadrón atrás, que fueron arrasador por los clones que ahora venían por el.

Corriendo por los pasillos helados de la tribu, paso entre sus soldados heridos y algunos desmembrados, ni siquiera tuvo la sutileza de no pisotear los cuerpos de soldados que lo sirvieron con tanta pasión y lealtad, ignorando los llamados de ayuda de los soldados aún vivos, vio cerca de la costa uno de sus barcos.

Tan cerca de la libertad, que se le fue arrebatada cuando recibió una dura patada en el centro de su estómago.

"¿Ya te ibas?"

Zhao se tomó con agonía su estómago, ese fue un golpe duro que lo dejo sin aliento, levantando la mirada vio a ese mocoso, el original, que aún estaba vivo, con vendas tenidas de sangre en su pecho.

"Tu…" la furia y frustración que el sentía no se comparaba con el lamento de no haber matado a ese chico cuando tuvo la oportunidad, "¡Muere!" pero ese error no lo cometería de nuevo, tomando el mosquete de su espalda, apunto contra el niño y disparo.

Naruto apenas se movió cuando la bala impacto contra su hombro, con una mirada sombría, empezó a caminar hacia al almirante. Que incrédulo arrojó el arma y uso su fuego control, pero antes que las llamas pudieron tocar al chico.

El mar había cobrado vida y un domo de agua protegió al shinobi, ambos se quedaron en silencio cuando fueron ensombrecidos por una ola de agua que tenía un brillo azulado.

"No…" el miedo hizo que el maestro fuego disparará en vano contra el ser hecho de agua, que no se vio perturbado por el fuego, "¡No!" el miedo se volvió desesperación cuando látigos de agua atraparon sus piernas y torso, "¡No puede acabar así!"

Naruto se quedó como espectador viendo todo, con una mirada de piedra vio como el Almirante Zhao fue llevado al mar, hundiéndose en las profundidades y oscuras aguas hasta perderse a la vista.

Pero eso no fue todo, el agua espiritual una vez tomo su objetivo se centro en el chico, se mantuvo quieta varios segundos, hasta poco a poco acercarse a el.

"…" el Uzumaki no podía mover un músculo, sus reservas de chakra estaban al borde de ser cero, sus clones desaparecieron en un efecto domino en segundos, solo pudo quedarse de viendo como el agua lo fue envolviendo.

Joven guerrero… gracias…

Sus músculos se relajaron cuando el agua empezó a curar cada herida de su cuerpo, la herida de bala que recibió hace pocos segundos, fue curada como si nunca hubiera existido, poco a poco el agua fue volviendo al mar.

Dejando a un aturdido y curado Naruto, qué, aunque sus heridas fueron completamente curadas, su cuerpo llegó a su límite y termino cediendo ante la presión, lo último que vio fue la silueta espiritual de un pez en el corazón de la tribu.

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Chan

Channnnnn

Channnnnnnnnn

Channnnnnnnnnnnnn

¿Qué les parece?

Déjenme en los comentarios que les pareció, como siempre les deseo la mejor de la suerte y salud a ustedes y sus familias, recuerden como siempre, mientras más comentarios, más rápido será la publicación del siguiente capítulo.

Sin más CHAAAAAAUUUUUUUUU y que les vaya bien.

Psd: Quien quiera jugar unas partidas de vez en cuando con un manco como yo, busquen a |Zerocrack|

O mi ID es 2460452113

¿Juego Free fire? Pues si, es lo único que está a mi alcance, ni tengo ni una pinche computadora que se banque un juego, o una consola, si, ser latinoamericano y pobre, no es fácil.

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