Hace mucho tiempo vivió una bruja muy poderosa y sabia, a la que personas de todos lados recurrían en busca de ayuda porque se decía que podía conjurar los hechizos mas difíciles e incluso deshacer la magia de otras brujas, incluso su descendencia aun la usa de referencia.

Pero como todos, empezó como una principiante y no solo en cuanto a magia, sino también a como entender a los demás. Y esta es la historia de sus primeros pasos.

Micol siempre tuvo una increíble habilidad para aprender rápido y recordar, igual de impresionante que sus poderes al provenir de una línea muy antigua de practicantes. Pero donde sus conocimientos y capacidad destacaban, su falta de tacto y poco interés hacia otros la hacían una joven antisocial desde pequeña.

Era tal la indiferencia que al cumplir la mayoría de edad y terminar sus estudios rechazo unirse a alguno de los pocos aquelarres que las de su especie utilizaban para protegerse o aumentar sus habilidades, e hizo su camino en solitario.

Incluso rechazo la ayuda de su familia y se instalo por su cuenta en un pueblo tranquilo que se encontraba en el valle entre dos grandes montañas, no que le resultara muy difícil conseguirlo, ya que como se menciono antes mucha gente busco sus servicios, aun cuando era apenas una novata, hasta por otras brujas, no que fueran a admitirlo abiertamente.

Llego a tener un negocio muy lucrativo a partir de cumplir los deseos de quienes acudían a ella, sin importarle para lo que la gente pediría aquellas cosas, mientras no involucrara ir contra las reglas de la naturaleza y la vida, no era su asunto. Lo que si lo era, era el pago que recibía a cambio, algo que Miki disfrutaba mucho era generar conflictos personales y morales, demostrar que las personas eran solo frívolas y egoístas, aun cuando había uno o dos casos de verdadera preocupación, no lo suficientes para contradecirla.

En una ocasión llegó a ella una joven pareja, la doncella contando de una bruja celosa que la había maldecido con una cara y cuerpo corrientes (Micol pensó que alguna razón habría tenido), a lo que ella deseaba recuperar la belleza que la había acompañado para que su amado no se cansara de ella. Ciertamente no era nada que llamaría la atención con siquiera una primera mirada, pensó Miki comparando su cabello negro y brillante, con el de la chica un castaño apagado. Unos ojos casi dorados contra unos color tierra. Ni que decir los rasgos.

– Nunca podría pasar – exclamó el caballero tomando las manos de su amada, nuestra protagonista quería vomitar – No quiero que debas envolverte con otra bruja – la mirada que envió a la anfitriona de la casa no dejo a esta feliz, tampoco es que lo estuviera por su presencia, pero podía entender porque la chica se preocupaba, él era agradable a la vista con su cuerpo y cabellos rubios, pero hasta ahí.

– Debes entender mi amor, que yo no me siento completa de esta manera – exponiendo una muy cutre escena de lagrimas dijo la muchacha.

La cursilería estaba molestando a nuestra bruja, mas cuando pregunto que tenían para pagar y el joven declaró que cualquier hazaña que pidiera no seria nada por la felicidad de su amada.

Además de estorbar, viven totalmente ignorantes, esperando que su "amor" me compadezca. Pensaba Miki mientras consideraba de que manera echarlos a buscar a otro idiota que se tragara su cuentito de pobres almas, cuando una idea tomo lugar en su mente.

Sonriendo mas para ella que para aquellos idiotas se enderezo en su asiento, que era la única cosa buena del hecho de tener que estar en su sala de estar con aquel par de tontos.

– Muy bien, lo haré – la muchacha se mostraba ciertamente feliz mientras que el joven reticente. A ver cuanto te dura el amor pensaba la bruja – Pero el precio debe ser pagado por ambos. La hazaña será realizada por la mujer y el hombre debe quedarse a mi disposición como seguro.

Claro que ninguno se mostró feliz por ello.

– ¿Como puedo hacer aquello cuando ni siquiera se usar una espada? – exclamó la chica viéndose asustada.

– ¡Ella es un ser frágil para siquiera pasar la noche afuera sola! – prácticamente grito el caballero.

– Le daré el poder de calmar a todos hasta el punto de dejarlos dormidos al cantar – dijo Micol restándole importancia – Al igual que su belleza. Solo debe traerme un huevo de fénix de las montañas negras y podrán irse juntos y hacer su vida – no le interesaba realmente tener un sirviente, solo le divertía saber que aquella mujer lo abandonaría y todo aquel amor que profesaba por ella habría sido inútil, al fin y al cabo había caído como un idiota en la trampa de una claramente trepadora.

Se lo tenia merecido por mirarla tan mal a Micol.

– Claro que pueden discutirlo – dijo parándose y yendo hacia la cocina. Algo que le gustaba de su casa era lo grande que era, toda construida a especificación suya, suficiente para apartarse de aquellas voces molestas y relajarse con un té.

– Debes confiar en mi – fue lo ultimo que escucho, antes de cerrar la puerta de cristal que separaba la sala de estar del pasillo que comunicaba con la cocina, otro cuarto que se suponía debía ser un comedor pero termino albergando muebles que no le servían, un cuartito donde estaban los instrumentos de limpieza y un baño para visitantes.

Las habitaciones se encontraban en el segundo piso, unas 5 en total por si tenia visitantes a parte de la suya, un baño privado y otro para tales no invitados (como su familia). Además había un tercer piso que contenía un observatorio.

Estaba terminando de calentar el agua cuando noto que el otoño se acercaba al mirar su jardín, lo cual significaba que podría plantar mas hortensias pronto. También necesitaría ayuda para traspasar las plantas medicinales a macetas, tal vez un sirviente no hubiera sido un mal trato.

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El otoño había llegado al tranquilo pueblo, pero aun se conservaba algo del calor del verano, sobretodo en la casa que se encontraba apartada del resto, destacando por sus paredes de piedra y las ventanas de vidrios coloridos.

Pero el calor podría ser producto de sus habitantes mas que nada.

– Han pasado 2 meses – dijo Micol sentándose sobre sus pies y mimando un poco sus plantas que aun peleaban por conservar sus hojas – ¿Que crees Zandy? ¿Se la comieron los lobos o se cayo de un barranco?

Zandra solo apretó mas fuerte los labios y siguió trabajando en desenterrar las plantas que podrían ser trasladadas a una maceta y en aquellas que no aportaban al jardín. Habían pasados 2 meses de que su amada Rosie había ido en búsqueda del huevo de fénix.

– También esta la posibilidad de que una madre fénix la quemara antes de que pudiera abrir la boca, tengo entendido que son muy protectora con sus crías.

El caballero solo le dedico una mirada de desprecio antes de seguir en lo suyo.

– Ooo, puede que alguien mas guapo la haya deslumbrado y simplemente te haya abandonado.

El hombre llego a su limite porque tiro lo que tenia en mano y fue a pararse frente a la bruja que había estado soltando frases mal intencionadas toda la mañana.

– ¡Ya basta! Rosalía va a volver por mi, con tu condenado huevo y tal vez cuando me vaya, con un poco de esperanza, notes lo sola que estas y puedas hacer algo al respecto, aunque honestamente te deseo que sigas igual para que te mueras sola y amargada, como el resto de tu vida.

– Wow Zandy – se llevo las manos al pecho – No sabia que te preocupaba tanto, supongo que vas a tener mas tiempo de hacerme compañía ya que esa mujer no va a volver.

– Lo que voy a terminar haciendo es matarte.

– Hazlo después de que termine este trabajo – dijo una voz detrás de ellos.

Se giraron para ver a un gato gris transformarse en un hombre delgado, de rasgos casi felinos, cabello gris y su siempre impecable traje.

– ¡Aldous! – saludo Micol al hombre que la conocía desde su nacimiento y se había encargado de cumplir todos sus caprichos de niñez. Se paró y sacudió la tierra de su ropa – Creí que ya habías aceptado que no necesito una niñera y vuelto a la casa de mis padres.

– He aceptado que no necesitas una niñera, pero si necesitas alguien que se encargue de informar al resto de los aquelarres que sigues sin ser una amenaza.

– Supuse que ya lo habrían entendido cuando dije que me gustaría estar sola.

– Y eso es exactamente lo que los inquieta. Ahora, necesito hablar con vos de un trabajo que puede ayudarte a demostrar que no estas interesada en nada mas que en vivir en soledad, como una paria.

– Yo nunca podría ser una paria, si lo deseo tendría todas las puertas abiertas.

– Pero no lo deseas.

– Exacto. Bien Zandy, continua con tu trabajo y deja de perder el tiempo – le ordeno al caballero, que aun se inquietaba y paralizaba cada vez que veía al cambiaformas.

Seguro ha visto a los salvajes y nunca se paró a hablar con ellos antes de cazarlos pensaba Micol cuando siguió a uno de los empleados mas fieles de su familia, y solo por su lealtad había aceptado seguirla tan lejos de lo que siempre fue su hogar, aunque seguro agradecía que ella no esperara nada de él.

Ya dentro de la casa, Aldous por costumbre empezó a preparar un almuerzo, por lo que Miki solo se sentó a esperar.

– ¿Y? ¿Es el pedido de alguien importante y por eso no podías decirlo frente al idiota cursi? – preguntó cuando el plato estuvo frente a ella.

– Más que importante – dijo Aldous ofreciéndole un vaso con agua – Es preferible si los humanos no saben que los aquelarres están organizados y contienen jerarquías, y que no son solo un grupo de mujeres y hombres en tiendas raras leyendo y repitiendo frases complicadas – Micol no podía discutir contra ello, podría preocupar a la gente normal saber que familias de mucha influencia económica y política estaban compuestas por brujas, incluida la realeza – La princesa Katrina, de la familia Simonsson, ha sido rechazada por el rey Loddin luego de que su compromiso estuviera a punto de ser celebrado, una desconocida apareció y robo la mente del hombre, al parecer esta encandilado con semejante mujer que se dice es la mas hermosa que se haya visto – la dueña de casa empezó a tener la sospecha de que conocía a tal mujer – En fin, la familia Simonsson no desea empezar una guerra, pero tampoco pueden dejar que esto quede impune, por lo que te piden que te hagas cargo de castigar al hombre con cualquier cosa se te ocurra.

– ¿Y esto los dejara tranquilos?

– Les demostrara que estas dispuesta a ayudar.

– Significa que debo trabajar gratis.

– Micol, eres alguien de mucho poder con solo 18 años que no deseó unirse a ninguna familia e

incluso se aparto de la propia, hacer este tipo de favores te mantendrá en buenos términos al menos.

La bruja lo pensó por un momento, aunque le molestaba que le pidieran cosas gratis entendía que en este caso seria algo beneficioso para ella también, le sacaría de encima a los chusmas que seguía viniendo por el pueblo, observándola de lejos. Al menos por un tiempo.

– Bien, pero voy a necesitar que me consigas unos trajes de baile – dijo rindiéndose a lo inevitable.

– Ya encargue unos y deben llegar mañana – informo el siempre perfecto mayordomo. Algún día descubriría como es que había terminado trabajando para su familia, la mayoría de los cambiaformas domésticos preferían el puesto de mascotas o guardias, pero no Aldous.

Su plato estaba casi limpio, supuso que Zandra querría algo después de pasar trabajando al sol, pero el hombre podía encargarse solo, al fin y al cabo, él era el sirviente.

– Alguien se acerca – informo Aldous, ya que tenia mejores sentido por su lado animal, porque Miki no podía escuchar nada aun.

La joven salió para ver que clase de clientes tendría que soportar ahora. Pero se encontró con una imagen que tampoco la alegro. Zandra había dejado tirado su trabajo y corría hacia la carreta que traía lo que parecía una pequeña familia.

– ¡Den la vuelta! – gritaba – ¡Sálvense mientras puedan! ¡Cualquier mal es preferible a hacer trato con semejante criatura!

Y al parecer la familia no eran del pueblo, porque estos sabrían que el idiota solo estaba resentido por algo que no era culpa de Micol, ya que tiraron del caballo para dar la vuelta, mientras expresaban miedo en sus sucias caras. Si eran tan idiotas para creerle a un solo hombre entonces no merecían sus servicios pero aun así, ese hombre no tenia derecho a interferir con su negocio.

– ¿Se puede saber qué hacías? – le pregunto la bruja a su sirviente , aunque ahora tenia ganas de convertirlo en un insecto. Se había acercado caminando lentamente mientras el estúpido la esperaba con la cara en alto desafiándola. No paró hasta estar frente a frente – Entiendo que te preocupe mi salud, pero seguro que lo que pedirían no requeriría mucha energía.

– Hm – el gusano tuvo el descaro de sonreír – No se que clase de persona me crees, pero yo nunca me preocuparía por vos. Y acabo de salvar la vida de unos inocentes que habrían tenido la mala fortuna de tener que pagar por algo que seguro les traería mas desgracia que bien.

– ¿Lo decís por experiencia? – pregunto con malicia Miki, ahora tenia otro motivo para el trabajo que le había traído Aldous. Zandra apretó los dientes.

– Rosalía va a volver, y voy a encargarme de que nadie vuelva a pedirte algo.

– Mientras seguís soñando te tengo otro trabajo, por lo que arréglate para viajar, tenemos un

casamiento que arruinar – Micol ya tenia su castigo pensado.

Que no disfrutara escuchando los lamentos de las personas no significaba que no quisiera trabajar y todo visitante era una posibilidad, por lo que Zandy tenia que pagar.