Aún teníamos los ojitos aguados de llorar por la felicidad.

—¡Han pasado demasiadas cosas! —comienza la conversación Bella—, ¿porque creciste?, ¡Sigo siendo la mayor! Es injusto que estés de mi tamaño.

—Ahora has perdido parte de tu poder autoritario... —escuchamos un carraspeo, pero decidimos ignorarlo.

—Pues sigo siendo mayor de edad; la supervivencia de tu estómago depende de mi —me tiende la pizza y se escucha el mismo carraspeo pero más fino.

—Pues yo... —Pero me interrumpen con un carraspeo más fuerte— ¡¿Quiere pelea, hermano?! —cuando giré me llevé la sorpresa de mi vida.

—¡Pues yo sigo siendo tu hermano! —dolido, el que era contemporáneo conmigo armaba un alboroto sobre los deberes y derechos de hermanos. Entonces el menor de los hermanos me abrazó

—A ti si te extrañé —me agaché a su altura y lo abracé.

—¡No puede ser posible! —Se quejó el que se encontraba peleando—Es el hermano menor; y por derecho debería ser el ignorado por parte de los mayores —volvió a quejarse mientras posaba una mano en su cintura, molesto.

—Tranquilo, el es tu reemplazo en caso de que te pase algo —murmuré mirándole de frente.

—¡¿Que?! No se si sentirme agradecido u ofendido, pero creo que tira para la segunda —colocó su mano en su pecho.

—Si sigues así creo que lo único que tira para el "otro lado" eres tú —le amenazo mi papá.

—¡Papá!

—¡Hija!

—¿Cuánto falta para el vuelo?

—Unos... —miró su reloj— 30 minutos.

Me dirigí hacia unas sillas, dispuesta a comer mi pizza, mis hermanos se sentaron conmigo y abrimos la caja.

—¡Provecho! —Agregó mi hermano menor, mili segundos antes de dar el primer mordisco.

& • &

—Pasajeros con destino a Londres, por favor abordar por la puerta número A26 —inmediatamente comenzamos a caminar hacia la puerta que estaba a escasos metros de nosotros.

—...gate number A26 —repitió una vez más en inglés.

Nos acomodamos en nuestra fila y comencé a escuchar un susurro, giré y provenía de mi papá.

—En el nombre de Cristo que todo salga bien, señor... te pido... —el disque muy machito rezando casi todo el rosario antes de subir al avión.

—¿Viste el maratón de MaiDai, ayer? —abrí aún más los ojos con el comentario que hizo mi hermano, como si mi cerebro hubiese hecho "click" se reprodujeron escenas de caídas aéreas catastróficas.

& • &

—...Te lo pido señor, amén —terminé mi oración justo cuando llegamos al avión.

—Hi, Welcome. Can I check you boarding pass? —la aromosa iba a continuar, pero mi padre la interrumpió.

—yas, chur —le dedicó una sonrisa amigable y nos dirigimos hacia los asientos.

—Ok, follow me —en cuestión de segundos todos seguimos a la aromosa hasta el piso de arriba.

Luego de un rato discutiendo quien se debía sentar al lado de quien (soy culpable por pelear bruscamente por el asiento junto a la ventana) nos dieron la señal de abrocharse los cinturones, admito que quede loca, porque los "asientos" parecían camas, estaba bastante cómoda.

—...Y recuerde, las puerta de emergencia más cercana puede estar detrás de usted, para más información, puede revisar el folleto de emergencias que se encuentra frente a usted —la verdad no se en que momento había comenzado con las instrucciones, solo se que estoy nerviosa, pero trataré de ocultarlo mirando por la ventanilla (por la cual casi pierdo un ojo).

—No trates de esconderme tu nerviosismo mirando por la ventana —me giré un poco hacia la derecha, encontrándome a Bella con una sonrisa tranquilizadora.

—¿Yo?, ¿Nerviosa? Pfff, es lo más ridiculo que he escuchado —en ese momento el avión comenzó a tomar velocidad para arrancar, dando como resultado que mis dos manos se cerraran bruscamente sobre los reposabrazos y mi semblante cambiará por uno totalmente asustado.

Mis odios se habían comenzado a tapar y apostaría parte de mis ahorros a que debía estar pálida, mientras, Bella se estaba riendo de mi.

—... 12 horas, aproximadamente —contestó mi papá ante mi pregunta, cuya respuesta ya sabía, el problema era asimilarlo luego de que te encuentras dentro del avión.

Ya pasada la parte del despegue me encontraba tratando de no verme nerviosa, lo cual era básicamente muy difícil ¿el problema? es que yo expresó mis emociones fuertes riéndome.

—¿Doce horas? —en efecto, ya estaba atravesando ese punto— ja... jajaja ¡JAJAJAJAJAJA! —mi risa es contagiosa, así que mis hermanos se comenzaron a reír mientras me miraban con extrañeza, mi papá solo me miro burlón y articuló algunas palabras.

—Ayyy vale, ¿te pusiste nerviosa? —sonrió y rio un poco, luego mi hermana estiró el brazo y me tapó la boca.

—Ya esta, no pasa nada... —el avión se sacudió un poco, entonces apreté mi agarre al asiento—... Merlín ¿por qué? —en ese momento la miré con extrañeza «¿quién expresa una súplica con la palabra Merlin?», pensé.

—¿Qué crees? ¿qué estamos en Harry Potter? —rápidamente terminó de quitar su mano de mi boca, vi cierta impresión en su rostro y se giró para ir a su asiento— No, no me digas que... —antes de poder proseguir, yo misma lleve una mano a mi boca.

—P-p-puedo explicarlo, yo... —trató de exucarse, pero fui más rápida ¡A mi nadie me engaña!

—¡Eres tan fan de Harry Potter como yo! —solté una risa, ella parecía estar confundida, y luego de un conjunto de parpadeos, sonrió y asintió— ¿Desde cuando?

—Digamos que, bueno... hace tiempo ya, ya no recuerdo jejejeje —algo anda mal, pero puedo creerle.

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Gracias a Dios que mi padre fue lo suficientemente inteligente para escoger el vuelo en la noche, así no nos pegaría pasar 12h despiertos; pero lo triste de todo es que... no entiendo tanto inglés de Londres, es... diferente.

Nos encontrábamos llendo a la parte donde nos iban a preguntar que carrizo vamos a hacer un conjunto de extranjeros a su preciado país.

—Bueno, solo hay que seguir los carteles —comunicó con cierta sonrisa mi hermano que no es mayor ni menor.

—Si, si, muy listo; ahora podemos añadir "turismo" a tu lista de posibles carreras —un chiste de mala calidad marca "camila se acaba de levantar con un Jetlag que la tiene desorientada".

—¿Y salimos por los cubículos? —preguntó mi hermano menor, este recibió un zape por parte de mi hermano no-mellizo y una mirada horrible por parte de mi padre.

—Bueno... si todos se van a volver fans solo avísenme —les dediqué una sonrisa y aceleré el paso, ese comentario del baño me recordó las ganas que tengo de hacer pis—, hagamos rápido esto porque quiero ir al baño... otra vez.