Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

23. Verrugas

A ver Javier se inclinó aún más hacia donde yo estaba, tratando de ver que o como lo estaba haciendo—. Pues yo no noto cambio, así estamos.

Frustrada llevé mis manos hacia mi cabello, dañando un poco la trenza que me había hecho una de las gemelas, la cerilla que se encontraba frente a mi no cambiaba en nada, seguía siendo una cerilla ¡Una estupida cerilla! ¿cómo era posible que una cerilla tuviese más resistencia que el socialismo en Cuba? ¡Inaudito!

—Recuerdo que cuando tenía su edad, me tomó hasta el segundo trimestre poder hacer el cambio en la cerilla, sin embargo, hubo una chica, Greanger ¡Vaya! Lo logró por completo dos clases después... —a la profesora le encantaba contar historias durante sus clases, en si, a nadie le molestaba, en realidad resultaba entretenido, sin embargo lo que sí fastidiaba era el hecho de que la materia era más difícil de lo que parecía en un principio.

Uhs... ¡Transformación!—Javier levantó la varita con entusiasmo, esperando que el poder fluyera a través de él. Hoy en día no se que sucedió con exactitud, no tengo idea si fueron aquellas palabras, la emoción del momento, aquella referencia o la postura, lo que si recuerdo fue el hecho de que aquella cerilla se había convertido en una perfecta ajuga (número 7) para máquina de cocer.

—¡Oh! ¡Bravo! 10 puntos para Hufflepuff —la profesora maravillada saltó de su asiento hasta llegar frente a mi hermano y tomar aquella aguja—. Serás un gran mago, eso es seguro.

—Ay profesora, me hace sonrojar.

—Como lo has logrado no tendrás que hacer el ensayo para la siguiente clase, los demás deberán hacer 37 cm de pergamino sobre las maravillas de la transformación.

Al sonar la campaña todos salieron dando quejas por aquella tarea, Javier estaba dando pequeños brinquitos de emoción.

—¿Quieres que te de clases? —rodeó mis hombros con su brazo— Seré un buen profesor, lo prometo.

Ay, ya cállate ambos fuimos hasta el gran comedor para el almuerzo. La emoción no tenía filtro, se sentía en el aire aquella euforia de los estudiantes, monedas pasaban debajo de las mesas, habían discusiones sobre tablas y cantos.

—¡Quidditch! —habló Amanda llegando frente a nosotros sonriente— ¡Maravilloso!

—¿Jugarás hoy? —pregunté sentándome frente a la chica rubia, quien se encontraba verdaderamente entusiasmada aquella tarde.

—¡Claro que si, prima! Verás, en realidad no sabía si estaría en el equipo... pero con la lesión de Abraham ¡Ufff..! —la chica, al ver mi cara extrañada y a la vez alegre se detuvo un momento para pensar en lo que había dicho, tomó la compostura una vez más y acomodó sus cabellos hacia atrás—... es decir, bueno, es una pena que el buscador de nuestro equipo haya sufrido una lesión durante uno de sus castigos de "DCAO" —un escalofrío me recorrió la espalda, aquella confesión me hizo recordar el extraño rostro de aquel profesor— ¡Pero! Es mi oportunidad.

—Bueno, yo creo que suena oportunista... —comentó mi hermano mientras se servía un poco de parrilla en el plato... la cual de seguro habría sido yo...

& • &

—¡Vamos, vamos, vamos! —aquel chico de cabellos azabaches me iba arrastrando eufórico por todo el pasillo. En un principio traté de seguirle el paso, pero el muchacho resultaba mucho más rápido que yo.

¡Dios mío, Santo! aquellas palabras surgieron de mi sin querer, la exclamación salió cuando me encontraba en el campo de Quidditch— Potter...

—Sabía que te gustaría, ven, vamos a intentar encontrar buenos asientos... —nos dirigimos hasta una de las gradas más altas (por no decir que era la más alta) en ella se encontraba mi grupo social más allegado, la euforia estaba en un punto casi palpable, la mayoría estaban cantando canciones, otros estaban gritando... y un par peleando porque equipo era mejor.

—¡Bolivia casi ganaba el mundial el año pasado!

—¡Exacto, casi! ¡Pero no ganaron porque Iceland fue mejor!

Entre otras cosas, me acomodaba la chaqueta amarilla que me había prestado Amanda, esta me la dio cuando dije que la apoyaría con mis súper gritos más tarde.

—Linda chaqueta, Spellman ¿qué hay Albus?

—Espero que solo estés mirando la chaqueta —gruñó mi hermano fulminando con la mirada al platinado.

—¡Gracias, Scorpius! Te la prestaría pero no tengo nada debajo —Scorpion se sonrojó por completo, al igual que Albus y mi hermano, sin contar que las gemelas soltaron unas risitas.

—¡CAMILA CELESTE! —mi hermano molesto salto de su asiento, algo que no pude prevenir fue el repentino movimiento de su mano, la cual se estrelló de lleno en mi brazo, dejándome así una pequeña punzada— Respétate.

—¿Que? —Sin darme cuenta comencé a acariciar esa zona adolorida por el evidente manotazo de parte de mi consanguíneo— Es la verdad... aish.

Antes de que alguien pudiese acotar algo a aquella situación, una voz aún más potente comenzó a hablar.

—¡Bienvenidos al primer juego del año! ¡Hufflepuff..! —de inmediato, salieron al aire un grupo de muchachos montados en escoba, en compañía de ellos los virotes de muchos sonaron (contando los míos) luego de dar una vuelta por aquella cancha, se colocaron en un lugar determinado, esperando a sus adversarios— ¡Contra Ravenclaw..! —al igual que los anteriores, los alumnos en sus escobas salieron dando vueltas en sus escobas, recibiendo virotes y aplausos, chocaron las manos con algunas personas del público.

—¡NICK ME TOCO LA MANO AAAAAAAAHHHH! —gritó una chica.

Al llegar a su posición, frente a los otros, los gritos cesaron, el problema... es que yo fui criada de otra forma (y mi hermano también)

—¡ARRIBA HUFFLEPUFF!

—¡LA BUSCADORA ES MI PRIMA! —Javier y yo estábamos sobre nuestros asientos tratando de hacerle barra a la casa que apoyábamos.

—Camila... —alguien me tomó por el brazo y me obligó a bajá de aquel lugar, por ende, arrastre a mi hermano conmigo, los dos alegres nos comenzamos a reír de nuestro "gran show".

—Eh... ¡Animo estudiantil, señores..!

—¡WUUUUUUUUU-Mmm-hm!—comencé a forcejear contra la mano de Albus, quien me prohibía expresar mi emoción hasta tratar de quedar afónica.

—¡Los capitanes se dan la mano...xla quaffle está en el aire y..! ¿Qué es esa cosa profesora Michelle? —en medio del campo, lo que aparentaba ser una lechuza que se me hacia un tanto familiar tomó la pelota y comenzó a volar sin dirección alguna alrededor del campo— ¿Alguien conoce a esa lechuza?

¡Erga! ¡Goku, sal de ahí! —mi hermano comenzó a hacer movimientos con las manos tratando de espantar a la lechuza que se encontraba como a 200 metros de él— ¡Shuuu, fuuueeeEEERAAAAAAAA!

Aquel animal (no me refiero a mi hermano) voló en dirección nuestra, dejando la pelota caer desde gran altura. Una chica de Ravenclaw la atajó al vuelo; aprovecho el segundo de confusión y se dirigió hasta los aros de gol.

—¡Y Susan (cazadora de Ravenclaw) toma la (extraña) delantera!

Virotes dudoso surgieron de la nada, pero fueron opacados (más bien los virotes fueron impulsados) por los gritos de mi hermano, quien yacía sobre su asiento (una vez más).

¡Agarrenla! ¡AGARRENLA! ¡AGARRENLAAAAAAA! —comenzó a gritarle al montón de alumnos que estaban sobre sus escobas, haciendo que, no solo los jugadores reaccionaran si no que el mismo público se percató de lo que ocurrió, y en ese instante se produjeron miles de gritos cargados de diferentes emociones, indicaciones y señales extrañas.

—Albus, se que quieres ayudarme a adaptarme... —hablé sobre los gritos, el chico que me estaba sosteniendo rápidamente me soltó y sujetó sus manos mientras aquellas mejillas adquirían un color carmesí más fuerte— pero hay cosas que una joven debe hacer... —le extendí una mano y le invité a levantarse conmigo, ya estando arriba nos compartimos unas amables sonrisas y sin decir nada lo supimos todo. Aquella sensación de paz se vio rota por mi propia voz cuando Amanda comenzó a mover su escoba siguiendo alguna cosa— ¡VUELA NIÑA, VUELA!

—Amanda Spellman comienza a moverse en el aire, sobre esa comet 1010, una escoba lijera y bastante veloz ¡ideal para un buscador! —un ligero carraspeo se escuchó— Buscadora en este caso y eh de decir que... ¡Vaya buscadora!

—¡Thomas! —se escuchó el regañó de aquella profesora a través del micrófono.

—Ya, ya... ¡Ahí viene el capitan de Hufflepuff! Uno de los mejores cazadores, sin duda... ¡Se acerca a los aros con gran velocidad!

¡... NO PARE...!

—¡... SIGUE, SIGUE...!bailando y cantando sobre el asiento le seguía la canción a mi hermano. Alegre, tomé a las gemelas y las hice dar vueltas conmigo entré cruzando nuestros brazos, sin dudarlo, al liberar uno de mis brazos imité la acción con mi amigo de situaciones extrañas, acompañándonos en nuestro extraño baile, nos intercambiábamos las parejas.

—En las gradas hay tanta acción como en el campo de juego ¡Y... primer tanto para Hufflepuff!

—¡LA OLA, LA OLA! —gritó Javier dejando de bailar y tomando posición— ¡Wuuuuuu! —levantó sus brazos al aire, seguido imité su acción, para mi sorpresa las gemelas, Albus y la mayoría de la banca también lo hicieron, entonces me di cuenta de algo.

¡Javier!

—¿Qué?

—Creo que estamos haciendo mucho alboroto.

—¡¿Eh?!

—¡Que creo..!

—Vaya jugada... Susan toma la quaffle nuevamente, hace acto de presencia ¡Increíble, pasa sobre ambos cazadores! Se dirige a los aros y... ¡Anotación para Ravenclaw!

Entre virotes, se hizo el tercer saque del juego.

¡Trampa, eso es vandalismo!

Más avanzado el juego, la presión para los buscadores aumentó de sobre-manera, era el momento ideal para atrapar la snitch, si Ravenclaw la atrapaba ganarían con muchos puntos de diferencia, en cambio si la tomaba Hufflepuff, ganaría con algunos puntos de diferencia, en asunto era que al fin y al cabo, si se dejaban anotar otros dos goles más, ni atrapando la snitch podrían ganar aquel partido.

En ese momento de sacar cuentas y fundirse el cerebro para aquel dúo de hermanos (nosotros) una cosa perversa ocurrió, uno de los cazadores había arrojado por tercera vez la Quaffle hacia los aros y por esa tercera vez, el guardián le había parado el gol.

—¡Out! ¡OUT!

—¿De que hablas Camila? —preguntó Javier— No hay "Out" en Quidditch.

—Ya lo sabía —acomodé nuevamente mi chaqueta y seguí viendo aquella competencia.

En breve, una vez más algún cazador de Ravenclaw había tomado el control del balón principal, y se dirigía a gran velocidad hacia esos aros ¡Demonios!

—¡Demonios! Si llegan a anotar este tanto, Hufflepuff habrá perdido —Comentó alguien detrás nuestra.

—¡Se aproxima a los aros, con una velocidad y técnica increíble! La quaffle está a manos de Timotty... ahora Alexander, el capitan, Timotty..!

—¡Allá, abajo! —un chico apuntó hacia el pasto del campo, me tuve que parar sobre las puntas de mi pies para poder ver mejor, y en efecto algo interesante ocurría en aquel área del gran campo ¡Amanda Spell...!

—¡...Man va de picada! ¡Que nervios! ¡Ravenclaw se hace de nuevo con la Quaffle, Amanda chocará con el suelo si no desacelera! ¡POR LA BARBA DE MERLIN!

El buscador de Ravenclaw se desvió hacia un lado, evitando así el choque con el suelo, dejando a Amanda sola contra aquel demonio con 5 cm de diámetro. Iluminada por los rayos del Sol, aquella Snitch nos participaba el fin de un gran encuentro.

—¡Otro tanto para...! —Pero antes de que Thomas (el comentarista) lograra terminar sus palabras el silbato rugió por todo el campo— ¡Y se acaba el partido!

Todos aplaudían desde sus puestos, sin embargo, ninguna de las barras mostraba signos de tristeza, lo cual llegó a desconcertarme bastante. Hufflepuff había ganado ¿cierto?

—¡Ravenclaw ganó! —gritó alguien detrás de mi.

—¡Claro que no, fue Hufflepuff, atrapó la Snitch!

—No es por nada pero primero fue el tanto.

—¡Claro que no, el silbato sonó antes!

Así como nosotros, varias discusiones comenzaron a surgir. Dependiendo de lo que hubieses visto un equipo había ganado y el otro, por ende, perdido.

—¡Eh...! —habló el comentarista haciendo callar a unos cuantos— ¡Los profesores están discutiendo la situación!

Los que en algún momento fueron murmullos se convirtieron en griteríos, desde cierta perspectiva era algo divertido de ver, pero cuando te encontrabas atrapado entre espaldas, codos y cabezas la situación cambiaba drásticamente.

—¡Camila!

La mano de Javier se perdió entre la multitud, aún así intenté seguirla, sin embargo me rendí apenas esquive dos posibles codazos directo a la nariz. Caminaba sin dirección, pronto, el olor a estudiantes obstinados y sudorosos comenzó a llegar a mis fosas nasales, necesitaba salir de ahí cuanto antes.

Resultaba asfixiante no poder ver bien el camino, de por si era enana, pero las túnicas de mis compañeros no facilitaban el trabajo, el oxígeno se hacía cada vez más escaso en mis pulmones y mis nervios aumentaban ¡Era una sensación horrorosa! Levanté mi vista y el sol brillante abrazó mis ojos, un molesto pitido comenzó a sonar en mi oído, haciendo que las voces se volviesen relativamente lejanas "allá te voy San Pedro", un dolor comenzó a recorrer mi brazo izquierdo y antes de que pudiese toser por un extraño ahogamiento, algo me hizo volver a mis sentidos.

—¡Camila! —entre los murmullos una voz llamó a mi nombre, aplicando la tercera Ley de Newton giré lo más rápido que mi cuerpo permitió, pronto aquellos gritos eufóricos y de cólera quedaron obsoletos tras aquella voz que me llamaba— Spellman...

Ahora la que repartía ronda de codazos como si fueran pasapalos en unos quinceaños era yo, no se exactamente a cuánta gente golpeé ni cuántos golpes recibí. Bajando los últimos tres escalones tropecé y llegué rodando hasta el pasto exterior del campo de Quidditch.

Una sonrisa amarga salió de mi garganta mientras sostenía aquel brazo que había dejado de sentir dolor, respiré varias veces tratando de limpiar mis ahora profanados pulmones.

Dita sea.

¡Camila!

Con el brazo adolorido y tratando de enfocar la vista, miré a lo lejos como una figura femenina me hacía señas, me levanté con un brazo y fui trotando hasta allá, sin embargo paré unos cuantos metros después cuando vi de lleno el bosque prohibido.

Como si el tiempo se hubiese detenido y la misma fuerza que me hizo acercarme a la chimenea la noche pasada hubiese vuelto a atacar, me adentré en el, el frío recorría mis pies como si no llevase zapatos y el calor que había en mi cuerpo desapareció. Observe a mi alrededor y me encontré perdida.

¿Cual es la marique...? antes de que pudiese comentar otra cosa una mano horrible de bruja (la cual jamás olvidarías si la hubieses visto) salió de un arbusto, luego otra... sin embargo el asunto dejó de ser suspensivo para pasar a ser horrible cuando otra mano salió del arbusto varios pares de manos arrugadas, verrugosas y de distintas tonalidades comenzaron a alargarse en proporciones no-naturales fuera de ese lugar, el sonido de las aves se había callado y los sapos comenzaron a hacerse presentes. Como pude despegué mis pies del suelo y corrí en dirección contraria.

Mi incapacidad para gritar en momentos así apareció, dejando solo audible el sonido de mi corazón, el de los sapos y las molestas risas y llamados de las brujas. El trote hizo que mi brazo comenzara a doler nuevamente, antes de que pudiese si quiera ver con que, tropecé, comencé a arrastrarme fuera del lugar, y una vez en la luz, me di vuelta para ver aterrada como una de las manos había tomado mi brazo dañado, una imagen realmente terrible de ver.

—¡AAAAHGGG! —comencé a patear y a hacer sonidos de desesperación y dolor, cuando comenzaron a aparecer más pares de manos la situación se volvió trágica, me había dado por muerta.

—¡DEMONIOS! —una voz sonó detrás de mi, la cual no pude discernir bien entre mis gritos y los demás sonidos que yacían alrededor— ¡Largo, shuuuu!

Las manos me soltaron rápidamente cuando algo les cayó encima.

—¡Ui! —y hablando de manos; una gigante (realmente gigante) se hizo presente cuando me ayudo a levantarme— Malditas brujas, sin ofender... no debería usar ese lenguaje ¿Estas bien?

Trate de limpiarme las lágrimas y con quejidos tome mi brazo— No... me duele el brazo.

—Bien, vamos a la enfermería ¿puedes caminar? ¿cuál es tu nombre?

Al levantar mi vista me encontré a un hombre realmente gigante frente a mi, con esa barba y la panza daba por hecho de quien se trataba— Me llamo Camila...

Caminando a la enfermería hablamos sobre el incidente, Hagrid comentó que les había echado sal para alejarlas "es un truco viejo que siempre funciona" le expliqué como había huido y terminado en el bosque prohibido.

—Que cosa más fea —dijo en respuesta—. Eso es tener mucha mala suerte.

—¿Mala suerte? Tengo muchas historias de mala suerte, una vez caí sobre Harry Potter...

Al llegar en la enfermería nos despedimos amablemente y se fue por otro camino, en la camilla donde había estado esperando me lleve una gran sorpresa cuando la enfermera llegó.

Me lleva...

¡Oh! Yo te conozco, jamás olvido una cara... fechas si pero caras no.

La misma enfermera que me había atendido en el ministerio se encontraba trabajando en Hogwarts.

—Bien, creo que una poción bastará.

Arrugué mi rostro cuando me pasó un pequeño frasco, sin pensarlo dos veces lo bebí, sabía a diablo pero era de esperarse. La enfermera Patty me dejo ahí para que pasara la tarde y la noche, sin embargo a cada minuto que pasaba tenía mas y mas ansiedad por toda la situación.

¡Camila!, me asusté pensé que te habías muerto ¡¿Por qué me haces esto, no ves lo que he sufrido?! —mi hermano llegó y me abrazó— Te pasaste...

Ay... —me quejé cuando sentí presión sobre mi brazo— No, está bien, no me dejes sola y ya me aferré a él y comencé a llorar, temblaba como un pollito remojado y no sabia que hacer ¿qué de supone que tendría que hacer? Tenía 12 años.








Camila... ¿Qué está pasando en realidad?









Hola soy yo volviendo jejejjeje esto se está convirtiendo en una relación tóxica amiguitas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro