Un mal día.

Era una mañana muy linda y me termine de peinar para salir a la universidad. La verdad es que los días nublados me encantan, y no iba a desperdiciar este solo por mis compañeros de clase.
La mayoría de ellos son, ¿como decirlo?, unos completos idiotas que se dejan llevar por las apariencias. Así son ellos y no los juzgo.
Ellos han crecido con comodidades a su alrededor, que simplemente seria raro que no lo hicieran.
Las clases pasaron lentas y aburridas. No digo que mi carrera no me apasione, pero la verdad es que la carrera de derecho es muy extensa y si tus compañeros se la pasan preguntando una y otra vez por lo mismo puede que te llegue la monotonía.

Al término de las clases, conversé un poco con mis únicos amigos, Mark y Lucas. Ellos eran muy diferentes a los demás, sin prejuicios ni arrogancia. Tal vez por eso eran mis amigos y no tenia nada mas.

Llegué al trabajo, esta pequeña cafetería a la que la mayoría de la gente pudiente viene cada vez que quiere demostrar que tiene mas dinero que el de la mesa de a un lado, la cafetería L'Amore.

No me quejo, la verdad es que muchos de ellos dejan muy buenas propinas, y hay otros que no, pero necesito el trabajo y por supuesto no lo hago por hobbie.

Justo estaba por terminar mi turno, cuando escuché la campanilla de la puerta repicar. Era ella, la única clienta que venia con sed de humillar y no de té helado como los demás. Esa chica es especialista en hacer quedar en ridículo a cuanta chica le pase enfrente. Kate.

- Bienvenida al L'Amoure, ¿que desea ordenar?

La chica se quitó las gafas de sol y me fingió una sonrisa.

- Un latte de vainilla, con leche ligth y deslactosado. Ah y tres de azúcar.
- En seguida se lo traigo.

Le preparé el latte, aguantandome las ganas de escupir en él, o de introducir algún tipo de laxante , y se lo di a mi compañera para que se lo entregara.
Mi compañera, Hinata, es debilucha, escuálida y muy tierna kawaii. La muy infeliz tiene el cabello largo y lacio hasta la cintura, además de tener un tono azul intenso en él. Lo único bonito en ella son sus grandes ojos azules que llegan a un tono aperlado, sus dos grandes pechos y su timidez.

Justo antes de que la chica llegara a la mesa a entregar el latte a la maldita bruja, esta le mete el pie, haciendo que Hinata tropiece y el café salga volando por los aires, embarrando todo a su paso. Mi compañera en el suelo, retorciéndose del dolor (o de la vergüenza), lo único que intenta decir es un lo siento.

- ¡¿Acaso eres imbécil?! - grita una Kate enojada - ¡¡me has ensuciado todo el vestido!!

Es justo ahí cuando pierdo el juicio y mi cabreo llega al límite.

- La única imbécil aquí eres tú, yo vi cuando les has metido el pie para que se tropezara - le digo desafiandola.
- Serás estupida, ¿acaso crees que le metería el pie, para ensuciar un vestido tan caro?
- Por favor, no seas mentirosa.
- Este vestido vale más que tu vida, andrajosa.

Me río ante su intento de insulto, pues debo admitir que me han dicho cosas peores. Y para colmo, mi mala suerte llega junto con el gerente del café, Frank.

- ¿Que os ha pasao? - sí, es español, o al menos intenta serlo - ¿Pero que alboroto teneis?

- Frank, esta tipa me tiró el latte a propósito - este mira con enojo a Hinata - y luego esta - me señala - ha venido a insultarme por haberle reclamado.

- Eres una perra mentirosa - le digo casi matándola con las palabras.

- Señorita, le ruego nos perdone, esto no os volverá a pasar, ahora permitame traerle algo especial - le da una sonrisa y nos mira de nuevo - vosotras dos a mi oficina.

Cuando entramos a la oficina, me doy cuenta que todo se he ido por el caño. Le he dicho perra mentirosa, a la sobrina del dueño del café.

- Que querreis decir en vuestra defensa.

- Solo me tropecé y caí encima de ella, lo siento mucho.
- Eso también es una mentira. La muy perra cree que puede hacer lo que se le venga en gana solo por el hecho de que su tío es el dueño. Ella le metió el pie, joder, yo la vi.
- Hinata puedes retirarte - desconcertada mi compañera se va, sin saber que decir o que hacer - en cuanto a ti - se sienta detrás de su escritorio y entrelaza sus dedos - ya estoy cansado de que te metas en cada lío, siempre estais diciendo malas palabras y agrediendo a quien ose cruzar tu camino. Ya no queda más remedio - suspira - Estais despedida Alice.

*************************

Llego a mi edificio, jodida por mi mal día. El atardecer está en su plenitud, tiñendolo todo de rojo.

Al cruzar el recibidor, me encuentro con la dueña del edificio, y me temo que se lo que dirá.

- Alice, ¿te ha ido bien hoy? - niego con la cabeza - un mal dia lo tiene cualquiera, no te desanimes - me sonríe y ya se lo que dirá a continuación - No quiero incomodar, pero te recuerdo que ya debes tres meses de renta y hay gente que quiere tener tu departamento, éste fin de semana es el límite de pago. Que no se te olvide.

Muevo la mano mientras camino hacia el ascensor, cansada y abatida. Llego hasta mi departamento en el piso no. 9 y me dejo caer en los brazos de morfeo.

*****************************

Hola, bienvenidos a mi nueva nove. Estoy entusiasmada con esta por muchas cosas.
Si te gustó porfa dale a la estrellita de abajo y comenta de que país eres.
Si hay comentarios hay dedicatorias. Te agradecería mucho si compartes.

Un beso y un saludo. :3