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Diez

Una chaqueta ardiente.

(¡Poner play al video ya!)

Cuando el azabache salió del pequeño apartado, junto con su guardaespaldas se dirigió a la salida.

"Don't stop"

Inconscientemente, miró a la barra, buscando aquella chica que vió al llegar.

Mala suerte.

Pues solo estaba la rubia desabrida que lo había recibido al llegar. Era guapa, eso no podía negarlo, pero no tenía aquella cosa que le llamaba la atención de las mujeres.

"Don't stop"

Un poco decepcionado, llegó a la salida, no sin mirar sobre su hombro una vez más sin encontrar aquella mirada y se fue, deseando no hacerlo.

Cuando subió a su auto, su mente tenía la ligera certeza de que aquellos ojos habían estado anteriormente en su cabeza.

Habrá que investigar quien eres — pensó — Quiero saber todo de ti.

Arrancó, rumbo a su lujosa mansión.

************************

Salí de aquel pequeño lugar, aún desconcertada por la actitud de aquel chico. Era muy guapo, pero al parecer también era muy descortés,  algo que odiaba de la gente en general.

Llegué a la barra y miré a Ino.

— ¿Por qué traes eso puesto? — me señaló a la altura de los ojos y recordé que aún traía puesto el antifaz — ¿Y ese atuendo tan provocador? — si, aún llevaba el pequeño modelito —¿acaso es noche de disfraces?

"Won't stop"

— Lo siento, pero luego te lo explicaré — me quité el antifaz y me puse la camisa blanca encima — muchas gracias por cubrirme.

Regresé a mi puesto, no sin antes guardar los documentos que me había entregado el chico.

"Keepin' moving"

La noche estuvo muy divertida, conocí a mucha gente que Ino me presentó. Uno de ellos fue un tal Kiba que era Veterinario y muy divertido, la verdad es que siempre he sido muy reservada y por lo general no se me da mucho el platicar con la gente, pero con él me sentí como si fuera un viejo conocido.

La música que sonaba por todo el lugar era simplemente fenomenal, pues hacia que me dieran ganas de bailar cada vez más.

En mi cabeza aun estaban dando vueltas algunos detalles acerca de la cita anterior, incluso llegó a mi mente la posibilidad de que no pudiera cumplir con mi tarea y lo que podía pasarme por no haberlo hecho bien. Pero en aquel lugar y con aquella música, me sentía cómoda, como si estuviera en un ambiente ideal para mi, en pocas palabras, era un pez en el agua.

Los cuerpos agitados en aquel lugar, eran una clase de motor que impulsaba la fiesta.  Hacia ya mucho tiempo en el que no entraba a algún lugar así, y no era por que no me gustara, si no que simplemente no tenía con quien ir, o por que la mayoría de las veces, el tipo de música no era la que a mi me gustaba. Que equivocada estaba, ahora la música electro estaría en mi cabeza por mucho tiempo.

Cuando la hora de cerrar se acercaba,  me impresionó el hecho de que no tenía ni un poco de sueño, lo cual era extraño, pues mi meta en la vida era pasar mas de doce horas dormida sin interrupción.

Recogí mi área de trabajo y me despedí de mi compañera y jefe, y me disponía a caminar hasta mi casa cuando mi celular sonó.

— Bueno.
— Hola Alice — Naruto se escuchaba adormilado — ¿ya ha terminado el trabajo?
— Si, justo ahora estoy llegando a casa — mentí — ¿ha pasado algo?
— No, simplemente pensé que podía pasar por ti — se oyó un bostezo — ¿estas segura que ya has llegado a casa?
— Muy segura — hice sonar mis llaves apropósito — ahora debes dormir, descansa ¿vale?
— Está bien, te veo mañana.

Colgué el teléfono, y lo metí en la bolsa que llevaba.
En un momento escuché pasos detrás de mí, podía sentir que alguien me seguía, incluso sentía su mirada y respiración detrás mío.

¿Ahora que debo hacer?

Pensé en correr hasta la casa, y esconderme detrás de la puerta, pero eso sólo me traería problemas, pues sólo para entrar al edificio debo de utilizar dos llaves.

Después pensé en correr a la puerta más cercana y pedir ayuda, pero, ¿quién a las cinco de la mañana abriría sus puertas para mi? .

Entonces, me armé de valor, y en mi bolsillo busque algo que me ayudara a defenderme, y conseguí un desodorante en aerosol y un encendedor. Con eso lo prenderia en llamas.

*******************

Como todas las mañanas, Itachi se levantó muy temprano para hacer ejercicio. Esta vez, saldría a correr por las calles de la ciudad. Particularmente, le gustaba una parte en la que las pendientes eran muy pronunciadas, pues así quemaba más calorías que en una calle normal.

La música clásica sonaba en sus auriculares, cuando llegó a la zona ya mencionada, bajó del auto para comenzar su rutina.

Después de unos cuantos minutos de correr en la oscuridad, vio que una chica forcejeaba con un hombre mayor que ella.

No cabia duda de que estaba siendo atacada. Entonces decidió que debía ayudarle.

Pero de un momento a otro, la chica había prendido fuego al hombre, quien se había tirado al suelo para apagar su chaqueta.

Cuando Itachi llegó hasta donde estaban, ayudó al hombre a exterminar el fuego.

— ¿Está usted bien? — ella parecía asustada y preocupada — ¿Quiere que lo lleve al hospital?
— Estas chiflada — el hombre estaba ebrio — no eres más que una malcriada.
— Pues para empezar, usted me atacó — la preocupación iba desapareciendo y la ira comenzaba a salir — ¿Que demonios quería de mi?

El hombre de cabellos blancos se sonrojó.

— Verás, eres una persona muy linda.
— ¡Es un pervertido!
— Vale, tranquilos los dos — el peli-negro intentó calmarlos — ¿Está usted bien señor?
— Si, si, si, mi chaqueta es la que ha muerto, todo por esa loca.
— Muy bien, si sólo ha sido eso, le pido que acepte la mía.

Le entregó la chaqueta y el hombre la acepto sin rechistar.

— ¿Tu te encuentras bien? — Itachi miró a la chica y esta asintió.
— Gracias por ayudarme, la verdad es que no quise prenderle fuego, pero estaba muy asustada.
— No te preocupes, al parecer, a él sólo le importaba su chaqueta.

Ambos rieron mientras el hombre ebrio se alejaba cantando algo sin sentido alguno.

— Me tengo que ir, de nuevo muchas gracias.
— ¿Irás tú sola?
— Esto... la verdad es que no vivo muy lejos y no pasará nada.
— Permiteme acompañarte.
— No es necesario,  de verdad,  son sólo un par de calles, nada que no pueda manejar.
— Creo que en eso tienes razón, pero quisiera saber, como fue que se te ocurrió prenderle fuego a ese ebrio.

La chica se río ante el comentario, y en ese instante Itachi sintió el calor que provocaba su sonrisa. Minutos después, ambos caminaban entre los primeros rayos de la luz del sol.

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Capítulo dedicado a Xxxjust_girlsxxX....gracias x seguir la historia :)

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