Dormir con una extraña

Dedico este cap a MarieBlackSky y a music1cool, por comentar y votar, y por que sin esas pequeñas cosas que hacen yo no estaría aquí, gracias en verdad!

El azabache los observaba desde lejos, aquellos hombres llevaban tiempo esperándole.

- Por dios Itachi, ¿no pudiste haber llegado más temprano?
- Lo siento, ¿han esperado mucho?

Sin responder, simplemente le miraron fijamente.

- Bien, entonces, ¿que han decidido?
- Todos llegamos a la conclusión de que es un trabajo que podemos realizar, pues nadie vive con ella, y no es muy precavida, así que vale la pena.

Hidan le miraba. Y todos los miembros de la organización también lo hacían, pero nadie decía una sola palabra.

- Siendo honestos, no creo que sea un verdadero tesoro - mintió, era la primera vez que no deseaba robar algo - además ya encontraremos algo.
- ¿Piensas que no vale lo suficiente? - Deidara había colocado las manos sobre la mesa - si es eso, creo que no sera bueno para todos. Mi arte necesita capital y no pienso gastar mi tiempo en algo que no tendrá grandes ingresos.
- Yo les prometo que vale la pena - Sassori, quien miraba a la nada, interrumpió a Deidara - Ya he visto ese dije, y vale lo necesario para que todos participemos en el acto.

Itachi, fulminó con la mirada al pelirrojo, quien no tenía expresión alguna.

- Está decidido entonces - Nagato, por fin tomaba la palabra - Estudiaremos a la chica y este fin de semana, tendremos esa gema.

Casi todos se levantaron al mismo tiempo, excepto por dos chicos, quienes aún no movían algún músculo.

Pasaron unos minutos en los que quedaron en completo silencio.

- ¿Que es lo que te ocurre? - Sassori miró al azabache, intentando no sonar muy preocupado - ¿Acaso estas arrepentido de lo que hemos hecho?
- No, claro que no, gracias a ello existe la empresa familiar.
- Entonces, ¿que es lo que pasa?
- Es solo que esa chica ni siquiera sabe que tiene millones colgando de su cuello. Me siento mal por ella.
- ¿Es solo eso? - Sassori se hecho a reír - Creí que era algo más importante.
- Por dios, ella solo conserva ese collar por que era de su abuela, le guarda por cariño.
- ¿Estás seguro que es solo por eso?, no estabas así de sentimental desde...

Sassori no la nombró, sabía que para Itachi era difícil recordarla, pues no sólo estaba enamorado de ella, si no que estaba apunto de pedirle matrimonio cuando descubrió su engaño, con aquello una serie de problemas y conflictos se desataron el la vida del oji-negro.

El pelirrojo suspiró.

- ¿No será que estas empezando a sentir algo por ella?
- Sassori, por favor...
- Soy tu mejor amigo Itachi, deberías confiar en mí, además no tiene nada de malo enamorarte de nuevo - se levantó y giro su cuerpo, rumbo a la salida - Si ese fuera el caso, yo sería el primero en felicitarte.

Abrió la puerta y el sonido de la musica inundó la habitación.

- Solo, esta vez, promete que pase lo que pase, seguirás siendo en mismo Itachi.

Cerró la puerta tras de sí.

Ahora el azabache estaba en una situación bastante confusa, el sentimiento que inundaba su cuerpo era bastante extraño, incluso se asemejaba a aquello que alguna vez sintió por aquella chica. Sólo esta vez, tenía un presentimiento muy diferente.

"Yo, ¿Enamorado de nuevo?"

Se levantó de la silla y caminó hacia la puerta, antes de abrirla, recordó como se sentía estar enamorado, lo feliz que llegó a ser y como en un instante todo se fue a la basura.

Entonces, recordó que aquello ya era historia, y que la cuestión era completamente distinta, pues ya no era un ingenuo que creía todo lo que le decían, y Alice era completamente distinta de ella.

Salió de la pequeña sala en la que se había reunido con los demás miembros de Akatsuki, y las luces de neón eran lo único que le ayudaba a distinguir el camino que pisaba.

Pensó despedirse de Alice antes de irse, pero cuando llegó a la barra, observó a Shikamaru, el dueño del lugar.

- ¿En dónde está Alice?
- No lo sé, al parecer sé desmayó y sé la llevó alguien a su casa - Shikamaru le miró, y de inmediato notó una leve mueca de angustia - ¿De dónde la conoces?
- La conocí el otro día, digamos que es amiga mía.

Sin decir nada más, sonrió y salió del lugar, preguntándose, quién sé habría llevado a Alice y a dónde.

**********

El azabache condujo lo más rápido posible hasta la mansión, mientras lo hacía, llamó a su doctor, pues si bien Alice no parecía tener ningún golpe grave, quería asegurarse de que estuviera bien.

Cuando llegó, no pudo evitar fijarse en el auto que estaba estacionado en su cochera. Era el auto de Kakashi. Pasó una mano por su cabello, pues el hecho de que el abogado de la familia y representante legal de Sasuke estuviera en casa, no era una buena señal.

Abrió la puerta del auto y bajó el cuerpo de Alice, la cual parecía seguir inconsciente. Con ayuda de uno de sus mayordomos, la metió en la habitación de huéspedes.

Después de unos minutos en los que recobró la compostura, entró en el antiguo despacho de su padre, pues era un lugar que agradaba a Kakashi.

- ¿Cómo estás el día de hoy Sasuke?
- ¿Que es lo que necesitas Kakashi? - Sasuke contestó con la frialdad que lo caracterizaba - Sé supone que deberías estar en algún lujoso hotel del mundo.
- Yo me encuentro bien Sasuke, gracias por preguntar - soltó un suspiro detrás de la máscara - He venido por dos motivos, el primero es para supervisar las acciones de la empresa, y el otro - El peli-blanco dudó un instante, en el cual analizó la conducta del chico - Es por un encargo de tu padre.
- ¿Te llamó desde el más allá? - El sarcasmo resonó en cada letra de la oración - Deberías dejar de jugar a la ouija.
- Existen otros métodos para comunicarte con los muertos - el azabache giró la cabeza, enojado ante su tutor.

Antes de que la charla avanzara una chica irrumpió en la habitación.

- ¿Joven Uchiha? - Sasuke sin contestar, sólo le miró - Ha llegado el doctor.
- Hazlo pasar al cuarto de invitados.

Sin pensarlo dos veces, la chica sé fue corriendo por el pasillo.

- Tu padre no te conocía después de todo - Kakashi sé levantó del sillón y sé acercó a la cantina, sé sirvió un poco de ron y miró de reojo al chico del que había cuidado hace algunos años,mientras se quitaba la mascara- El creyó que nunca tendrías tiempo para las chicas y mírate, secuestras a doncellas indefensas.
- No he secuestrado a nadie.
- ¿ Y por que has pedido un doctor para una chica inconsciente? - bebió del licor dandole la espalda al peli-negro,después volvió a colocarse la máscara - Oh, ya entiendo, es tu novia y está embarazada.
- No, no, no, ninguna de las dos - Sasuke estaba notablemente sonrojado y agitaba las manos en señal de negación - sólo es una desconocida que tuvo un accidente y me pareció que lo correcto sería ayudarle.

Kakashi casi escupe el licor que acababa de introducir a su boca, pues aquella frase no encajaba con la persona que tenía en frente, ¿Desde cuando Sasuke sé había vuelto tan amable?, eso era algo imposible de creer.

- ¿Ahora vas recogiendo chicas necesitadas por el mundo? Eso si que ni tu te lo crees.

Sasuke puso mala cara, y sin querer aguantar un segundo más en aquella habitación, sé dió la media vuelta y justo antes de salir Kakashi le habló.

- Sólo ten cuidado, y deja de romper corazones antes de que rompan el tuyo.

Sin detenerse, Sasuke caminó hasta cuarto de invitados, en dónde el doctor casi terminaba de revisar a la aún inconsciente Alice, y sólo sé detuvo en el marco de la puerta, observando la piel de la chica, y el verla así lo hizo sentir en paz.

- Señor Uchiha - la voz del doctor lo sacó de sus pensamientos - Al parecer esta todo en orden, no tiene ninguna fractura o algo por lo que debamos preocuparnos, dentro de algunas horas aparecerán algunos moretones y marcas en su piel, pero con las medicinas que le dejaré será suficiente.
- ¿Por qué sigue sin despertar?
- Está sumamente cansada, creo que no ha descansado mucho y su mente y cuerpo necesitan tiempo para repararse, le recetaré algunas vitaminas para que su energía sé regenere en poco tiempo. Es todo, debe dejarla desansar toda la noche.

El doctor sé fué y Sasuke sé quedó en la habitación con Alice, a solas, y por primera vez quería dormir al lado de una desonocida.

Se quitó el traje y sé metió en la amplia cama, a un lado de Alice, después de un par de minutos, cayó en un profundo y confortable sueño.