Cada noche es costumbre que Mariana le lea a su hija Julieta para que pueda dormirse feliz. Sus historias son de fantasía, son de sueños, son de cosas que anhela que en algún momento puedan hacerse realidad.
Todas transcurren en un mundo lejano ubicado en alguna parte del universo, a millones de kilómetros de distancia del nuestro. En ese mundo todo es ideal.
No existe la violencia, todas las personas son pacíficas, y si tienen desacuerdos su solución es hablarlo. No existe la envidia,todos se ponen felices por los demás, la felicidad de uno es la felicidad de todos. No existe el egoísmo, todos piensan en los demás, hay empatia. Todos comparten sus cosas, todos se ayudan. No existe la mentira, todos son honestos, nadie miente. No existe la vagancia, todos se esfuerzan por lograr lo que quieren, todos trabajan. No existe la ignorancia, todos son muy estudiosos, se preocupan por aclarar sus dudas, por responder sus interrogantes, por investigar, por saber.
En ese mundo claramente pasan cosas de otro mundo.
A través de estas historias Mariana educa a su hija, le enseña valores, la motiva a soñar, a tener esperanzas, a pensar en algo mejor,  comparten tiempos juntas y lo más importante es que así se demuestran amor. 
Julieta ya sabe que el mundo en el que vivimos no es así, pero también sabe que con amor y perseverancia podrá aportar su granito de arena y lograr que sea un lugar un poquito mejor.

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Historia de Eliana 
Alumna de la EES N°4