Una Humilde Navidad
Este fanfic esta participando en el primer reto de la comunidad ~[FICS Pokémon Adventures]~ llamado #pokeChristmas.
Aqui les dejo el link de la comunidad:
http://aminoapps.com/c/fics-pokemom-adventures
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Era una tarde nevada, típico clima de los inviernos de la región de Sinnoh, en la gran mansión de la adinerada familia Berlitz se encontraba la integrante más joven de esta familia disfrutando de una cálida taza de té junto a su Empoleon mientras observaba a través de la ventana de su habitación cómo caía la blanca y fina nieve. Al terminar su taza de té la deposito en una mesita que estaba cerca de donde estaba ella sentada y topo con un calendario y se dio cuenta de algo.
-Oh, al parecer falta una semana para la Navidad- le comento la joven Berlitz a su Pokémon -¿Sabes? Nunca he tenido una agradable Navidad.-
--¿Empo?.- cuestiono el Pokémon al escuchar esa extraña confesión de su entrenadora ya que ella no era muy expresiva que digamos.
-Pues veras....- Platinum comenzó a contarle a su Pokémon como habían sido las Navidades que había vivido.
POV. Platinum
Cuando era niña mis padres y yo pasábamos las fiestas decembrinas en la gran mansión de mi abuela junto con mis primos y tíos, todo era una competencia para ellos por ver quién poseía más dinero, quién recibía más regalos y cuál de los obsequios era el mejor y el más ostentoso. Ahora que todos somos mayores la competencia cambio, debido a que al crecer nuestros gustos cambiaron y dejamos atrás los juguetes, por ver quién poseía mas joyas y cuáles eran las más valiosas a la vez que quien traía puesta la mejor ropa de diseñador.
Nunca he podido apreciar el verdadero significado de la Navidad, ese que aparece en las películas y cuentos navideños donde la alegría y el espíritu navideño inunda el corazón de las personas y los hace reflexionar y apreciar las cosas que tienen así como a las personas que se encuentran en tu vida en lugar de promover el consumismo y el egoísmo e inclusive en algunas ocasiones la envidia entre miembros de tu misma familia.
POV. Omnisciente
Platinum al recordar su pasado se puso a sollozar llevándose las manos al rostro, su Empoleon al ver triste a su entrenadora se acerco para abrazarla y consolarla, posteriormente alguien toco la puerta de la chica para su sorpresa era alguien muy especial para ella.
-¿Señorita? ¿Puedo pa....- Diamond al abrir la puerta y ver a su novia sollozando en el suelo corrió a abrazarla, haciéndose Empoleon a un lado -¿Estás bien Platinum?.- pregunto preocupado Diamond.
-Sí, no te preocupes estoy bien.- le contesto Platinum limpiándose las lagrimas con el torso de su mano para no preocupar a su novio.
-¿Estás segura?, estabas llorando- pregunto Diamond preocupado –sabes que siempre puedes contar conmigo para lo que necesites.-
-Bueno, está bien, te diré lo que me aflige.- se levantaron del suelo y se sentaron en un sofá que se encontraba en la habitación de la chica después Platinum comenzó lo que había vivido durante las épocas de fiestas decembrinas desde que tenía memoria.
-Me siento muy mal por todo lo que ha vivido señorita.- dijo Diamond dándole un beso en la frente a modo de consuelo.
-No te preocupes creo que con el tiempo podre superarlo.- le respondió Platinum a la vez que le daba un beso en la mejilla.
-Tal vez te sientas mejor si tratas de hacer una Navidad solo con tus padres sin esos familiares tan egocéntricos y egoístas.- le sugirió Dia a Platinum.
-Creo que no es una mala idea Dia, tendré que preguntarles durante la cena que opinan sobre eso.- comento Platinum llevándose la mano a la barbilla para pensarlo.
-Confió en que lograras convencerlos- le dijo él mientras se levantaba del sofá y le extendía una mano para que ella hiciera lo mismo a lo cual ella acepto –bueno si me disculpas me tengo que ir a trabajar.-
-No entiendo cómo es que siendo tan joven aun.- comento Platinum pasando sus dedos entre el pelo del chico, y era cierto a sus 15 años Diamond ya había conseguido su primer empleo en una pastelería en Ciudad Jubileo.
-Para mí no es trabajar si me pagan por hacer lo que a mí me gusta.- sonrió Diamond.
-¡Ji Ji! en eso tienes razón- rio levemente Platinum llevando su fina mano a su boca –eres mi chef estrella.- halago a su novio mirándolo a los ojos con una mirada llena de amor y ternura.
Estuvieron mirándose a los ojos por unos segundos hasta que Diamond deposito un tierno beso en los labios de Platinum que duro unos cuantos segundos.
-Tengo que irme ya si no quiero llegar tarde.- hablo Diamond al separarse de ella y procedió a caminar hacia la puerta.
-¡Suerte y éxito!.-
-¡Muchas gracias por sus ánimos señorita!.- le sonrió tiernamente a su amada.
-Ahm... ¡Diamond espera!.-
-¿Sí?.- el antes mencionado se giro al escuchar su nombre justo de antes de abrir la puerta.
-Gracias por haberme escuchado.- Platinum dijo estas palabras desde el fondo de su corazón.
Diamond solo sonrió y llevo una de sus manos a la altura de su estomago y la otra detrás de su espalda y se inclino un poco.
-Un caballero siempre está disponible para ayudar a su princesa.-
Platinum se sonrojo al escuchar tan tiernas palabras del azabache quien al haber dicho eso y ver la reacción de su novia salió de la habitación de la chica para irse a su jornada laboral.
Platinum al quedarse sola en su habitación empezó a idear su plan para decirle a sus padres su idea sobre pasar una Navidad solo ellos tres.
Durante la cena en la gran mansión Berlitz, en el comedor principal se encontraba Platinum y sus padres cenando y fue ahí cuando Platinum decidió poner en acción su plan.
-Mamá, Papá ¿Les puedo preguntar algo?.-
-Seguro cielo lo que quieras.- le respondió su madre quien estaba leyendo unos importantes documentos que tenia sobre la mesa.
-Pues quería preguntarles si podríamos pasar esta Navidad solo nosotros tres en la mansión.- Platinum estaba sumamente nerviosa por la posible respuesta que le dieran sus padres.
-¿Y a que se debe esta repentina pregunta Platinum?.- pregunto curioso su padre quien dejo de escribir en su laptop.
Los dos progenitores de la chica la miraban algo confundidos por la extraña pregunta que les había hecho.
Platinum les contó todo lo que había estado pensando durante la tarde, después de que les contara sus padres entendieron el porqué de su pregunta.
-Entendemos tu punto y creo que no es mala idea que pasemos una Navidad solo nosotros tres.- le dijo su padre.
-¿De verdad?.- a Platinum le brillaban los ojos de felicidad por la respuesta que le habían dado sus padres.
-Si, pero con una condición.- comento su madre.
-¿Cuál?.-
-Que tú organices todo ya que nosotros tenemos mucho trabajo que hacer.-
-¡Claro!, no será un problema para mí- dijo muy emocionada Platinum –si me disculpan iré a mi habitación a plañera todo.-y asi fue como Platinum fue a su habitación a hacer los preparativos no sin antes haberles dado un beso en la mejilla a sus padres.
Ya estando en su habitación decidió hacer una video llamada con Diamond para contarle que lo había logrado.
-Me alegro mucho por usted señorita.- le comento Diamond una vez que Platinum le conto lo que paso en la cena.
-Gracias Dia, oye ¿Por qué traes una toalla en tu cabeza?.-
-Oh, hoy fue un día muy pesado, hubo muchos encargos sin mencionar que antes de cerrar se metió un Starly en la cocina y cuando estaba tratando de sacarlo tiro un frasco de miel sobre mi así que llegando a casa me tuve que duchar JeJe.-
-Pero ¿el vidrio del frasco no te corto?.-
-No se preocupe señorita estoy bien solamente me cayó la miel y estoy algo cansado.-
-Si ya es noche, será mejor irnos a dormir así que descansa Dia.-
-Buenas noches señorita.-
-Buenas noches Diamond.-
-Ah y Platinum.-
-¿Si?.-
-Te amo.- sonrió enamoradamente el pelinegro.
-Yo también te amo Diamond.-
Y así fue como termino la llamada de esos dos jóvenes enamorados con una tierna y cursi palabra que demostraba lo que realmente sentían el uno por el otro.
Los días restantes a la Navidad Platinum estuvo haciendo los arreglos y preparativos para su primera Navidad en su casa, pero, un suceso repentino frustraría sus planes.
-¿Enserio tienen que irse precisamente hoy en Noche Buena?.- pregunto sumamente molesta Platinum.
-Lo sentimos mucho Platinum, pero nos avisaron que tenemos que ir a arreglar unos asuntos personalmente.- le respondió su madre.
-Hija en verdad sentimos que tengamos que irnos sabiendo que te esforzaste mucho para que pasáramos una gran Navidad.- le dijo su padre.
-Bueno eso ya no importa.- se encogió de hombros algo triste Platinum.
-Bueno tenemos que irnos ahora, así que adiós hija.- los progenitores de la chica se despidieron de ella y salieron por la puerta principal, dejando sola a Platinum en la gran mansión ya que al ser víspera de Navidad todos los empleados y sirvientes estaban en sus hogares.
Alrededor de las 6:00 p.m. Diamond había ido a la gran mansión Berlitz para desearles una Feliz Navidad a los integrantes de la familia así como entregarle su regalo de Navidad a Platinum pero grande fue su sorpresa cuando no vio a nadie en la mansión y fue corriendo a la habitación de a primogénita de la familia para ver si de casualidad estaba ahí y efectivamente ahí estaba ella llorando en su cama.
-¡Platinum! ¿Estás bien? ¿Qué te ocurre?.- pregunto muy preocupado Diamond acercándose a la chica. Platinum al sentir al chico cerca de ella lo abrazo y empezó a llorar en el pecho del azabache quien simplemente le acariciaba el cabello para tranquilizarla, una vez Platinum se calmo un poco le conto a Diamond lo que le había sucedido.
-Ya no llores por favor.- le dijo Diamond mientras le limpiaba las lagrimas con sus manos.
-Es que *snif* *snif* será la primera Navidad que pase sola.-
-Claro que no- sonrió Diamond por la idea que se le acababa de ocurrir –ven conmigo.- tomo de la mano a la adinerada chica y la llevo hasta la puerta de la mansión.
-¿A dónde vamos Dia?.-
-No se preocupe señorita, no pasara una Navidad sola.- y fue ahí donde Platinum se percato de que se dirigían Pueblo Hojaverde.
-¿Qué estamos haciendo aquí Dia?.- cuestionó la chica una vez llegaron al pueblo.
-Puede que no sea una fiesta con todos los lujos a los que estés acostumbrada, pero siempre nos juntamos todo el pueblo para celebrar Navidad, así que no hay problema si te quedas a festejar con nosotros.- le comentaba Diamond mientras caminaban por la calle principal de pueblo la cual estaba cerrada y en ella había muchas mesas con dulces, bebidas, comida e inclusive en el centro había un pequeño pino con regalos debajo y las guirnaldas decoraban de extremo a extremo la calle.
Platinum la paso de maravilla bailando y degustando los diversos platillos que había ahí, incluso participo en algunos juegos que organizaron los residentes.
A la media noche todos se abrazaron y se desearon una feliz Navidad y fue ahí donde Diamond le dio su regalo a Platinum.
-Señorita esto es para usted.- le entrego una pequeña caja a la chica.
Platinum abrió la caja en la cual se encontraba un collar hecho de una fina cadena de platino puro y un dije en forma de corazón hecho de un diamante de 24 quilates
-¡Diamond! es precioso, debió costarte una fortuna.-
-No es nada, solo es el empeño que he puesto en mi trabajo así como el gran amor que siento hacia usted.-
-Es perfecto, ¡Gracias Diamond!.- abrazo al chico el cual correspondió al abrazo.
-¡Oigan chicos! ¿Ya vieron lo que esta encima de ustedes?.- les grito Pearl.
-¿Uh? ¿Eso es muer....- Platinum fue interrumpida por los labios de su novio en un tierno beso.
Y asi fue como Platinum paso su primera Navidad en compañía de la persona que mas amaba y sin esos pensamientos negativos de su familia adinerada.
~FIN~
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