capítulo 41
Durante todo el camino de regreso a casa no puedo dejar de darle vueltas al asunto que mencionó Ricardo.
"Los cazadores están tramando algo, y creo que es algo realmente grande".
Esas malditas palabras no dejan de estar rondando por mi cabeza, ¿Y si realmente es algo grande?
- ¡joder! -. Golpeó con fuerza el volante causando que suene el claxon.
Necesito que Emma me de toda la información que sepa de ellos.
Narra Emma
me remuevo en la cama, estiro mi cuerpo y finalmente abro mis ojos. los rayos del sol ya entran por la ventada alumbrando todo el interior de la habitación. giro mi cuerpo y mi vista se dirige a una pequeña caja de color negra que se encuentra encima del pequeño buro. estiro mi mano y tomo la caja, no sé porque razón, pero esto me da mala espina.
cuando la caja ya, yace en mis manos desprendo el pequeño moño de color rojo y lo que contiene dentro me hace temblar; dentro ahí una simple gargantilla con mi inicial, y atrás de ella viene mi fecha de nacimiento, fue la medalla que me dio mi mama al nacer.
observo mejor la caja y no me sorprende ver dentro de ella una nota.
"Feliz cumpleaños hija. ¿Qué creías que me iba a olvidar de tu cumpleaños?, espero y te guste.
pronto iré por ti.
con cariño tu padre."
-esto no puede estar pasando, no puede ser-. tomo la medalla en mis manos y mil recuerdos llegan a mí.
creí que vendió la medalla, el día que me la quito, creí que la había vendido por alcohol, ahora veo que no fue así.
tomo todas las cosas y las guardo entre la ropa, donde nadie pueda verle.
-tengo que ver a Sebastián-. murmuro mientras me visto.
bajo las escaleras, entro a la cocina y enseguida victoria se hace presente.
- victoria, se encuentra Derek? -. pregunto con nerviosismo.
-no mi niña, pero que le ocurre no se ve muy bien.
-no es nada, solo...necesito hacer una llama, podría utilizar el teléfono del despacho de Derek.
veo como duda al principio, pero finalmente asiente.
-solo, procure dejar todo como esta, el joven Derek es muy ordenado.
-lo tendré, gracias victoria.
entro al despacho mientras busco el papel en mi sudadera donde contengo el número de Sebastián, el cual medio en caso de emergencia.
suena varias veces para finalmente responder la contestadora, vuelo a internar.
-responde por favor-. ruego.
-hola? -. suspiro al escuchar su voz.
-Sebastián soy yo, Emma-. Murmuró.
- Emma, hola ¿Cómo estás?, ¿Qué ocurre? -. pregunta con preocupación al oír mi voz.
-necesito verte, es... Es algo urgente-. mi voz tiembla un poco.
-que es lo que ocurre Emma, no te escuchas bien.
- no lo estoy-. respondo con sinceridad.
-te hizo algo Derek? -
- ¡no! no es eso, por favor ¿podrías venir? -. pregunto.
-claro en diez estoy contigo, pero podrías decir tan siquiera que pasa?
-es...es mi padre, ha vuelto.
[...]
paso varias veces mis manos con la tela de mis pantalones para limpiar el sudor.
me encuentro en la entrada de la casa-mansión en espera de Sebastián.
después de varios minutos los sonidos de las llantas de un auto se escuchan y el auto negro de Sebastián se hace aparecer. me levanto del suelo y me acerco a él.
-dime que ocurre Emma-. pregunta con la preocupación a flor de piel. No respondo simplemente tomo su mano y nos dirijo a mi habitación para estar más seguros.
Una vez dentro cierro la puerta y me dirijo al lugar donde escondí la caja, cuando ya la tengo en mis manos se la extiendo a él.
El la observa por unos segundos y finalmente la abre.
su vista se dirige a la nota y cuando lee el contenido su ceño se frunce y su mano libre se hace puño.
- ese imbécil de mierda-. murmura por lo bajo.
me acerco a él y me siento aun lado de él. - ¿crees que esto sea verdad? -. pregunto con la esperanza que diga que no.
- ¿quién más sabia de esta medalla? -. pregunta, pero lamentablemente nadie tenía conocimiento de esa medalla más que él.
niego con la cabeza. -nadie lo sabía más que el-.
veo como se frota el rostro con frustración y finalmente dirige su mirada hacia mí.
-tenemos que decirle a Derek, el sabrá que hacer.
-pero...
-tenemos que actuar rápido Emma, si él pudo meterse a tu habitación para poder dejarte este...- levanta la caja entre sus manos. -.. quiere decir que hay alguien más detrás de esto, la casa está vigilada las veinticuatro horas del día es imposible que alguien desde afuera haya entrado, esto lo hizo alguien que sabe muy bien donde duermes, y como poder llegar a ti.
sus palabras provocan que mi piel se ponga de gallina, pero lamentablemente tiene razón es imposible que haya entrado alguien desde fuera solo para dejar esto.
-tienes razón-. Indico. –creo que lo mejor sería que hablara de esto con él, pero no sé si le importe.
-claro que le importara Emma, esto te pone en peligro, no creo que quiera perderte y sobre todo pone en peligro a toda la manada, si tu padre...
-Clarke-. Corrijo.
- ¿Qué?
-así se llama-. Indico ya que no me gusta que se refiera a él como padre, porque él nunca lo fue para mí.
-lo siento, pero si Clarke tiene algo que ver con Walter, esto Emma, créeme que esta jodido.
-lo sé, lo que menos quiero es ponerlos en peligro a ustedes, por eso creo que tendré que hablar con Derek de eso-. Concluyo con nerviosismo.
-si quieres puedo estar presente.
- te lo agradezco Sebastián, pero creo que esto lo tengo que hablar a solas con él.
él muestra una pequeña sonrisa de lado para finalmente responder. –creo que es lo mejor-. Agrega.
Asiento y en ese instante no puedo evitar que mi mente empiece a buscar culpables, pero a pesar de darle tantas vueltas, me doy cuenta que no conozco a la mayoría de las personas que trabajan aquí, y no puedo evitar sentirme mal el solo pensar de culpar a alguien y estar en lo incorrecto.
- ¡Emma! -. Sebastián me vuelve a la realidad.
- ¿qué ocurre? -. pregunto.
-todo estará bien, creme que ni Derek, ni yo dejaremos que algo malo te pase-.
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¿quien sera el culpable?
Espero y les haya gusta el capítulo.
Besopos.
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