Al ver el lugar mi cuerpo se tensa por completo, esta repleto de gente y no cualquier gente la mayoría de los asistentes se ve gente refinada y de dinero se les ve a la forma de andar.

Caterin y erick bajan del auto y segundos después bajo yo sin esperar en vano que al me la abra. Erick se adelanta con caterin e ingresan al lugar, yo estoy indecisa en entrar o no entrar.

Finalmente me armo de valor y entro, cosa que haga que me arrepienta al instante, ya que todas las miradas se dirigen a mi y no precisamente por mi vestimenta, sino que saben que soy humana, su forma de mirarme lo demuestra, muchos me miran con asombro mientras otros me dirán con asco con repulsión, la misma mirada que varias veces e visto en el.

Al sentir sus miradas penetrantes bajo la mía de inmediato, me siento pequeña, indefensa ante todos ellos.

Me doy la vuelta sobre mis talones dispuesta a irme, pero al sentir la mano de alguien tomar la mía hace que pare mi andar.

Sus dedos se entrelazan con los mios con fuerza, pero sin lastimarme, su tacto es cálido, y no es necesario que voltee a ver de quien se trata ya que mi cuerpo solo reacciona a su cercanía.

—no pienses ni por un segundo que te dejare ir—. Sentencia.

—para que quieres que me quede, para ver como todos me miran igual que tu, para ver como me miran como si fuera poca cosa—. Susurro sintiendo como se forma un nudo en mi garganta.

—yo no te obligue a que asistieras ¿o si?—.

Guardó silencio unos segundos y después hablo.

—no pero...—.

—pero nada, te callas y fingiésemos que somos una pareja feliz, de acuerdo—.

—y por que tienes que fingir algo que no sientes?—. Pregunto y por un momento pienso que no va a responder.

—si el comité se entera que no lo somos, que no te quiero me quitaran del puesto—. Menciona.— y no quiero que por tu estúpida existencia arruinéis esto para mi—.

Más claro que el agua no es posible emma el solo te trajo para su conveniencia.

Un suspiro brota de mis labios y obligo a mis pies a caminar ya que el a empezado a caminar adentrándose hacia la gente.

Mi mirada esta fija en el suelo evitando a toda costa la mirada de los demás, no es necesario que voltee para comprobar que me están mirando.

Solo soy consiente de su voz a la hora de saludar a varias personas.

—vienes los del comité hací que actúa como si fuera el amor de tu vida—. Ordena.

Alzo mi rostro y a lo lejos puedo ver a tres hombres dirigirse hacia nosotros, mas que observar a derek me observan a mi y no precisamente con indiferencia sino que con asombro.

—derek, hijo que gusto tenerte aquí —. Saludo el mas grande de todos.

—el gusto es mi Ricardo —. Saluda muy amablemente cosa que me parece extraña.

—y como has estado muchacho?—. Pregunta un señor de baja estatura y bien conservado.

—mejor que nunca—. Contesta con una inmensa sonrisa.

Es la primera ves que lo veo sonreír tan abierta mente y la verdad se ve perfecto cuando sonríe.

—por cierto y esta preciosidad es el motivo de tu felicidad —. Indica el ultimo señor, el mas joven.

—exacto, ella es el motivo de mi felicidad—. Menciona dirigiendo su mirada a mi haciendo que me sonroje un poco.

No te omociones.

—mucho gusto señorita..soy Ricardo —. Saluda, extendiendo me su mano la cual yo estrecho sin dudar.

—un gusto y soy emma colton para servirle—. Contesto con cortesía y una sonrisa en mi rostro.

—mucho gusto señorita emma, mi nombre es Manuel para servirle—. Le regalo una sonrisa y repito la misma acción que con el señor Ricardo.

—ya,ya es mi turno de presentarme señorita, yo soy Francisco bomer, par servirle—.

—es muy hermosa derek, con todo respeto—. Menciona el señor Manuel.

—no es necesario que me lo menciones se de ante mano que es muy hermosa, para mi la mas hermosa de todas las mujeres—. Mi vista se dirija a el y por un remoto segundo me imagino que todo lo que dice es verdad que realmente cree eso de mi.

El también dirige su mirada a mi, veo como se acerca a mi y deposita un pequeño beso en mi frente, un acto que para mi es totalmente adorable.

—que suerte la tuya muchacho al encontraré una mate como ella, se nota que la quieres y ni hablar de ella, cada vez que mencionabas esas cosas de ella sus ojos brillaban, y la forma en la que te mira, muchacho ella te ama—. Asegura Ricardo haciendo que lo voltee a ver, de mi parte solo le regalo una sonrisa sincera.

—y lo hago—. Menciono, importando me poco la forma en que sentí como su mano se tenso bajo la mía.

—bien si nos disculpan nos debemos retirar—. Menciona Francisco .— un gusto conocerte emma, y derek me alegra que por fin estés superando lo te tus padres—.

Los veo desaparece, y en cuanto ya no son visibles derek suelta mi mano con brusquedad, se que no le gusto lo que menciono Francisco, su cuerpo se tenso de inmediato al mencionar esas palabras.

—te encuentras bien?—. Pregunto al ver lo tenso que se encuentra.

—solo calla te quieres, no hables, así sera mejor para mi creer que realmente no estas aquí —. Habla con los dientes apretados tratando de que nadie nos escuche.

Doy media vuelta y camino sintiendo su mirada clavada en mi, a unos cuantos metros puedo ver unos pequeños sillones, así que camino asta situarme enfrente de ellos y tomo asiento, coloco mis codos en mis rodillas y cubro mi rostro con ambas manos y frotó el mismo con desespero.

Siento como se sitúa a un lado de mi.

—no hagas eso—. Menciona.

Despego mis manos de mi rostro y lo volteo a ver.

—hacer que?—. Cuestiono al no entender el que de su petición.

—actuar así como si odiaras estar aqui—.

—no soy buena para fingir algo que no es—.

—hace unos momentos lo hiciste perfectamente—. Me recuadro lo que anterior dije.

El problema es que hace un momento no estaba fingiendo.

Nuestras miradas se cruzan por unos segundos asta que el la aparta de mi.

—iré por algo de beber.. no te muevas de aquí quieres—. Menciona.

Lo veo ponerse de pie y caminar hacia no se donde.

Cuando lo pierdo de vista por completo, me paro y camino hacia la entrada, dispuesta a salir un momento de aquí.

Al salir el aire fresco y frío se cuela por mis fosas nasales y hace que los pocos mechones que tengo sueltos se agiten un poco.

—si supieras cuanto necesito un abrazo tuyo mamá —. Susurro al viento como si ella pudiera escucharme, como si el viento hiciera que mis palabras llegaran hacia ella. —tengo tantas cosas que contarte, y si estuvieras viva no me crearías—. Una pequeña risa escapa de mis labios al imaginarme su rostro al contarle que los hombre lobo existen. —conocí a varios personas, son muy amables, me tratan bien, también conocí a un hombre su nombre es derek...el es..el es bueno solo que tiene un pasado difícil y por esas razones no me quiere, a pesar de que soy su mate, sabes que es mate?—. Pregunto como si fuera a responderme. —mate es la pareja que les envía la señora luna para vivir el resto de su vida juntos, sabes, me pareció una historia muy bonita, pero lastima que vivirla no sea lo mismo —. Indico.

Guardo silencio por varios minutos asta que unos gritos se hacen presente causando que mi pulso se acelere.

Me paro del césped y a paso veloz me dirijo de nuevo al salón.

Al entrar la gente corriendo se hace presente, toda la gente se empieza a montodar queriendo salir.

Con dificultad entro de nuevo, busco con la mirada a derek o a alguien que conozca pero no veo a nadie.

—¡son los cazadores!—. Escucho como gritan.

Con desespero lo empiezo a buscar asta que escucho su voz a lo lejos.

—¡EMMA!—.