VEINTIDÓS
Sí es actualización, no publiqué por error.
JK
Jimin se mantuvo en silencio todo el camino, podía sentir su cuerpo temblar, pero no le pedí más explicaciones cuando él claramente no podía ni hablar. Deposité un beso en su frente y después lo despedí en la puerta de su casa.
Me quedé con todas las palabras en la boca. La razón por la que había ido a buscarlo había sido para finalmente hablarle del problema con mis padres y que ellos querían hacerme contraer matrimonio, le diría todo, pero no pude, al verlo en ese estado supe que no era el momento y que tenía que arreglarlo por mi cuenta como debía de ser.
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—B-Buenos días —saludé al bajar a desayunar y sentirme confundido con la presencia de la familia de Sana en el lugar—, ¿a qué se debe la visita?
—Nada, sólo para pasar un rato con la futura familia de nuestra hija —contestó su madre con una sonrisa amable.
—Por cierto, hijo —habló mi padre—, ¿cómo está eso de que tuviste un pleito con el hijo de los Wang?
—¿Quién les ha dicho eso?
—Perdón, fui yo, amor, es sólo que lo comenté porque me preocupa que ese tonto termine viniendo hasta acá para molestarte —respondió Sana con sincera pena, suspiré y asentí con la cabeza.
Luego tomé asiento en la mesa y comencé a comer con pocos ánimos, tardé en notar las miradas de todos sobre mí, tal parece que querían escuchar toda la historia completa.
—No fue nada grave, sólo que se metió con un amigo mío y me molesté, en serio no fue nada —apreté los labios, aunque mi participación no había sido grande también dejaba tantas cosas que pensar.
—¿Se metió con Jimin? —preguntó mi novia preocupada, dudé en hacerlo, pero al final asentí—, pero si Jimin es tan pacífico.
—¿Quién es Jimin? —interrogó mi madre.
—Vino la vez pasada —contestó Sana—, era el chico rubio.
—¿Te metiste en una discusión con Wang por ese muchacho? No debe ser una buena influencia para ti —dijo la madre de Sana con preocupación—, ¿Cómo se apellida el chico?
—No, él es realmente muy pacífico y amable —hablé rápidamente—, también es muy respetuoso, tiene unas calificaciones perfectas y no se mete en pleitos, sólo que esta vez Wang fue grosero con él, Jimin estaba con alguien que no le cae muy bien a Jackson y sólo por eso se le fue encima, pero es una tontería, ya está arreglado.
No, no estaba arreglado, pero no podía dejar que siguieran divagando en el tema y quisieran saber más de Jimin, no sería bueno para ninguno de los dos. Llevé un bocado a mi boca para evitar que me hicieran hablar.
—¿Cómo han dicho que se llama el chico? —preguntó mi padre—, yo no lo he podido conocer.
—Park Jimin —respondió Sana por mí.
—Ya veo...
Aunque la plática cambió mi padre permaneció en silencio por un rato haciéndome sentir más ansioso de lo normal... ¿Tal vez él sí lo recordaba? Tragué saliva llevando otro bocado a mi boca mientras los demás en la mesa seguían con su plática, algo en todo esto no me estaba gustando mucho. Por eso cuando la cena terminó caminé hasta su despacho aprovechando su inusual presencia en casa.
—¿Puedo pasar? —le escuché asentir, entré a la oficina y tomé asiento frente a él—, quería hablar contigo si es que no estas ocupado.
—¿De? —su vista seguía en la computadora mientras tecleaba rápidamente.
—La boda —sus cejas se alzaron—, papá, sólo tengo 19 años, ¿cómo me voy a casar?
—En la familia Jeon siempre nos hemos casado temprano, no entiendo a qué quieres llegar, pensé que la amabas —continuó tecleando—, ¿o es que sigues con tus estupideces del pasado?
—¿Qué estupideces? —me miró fríamente dándome a entender todo—, ¿eso sería un problema?
—Sal de mi despacho, Jungkook, no quiero que vuelvas a venir solo para hablar de estas tonterías, deberías de estar más concentrado en los exámenes que en esto porque ya me enteré que tus calificaciones bajaron, también te voy a pedir que dejes ese trabajo de medio tiempo en el que andas, no tienes por qué estar trabajando, con lo que te damos tu madre y yo tienes más que suficiente —habló con un tono duro, apreté los labios—, y de ese tal Park Jimin, luego quiero que lo traigas para ver con qué clase de personas te juntas... Meterte a un problema por un mocoso, ¿pues qué no se sabe defender?
No podía discutir, siempre que comenzaba a reprenderme quedaba como tonto y me tragaba mis propias palabras. Asentí para después dejar la habitación, otra vez había fallado al enfrentarlo.
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—Anoche recogimos a Jimin de su trabajo y le pedí una cita —hablaba Rose emocionada mientras caminaba con Sana y conmigo—, él aceptó, es tan lindo y tierno.
—Debería de ser él quien te invite a ti —contestó Sana con burla.
—Es porque Jimin es penoso, pero aún así seguro que nuestra cita será genial, lo presiento.
Suspiré. Traía la vista en el celular disimulando no poner tanta atención en la plática que tenían. Después de que pasé a recogerlo de su trabajo él dejó de hablarme y de enviarme mensajes seguido, parecía muy metido en su trabajo.
—Trabaja mucho, ¿no? —preguntó Sana.
—Sí, no me concierne hablar de esto, pero tiene algunos problemas en casa —respondió Rose—, últimamente lo he visto más cansado, me gustaría ofrecerle trabajo en la empresa de mi papá, así no tendría que trabajar tanto.
—Ni siquiera conocemos a su familia, eso sería muy raro —dijo Sana riendo, apagué el celular.
—Yo creo que es muy amable de tu parte que te preocupes así por él —comenté—, eres una buena persona.
—Lejos de que me guste, es mi amigo también... Los amigos nos apoyamos, ¿verdad?
—Sería incómodo, Rosé, imagínate que tengan algo, luego todo acabe mal y él se quede ahí trabajando con tu papá, tendrás que verlo seguido... Por eso dicen que a los casi algo mejor no hay que relacionarlos con la familia.
—Supongo que tienes razón —susurró Rosé riendo en silencio.
No hubo mucho que pudiera decir al respecto, llegamos a la cafetería y el tema quedó en el aire.
—¿Y Jimin? —preguntó Rosé tomando asiento junto a los demás.
—Se quedó en la biblioteca a estudiar, ya sabes, cosas de raritos —contestó Jackson, lo fulminé con la mirada.
—Iré a entregar algo a un profesor antes de que se vaya y vuelvo —avisé para después ir en su búsqueda, algo me decía que las cosas no estaban bien.
Al llegar a la biblioteca tuve que recorrer muchos pasillos hasta llegar a él, se hallaba sentado en una mesa individual con el cuerpo recargado en la mesa y la cabeza escondida entre sus brazos, coloqué mi mano suavemente en su espalda para no espantarlo.
—¿Estás bien, Minnie?
—Deberías de estar en la cafetería —habló sin verme.
—Lo mismo digo de ti —me senté a su lado aún acariciando su espalda—, ¿estás bien?
—No... Me duele mucho el estómago y tengo sueño —se incorporó mostrando sus ojos llorosos—, estaré bien, vete.
—Vamos a la enfermería —acaricié su mejilla, pero mi mano se vio retirada por la suya—, hay estado muy mal, ¿qué sucede?
—No lo sé maldición —se encorvó de nuevo—. Solo vete.
—¿Tu mamá está bien? Si es por dinero buscaré la manera de ayudarte con algo, papá me hizo dejar el trabajo, pero podemos vender algunas cosas.
—¿Cuándo piensas contarme? —preguntó fríamente y se incorporó de nuevo—. El trabajo es una mierda, Yoongi se burla de mí porque creo que ya sabe todo, siento que nos vio, mamá no está mejorando de salud, Taemin insiste con su cariño por mí al igual que Rosé, pero lo que más me quema... ¿Por qué no me cuentas nada?
—¿Contarte qué?
—Ya... Hasta eso lo tengo que sacar yo, ¿no? —suspiró—. ¿Qué regalo vas a querer de bodas, Jeon?
Sentí un escalofrío invadirme al escucharlo preguntar aquello, se rio suavemente por mi expresión y volvió recargarse en el asiento con dolor. No planeaba que Jimin se enterara de esa manera, pero definitivamente una boda no iba a separarnos.
—Escucha, primero escúchame, por favor —negó con la cabeza retrocediendo en el asiento—, no me casaré, te prometo que arreglaré esto y no dejaré que me casen.
—¿Cómo demonios lo arreglarás, Jeon? ¿Les dirás toda la verdad? —permanecí callado—, lo supuse, todavía tienes miedo, nosotros no tenemos futuro, tal vez nunca lo tuvimos.
—No sé cómo, Jimin, pero lo haré, estaré contigo de alguna manera sin que tenga que ser a ocultas o una hora por día.
—Solo cierra la boca... —se abrazó apretando su estómago y se retorció de nuevo—, vete.
—Es suficiente —me puse de pie y lo levanté—, vamos a la enfermería, no puedes estar así.
Ni siquiera discutimos al respecto, debía dolerle tanto que no se opuso a ir, cuando estuvimos en la enfermería no tuvimos tanta soledad, pues a los pocos minutos Rosé ya se hallaba ahí cuidando de Jimin.
Aquí no éramos solo él y yo, habían tantos involucrados dentro de todo esto que saldrían heridos por nuestra culpa. Lo consideré en el momento en el que vi la expresión preocupada de Rosé mientras le preguntaba al doctor lo que Jimin tenía.
El final de la mentira estaba tan cercas.
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Disculpen la desaparición, estoy escribiendo otro fanfic llamado Stardust Lover, que pueden encontrar en mi perfil, es una historia compleja así que me he dedicado mucho a ella los últimos meses aunque no tenga apoyo, por eso no he estado aquí.
Les invito a leerla para que no se aburran de esperar actualizaciones de "Una hora", jaja, si me ayudan a llegar a 1k allá, actualizaré el Miércoles aquí, es promesa.
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