JM

—Sí, esta mañana desayuné bien.

—Me alegra demasiado —escuché al otro lado del teléfono—, ahora que vas a empezar a trabajar necesitas tener más energías que nunca, hablo enserio, Jimin, si te sientes muy presionado puedo contratar de una enfermera que cuide a tu madre.

—No, Taemin, realmente no es necesario, estaré bien.

Me gustaba demasiado hablar con él, siempre que lo hacíamos me animaba demasiado y eso me daba energías en mi día a día. Tras unos minutos más finalmente colgué a la llamada y caminé hasta la mesa donde solíamos sentarnos. Jackson ya estaba ahí, su atención estaba en su celular, me senté discretamente y mantuve el silencio, estar solos los dos definitivamente no era cómodo. Saqué un libro que desde hace poco estaba leyendo y me puse a leer tratando de ignoralo, rogaba mentalmente por que Jungkook, Sana o Rosé llegaran pronto.

—¿Qué harías si te dijera que Jungkook está engañando a Sana? —fruncí el ceño un poco confundido, cerré el libro—. ¿Lo creerías?

—Bueno, cada día haces suposiciones más raras, primero estabas con que soy gay, ahora que Jungkook engaña a Sana. No podría creerte.

—Sería más raro si pensara que Jungkook engaña a Sana contigo, ¿verdad? —la manera en que lo dijo me hizo sorprender, por unos segundos me sentí atacado, no fue sino hasta que aligeró su expresión que me relajé. Sólo me reí al igual que él, risas para esconder las mentiras, como siempre—. Te quiero confesar algo, de amigo a amigo, aunque dudo que tengamos una amistad, esto no lo puede saber nadie.

—Soy un hombre de palabra, Jackson, puedes decirme lo que quieras.

—Perfecto. Te lo diré el viernes, cuando vayamos a festejar tu nuevo empleo.

—Seguro.

"Fistijir ti niivi implii", ni siquiera estaba en mis planes tratar de celebrar algo, sólo quería un poco de paz, ahora entendía porqué Jungkook evitaba todo contacto con este tipo.

Los chicos fueron llegando y se sentaron en las sillas, Rosé se sentó junto a mí como de costumbre y Jungkook se sentó a mi otro lado.

—Compré esta camisa ayer —dijo Rosé señalando la que traía puesta—. ¿Te gusta?

—Claro, el color te sienta bien —sonreí—. Me gusta.

Un sonrojo apareció en su rostro, ambos reímos un poco, dirigí la mirada discretamente a Jungkook, se notaba distraído y su semblante era serio, no hablaba ni siquiera con Sana, sólo movía el agitador de su bebida y miraba por la ventana. No tardé en idear una excusa para alejarnos de la mesa y acabar caminando por la avenida en busca de un supuesto puesto de helados.

—¿Estás bien? —pregunté.

—Sólo pienso.

—¿En?

—Cosas.

Rodé los ojos por sus respuestas cortantes, era obvio que algo no estaba bien y no tardaría en averiguar de qué se trataba, Jungkook era un poco malo guardando secretos, tarde o temprano tendría que decirme, por cuanta propia o por obligación.

—Jackson está muy extraño —comenté—. Me hizo suposiciones raras otra vez, tengo miedo de que...

—Sinceramente no sé qué se trae ese tipo, comenzó a atacarme apenas me acerqué a su grupito de amigos, antes no era así... de hecho pienso que... —pareció pensar en lo que iba a decir, pero después comenzó a reír suavemente—. Olvídalo, iba a decir algo casi tan tonto como las cosas que él dice.

—No es tan tonto pensar en que nosotros somos pareja porque al final es verdad.

Permaneció en silencio al igual que yo. No seguimos hablando más de lo necesario, sólo compramos los helados y regresamos con los chicos a seguir la misma falsa rutina de siempre.

°

•

°

•

°

•

°

Terminé de ponerme el uniforme, me vi discretamente en el espejo y después guardé mis cosas en el casillero, hoy empezaba mi sencillo trabajo en este restaurante prestigioso, podía escuchar claramente la música clásica sonando arriba, cerré los ojos e imaginé que yo era una de esas personas que estaban sentadas en alguna mesa vistiendo un traje elegante de alta costura mientras desgusto un platillo costoso sin importarme la cuenta.

—Joven Park, deje de fantasear y vamos arriba —regañó uno de los meseros.

Cerré mi casillero y corrí escaleras arriba detrás suyo. Al llegar anonadado observé la manera rápida y ágil en la que se movía el personal dentro de la cocina, el ruido de la comida sazonandose, el exquisito olor de los fantásticos platillos, la calidez de la cocina. Me dirigieron hasta los fregaderos y me explicaron brevemente cómo usar cada máquina y dónde acomodar cada traste. Realicé mi tarea con concentración, los platos se sentían muy finos. Todos trabajaban arduamente aquí, es cierto que frecuentemente se formaba un gritonerio entre los cocineros y los meseros, pero todo parecía funcionar bastante bien. Un joven pálido que parecía mayor que yo se adentró a la cocina vistiendo un buen traje azul marino, tenía una mirada atemorizante que al primer contacto te sacaba escalofríos, todos comenzaron a trabajar en lo suyo en silencio exagerando algunas acciones, él debía ser el gerente.

—¿Eres el nuevo? —preguntó una vez quedó junto a mí.

—S-Sí...

—S-Señor, él es el recomendado por Lee.

—Vaya... —una sonrisa ladina se formó en su rostro—. Espero no te hagas mediocre sólo por creer que tienes contactos, de una vez te lo hago saber, la gente lenta no tiene lugar aquí, ¿escuchaste?

—S-Sí, señor.

—¿Crees que alguien como tú tiene la capacidad suficiente para estar aquí? Este no es un lugar cualquiera.

—La tengo...

—¿Realmente podrías pasar toda la tarde lavando sin romper ni un sólo plato?

—Haré mi intento.

—Bien, sigue haciendo tu trabajo, lavaplatos —dijo casi con burla.

Abandonó la cocina e inmediatamente todos comenzaron a mascullar cosas. No presté atención y decidí enfocarme en lo mío, este trabajo lo cuidaría muy bien, así tuviera que cancelar salidas y tomar horas extras yo intentaría trabajar aquí hasta poder tener una economía más estable. Después de todo Taemin me había conseguido la oportunidad y yo no lo iba a decepcionar otra vez.

—Lavaplatos, ayuda a picar esas verduras.

—Sí.

—Terminando lava esta máquina, por favor.

—Enseguida.

Y bueno, pasé la tarde con más labores de las que creí tener, pero intenté mantener una actitud positiva hasta el final del día. A eso de las once de la noche pude terminar, saqué algunas bolsas de basura ayudando al personal de limpieza y después fui a mi casillero para cambiarme de ropa y tomar mis cosas.

Saliendo del restaurante me encontré con los amigos de Jungkook esperándome, apreciaba un poco el detalle, no eran malas personas, pero sus ideas simplemente no iban con las mías y eso arruinaba todo.

—¿Qué tal estuvo tu día? —preguntó Rosé dulcemente—. ¿Te trataron bien?

—Todos siempre están muy concentrados en lo suyo, pero el personal de limpieza es muy amable conmigo.

—Eres un chico guapo y tierno, seguro que muchas chicas se te quedan viendo cuando estás ahí —comentó una chica con una sonrisa traviesa.

—Oh, ni siquiera es para tanto, ya no me arreglo demasiado por falta de tiempo.

—Los hombres no tenemos porqué arreglarnos, tenemos el porte desde que nacemos —respondió Jackson con burla.

—Los hombres también pueden arreglarse —defendió Rosé con un pequeño puchero en el rostro, le regalé una sonrisa y comenzamos a caminar.

Estos últimos días no había tenido ni el tiempo ni la intención de verme unos segundos en el espejo y arreglarme un poco siquiera para subirme el ánimo, mi ego había muerto con el tiempo, lo único que usaba ahora eran unos sencillos jeans claros y una camisa de cuello redondo de un anticuado color marrón, nada del otro mundo.

¿Aún con el look más sencillo seguiré siendo atractivo para él?

Apreté los labios con la nueva inseguridad en la mente, agaché la mirada y pensé un poco en los últimos días, Jungkook últimamente se comportaba demasiado raro y mientras hablabamos él sólo se quedaba pensando con una mirada lejana en los ojos. Tal vez yo estaba igual.

—¿Qué piensas, Jimin? —preguntó Rosé.

—En nada, no te preocupes.

—¿Estás preocupado por Jungkook? —apreciaba que ella fuera tan observadora, pero también le temía a ese rasgo.

—Sí... últimamente ha estado muy distante de nosotros y cuando le pregunto si sucede algo no me dice nada, me estresa.

—Ya veo, mira, yo hablé con Sana... —bajó su tono de voz, estabamos caminando un poco más lento que los demás para ir atrás—. Esto es secreto, ¿ok? No menciones nada.

—No lo haré —elevé mi meñique y lo junte con el suyo—. ¿Qué te dijo?

—Sabes que Sana y Jungkook ya llevan un rato con su relación, también ambas familias son muy cercanas y eso.

—Ajá.

—Bien, pues los padres de ambos están pensando en juntarlos totalmente.

—¿Una boda? —abrí los ojos un poco más de lo normal por la impresión, cubrí mis labios con la mano izquierda mientras la itra sostenía la suya—. ¿Cómo crees?

—Te lo juro, ambas familias están muy decididas y están organizando todo, pero Sana está muy desanimada porque siente que Jungkook no se quiere casar. No es por nada, pero aquí entre nosotros, ella sospecha que Jungkook la engaña con alguien. Todo esto suena muy mal, ¿no? ¿Tú crees que Jungkook realmente esté en una relación con alguien más? No se ve que sea de ese tipo de personas.

—Yo... Lo dudo, Jungkook nunca haría algo así, todo se solucionará pronto, no pensemos en eso, ¿sí? —revolví su cabello, ella asintió con una risita.

¿Si yo me sentía así de mal por la nueva noticia entonces cómo habría de sentirse él?

———

Ya no voy a prometer actualización pq luego no actualizo):