
CAPÍTULO 81: Me encuentro mal
Tengo una sensación extraña desde que los inversores de Leyla y Zoe han llegado. Este tal Matheo y su hermano Thiago no me dan buena espina. Lo veo hablar y me entra angustia. Hace demasiadas preguntas…
Presiento que tienen algo oscuro, no me gustan, y me resulta familiar, sé que lo he visto en alguna parte antes.
Espero equivocarme por el bien de Zoe y Leyla…
- Cielo, ¿Estás bien?- Estoy tan absorta en mis pensamientos que no oigo a Miguel- Greta, te estoy hablando.
- Perdona, ¿Qué me decías?
- Te preguntaba si te encuentras bien, pero ya veo que no… ahora me explicas ¿por qué?
- Sólo estaba pensativa…
- Eso lo he notado…
- Estos tipos no me gustan.- susurro
- Bueno, ¿y si te digo que a mí tampoco?. Pero supongo que es porque lo veo un poco sobrado…
- Supongo, debe ser eso…
- tranquila, y disfruta de la cena.
- Sí- me atrae hacia él, y me besa en la frente.
- ¿Bueno que os parece el menú?- dice Zoe
- Zoe, está increíble, cada plato es una fiesta en el paladar, me encanta. Vais a ser un referente culinario en esta ciudad, vais a tener mucho éxito- dice Úrsula
- Sin duda, y eso nos es rentable a los cuatro, si a vosotras os va bien a nosotros también.- Dice Matheo.- Supongo que ahora os vendréis a nuestra inauguración, ¿no?- nos pregunta mirándonos .
- Sí, iremos un rato. -dice Ale.
- Perfecto, pues nos vemos allí, nosotros nos vamos, que en un rato tenemos que abrir.- dice, haciéndole una mirada a Thiago para que se levante.
- Sí, creo que ya hemos estado mucho rato y nos espera nuestro personal para darles las últimas órdenes de funcionamiento. Gracias a todos ha sido una comida interesante. – dice Thiago
Se levantan y salen del restaurante.
Me siento cómoda cuando por fin cierran la puerta al salir.
- Bueno ¿chicas que os parecen?- pregunta Leyla, no quisiera contestar, más que nada por que no quiero tener que mentirle, aunque tampoco puedo basar mi opinión en un presentimiento…
- Bueno, son tipos de negocios, y por lo que han contado se han hecho a ellos mismos ya que no tuvieron una buena infancia, por lo que quizás hace que se vean tan arrogantes.- suelta Úrsula sin respirar…
- ¿No os han caído bien?- pregunta Zoe
- No es así, simplemente hemos estado con ellos un rato, no podemos formarnos una idea adecuada- dice Alejandro salvando la situación como siempre.
- Además por lo que han contado no deben ser demasiado sociables.- apunta Miguel.- Parecía toda la conversación muy forzada. Pero como he dicho debe ser por que jamás han salido de su círculo de hermanos.
- ¿Y tu Greta, no dices nada?- me dice Leyla.
- Pienso lo mismo que ellos, no me puedo hacer con una opinión sin conocerlos, y por su manera de ser, vamos lo que se ve a primera vista, no son fáciles de conocer, bueno Thiago parece más accesible que Matheo.
- Bueno eso puede ser que sea porque Thiago siempre fue al que cuidaron y Matheo fue el que tuvo que cuidar- me dice Úrsula, ella siempre ve lo bueno de las personas, es muy analítica.
- Seguramente sea eso…- contesto.
- La verdad, es que hoy se comportaban de otra forma, con nosotras siempre han sido más cercanos.- dice Zoe
- Bueno, quedaros con eso, vosotras los conocéis mejor.- dice Úrsula – Nosotros tenemos que conocerlos mejor para daros nuestra opinión.
- Bueno, ¿os vais a venir a su inauguración?- pregunta Leyla
- Sí, claro. Cuando digáis nos vamos.- dice Miguel.
- Voy a decirle al personal que nos vamos que se encarguen de todo que iremos pasandonos.- dice Leyla
- Sí, yo también voy a avisar en cocina.
- Vale, os esperamos fuera.- dice Miguel
Nos levantamos y salimos del restaurante. La entrada del local está repleta de gente, parece que hay mucha expectación por ver la nueva discoteca de moda.
La verdad, es que lo han organizado muy bien, en principio me pidieron el teléfono de Cristina, la chica que hace el espectáculo de Tina Turner, al final tuvieron que contratar a un Dj para que pinchara en la calle para amenizar la espera por que ella tenía un bolo contratado para este día.
- Leyla tiene buena mano para este tipo de eventos, ha hecho un gran trabajo.- dice Miguel
- Sí, es una mujer muy capaz aunque su padre se empeñe en hacerla de menos.- dice Úrsula
- No entenderé nunca el comportamiento de su padre hacia ella- dice Alejandro
- Bueno, es un hombre con ideales machistas, siempre ha menospreciado a su mujer y a su hija por ser mujeres. Y alaba todo lo que hace el Hermano de Leyla… si el supiera…
- ¿Sí supiera qué?- pregunta Ale
- Pues que Tom es gay…
- ¿Qué dices?- dice Miguel
- Sí, Tom se lo dijo a Leyla, porque aunque el padre haya querido levantar una “rivalidad” entre ellos, siguen siendo confidentes. Y él se lo contó a Leyla pero le pidió que porfavor no se lo dijera a su padre por que temía su reacción. Y con razón. Así que lo lleva en secreto…
- ¿Pero el padre no sospecha?
- No, por que Tom se ha creado una imagen de mujeriego al que ninguna mujer puede atar, vamos el ojito derecho del señor Larsen.
- ¡Madre de dios… que mentalidad más cavernícola!- exclamo
- Si, pero es muy habitual en ese estatus social…- dice Miguel
- Pero en algún momento se descubrirá…- advierte Alejandro
- O no, mientras no le pida que se comprometa… aunque aún así puede hacer un matrimonio de conveniencia y complacer a su padre.
- Que lástima también, no poder vivir tu vida como realmente quieres.- digo
- Sí, pero si quieren mantener la herencia tienen que tragar… y Leyla y Tom han llegado al acuerdo que cuando su padre fallezca lo repartirán todo al cincuenta por ciento diga lo que diga el testamento, si no estuviera así estipulado, Tom le haría una donación y un acuerdo de poderes para que ella también pueda tener voto en la empresa familiar.
- Al menos…- dice Miguel
- Chicos ya podemos ir- se escucha la voz de Zoe detrás de nosotros, nos giramos en su dirección
- Genial, vamos entonces- dice Alejandro
- Lo que hay un montón de gente en la cola…- dice Úrsula
- No tranquilos nosotros tenemos el pase para entrar directos sin esperas- dice Leyla
Entramos en la sala, está llena. Miro alrededor esta de orada con muy buen gusto.
Pasamos la zona de conteo y oigo las primeras notas de una canción que me trae recuerdos, mi estómago se encoge… imágenes del pasado vuelven a mi mente, imágenes que creía tener superadas.
Me mareo, cuando oigo a Beyonce cantar Halo, pierdo la estabilidad de mi mente y mi cuerpo.
Me apoyo en Miguel, me falta el aire, se que me está hablando pero no le oigo. Sólo oigo las palabras de Diego la primera vez que oí esta canción
[Era el día que cumplíamos seis meses juntos, Diego reservo una habitación de hotel y me llevó a cenar a un restaurante.
Cuando llegamos a la habitación puso una play list en su teléfono y sonaban canciones mientras nos besábamos y desnudábamos. Lo hicimos y cuando terminamos empezó a sonar la canción Halo, de Beyonce.
-Greta, te amo- me decía mientras me acariciaba y abrazaba debajo de las sábanas, era la primera vez que lo hacíamos. – Espero que te haya gustado… Quiero que recuerdes siempre este momento y está canción, yo nunca la voy a olvidar.]
Esas palabras resuenan en mi mente, no puedo creer que ese mismo fuera el que doce años después me traicionara y después me secuestrara y abusara de mi sin piedad… Las lágrimas brotan de mis ojos…
- Greta, cariño…- Miguel insiste, pero estoy inmovilizada.- Greta…
- Mi… Miguel… ¿Po… podemos irnos por favor?- logro decir en un hilo de voz.
- Claro, amor. Vámonos.- Me coge de la cintura- Chicos, Greta esta indispuesta, nos vamos a casa.
- Greta ¿Qué te pasa?- Me pregunta Úrsula, quiero contestar pero mi voz no sale… hago otro intento…
- No… no sé, de pronto me he sentido mal…
- Iros y descansa- dice Leyla
- Disculpadnos con ellos, ya vendremos en otra ocasión a tomar una copa.- dice Miguel
- Os llevo, que no tenéis el coche- dice Ale
- No, tranquilo. Ahora pediré un taxi, así le da el aire un poco mientras esperamos. Le contesta miguel
- Como quieras. Si, necesitáis algo, me llamas Miki.- dice Ale. – Greta descansa y tomate algo para encontrarte mejor.
- Gracias.
Salimos del local. Miguel está atento a todos mis gestos y movimientos. Pero no dice nada.
- Miguel, lo siento…
- ¿Por qué lo sientes?, no seas tonta… Te has sentido mal… y si te soy sincero, no me apetecía demasiado quedarme. Pero cuando quieras me dices que te ha pasado.
Asiento y esperamos a que llegue el taxi en silencio mientras él me abraza y me reconforta.
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