CAPÍTULO 78: La inauguración
Son las cuatro y miro a Miguel a ver si da la señal para irnos, esta enfrascado en su ordenador como siempre.
- ¿Miguel?- llamo sin alzar la voz.
- Dime Greta. - me contesta mirando su reloj- Uyy, pero si ya es hora de irnos, termino de enviar este correo y nos vamos.
- Ok.
Empiezo a recoger mi escritorio y prepararme para cuando diga de irnos.
- Miguel, voy a ver un momento a Úrsula mientras te espero.
- Ok.
Cojo mi bolso y chaqueta y salgo del despacho.
- Úrsula
- Greta, ¿Ya os vais?
- Si, quiero pasar por el hospital a ver un rato a mi madre y después iremos a arreglarnos. ¿Tu no te vas?
- Sí, pero me ha llamado Alejandro que vendrá a buscarme en veinte minutos. Así que mientras aprovecho para terminar cosas.
- ¿Cómo quedamos? Vamos los cuatro juntos o quedamos allí directamente.
- Pues no sé, como queráis. Podemos pasaros a buscar y así si ellos beben yo puedo coger el coche.
- Pues sí, coméntaselo a Alejandro y me dices, así yo le digo a Miguel.
- Vale, pues luego te digo.
Se abre la puerta del despacho y sale Miguel.
- Greta, ya podemos irnos.
- Ok. Nos vemos luego Úrsula.
- Hasta luego Úrsula.
- Hasta luego chicos.
Salimos de la editorial y cogemos el coche.
- Miguel, vamos un momento al hospital, quisiera ver a mi madre. Hoy pasaba el médico.
- Ok. Vamos.
Vamos al hospital y mi madre esta dormida, le han estado haciendo un montón de pruebas y esta muy cansada. Mi padre nos cuenta que seguramente el lunes le den el alta, que está mucho mejor. Que puede hacer reposo en casa y que cada día vendrá un medico a visitarla.
Estuvimos una media hora con ellos y nos fuimos a casa.
Al llegar nos metimos en la ducha y aunque teníamos prisa no pudimos contener nuestro deseo.
- Nena, apoya tus manos en la pared.
- Miguel, tenemos prisa...
- Apoya... tus... manos.. en la... pared...
- Esta bien...
Hago lo que me pide levanto los brazos y apoyo mis manos en la pared , él me indica que abra mis piernas y empieza a acariciar mi entrepierna. Y cuando nota que ya estoy lista para él me penetra una y otra vez hasta derramarnos el uno en el otro.
Salimos de la ducha y nos vestimos.
He elegido un vestido de corte americana ejecutiva con la parte de la falda de vuelo en color beige de cuadros zapatos de cuña en el mismo tono del vestido. El pelo suelto y un collar de cadena guerra y un brillante colgando. Miguel se pone un traje negro con camisa negra con la parte superior desabotonada.
Suena mi teléfono es un mensaje de Úrsula.
" Greta, pasaremos a buscaros a las seis y media. Te aviso cuando salgamos del parking"
Le contesto.
" Vale, ahora le digo a Miguel. Gracias. Hasta ahora "
Me acerco a Miguel que esta en la cocina sirviéndose un vaso de agua.
- Miguel, Úrsula y Ale pasarán a buscarnos a las seis y media, así tu no tendrás que coger el coche.
- Vale, yo casi estoy.
- Perfecto
Miro el reloj, son las seis y diez, así que tenemos tiempo aún. Busco mi abrigo de paño beige a conjunto con el vestido.
Salgo del cuarto, me siento en el sofá a revisar mis redes sociales mientras espero a que Miguel acabe. No tarda en llegarme un mensaje de Úrsula.
" Ya salimos del parking, os esperamos aparcados en la entrada."
Le contesto.
" Ya bajamos"
Miguel entra en el salón.
- Miguel acaban de salir, nos esperan abajo en la entrada.
- Pues vamos así no nos esperan.
Cojo mi abrigo y bajamos. Les vemos llegar, paran el coche y nos subimos.
- Buenas pareja.
- Hola Ale. ¿Te quedarás este fin de semana?
- Me quedaré esta semana, el miércoles tenemos visita en el ginecólogo. También tengo que resolver algunos asuntos y con Miguel nos reuniremos para revisar papeleo de la editorial.
- ¡Genial!
Llegamos al restaurante de las chicas. Han decorado la entrada con arreglos florales en forma de arcada.
Llamamos a la puerta y nos abre Leyla. Va vestida muy elegante a la par que sexy con un vestido corto ceñido con corsé con transparencias en tono esmeralda y su larga melena suelta.
- ¡Leyla, estás guapísima!
- Gracias, vosotros también estáis espectaculares. Venid os enseño el local.
Seguimos a Leyla mientras nos muestra cada rincón del restaurante. Es precioso y con un estilo muy moderno a la par que elegante. La sala principal es muy luminosa con varios ambientes pero en las mismas tonalidades blancas y cromadas.
Después nos lleva a unas salas de reservas para pequeñas celebraciones decoradas del mismo modo. Y cuando llegamos a la cocina vemos a Zoe dando órdenes a los cocineros. Está impresionante con un vestido corto ceñido en rojo y se ha alisado su melena.
- Chicos, ¿ya estáis aquí?. Que alegría. ¿Qué os parece?
- Zoe habéis hecho un trabajo espectacular. -Dice miguel- El restaurante es muy acogedor y con mucha elegancia, sin duda a la gente que se mueve por esta zona les va a encantar.
- Totalmente de acuerdo con Miguel- dice Alejandro- Estoy deseando probar la comida que vais a servir.
- Chicas, estoy tan orgullosa de vosotras... ¿Leyla al final tus padres van a venir...?- pregunta Úrsula
- Pues si te soy sincera, ni lo sé ni me importa... Si no vienen sabrán como ha ido por sus amistades y contactos que seguramente más de uno acuda hoy para cotillear...
- Tu tranquila, ni falta que hace, así también estarás más tranquila y sin la presión de tener a tu padre analizando cada uno de tus movimientos. - Le digo
- Os hemos reservado una mesa en la mejor zona del restaurante. Estaremos también nosotras y nuestros inversores.
- ¡Perfecto!, Así les conocemos en persona. - dice Úrsula.
Nos acompaña a la mesa dónde nos vamos a ubicar. Nos sirven el cóctel de bienvenida mientras esperamos a que abran las puertas. Ellas se van a terminar de ultimar los detalles con sus camareros y cocineros.
A las siete y media abren las puertas y empiezan a entrar los clientes y a sentarse en las mesas pre asignadas. En cuestión de veinte minutos la sala está completa.
Los camareros empiezan a servir los cócteles de bienvenida a todos los asistentes y a servir el menú degustación para cada una de las mesas.
A nosotros aun no nos sirven nada ya que temas que esperar a estar todos. Pero así podemos observar a los demás y sacar conclusiones de que les está pareciendo y por lo que vemos la gente está encantada... ¡Está siendo un éxito total!
A las ocho y cuarto veo entrar a dos tipos altos y muy elegantes. Van hacia la barra y piden una copa.
Leyla se acerca a ellos y se saludando forma muy amistosa. Está claro que son los inversores. Uno de ellos se acerca a Leyla y la saluda de manera más cercana, ese debe ser Matheo. Desde donde estamos no lo veo bien pero parecen muy apuestos.
Leyla les deja solos y va a la cocina, tarda unos minutos en volver a salir pero esta vez va acompañada de Zoe, se acercan a los dos tipos de la barra, Zoe les saluda.
Hablan unos minutos y se dirigen a nuestra mesa.
- Hola chicos, perdonad por haceros esperar, ahora ya nos sentamos con vosotros y empezamos la cata- dice Zoe.
- Mirad chicos os vamos a presentar a nuestros socios inversores los Hermanos De La Riba Costa. Él es Thiago y él Matheo...- dice Leyla haciendo las presentaciones.- Y ellos son nuestros amigos. Ella es Úrsula y su pareja Alejandro y ella es Greta y su pareja Miguel.
Al decir mi nombre cruzamos las miradas y no sé pero ese tal Matheo me resulta familiar, me parece haberlo visto antes en algún lugar.
Matheo se acerca a cada uno de nosotros y nos da la mano, su contacto me produce un escalofrío, hay algo en el que me hace sentir incómoda.
Se sientan y nos empiezan a traer los platos de degustación.
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