Miguel y yo seguimos abrazados en el sofá, él acaricia mi pelo mientras yo le acarició el pecho por debajo de la ropa. Me encantan estos momentos juntos, Es un momento tan especial, no necesitamos nada más, sólo él roce de nuestros dedos para sentirnos el uno al otro, es un momento muy intimo sin necesidad de tocarnos de forma más sexual.

- ¿Sabes una cosa?- me pregunta mientras sigue con su caricia, yo niego con mi cabeza a modo de respuesta.- Jamás me he sentido así con nadie, eres tan especial...
- Al final me lo voy a creer...
- Deberías... ya no imagino mis días sin ti.
- Yo tampoco... Has sido mi rayo de luz en la más absoluta oscuridad...

Nos besamos y nos abrazamos de la forma más dulce que se pueda soñar.

- Te quiero Nena.
- Y yo a ti.

De pronto suena mi teléfono rompiendo el momento.

- Greta cariño, ya estamos en el portal, ¿estáis arriba?
- Si, mamá, os abro...¿necesitáis ayuda?
- no cielo ya subimos nosotros.
- Está bien. Os esperamos aquí.

Tardan dos minutos en llegar al apartamento. Esperamos en la entrada para recibirlos.

- Mi niña, estás preciosa.
- Tu sí que estás preciosa mamá. ¡Como siempre! ¿Y tu papá no me vas a decir nada?
- ¿Qué quieres que te diga si ya te lo dice todo tu madre?- se ríe y me abraza- ¿Cómo estás princesa?
- Como siempre papi.
- Que bien teneros aquí de nuevo. Para mañana preparar una salida a comer. ¿os parece?
- Mañana tengo que ir a un par de sitios pero cuando terminemos os avisamos.- Dice mi madre.
- ¿Dónde tienes que ir mamá?¿Podemos ir juntos y después ir a comer?
- No cariño, ya vamos nosotros y os avisamos cuando acabemos.
- Como quieras mamá. Pero estás muy misteriosa y ya me estoy preocupando... ¿tengo que hacerlo?
- No hija... sólo que queremos ir solos.

Miro a mi padre que sé que su cara no me miente por qué es incapaz de disimular y lo veo con rostro serio, quizás es que a él no le

-Bueno mamá, hemos dejado todo preparado para vuestra estancia, en la nevera y armarios tenéis comida para varios días. En el baño hay todo lo necesario para el aseo y en el mueble bar os hemos preparado un surtido de licores para que toméis si os apetece. No hace falta que estáis en vuestra casa y podéis utilizar y hacer lo que os plazca.
- Gracias hijos...

Miro a Miguel, sé que eso le ha llegado, seguro que se ha emocionado. Él no conoció a sus padres, cuando sólo tenía un añito tuvieron un accidente de coche y murieron los dos. Lo criaron sus abuelos paternos pero desgraciadamente su abuelo murió cuando Miguel tenía veintiún años y su abuela dos años después. Y a los abuelos maternos no los conoció por que sus padres no se hablaban con ellos, por lo que le explicaron nunca aceptaron la relación y se desvincularon de él también.

- Pues os dejamos que os instaléis con tranquilidad y descanséis. ¿ Al final cuantos días os vais a quedar?
- Pues aún no lo sabemos en principio cuatro o cinco días como mucho.
- Tranquilos, podéis estar todo el tiempo que queráis.
- Gracias cariño
- Bueno, Alicia, Ángel, cualquier cosa nos llamáis.
- Si, Tranquilos.- mi madre nos abraza y nos despedimos de ellos.

Salimos del edificio y cuando nos subimos al coche suena el móvil de Miguel y lo pone en manos libres.

- Hola Alex. ¿Qué tal tío?
- Hola Miki. ¿Puedes hablar?
- Si, estoy conduciendo y estás en altavoz esta también Greta.
- Ok. Hola Greta.
- Hola Ale.
- Necesito hablar.
- Te escuchamos. - Le digo
- Estoy superado, como ya sabéis, ha salido positivo y Úrsula ha propuesto abortar... y yo no sé si quiero... A ver, sé que llevamos poco, igualmente yo tengo claro que quiero formar una familia con ella, así que, me da lo mismo ahora que en un futuro... ha venido ahora pues mi hijo así lo ha decidido... ¿no?
- Bueno, tanto como decidirlo...- dice Miguel y yo lo fulmino con la mirada.
- ¿Le has dicho a Úrsula lo que piensas? Ella está muerta de miedo quizás si se lo planteas así ella se decante por tenerlo.
- Le dije de pensarlo bien.
- Pero no le has dicho lo que nos has dicho a nosotros... ¿no? Así tal cual, no.
- Pues justamente eso es lo que tienes que hacer.
- A ver, Alex. Si tu no le dices lo que realmente piensas ella actuará pensando que a ti te obliga a tenerlo. Habla y sincérate, sólo así decidiréis de verdad.
- Comunicación amigo, comunicación...
- Gracias chicos, esta noche hablaré con ella.
- ¡Venga, suerte!

Cuelga y nos miramos queriendo comentar.
- A veces mi amigo me sorprende.
- ¿Por qué lo dices?
- Por su valentía. No debe ser fácil esta situación, de golpe tener que pensar si quieres o no ser padre, sin haberlo planeado.
- No se si llamarlo valentía es lo correcto, yo más bien lo tildaría de responsabilidad. - no se si ese comentario me ha acabado de gustar...
- Bueno, eso también, a ver que deciden...

Llegamos al parking y la verdad es que cuanto más tiempo pasa más me molesta ese comentario... No se por qué la verdad... pero es como si me hubiera decepcionado que piense de esa forma. Es como que el no estaría preparado para algo así... y no es que quiera pero esta claro que sería un error si pasará por qué él no reaccionaria como Ale.

- Cielo, ¿te pasa algo?
- No. ¿por?...- es oficial estoy molesta y se me nota.
- Por que te has quedado muda.
- Sólo estoy cansada y supongo que estoy preocupada por Úrsula y por mi madre.
- ¿Tu madre?
- Si, algo pasa y no me lo quieren decir...
- ¿Tu crees? A mi me ha parecido que simplemente quieren pasar la mañana juntos.
- Te aseguro que algo pasa y no me equivoco.
- Si es así lo sabremos. Tranquila.
- Tengo que pensar en como sonsacarles que está pasando.
- Mañana estaremos con ellos así que de algún modo podremos averiguarlo.- y... ¡pum!... con 4 frases hace que mi molestia desaparezca y lo vuelva a ver como un hombre maravilloso.- ¿Qué te apetece que hagamos?
- Pues me gustaría ir a pasear, y tomar algo. ¿Te parece?
- Pues si. Nos cambiamos y nos vamos
- No, vámonos así.
- Como quieras. Tengo una idea, déjame que coja una cosa y nos vamos.
- Ok.

Veo que coge una llaves del cajón de su escritorio. Y sale sonriendo.

- ¿Qué pasa?...
- Nada hace un par de semanas vi algo que me llamó la atención y estaba esperando el momento perfecto para utilizarlo, y hoy es el día...
- ¿Te has comprado algo y no me lo has dicho?
- Bueno, me ha costado mucho guardar el secreto para darte la sorpresa.- sonríe como un niño pequeño.- ¿Puedes coger una mochila con una manta?
- Si, claro

Preparo la mochila, voy a la cocina, meto dos refrescos en una bolsa térmica y la guardo en la mochila. Voy a la entrada donde él me está esperando.

- Ya está, podemos irnos.
- Perfecto

Vamos al parking y saca un pequeño mando de su bolsillo. Pulsa un botón y se abre la persiana de uno de las plazas cerradas. Estoy expectante, nunca se me había hecho tan larga la apertura de una persiana...

- ¿En serio?... ¡Una moto!
- Si, para salidas rápidas pero largas.
- Es una pasada.
- Me alegro que te guste... vamos a ponernos los trajes de protección y nos vamos.
- ¡Impresionanteeee!

Nos enfundamos los trajes y los cascos, el se sube y arranca el motor, me da la mano y me impulso para subirme. Me agarró a su cintura y él sale de parking. Suena de miedo. Es justo lo que hoy necesitaba una sensación de libertad.
- ¿Sabes lo mejor? Los cascos están conectados y podemos hablar.
- Como siempre piensas en todo...
- ¿Qué prefieres mar o montaña?
- Pues va a se que montaña no llevamos traje de baño...
- Genial, mar entonces...
- Pero Miguel...
- shhhh... he dicho mar...

Viajamos por el litoral, las vistas son preciosas, ver el mar en calma y observar el horizonte interminable me da la sensación de paz que tanto necesitaba.
- ¿Te gusta Nena?
- Me encanta, gracias.
- Aún no me las des.

Circulamos durando una hora y media y de pronto coge un desvío y veo una cala escondida y solitaria. Sigue el camino hasta llegar a ella y aparca a pocos metros.
- Hemos llegado a nuestro destino.
- Es preciosa...
- Hoy veremos el atardecer desde aquí. ¿Te parece bien?
- Me parece increíble.

Nos quitamos los trajes de moto y estiramos la manta en la arena. Nos sentamos y observamos el vaivén del mar y como las suaves olas mueren en las rocas refrescándolas. La suave brisa nos acaricia mientras nosotros estamos abrazados.
- ¿Quieres tomar un baño?
- ¿ Pero si no hemos traído bañador?
- ¿ y que falta nos hacen? Estamos solos y nadie nos puede ver...
- ¿Me estás diciendo que nos vamos a meter desnudos?
- Veo que vas captando mi plan.
- ¡Estás loco!
- ¿Por ti...? ¡Si!

Se levanta y empieza a quitarse la ropa hasta quedarse completamente desnudo enfrente de mi.

- ¡Venga vamos!... Esta a punto de atardecer y hay que verlo desde el mejor lugar...
- Está bien, pero sigo pensando que estás como un cencerro...
- Bendita locura si logro tenerte sólo para mí...

Me levanto y me quito la ropa hasta quedarme totalmente desnuda. Me ofrece su mano y nos metemos en el agua mientras el sol empieza a perder intensidad y a bajar al horizonte.

Miguel empieza a besarme, a acariciarme y a jugar con mi cuerpo haciendo que reaccione.

- No apartes la vista del atardecer, quiero que recuerdes este precioso momento como algo único.
- Miguel...
- Disfruta Nena...

Sigue acariciándome y haciéndome disfrutar, y cuando el sol llega al horizonte marcando un precioso atardecer me abraza abriéndome y haciendo que pose mis piernas en su cadera enlazándolas a él mientras el me hace el amor en plena puesta de sol.

- Eres el atardecer más bonito que he visto jamás. - me dice mirándome a los ojos.
- Y tu eres el hombre más maravilloso de mundo. Gracias por estos momentos tan especiales. ¡Te amo!

Al escucharme decir eso me abraza y me besa con anhelo, era como si fuese algo que esperara de hace tiempo escuchar.

-Yo también te amo preciosa.