CAPÍTULO 53: Calma...
Son las diez y media de la mañana y aún no sabemos nada de Úrsula y Ale.
Empiezo a estar muy nerviosa, Miguel se ríe de mí porque parece que sea yo quien está esperando saber si tendrá descendencia.
Llamo a mi madre a ver si así me distraigo.
- ¡Buenos días, cielo!
- Buenos días, mamá, ¿A que hora vais a venir?
- Pues aún no lo sé, estoy a la espera de que tu padre me aclare a ver cuando tiene pensado salir de aquí. Ya sabes como es...
- Bueno pues ya me dirás.
- Si tranquila. Cuando tu padre me diga te llamo. Un beso mi niña.
Colgamos y la verdad que la conversación ha sido muy corta para poder distraerme de nada...
- Saquito de nervios... por más que mires el móvil no van a llamar antes... ¿Sabes que tenemos que ir al apartamento a preparar la visita de tus padres?
- Si, vamos...
Nos vestimos con ropa cómoda, Miguel se pone un pantalón de chándal negro con una sudadera gris y unas deportivas grises y yo una malla deportiva negra y una sudadera larga negra y unas deportivas de bota negras.
- Me gustan esos pantalones. - me pellizca el trasero- es fino y se ajusta a tu cuerpo... ¡y de que manera!
- ¿Si, no?... acabas de hacerle la prueba de calidad a la tela y a mi piel...
- Tenía que darle el visto bueno...
- No tienes remedio...
- Si lo tengo, pero me dura poco, necesito altas dosis de mi remedio ... -me mira y me guiña el ojo, sé a que refiere.
- Anda vamos...
Salimos del piso y vamos a hacer algunas compras de comida y productos de higiene para que tengan y no compren ellos.
Vamos al apartamento, colocamos todo en su sitio, les preparo la habitación, quiero que esté todo listo para su estancia.
Me suena el teléfono. Corro a cogerlo pensando que puede ser Úrsula., pero es mi madre.
- Greta, cielo.
- Hola mami
- Te llamo para avisarte que acabamos de salir de casa, así que como mucho en un par de horas llegaremos. ¿Te llamamos al llegar?
- Si, nosotros ahora iremos a comer aso que me avisas y venimos.
- vale cariño. Pues lo hacemos así.
- Vale mamá. Hasta ahora.
Cuelgo y lo guardo en el bolsillo delantero de la sudadera.
- ¿Era tu madre?
- Sí, acaban de salir de casa.
- Pues vamos a comer y volvemos. ¿Que te apetece?
- Pues cualquier cosa... una ensalada.
- Me parece bien. Vamos a ir a un restaurante donde hacen unas ensaladas espectaculares.
- Vale.
- Y encima esta muy cerca.
- Genial. Vamos.
Salimos del apartamento y bajamos en el ascensor. Miguel me dice que iremos andando así damos un paseo.
Me coge de la cintura y andamos tres calles y giramos a la izquierda, seguimos unos 100 metros y veo un pequeño restaurante con unos carteles con fotos de ensaladas en la fachada.
- Es aquí...
- No sé porque me lo imaginaba.
- Pues no sé... si no hay nada que pueda darte pistas... jajjaja... eres muy intuitiva.
Entramos al restaurante y nos sentamos y Miguel pide dos ensaladas césar completas y dos tés helados con limón.
- Yo ya no puedo aguantar más, voy a mandarle un mensaje a Úrsula...
- Yo esperaría...
- ¿Tu quieres que me de algo? Llevo toda la mañana aguantándome sin saber nada...
- Haz lo que creas...
- Pues eso...
Cojo mi móvil y busco el chat de Úrsula y me pongo a escribir.
" Hola preciosa. No he querido contactar contigo antes para no molestarte. Pero es que o te pregunto ya o me da un ataque. ¿Qué ha salido en el test?... Dime algo por favor "
Dejo el teléfono en la mesa a la espera de su respuesta.
- ¿Que te parece la ensalada?
- Está súper buena. Y el té está increíble, se nota que es artesanal. Me encanta.
- Me alegra.
Me suena el móvil, miro la pantalla y por fin la llamada que tanto he esperado durante el día...
- Úrsula. ¿ como estás?
- Hola Greta... Bueno asimilando...
- Úrsula. ¿Asimilando el que?
- Ha dado positivo...
- ¿¿¿EN SERIO???
- Si... Y estamos en shock...
- Normal...
- No sé qué hacer... esto me ha descolocado totalmente.
- Pero es lógico, no entraba en tus planes pero ha pasado y ahora tienes que afrontarlo y tomar decisiones. ¿ Y Ale?
- Él, se lo ha tomado muchísimo mejor que yo...
- ¿Que te ha dicho?
- Por él podemos seguir adelante, entiende que yo tengo que decidir que quiero hacer y si estoy preparada pero que por su parte puedo estar muy tranquila por que está conmigo y que si decido tenerlo, él estará apoyándome y disfrutando de cada momento.
- Eso es muy bueno, por que decidas lo que decidas él seguirá a tu lado... Tómatelo con calma, tienes tiempo para decidir que quieres hacer... no tienes que tomar ninguna decisión aún.
- Lo sé... pero tampoco quiero tardar mucho en tomar una decisión... cuánto más tarde más me va a costar decidir.
- Apóyate en Ale, habla con él, poned ideas en conjunto y será más fácil, no estás sola en esto.
- Gracias Greta, eres un gran apoyo.
- Tú para mi también. Si necesitas hablar o lo que sea ya sabes donde estoy, no lo dudes.
- Lo sé, te llamo luego y seguimos hablando.
- Vale. Hasta luego.
Cuelgo y Miguel me está mirando fijamente esperando que le cuente...
- Está embarazada... estaba claro...
- Si, y está rallada...
- Lógicamente, es para estarlo.
- Si, al menos Ale le ha dicho que haga lo que haga él estará con ella.
- No lo dudaba ni por un segundo.
- Es un gran hombre y será un buen padre, ahora o en el futuro.
- Yo también lo pienso. Y Úrsula es una mujer muy responsable, y muy cariñosa, también va a ser una gran madre.
- Si, es muy amorosa. A ver que deciden hacer, a mi me encantaría que lo tuvieran.
- Estaría bien. ¿Quieres postre?
- La verdad es que no, me he quedado llena.
- Pues vamos al apartamento a esperar a tus padres.
- Si, vamos. Y nos sentamos un rato en el sofá.
- Me parece muy buena idea.
Salimos del restaurante y vamos paseando al apartamento a esperar que lleguen mis padres.
Llegamos al apartamento y me siento en el sofá, Miguel va a la cocina a buscar algo para beber.
- Cariño, ¿quieres un té?
- Si, por favor.
Mientras Miguel prepara el té yo busco algo para ver en la televisión. No me quito a Úrsula de la cabeza, no puedo ni imaginar lo que le pasa por la cabeza en este momento, tiene que ser horrible tener que decidir que hacer con su embarazo.
Me suena el teléfono mientras estoy esperando que Miguel traiga las tazas de té.
- Dime mamá
- Cariño ya estamos llegando.
- Perfecto, nosotros os estamos esperando en el apartamento.
- Íbamos a ir a comprar cuatro cosas para la estancia.
- No hace falta mamá, yo os he hecho una compra para que no te gris que ir vosotros.
- Gracias hija. Pues en unos diez minutos estaremos allí.
- 0k . Os esperamos.
Cuelgo el teléfono y viene Miguel con las tazas, se sienta a mi lado en el sofá y nos tomamos el té mientras esperamos a mis padres.
Miguel me acerca a su pecho para que apoye la cabeza y me besa en ella mientras acaricia mi pelo.
- Greta, te quiero muchísimo.
- Y yo a ti Miguel.
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