CAPÍTULO 41: Nuevas Alianzas
3 meses después...
Quedan 2 días para el juicio. La cosa pinta bien. Aunque sigo encerrado, mi abogado ha alegado que Greta me tendió una trampa en venganza por mi infidelidad y es posible que me suelten bajo fianza y con una orden de alejamiento.
Es una posibilidad pero no sabemos que alegarán ellos en el juicio. Así que hasta que no den el veredicto no estaremos seguros de nada.
Oigo unos pasos acercarse a la celda.
- Diego Solís, tiene una visita...
- ¿Quién es?
- Soy policía no mayordomo. Las manos donde pueda verlas.
Abre la jaula, salgo y me ponen unas esposas. Me llevan a la sala de visitas y en una de las mesas está Carla sentada. Me acerco.
- ¿Has venido?
- Si, aunque no lo tenía demasiado Claro.
- Gracias.
- ¿Que coño has hecho?
- Nada, me deje engañar por Greta.
- ¿Que quieres decir? Tu viniste a por ella.
- Si, y la encontré, hablamos y se vino conmigo me hizo creer que volvíamos a estar juntos alquilé una masía para pasar unos días alejados de todo e intentar solucionar las cosas...
- Y entonces que haces aquí.
- Ella paro su móvil y lo dejo en mi habitación del hotel para que cuando la llamarán al no contestar la buscarán, y cuando estuvimos en la masía me dijo que tenía la fantasía de que yo me la llevaba lejos y la ataba en una cama mientras le daba placer y yo quise hacérsela realidad. Yo tenía que ir a dejar la habitación del hotel y a comprar comida y me dijo que la dejara atada y que cuando volviera le diera placer. Pero los policías ya habían recibido el aviso de su desaparición y la encontraron atada y desnuda, ella dijo que la había secuestrado y abusado de ella... Y a mí me detuvieron. Todo lo hizo para vengarse de mí por acostarme contigo.
- ¡Que hija de perra! En que te puedo ayudar para salir de aquí.
- ¿De verdad harías esto por mi?
- Si, no puede salirse con la suya. Dime que tengo que hacer.
- Declarar a mi favor. Ponte en contacto con mi abogado y él te dirá cómo.
- Dalo por hecho. Esa Zorra no se saldrá con la suya.
- Tendría que haberme quedado contigo, he pensado tanto en ti estos meses... Te deseo tanto.
- Y yo a ti... Lograremos que salgas de aquí y voy a compensar todo el tiempo que has estado aquí metido.
- ¿Y si no salgo?...
- No cabe esa posibilidad Diego. Tu y Yo tenemos mucho que vivir. De todos modos voy a enterarme como se tramita el vis a vis. Al menos que te des un homenaje.
- Eres única.
- ¡Quedan 5 minutos de visita! vayan despidiéndose...
- Diego, me voy, pero me voy a ocupar de todo para que salgas de este infierno.
- Gracias Carla, perdona por todo lo que te hice.
- No hay nada que perdonar, ¿cuando entenderás que la persona que más te quiere soy yo?
- Tienes razón, a veces nos cuesta ver lo que és más evidente. Nos vemos el día del juicio.
- Si, allí estaré.
Se levanta y se va. Viene el policía y me dice que me tengo que esperar porqué viene mi abogado para hablar del juicio.
Sabia que podría conseguir que Carla declarara a mi favor, es tan previsible. Era sencillo, sé que está loca por mi y haría todo lo que yo le pidiera, algo a lo que voy a seguir sacando partido durante mucho tiempo. Solo tengo que regalarle los oídos y hacerla sentir deseada.
Mi abogado tarda en unos quince minutos en venir. Es uno de los abogados más solicitados en este tipo de casos.
- Buenas tardes Diego.
- Buenas tardes. Dame buenas noticias.
- Creo que tenemos el juicio bastante a favor porque no hay pruebas toxicológicas que avalen la versión de ella, y tampoco hay pruebas físicas de agresión sexual forzada y como no hubo penetración no pueden aportar cargos de violación, con lo cual nuestra versión de los hechos puede ser creíble delante del jurado popular. Ahora sólo nos haría falta alguien que testificar a tu favor.
- Lo tenemos - me mira con incredulidad- He conseguido que finalmente Carla acepte declarar a mi favor.
- Genial, eso aún nos aportará más credibilidad a nuestra versión de los hechos. Dame su contacto y cuando salga de aquí me reuniré con ella para preparar su declaración.
- Con las pruebas que hay que es lo máximo que podría caerme.
- Verás, en el caso que te condenaran puedes estar en prisión de seis a ocho años máximo y un mínimo de dos para que entres en prisión. Pero creo que te absolverán por falta de pruebas.
- ¿Y a ella?
- ¿Ella?
- si, y si me absuelven, ¿ella no pagará por falso testimonio?
- En este juicio no. deberíamos interponer una demanda después de este para que eso ocurra.
- Pues empieza a trabajar en ello, por que si esto ocurre quiero que ella sea juzgada.
- Como veas. Repasa bien tu declaración, recuerda todo lo que debes decir cuando te llamen a declarar.
- Lo tengo claro.
- Pues entonces ya estará todo. Voy a llamar a la señorita Carla para preparar el juicio. Nos vemos en un par de días. Recuerde que el día antes no duerma para que tenga mal aspecto.
- De acuerdo, Gracias.
Vuelvo a mi celda, ya me queda poco aquí dentro.
Los dos días pasan volando, he intentado dormir lo justo para aguantar y tener la cara demacrada para el juicio.
A las once vienen dos policías a buscarme para trasladarme al juzgado.
- Diego Solís, mueve el culo. Las manos donde pueda verlas.
- Cuando me absuelvan voy a meter una demanda por trato vejatorio...
- ¡Que muevas el culo!
Llegamos al juzgado y mi abogado me está esperando en una sala. De camino paso por delante de un grupo de gente entre ellas está Greta la miro y le sonrió, no se espera la sorpresa que le tengo preparada.
Estoy deseando ver la cara que se les queda cuando me absuelvan de los cargos y me dejen libre. Y aún voy más allá, por que cuando vea que la demandare por falso testimonio su cara va a ser para enmarcarla. Me las van a pagar una por una. Les dije que me vengaría y es lo que voy a hacer...
Entro en la sala dónde me espera mi abogado y preparamos los últimos detalles para entrar en la sala.
A las doce y media en punto nos llaman a acudir a la sala de juicio. Cuando entramos ya están todos sentados. Greta esta sentada al lado de su abogada al verme se le desencaja el rostro. Nos sentamos en nuestra mesa a la espera que entré el juez y el juzgado popular.
- Levántense, Entra en la sala el Honorable Juez Francisco Plaza Iborra.
- Siéntanse, Vamos a comenzar con el caso que hoy nos compite. La acusación de detención ilegal con agravante de agresión sexual a Doña Greta Hernán Álvarez por parte del acusado Diego Solís Río. Señores letrados acérquense al estrado.
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