
CAPÍTULO 31: Buen viaje
Subo al apartamento y en la puerta de entrada hay un gran ramo de rosas amarillas con una tarjeta.
" Para ti. Eres la mujer más maravillosa del universo. En estos días que estaremos separados cada vez que veas estas rosas recordaras lo mucho que me importas y lo muchísimo que te voy a extrañar.
Tuyo,
Miguel "
Cojo mi teléfono y le marcó.
- Veo que ya has recibido mi regalo...
- Gracias, son preciosas y la nota aún más. yo también te voy a extrañar.
- Eso espero...
- ¿A que hora vas a venir?
- Aún no lo sé, estoy con Alejandro preparando el viaje. Te llamo cuando salga para allí... Ponte accesible...
- ¡Descarado! - Nos reímos los dos
- Hasta dentro de un rato.
- Hasta ahora...
¿Me quiere accesible?... pues se va a enterar... Entro en el apartamento, pongo el ramo en un jarrón y lo dejo en el centro de la barra americana.
Dejo mis cosas en la habitación y accedo al vestidor a buscar el vestido que tengo en mente. Voy al baño y como tengo tiempo decido tomar un baño en el jacuzzi para relajarme un rato.
Preparo el jacuzzi, me pongo una copa de vino blanco, cojo un libro, una rosa del ramo y me sumerjo en el agua. Eso muy relajante en un baño con sales aromáticas leer mientras disfrutas de un buen vino y el olor de una flor.
Salgo del jacuzzi y voy a la habitación a vestirme. He escogido un vestido rojo de raso vaporoso muy corto de espalda descubierta con tirantes muy finos de brillantes y con unos zapatos de tacón en plateado brillante a conjunto con el bolso. Utilizaré un maquillaje de noche con labios en rojo y el pelo recogido en una cola alta con pins de brillantes enganchados ... ¿no quería accesibilidad? ¡Pues toma!
A las siete suena mi teléfono.
- Greta,
- si, dime.
- Estamos en la puerta del edificio, ¿estás lista?
- Si, cojo el abrigo y bajo.
- Pues te esperamos aquí.
- Ok. hasta ahora.
Cojo la chaqueta de cuero y bajo a encontrarme con ellos. Cuando salgo del edificio Miguel está fuera del coche esperándome.
- Madre mía Greta... ¿pretendes matarme?
- ¿Tu no me has pedido accesibilidad?
- Si, pero me voy a infartar antes de poder tocarte...
- Hay que tener cuidado con lo que pides... corres el riesgo de que se te conceda y sufras las consecuencias...- Le guiño el ojo y me subo al coche, el lo hace detrás de mi.
- ¿Úrsula ya estás aquí?
- Si me pasaron a buscar antes por que les venía de paso. Y Alejandro tenía que dejar sus cosas en mi piso.
- Genial.
Nos dirigimos al restaurante. Miguel y yo vamos en la parte trasera del coche y no para de acariciar mis piernas y mi cuerpo se estremece, cualquier roce o toque hace reacción en mi.
Entramos en el restaurante y tenemos un reservado. Como siempre Miguel tiene todo bajo control y no sólo ha pedido un reservado, sino que ha pedido la cena y ha contratado la música que tenía que sonar mientras cenamos.
Durante la cena los cuatro nos lo pasamos en grande, nos reímos, hablamos de nuestras vidas antes de conocernos.
Después de la cena vamos a pasear por la zona del puerto olímpico y nos sentamos en una terraza a tomar una copa.
Esta siendo una velada muy agradable y divertida. Cuánto más nos divertimos no puedo evitar pensar en los días que va a estar fuera.
- Greta, ¿Estás bien?
- Si, ¿por?
- Te cambió el semblante...
- Sólo me vino a la mente que mañana te vas, y me da tristeza... sé que sólo van a ser unos días pero no puedo evitarlo, me acostumbré a hacerlo todo contigo.- Me mira con ternura, me abraza y me acerca a él para besarme en la frente.
- Yo también estoy agobiado por esto, y tengo la sensación de que no tendría que irme.
- Tienes que irte, es muy importante para la editorial que cerréis el proyecto de Londres.
- Lo sé, pero después de este viaje vas a venir a todos los viajes conmigo.
- Eres tan atento...
- No es por ti, es por mi...- me mira, me guiña el ojo y se ríe.
- Ahhh... pues entonces eres un egoísta... jajjajaja - me mira intentando aparentar molesto pero se le escapa la risa.
A la una y media nos levantamos y decidimos que ya es hora de irnos para casa y descansar en la medida de lo posible.
Llegamos al apartamento y se abalanza sobre mi...
- Que ganas tenia de llegar... la noche se me ha hecho eterna...- me dice mientras me acaricia por encima del vestido.- Este vestido me estaba volviendo loco, y no se que hacer con él... si quitártelo o dejártelo puesto mientras sacio mis instintos...
- Puedes probar de las dos maneras, para que vas a renunciar a una...- Le provoco
- Chica lista y atrevida...
- O inconsciente, según lo mires...
- Quizás si porque tengo que solventar mi ausencia de los próximos días...-
Y eso hizo... Estuvimos haciendo el amor, al principio pensé que iba a ser sexo desenfrenado pero no, fue todo ternura, súper dulce y atento, me acariciaba, me besaba, me regalaba los oidos y me daba placer con suma atención. Después nos dormimos abrazados.
...
A las ocho de la mañana suena el despertador, y noto que él ya se ha levantado. Salgo de la cama y lo busco.
- ¿Miguel?... ¡¿Miguel?!... ¿Dónde estás?
- ¡Aquí! - Su voz provenía de la cocina.
Me acerco a él y le beso.
- Buenos días. Me encanta como te queda mi camisa... ¡Quédatela!.- Saca el teléfono y me saca unas fotografías...- Estás para mi recreo personal, estos días me van a hacer falta - guarda el teléfono y sonríe.- A las nueve vendrá Alejandro a buscarme para ir al aeropuerto. Dejará el coche en el Parking y llamaremos un taxi para que nos lleve.- hago pucheros...
- No hagas eso porque anulo el viaje y no salimos del cuarto...- exagero más el puchero y me río cuando se abalanza sobre mi.- ¡Tira para la cama que me queda una hora para irme! Te voy a dar lo que te mereces por hacerme sentir mal...
- ¡yujuuu!.- salgo dando saltitos como si fuera Heidi en el prado...
- Estas loca...- sé ríe a carcajadas
Llegamos a la cama y mi "castigo" no se hace esperar, juega con mi cuerpo hasta que los dos nos derramamos a la vez abrazados.
Nos arreglamos para empezar el día.
- Hoy tomaros el día libre, he hablado con Alejandro y hemos decidido que hoy descanséis y ya mañana os dediquéis a preparar todo.
- Prefiero ir... si estoy desocupada voy a agobiarme... aunque sea iré un rato.
- Como quieras...
- Pues eso...- Le doy un beso.
Me pongo unos jeans efecto roto, una camiseta básica blanca, una casaca de punto en azul y unas deportivas blancas. Hoy decido no maquillarme, no me apetece, y me recojo el pelo en una cola a media altura.
A las nueve pican al timbre, es Alejandro, súper puntual, demasiado. Bajamos porque el taxi también está de camino...
Cuando llegamos al portal Alejandro está solo con su maleta esperándonos.
- Buenos días, ¿has llamado al taxi?
- Si, ya viene.
- Pensaba que vendría Úrsula...- Le digo con tono de decepción.
- Como no tenéis que ir a trabajar, se ha quedado en casa.
- Luego la llamaré.
- Genial.
Llega el taxi y meten las maletas en el maletero y se despiden de mi. Se suben y Miguel baja la ventana.
- Te mantendré informada y llamaré cuando lleguemos.
- Vale. ¡Adiós chicos!
El coche arranca y los veo irse calle abajo, me quedo mirando hasta que el taxi desaparece, entro en el edificio y llamo a Úrsula.
- Hola Greta, dime.
- Hola Úrsula, ¿que vas a hacer? Yo no aguanto todo el día metida aquí sin hacer nada, voy a ir a la editorial a trabajar un rato.
- Me parece bien, avísame y nos vemos allí
- Ok. Voy a hacer cuatro cosas y nos vemos allí a las once?
- Genial entonces. Nos vemos luego.
Entro en el apartamento y me dedico a recoger el desayuno y arreglo la habitación. Limpio y ordenó todas las estancias y me dispongo a ir hacia la editorial.
Miguel ya me ha enviado un mensaje.
" Ya estamos en la sala de embarque, cuando llegue a Londres te llamo. Te echo mucho de menos.
hasta luego"
No tardé en contestar.
" Buen viaje, yo también te extraño. Deseando que pase rápido el tiempo. Vamos hablando "
Salgo del edificio y tengo una sensación extraña, es como si me sintiera observada y mi estómago reacciona de nuevo con una punzada. Se me pasa enseguida y sigo de camino a la editorial.
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