Entro en su habitación y tiene las cortinas echadas lo que da sensación de intimidad pero a él no lo veo...
- ¿Miguel? ¿Dónde estás?
- Estoy aquí esperándote...- su voz proviene del baño.

Me dirijo hacia él, y al entrar en la estancia está iluminada sólo por un montón de velas y él está de pie delante del jacuzzi con una albornoz y una rosa amarilla en su mano.
- Bienvenida preciosa. ¿Estás lista para esto?- Me mira y extiende su mano vacía para que me acerque a él, le entrego mi mano y me estira hacia él. Me entrega la rosa y me besa tiernamente mientras me abraza y me acaricia la mejilla.
- No sabes como deseaba tenerte aquí...
- Y yo lo deseaba también...

Se desace de mi vestido de encaje y lo tira al suelo. Me acaricia el cuerpo por encima del bañador lo que hace que mi ansia crezca...
- Tranquila cielo, tenemos tiempo...vamos a disfrutar con calma...- sólo puedo gemir a cada una de sus palabras.

Sostiene las tirantas de mi bañador en sus dedos y me mira viéndome anhelante en su roce. Las desliza lentamente por mis brazos dejando libres mis pechos totalmente endurecidos por el deseo.
- Nena, eres una obra de arte... acerca sus labios a mi cuello y lo besa suavemente casi sólo un roce, deja salir su lengua y la desliza paseandola hasta mi pezón derecho el que muerde haciendo que suelte un grito ahogado...
- Miguel...me estás matando...
- Esto no es nada nena, déjate llevar, relájate y disfruta.

Vuelve a comer mi bañador ahora arrugado en mi cintura y se arrodilla delante de mí deslizándolo por mis piernas dejándolo caer al suelo lo que me deja completamente desnudez delante de él.
- Tú sí que me vas a matar a mi... ¡Dios eres tan preciosa!

Acerca sus labios a mi vientre y me besa mientras sus dedos se abren camino a mi interior.
- Cielo, estás tan lista para mi que asusta...

Sólo acierto a gemir y empujarme contra él dejándole claro que ansío su cuerpo.- Tranquila, me vas a tener a su tiempo, quiero disfrutarte.

Se separa de mí y me lleva al jacuzzi el cuál ha preparado con pétalos de rosas amarillas.
- No te vas a meter conmigo?
- Si, pero aún no...

Se pone detrás de mí y con una jarrita me echa agua y pétalos por mi cabello y por el cuerpo.
- Métete dentro del agua...- me ordena dulcemente

Me estiro en la bañera y él me masajea la cabeza y después con una esposa suave lava mi cuerpo sin dejar ningún rincón por rozar. Cuándo llega a mi vagina suelta la esponja...
- Si me permites esto lo lavo personalmente. - Me acaricia y me fracciona para después meterme los dedos y darme placer tanto que me acabo corriendo dentro de la bañera con sus dedos dentro de mi...
- Así Nena, así... disfruta para mi... no pares...- No puedo para de gemir, mi cuerpo sigue anhelando más de él. - ¿Quieres que me meta en el jacuzzi?
- Si, por favor...- es completamente una súplica

Se levanta delante de mí y se quita el albornoz dejando totalmente al descubierto su cuerpo perfectamente esculpido y su imponente miembro alzado y duro esperando la orden para entrar en el partido. Al verlo desnudez frente a mi cuerpo vuelve a deshacerse y emito un fuerte gemido...
- ¿Tanto me deseas?...
- Oh sii...-contesto en un susurro, no me salen las palabras estoy totalmente te paralizada por el placer y la espera.
- Está bien...- Se mete en el agua y me acerca a él...
- Siéntate encima de mí. - yo le obedezco, le necesito. Su miembro totalmente levantado pidiendo permiso para hacer su entrada y mi vagina anhelante de tenerlo dentro...  Me deslizo lentamente a lo largo de él sintiendo como me va abriendo y profundizando dentro de mí.

Los dos gemimos a la vez y nos movemos a la vez para sentirnos a cada empuje...
- Oh...no pares Nena ... ¡no pares! Se siente jodidamente bien, es más de lo que soñaba... ¡Eres tan mía!

Cada vez su empuje se hace más enérgico, me acaricia, me besa y juega con mis pezones desatando mi deseo como nunca nadie lo había hecho. Nunca había sentido de esta forma...
- Nena no puedo más. Necesito terminar o voy a explotar...
- Dámelo Miguel... ¡dámelo!

Su miembro entra y sale con fuerza de dentro de mi hasta que de entierra profundamente y palpita soltando todo su líquido dentro de mí yo hago lo propio y también me derramo encima de él y nos quedamos abrazados uno frente al otro unidos y besándonos apasionadamente.
- Greta eres preciosa...

Salimos de la bañera, nos secamos y nos tumbamos en la cama él me abraza y me besa, yo le acarició y me deslizo por su pecho hasta llegar a su miembro, juego con él entre mis manos... él gime.
- Nena, no sabes lo que estás haciendo...
- si, si lo sé y aún no he terminado...- cierra los ojos y se deja hacer...

Me levanto de su abrazo y me acerco lentamente a su miembro, poso mis labios en él y lo beso en su longitud, dejo mi lengua pasearse libremente y lo miro, está completamente loco de placer. No para de gemir me sostiene la cabeza ayudándome a introducir su miembro dentro de mi boca.

Le doy placer así hasta que no aguanta más, me tumba sobre mi espalda y se pone encima de mí, me penetra de nuevo hasta que los dos nos derramamos nuevamente unidos y gimiendo a la vez.
- Nena, vamos a morir haciéndolo de esta forma...me vas a matar...

Nos abrazamos en la cama y nos quedamos dormidos exhaustos de tanto placer.
...

Me despierto y estoy sola, busco a mi alrededor y lo veo sentado al lado de la cama mirándome.
- Bienvenida de nuevo...- se levanta y me besa suavemente
- Hola...
- ¿Estás bien?
- Si, perfectamente...¿y tu?
- Podría estar mejor, pero tenemos que reunirnos con los otros si no quieres que sospechen que te tengo secuestrada dándote placer sin parar...
- Creo que el único que no sé huele nada es Alejandro...
- Bueno, nunca fue demasiado avispado para estas cosas, y en su defensa tengo que decir que creo que está más atento en conquistar a mi secretaria...
- Tienes razón...voy a vestirme...
- Para mi desgracia si. To también tendré que hacerlo y dejarte ir... pero está noche vas a volver a ser mía...
- Ya lo estoy deseando...
- No me provoques, porqué dejo de lado la promesa que te hice y te retengo aquí a base de placer...
- Me voy...

Me levanto de la cama, le doy un beso y salgo de su cuarto aunque dejamos la puerta de las habitaciones abierta.

Me pongo unos shorts tejanos, una camiseta blanca de tirantes y unas deportivas blancas. Me hago una cola alta y me maquillo suavemente.

- Miguel ya estoy. Voy a salir al pasillo.
- Espera...

Entra en mi habitación y se acerca a mí. Me mira y me besa apasionadamente...
- Ahora ya te puedes ir...- me giña el ojo.

Salgo de la habitación y me encuentro con Úrsula y Alejandro.
- Hola, ¿Hace mucho que esperáis?
- No, acabamos de encontrarnos aquí.

A Úrsula se le nota nerviosa y a él se le escapa una sonrisa que los delata.
- acabo de llamar a Leyla y ya salen, estaban acabando de arreglarse. sólo falta Miguel.
- No, ya estoy aquí.

Leyla y Zoe no tardan en salir y nos vamos todos al ascensor para volver a subir a la azotea del hotel a cenar y ver el espectáculo que hay programado para esa noche.